Aburrida LIBRE

Luego de nadar unos minutos llegamos a la orilla, rápidamente el pelirrojo salió del agua respiraba agitadamente, suponía que estaba cansado así que también salí del agua, mi vestido estaba empapado, se pegaba a mi cuerpo de forma algo molesta, por ultimo si tuviera un cuerpo más “sexy” para lucir no sería tan molesto, pero solo tenía el cuerpo de la niña que era al morir, observe al joven hasta que decidió tenderse sobre el césped, imitándolo me deje caer al césped bastante próxima a él, pero con un espacio prudente para que o pensara que lo acosaba.

Una brisa suave corrió por el lugar, se sentía helada, aunque personalmente lo helado me gustaba, después de todo, sentía casi todas las cosas heladas y además me gustaba el hielo, mi mente empezaba a vagar por recuerdos y motivos de porque me gustaba lo helado, en mis labios aparecía una suave sonrisa producto de mis pensamientos, momentáneamente lindos, pocas veces me sentía así de tranquila como para sonreír sin desearlo, sin proponérmelo; sin embargo la pregunta del pelirrojo me helo completamente, la sonrisa desapareció de forma automática y lo mire de reojo, a los instantes se incorporo y me miro, luego su mirada se poso en el lago, podía confiar en el como para contarle algo tan privado, tan privado que apenas un par de personas sabían?. Él se veía realmente confiable y sincero, pero usualmente ellos eran los más peligrosos, sin embargo pensar en mentirle me causaba un sentimiento de culpa molesto, de los que pocas veces sufría, di un leve bufido y mire al de ojos violetas y sonreí suavemente –Si te lo digo, de cierta forma me estaré atando a ti también- musite en voz baja, como si las palabras escaparan por si solas.-Claro que eso no significa mucho…- aclare por si acaso. –Después de todo quiero seguir atada a este mundo….- pensé mirando el lago y me senté mirando al joven, lo mire fijamente a los ojos por unos segundos, descifrando algo, lo que fuera que me hiciera desistir, pero nada, todo me impulsaba a contarle una historia horrenda, un cuento de terror completamente real.

-Hace mucho tiempo… yo vivía con mi padres, y dos hermanos menores, era una familia humilde, no teníamos mayores riquezas, lo mas ostentoso que teníamos era una pequeña cabaña junto a un lago donde íbamos seguido a pasear, un invierno cualquiera, cuando yo apenas pasaba mi novena primavera, llegaron unos tipos a casa, mamá nos escondió a mis hermanos y a mí, en un ropero, escuche golpes, gritos de mi padre, luego de mi madre, abrí un poco el ropero para ver que sucedía cuando el rostro de un hombre apareció frente a mi paralizándome de miedo, me tomo del pelo y con fuerza me saco del escondite, después de mi, sacó a mis dos hermanos, eran 3 tipos corpulentos, altos y maceteados, con cicatrices por todas partes y cuchillas que cada quien portaba, sin remordimiento me apuñalaron 4 veces por el torso…- mi voz estaba a punto de quebrarse, y como una especie de recreación, mi vestido se lleno de sangre –apuñalo a mis hermanos frente a mis ojos, pues no me apuñalo en algún punto vital como para morir, entre los 3 cargaron a toda mi familia, incluyéndome, hasta el lago junto a la cabaña, en él tiraron a mis padres primero, luego me tiraron a mí, caí de espaldas lo recuerdo bien, seguía viva mientras me hundía sin remedio, no tenía fuerza como para nadar, estaba por morir por desangramiento, el agua estaba infinitamente más helada, inclusive el lago estaba empezando a congelarse…- dije a modo de comentario para proseguir en un tono de voz algo nublado e inexpresivo -vi como los cuerpos de mis hermanitos se hundías por sobre mí, trataba de moverme, quería sacarlos de ahí antes que se congelaran, pero nada… y morí… desconozco si finalmente morí por ahogo o por desangramiento, solo recuerdo que sentía mis pulmones llenándose de agua, y mi sangre dejando una estela roja en el agua…- acabe mi relato y mire el lago, algunas lagrimas cayeron por mis mejillas, rodaban hasta caer al pasto, aun con tantos años desde lo ocurrido me seguía afectando recordar y hablar sobre eso.

-Por lo menos durante el tiempo que mi espíritu estuvo parad a la orilla del lago la policía nunca llego, no sé si los cuerpos fueron sacados de allí, si alguien los encontró… al poco tiempo de morir me vi en un cuarto oscuro y claro a la vez, algo inexplicable con palabras, y un ente, un “algo” me hizo elegir entre dos puertas iguales, cuando atravesé una de esas puertas me vi acá… en un mundo totalmente desquiciado….- finalice mis comentarios con un hilo de voz, apenas audible y baje el rostro, mire al pelirrojo nuevamente y trate de esbozar otra sonrisa, para que no se sintiera mal, sin embargo mi esfuerzo se veía opacado por las lagrimas.

OFF:: Dios D:! creo que exagere un poquito >.<, y no te preocupes por la demora ^^ yo también me demoro aveces (como ahora xD)

El pelirrojo suavemente acerco su mano a mi rostro y seco mis lagrimas, lo miraba aun algo inexpresiva, escuche las palabras que salieron de sus labios, era cierto, en este mundo tenia una especie de “eterna vida muerta” podía recrear una vida normal, sin embargo no era más que un capricho de algo más poderoso que aun desconocía.

Esboce una suave sonrisa al ver como deseaba consolarme, reconfortarme, ero sabia que nada podía cambiar como me sentía, muerta; sin embargo agradecía su intención. Cuando su mano se poso en mi espalda y acerco mi cuerpo al suyo me sorprendió, completamente, no sabía cómo reaccionar ante su gesto y más cuando me abrazo, por un segundo pensé en desvanecerme, volverme fantasmal e intangible no me notaria, sin embargo algo me detenía, algo impedía que hiciera cualquier cosa.

