Muy , muy lejos. LIBRE

-Gracias- dije con una media sonrisa en los labios mientras tomaba las hojas de aquella planta exótica, con cuidado , y las metía en mi morral de tirante cruzado , después de dar las gracias de nuevo , salí de la herbolaria y miré mi pequeño monedero solo me quedaban algunas monedas , ya había comprado una buena cantidad de medicinas y plantas , estaba bien.. solo que algo hambrienta.


Busqué con la mirada algún lugar donde comer, claro que también barato , lo bueno que tenía mi boleto de tren para poder regresar al reino de corazones. Caminé y me encontré con un café sencillo pero bonito , me adentré y el olor a café invadía el lugar , dándole una calidez muy tranquilizadora , suspiré , esperaba tener el suficiente dinero para un café y un pan dulce.


Tomé asiento en una mesita pegada a la pared y puse con cuidado mi morral en una silla alado de mi , una joven llegó a decirme lo que tenían para vender , después de escucharla le pedí un café con leche y un pan sabor vainilla , mientras esperaba mi pedido me pasé mis dedos por entre mis cabellos y dí un vistazo rápido , no estaba muy lleno el lugar , eso creaba una atmósfera más tranquila que en las afueras donde el bullicio estaba en su apogeo.


Minutos después llego la misma joven a dejarme el café y el pan dulce , le di las gracias y miré el hilillo de humo que salía del líquido caliente y se evaporaba en el ambiente , sople suavemente y el humo se disperso de una manera irregular , sonreí ,esperaría a que se enfriara , di una pequeña mordida al pan dulce, estaba muy rico , recién hecho ..

Esta vez mis andanzas me habian llevado a la capital de mi reino, no muy lejos de hecho; asi que estaba bien.
Planeaba quedarme algunos dias ahi, ya habia localizado un lugar donde alojarme, en un pequeño hotel; y pese a lo que me decian o recomendaban algunas personas sobre mi puesto, ultimamente estaba dejando de lado los placeres de la realeza a los que estaba acostumbrada para encontrarme con cosas mas sencillas, como una pequeña posada y ropa muy comoda, como las sudadera lila y la falda de cuandros que hoy llevaba puesta... igualmente me hallaba paseando como si nada por las tranquilas calles de Palladium, y aun si mi rostro era conocido pocos sabian que era yo la jovencita que tan torpemente pasaba entre la gente sin saber a donde ir...
Pasaba la mañana, y me habia entrado algo de hambre, estaba en la capital y obviamente a mi vista saltaban muchos lugares en los cuales podia tomar una rica merienda y asi saciarme, solo era cuestion de elegir uno...
Y como me esperaba, opte por el lugar que se veia mas sencillo; mientras caminaba hacia el local rondaba en mi cabeza la dda del porque de mis ultimas acciones, ya antes habia experimentado cierta lejania de la realeza, pero como esta, como lo hacia ahora, nunca, quizas tanta atencion, tantos lujos, responsabilidad y presion cansan, al menos ese era mi caso, pese a que era muy joven en ello.
Pronto entre al puesto, podia observarse la tranquilidad desde el primer segundo y un olor a cafe se dejaba percibir, si, era una cafeteria, algo a nada. Fui detras de una joven que trabajaba ahi para pedirle me llevara una taza de café y galletas, las mas grandes con las que contaran; cuando la joven se alejo mire al lugar, habian muchas mesas que podian servirme, pero no queria estar sola, unas cuantas personas se encontraban alli solo tenia que elegir una, una que o se molestase si yo quisiera sentarme con ella; la persona que me parecio mas adecuada fue una joven pelirroja en un extremo del local, a pasos inseguros me acerque hasta ella y respire profundo antes de hablarle
Puedo sentarme con usted? no me gustaria tomar mi cafe sola
mas directa no pude haber sido, y hable con una seguridad pocas veces vista en mi, esperando fuese aceptada por ella.