Paseo de bienvenida [Priv: Blake]

Entramos a la ciudad, donde algunas personas curiosas veían al nuevo joven que había llegado. Se podía apreciar a simple vista que habían personas "normales" entiéndase por este termino, personas sin alguna peculiaridad animal; también habían semi-humanos, de variados tipos, todos de apariencia gentil.

-Acá por lo menos conmigo todos han sido muy amables- le dije al pelinegro sonriendo -Hay posadas, tiendas, casas, ehmm.. todo lo que puedas encontrar en una ciudad pequeña- dije siguiendo con algo que casi parecía un monologo turístico mientras le mostraba parte de la ciudad en general, hasta que llegamos a una placita, con una pileta en su centro, unos cuantos adornos y variadas flores
-Y dime, que quieres hacer ahora?- le pregunte mientras lo miraba.

OFF: bueno.. perdón por la demora u.u!

Al cruzar el umbral que separa a el bosque de la civilización vio a cientos de personas, con rasgos humanos, tanto como no humanos. Sorprendido miraba a su alrededor, algo asustado y nervioso, ya que los residentes de ese lugar lo observaban detenidamente. La chica avanzaba tranquila.

"Aloshka.... Me observan demasiado, esto es algo incomodo"- Le susurraba, para que nadie lo oyese asustado. Sin embargo la chica se veia feliz, ¿qué a donde queria ir?, pues no lo habia pensado, solo queria descansar, beber o comer algo, la joven le dio opciones- "Ah... pues... "- No le dio tiempo de responder, se encontraban en lo que parecia la clásica plaza de una ciudad, se sento en la orilla de la fuente- "Hey... Niña pero yo no tengo dinero, no puedo hacer nada..." -Suspiro, guardo silencio, solo por unos instantes, el silencio se quebro por el sonido de una barriga vacia, se sonrojo- "Q-Quisiera comer algo"- Giro la cabeza, mirando al lado contrario de la muchacha ocultando su rubor.


[XD! no te preocupes, yo no me habia podido meter al foro, falta de tiempo xDUu]

Ya sentados lo miraba sonriendo, me sentía especialmente feliz aunque desconocía le motivo.

Cuando hablo sobre el dinero recordé aquel tema tan delicado que mi mente siempre evadía, mi pensamiento se interrumpió tras su afirmación de hambre y le sonreí para que no se avergonzara.

-yo también tengo hambre, vamos a comer algo, que te gustaría comer?- le dije mirando algunas tiendas, en una u dos los dueños eran suficientemente amables para dejar que les pagara después -Debería conseguir trabajo o algo similar- pensé algo desanimada, realmente ea un tema que me deprimía bastante, pero mi sonrisa constante evitaba que aquel sentimiento se reflejara en mi rostro.

-Elige donde comer, invito yo- dije sonriendo y mostrandole las opciones que tenía.

Con la cabeza gacha escucha a su acompañante, "¿que podría servirme?", pensó, "Quizás, la vergüenza de que una chica me este invitando", era vergonzoso no poder ayudarla ni siquiera con una sonrisa, como la que la chica esbozaba- "La verdad, es que no quisiera molestarte... yo creo que !seria divertido pescar!, si..."-.

No hubo caso, la joven era obstinada, ella observaba las tiendas y él la observaba a ella, le impresionaba su ánimo y su, tal vez, valentía. "Yo invito" -Tras escuchar esa frase lo acongojó un poco- "Aloshka"- se levanto y se puso de pie a su lado- "A la próxima yo invito" -Sonrió- "Pero, primero, ¡cumple tu palabra! quisiera, comer en un lugar no muy público, la verdad aun no me acostumbro a sus miradas"-Se sobó la nuca- "Y claro, en donde a ti te parezca cómodo" -Miró a todos lados, y noto un lugar, algo distante de los demás, se encontraba en una esquina un pequeño local- "Quisiera ir ahí" -Apuntó, sin preocuparse siquiera de en que clase de lugar se estaba metiendo, pero no tenia pinta de algo terrible.













[-Revive de las tinieblas- ASDASADAS ;A;! perdoooooon! ;OOO:! es que el colegio me tiene ahogada en cosas xD!]

-Vale, la próxima tu invitas- Dije con una sonrisa en mis labios queriendo tranquilizarlo, nada mejor que ir a comer a algún lugar por que ya llevaba casi todo el día sin comer. Vi como mi acompañante veía las tiendas y seleccionaba una pequeña, la mas solitaria y alejada, pensé por un segundo y asentí -Si esa es perfecta, el dueño me conoce así que no creo que haya problema- pensé colocándome de pie.