Un susurro saco mi mente de su sorpresa y lo mire con los ojos cristalinos, no deseaba llorar como tal, pero acomode mi cabeza en su pecho y sentía todo lo que sabía nunca volvería a sentir en mi persona, que nunca volvería a poseer, sentí su corazón latir, ese acto de bombear sangre al resto del cuerpo, su pecho inflarse por el aire que inhalaba por que era necesario para vivir, y la calidez de su cuerpo, esa sensación que perdí incluso antes de morir, al sentir todos aquellos signos que mostraban su vitalidad, de mis ojos tímidamente brotaron lagrimas, que ni siquiera sabía de dónde venían, estando muerta nada las debería producir, sin embargo como una ironía, ahí estaban, corriendo por mis mejillas y muriendo en el pecho de aquel joven que me abrazaba y me regalaba un poco de calidez, así fue como un llanto suave empezó, suave pero persistente…

Mi llanto no cesaba, mi mano tenia firmemente agarrada la camisa del pelirrojo, con algunos sollozos las lagrimas seguías suicidándose sin entender el por que de tal acto, hasta que el joven hablo, lo mire tratando de calmarme, aunque con sus palabras basto para que mi llanto se cortara, como era aquello posible?

Miraba al pelirrojo a los ojos, sin entender el motivo, me estaba confiando un detalle de esa magnitud, y no entendía como, como pudo morir y estar vivo ahora? Porque aquellos signos vitales son eran falsos, no era mi imaginación, si embargo, no tenía sentido.

-¿Cómo? ¿Cómo estás vivo si te mataron? ¿Acaso eres un vampiro? Digo.. dicen que los vampiros conservan el cuerpo vivo pero no sus almas.. y al revés los fantasmas, sus almas están vivas y sus cuerpos pudriéndose bajo tierra… o agua….- le decía en un intento vano de entender la situación –Sabes como sucedió que reviviste?- preguntaba intrigada, interesada pero en absoluto esperanzada, mi muerte fue algo que paso hace tanto años que volver a la vida solo serviría para volver a morir, y no estaba interesada en pasar una segunda vez la misma experiencia.

Y el joven rebelo otro detalle que me dejo pensando en eso, su cuerpo jamás murió, quizá habían separado su cuerpo de su alma y se sintió como morir, pero finalmente se habrían vuelto a unir, mi mente pensaba en variadas hipótesis, pero nada me convencía como para creerlo por completo.

Miraba atentamente al pelirrojo, empezó su relato y le coloque total atención, pues me llenaba de curiosidad su “renacimiento”. Realmente, una historia tan bizarra y cruel como la mía, bien dicen “dios los cría el diablo los junta” me quede en total silencio mientras el joven hablaba, no deseaba interrumpirlo, realmente debía ser difícil contar algo así, lo sabía perfectamente.

Observe atónita su torso, el tatuaje que parecía demasiado real para ser un dibujo de tinta, o algo similar, y mis dudas fueron disipadas al ver que realmente, era algo real, tangible y mágico, que lo dañaba, su cuerpo ahora tomaba manchas carmín. –O sea… que también tienes una especie de vida eterna?- murmure algo insegura mirando como ese látigo de espinas golpeaba el agua provocando ondas.

-Tiene algo de lógica, que me hicieran elegir entre ambas puertas según lo que dices….- suspire ligeramente, definitivamente aquella resurrección era un caso aislado, producto de humanos que jugaron con magia más allá de sus límites.

Lo quede mirando casi shockeada, eso no cuadraba con mi información, todo lo que había logrado averiguar se desmoronaba ante esta nueva revelación, sin embargo... su muerte había sido un poco distinta, por lo que sus consecuencias quizá también resulten distintas.... hice una nota mental sobre tipos de muerte y cuando me sonrió instintivamente le sonreí.

-Pues.. para quienes viven, si, es mejor vivir hasta el fin sin preocuparse tanto- musite suavemente y tome su mano para colocarme de pie. -Hum... ya llevamos bastante acá... creo que ya es tarde, no cree usted?- musite sonriendo mientras lo miraba, además empezaba a hacer frío, y no era por mi culpa, y él estaba aun mojado por haber nadado en el lago. Lo mire esperando su respuesta.


OFF:: Mely mil, no, millones de perdón >.<UU me quede estancada con este rol, te parece si lo vamos acabando? n.nU de verdad que se me fueron las ideas jeje!
y por cierto... aun no tengo a tu pj en las relaciones de Eli, te parece en trato cordial y amigos? c: creo que se relacionaron bien ^^!

Aun intentaba reponerme a aquel shock por el desmoronamiento interno de todo lo que creía saber... -Tengo toda la eternidad para informarme correctamente..- pensé en un intento de animarme, pero todo paresia en vano, cuando el joven volvió a hablar lo mire y esboce una suave sonrisa, pero a pesar de eso me tomo totalmente desprevenida aquel beso en la frente.

-Eh.. esto.. estará bien?..- murmure intentando reaccionar, mis mejillas estaban sonrosadas y mis ojos húmedos, pero para aquel momento el pelirrojo estaba ya entrando en el bosque, casi perdiéndose entre los arboles, me tumbe un segundo más en el césped mientras una lagrima resbalaba por mi mejilla, rápidamente me senté y la seque. -Esto es estúpido, los fantasmas no deberían llorar...- murmure y me coloque de pie para irme, y apresure el paso para ver si alcanzaba al chico, aunque realmente lo dudaba en mi interior.

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