Un pequeño paseo por el bosque [Priv.]

Llevaba tiempo vagando por aquel mundo, ya se había acostumbrado a esta realidad, pero aun así como llego al bosque, buscando un árbol o algo con la "capacidad" similar al que lo dejo perdido en este lugar.

Se despidió a medio día de la ciudad para salir en su búsqueda, el tiempo que llevaba en esto le era diferente, después de todo había concluido que sin importar cuanto tiempo le lleve, no le importaría por lo que tuviese que pasar, volvería.

Fue asicomo termino en el bosque, buscando. El viento agitaba las ramas de los árboles, a su alrededor, el camino se iluminaba por la luz que se filtraban entre estás; las criaturas le observaban desde sus madrigueras, escondidas entre los arbustos o tras los enormes árboles, lo que hacía sentir al adolescente que no se encontraba solo y que en cualquier momento algo podría salir y  asustarlo, se deslizo silenciosamente por el bosque tratando de no molestar a ningún ser.

Luego de unas horas de vagar el cielo se tornaba cada vez más anaranjado, se estomago le exigía alimento y su cuerpo descanso, siguió caminando haciendo caso omiso a estas señales, fue así como llego hasta el corazón del bosque, giro buscando algún lugar para descansar cuando sus ojos se toparon con algo que llamo su atención. Eran un árbol enorme de un grueso tronco, sin hojas de corteza oscura, entre grisácea y negra, sin hojas; sus características lo hacían destacar por sobre los demás, cerca de la base tenía un enorme hueco que hizo asimilarlo con aquel árbol que lo trajo hasta este lugar. Corrió hacia este y lo rodeo, observándolo, buscando alguna forma de... Se agachó, entrando a gatas pero nada ocurría, se puso de pie y se alejo de este observándolo desde el árbol frente a esté.

Sin encontrar nada más que una falsa esperanza apoyo su espalda en el tronco y se deslizó quedando sentado sobre la tierra, saco un pan y su cantimplora con agua para saciar su hambre y sed. Miro el anaranjado cielo y solto un suspiro.

-"¿Tan rápido se me ha acabado el día?"- Cerro sus ojos unos segundos y los entreabrió despacio -"Debo volver... "- Sus ojos se cerraron, -¿Donde debo volver?, ¿por qué quiero volver?- Sus labios soltaron frágilmente una sola palabra, la persona que lo impulsaba a seguir -"Madre... "- Soltó en un susurro cayendo totalmente dormido.

Se forzó a abrir sus ojos frunciendo el ceño, vaya que le costo, pestañeo varias veces antes de poder ver lo que tenía enfrente, primero vio una mancha de colores claros -"Eh... ¿Qué es... "- Estaba cansado, sentía como la planta de sus pies le quemaban y sus piernas tenían un dolor tan molesto que prefería no pensar en ello, la mala alimentación y el insomnio que sufría le pasaba la cuenta.

Se llevo ambas manos al rostro y frotó sus dos ojos con estas para poder enfocar bien lo que tenía delante, una vez las bajó respondió suavemente en un hilo de voz -"Si... "- Miró para todos lados sin comprender -"¿Dónde es qué estoy? Yo estaba caminando y luego... Luego yo... "- El cansancio, el molesto cansancio y la demoledora falta de sueño le pasaban cruelmente la cuenta. Se puso de pie tratando de mantener lo mejor posible el equilibrio, confundido pregunto a la joven que poseía una extravagante belleza y una sutileza en sus  finos rasgos -"¿Quién eres?"- Preguntó cortés, si era una criatura o algo parecido no quería espantarla ni que se enojará y luego él saliera lastimado, además le podría ayudar a comprender en que lugar estaba, el bosque siempre podía ser peligros, y el chico no sabía en donde estaba.

Aun algo mareado abrió su bolso agitándolo buscando algo de comer o algo para beber, aunque probablemente al haberse quedado tirado en el suelo así de despreocupado probablemente su bolso este vacío, lo abrió de par en par y lo dio vuelta para que lo que tuviera dentro cayera, nada.

Habían limpiado totalmente su rostro, se lamentaba el haber sucumbido tan frágilmente ante la fatiga, ¿pero qué más podía hacer? no era más que un simple humano... Probablemente morirá antes de poder volver al lugar del cual venía. Suspiro resignado, no había nada que hacer, no era su culpa estar aquí y solo debía rendirse ante el destino que decidió usar a este pobre peón y ponerlo en este lugar.