-Tranquilo, te miran por ser nuevo, pero acá la mayoría son humanos que llegaron desde el exterior, es un lugar muy tranquilo- le insistía en la misma idea pues lo notaba muy intranquilo con respecto al lugar, lentamente dirigí mis pasos juntos a los de el hacía el lugar elegido por aquel chico pelinegro. Hablé con el dueño, que amablemente accedió a mi petición y nos guió a una mesa apartada, mucho más privada por que pensó que resultaría mas cómodo para el chico nuevo.

-Les traeré la especialidad de este pequeño local- dijo el hombre con una sonrisa amigable y se alejo antes de esperar una respuesta.

-Es un lugar pequeño, y muy acogedor, la comida es muy rica también, muy buena elección.- Le dije al joven que estaba sentado frente a mi mirándolo a los ojos y sonriendo.

Mire el lugar de reojo, era un lugar pequeño y que estaba algo vacío, había un par de personas más pero ubicadas al otro extremo del lugar y por las cosas apenas se veían, realmente era un ambiente bastante privado.

Mientras esperábamos, tome un menú y me puse a ver los postres, la especialidad de la casa ea pescado horneado acompañado de arroz y ensalada, para mi gusto estaba bien, le iba a preguntar a Blake si le gustaba, y lo vi jugando con sus pulgares, me resulto cómico y di una pequeña risita, pero me calle pensando que podía ser grosera, y con eso olvide que quería hablarle... cuando volví a ver le menú lo recordé, pero para ese momento el pelinegro se me adelante y empezó a hablar.

-No te preocupes, es bueno tener personalidad y siempre ser tu, seria malo que te mostraras de una forma que no eres solo por sacar algún provecho o agradar a las personas- le dije sonriendo; note que el tema en si le resultaba algo difícil, por lo que opte por cambiar el tema un poco -Te gusta le pescado horneado? esa es la especialidad acá... o eso dice este menú- dije mostrandole el menú.

El hombre de antes llego con servicios que coloco frente a cada quien, vaso y en general todo lo que se coloca en una mesa de restoran, con una arra de jugo natural de manzana, sirvió cada vaso con aquel liquido medio verdoso y luego retrocedió para volver a la cocina -Enseguida traeré los platos- dijo amablemente y volvió a la cocina.

Tome un sorbo del jugo y sonreí -que rico, jugo de manzana, me encanta- dije demasiado emocionada, por lo que apenada me sonroje, a los minutos volvió aquel hombre con los platos de comida, que acomodo frente a cada quien -Provecho- y luego se fue -Gracias- dije melodiosamente y sonreí

La interrogante planteada por la chica cambiaba drásticamente el tema, lo cual le resulto sorpresivo, pero no le dio importancia. Sonrió con cierta amabilidad-. “Lo prefiero frito” –Sin querer, su mala educación y su falta de “Piensa antes de hablar” lo invadió de nuevo aflorando aquella frase, se sobresalto y se llevo la mano a la nuca frotándola-. “Ah!... Pero… horneado estaría bien”. –Rio un tanto nervioso, bajo la cabeza para ocultarse un poco.-
El encargado del lugar volvió arreglándola mesa, estaba un tanto incómodo, pero la presencia de la joven, sorprendentemente, lo tranquilizaba un poco. Era amable. Su vaso se llenaba de jugo de manzana, y los servicios estaban colocados lado a lado. Su boca estaba un tanto seca, entre abrió sus labios y no dudo en tomar un sorbo de aquel líquido que yacía en su cristalino vaso. Asintió con amabilidad a los dichos del hombre que les había dado la posibilidad de comer en un lugar adecuado.
Su compañera probó el jugo de manzana y se emociono, al parecer tanta fue su emoción que sus mejillas se sonrojaron levemente, la chica se oculto en si misma, lo que causo cierta gracia en el pelinegro. Dio una pequeña risita que oculto tras su mano, quiso tranquilizar a la chica. Probó nuevamente al jugo en su vaso-. “Hmmm… “-Cerro los ojos y se lamio los labios-. “Realmente esta delicioso… y dulce” Dejo el vaso en la mesa y sonrió a Aloshka. El hombre, a los segundos, coloco los platos en los puestos de cada uno. Blake, se sorprendió al ver los platos sus ojos brillaron y su boca se hacia agua. Llevaba un tiempo sin comer, así que esa visión le resulto relajante, necesaria y deliciosa. Nombro su última palabra “Provecho” y se marcho. Casi al mismo tiempo que su acompañante agradeció sonriente. La observo, le sonrió y empezó a comer, no rápidamente, para que no se note su ansiedad.

Toda la espera fue un poco incomoda y a la vez agradable, una mezcla extraña y realmente poco probable, sin embargo no me extrañaba, era algo demasiado simple como para extrañarme.

Sonreí con sutileza y tome os cubiertos, lentamente empece a cortar un poco el pescado llevándome un pequeño bocado a la boca, para masticarlo y tragarlo, y así sucesivamente, tomando de vez en cuando un soro de jugo, todo esto lentamente, como siempre recordaba todas las clases de modales y etiqueta que me dieron, ya ni siquiera era planeado, era totalmente instintivo.

-Esta delicioso- dije sonriendo al pelinegro.. por un segundo muchas ideas cruzaron por mi mente, ideas y preguntas que realmente no sabia si debía expresar, sin embargo inevitablemente salieron de mis labios -Dime... de donde venias? que hacías?.... como esta el mundo de afuera?...- pregunte en un murmuro con un ligero toque de tristeza, pero con una sonrisa en mis labios

Cortar, llevárselo a la boca, tragar. Al primer boca sus ojos brillaron y su boca se hizo agua-. "¡Delicioso!".- El jugo solo le alcanzo a para dos largos sorbos, sin quererlo engullía rápidamente su plato. ya le faltaban tres a cuatros cucharadas cuando la chica hace la pregunta triunfal que lo hace regresar a su situación actual. Con un tono algo nostálgico disfrazado con una amable sonrisa lo hacia detenerse dejando el tenedor con un trozo de pescado. Entre cerro sus ojos recordando aquel día donde todo cambiaría. Su vida jamás fue como los demás, un estudiante de segundo grado que recientemente había sanado las leves heridas que su rutina le causaba. Aquellos matones en la escuela le habían regalado unos días de reposo y un par de vendajes. Sentado en su lugar en la sala escuchaba risas, y miradas, no quería voltearse, el sabia que eran esos sujetos que lo atormentaban todas las tardes después del colegio. Solo sonrió y cerro sus ojos. Ya no había escapatoria para él. Y aun consciente de esto, lo intento nuevamente, una vía de escape, quizás un camino alternativo. La lluvia acompañaba sus pasos, corría velozmente para no ser alcanzado, hasta encontrarse a salvo,cayendo inevitablemente. No era nadie realmente, solo un estudiante inferior a los otros o así se sentía. No venia de un lugar en especial, solo del lado de su madre. Y tampoco quería recordar como eran las cosas fuera, y aun así, buscaba volver. Pese a todo, no debía dejar a la chica sin respuesta. Se sirvió más jugo de manzana y esbozo una sonrisa-. "Ese día volvía como siempre de mi escuela, quería escapar... De lo rutinario... Tome un camino alterno"- Dejo el vaso de jugo sobre la mesa-. "Era invierno... estaba helado como siempre, y la lluvia me cubrió... ".-Tomo su bolso y comenzó a revisarlo, buscando algo.- "No creo que este muy cambiado" -Saco su mano de su bolso sosteniendo una especie de agenda, cuaderno o libreta, de esta saco unas fotos-. "Mi madre, de su lado... De ahí vengo. No hay otro lugar al que quiera volver". -Estiro su mano ofreciéndole la imagen a la joven de cabellos rubios que miraba atenta la imagen.

Lo escuche atentamente, una parte de mi se arrepentía de haber formulado esa pregunta, pero otra, seguía con la curiosidad y pensando que para él seria mejor desahogarse un poco; lo escuchaba atentamente, había dejado de comer para prestarle total atención, cuando me mostró la foto la tome y la vi detenidamente, su madre, era una mujer bastante bella, pero el lugar no lo reconocía, claro seguramente no eramos del mismo país.... o incluso del mismo tiempo, aquella puerta se abría en distintas partes, nada impedía que también se abriera en distintos tiempos.

-Yo, lamento haber sacado el tema- sonreí sutilmente y le devolví la foto -Tu madre es muy linda- murmure con una pequeña sonrisa, no me atrevía a decirle que hasta ahora no había forma de volver.....

Comí un poco más lentamente, sin saber que decirle -Este lugar... usualmente ofrece una segunda oportunidad... una oportunidad de volver a hacer tu vida como prefieras....- murmure sin saber si aquello estaba bien o no.