Re: ¡Pillado!... ¿pillado?... [Priv. Nero].

por **Nero** Vie Sep 30, 2011 2:17 pm

Spoiler:

Salir de la jaula y ahora volver a entrar, ¿Era acaso un muñeco al cual podían mover de un lado a otro? Ya tenía horas ahí dentro, ¿No podría salir ya? Roxas dejó la puerta abierta, ¿No podía solo irme ya y que los guardias encuentren al verdadero ladrón? ¡Ah no! Tenía que cumplir la condena del no-se-que hasta que los reyes digan no-se-que-más y así seguir con mi vida como estaba hasta ahora, o hasta que vuelva a pasar algo y termine por golpear mi rostro, alzar las manos y decir "Me rindo".

Y con más colmo, ver la forma autoritaria del rubio era graciosa, muy pocas veces lograba ver ese lado de él, yo no me entrometía con él cuando esta de servicio, solo por casualidades de la vida lo encontraba y estaba fuera de su servicio, digamos que mi maravillosa suerte me trajo a este lugar y que Roxas fuera el que se encargaba de vigilarme. ¿Una mala jugada del destino? Ó ¿Algo me decía que este día no iba a ser como los demás?

-A la fuerza -Me agaché un poco, doblando solamente las rodillas, para estar a su altura, ya que es tan obvio que era mucho más alto que él, lo que me daba ventaja extra para burlarme de su rostro cuando se enojaba. Le di un pequeño empujoncito con mi dedo índice, y en su frente- Me gustaría ver eso

Pero no iba a ser ahora, los pasos de los guardias de trébol, a la lejanía, los podía escuchar como si estuvieran cerca, y sí, se acercaban a este punto. Un alarido bufido escapó de mi boca, nuevamente a la jaula, pero esta vez, fui yo quien tomó la puerta y la cerró de golpe, dándome media vuelta para volver a la posición inicial: Yo agarrando los barrotes.

-Bien, tú finges vigilarme, y yo finjo golpear los barrotes con una taza exigiendo mi libertad -Y sí tuviera la taza, lo haría con gusto.

por Invitado Dom Oct 02, 2011 8:24 pm

Spoiler:

Nero estaba jugando con su paciencia nuevamente. ¿Que hacía agachandose? Él no era tan bajito... ... ... ¡Bien, sí, lo era!. Nero era por lo menos unos diez centímetros más alto que él, agregándole a eso, Roxas tenía el rostro de un niño mucho más pequeño a pesar de que ambos chicos tuvieran exactamente la misma edad. Ahora que veía al otro frente suyo, de esa forma se sentía como siendo tratado como niño, no porque Nero le hubiera insitado a demostrarle cómo era que si él no entraba por su propia cuenta habría que hacerlo a la fuerza, sino... ¡le hervía la sangre el recordar que era tan pequeño que más de alguna vez lo habían tratado casi como un infante!... eso que su próxima edad eran los dieciocho años.

Cerro sus ojos ante el golpecillo tenue en su frente, retrocedió sólo un poquito, la fuerza ejercida no había sido muy enorme. Frunció el ceño mirando a los azules ojos de su contrario y le dio un ligero empujón cómo diciendole "no me tomes el pelo" y, si no fuera porque Nero sintió algo "seguramente alguno de sus instintos perrunos", le hubiera dicho un par de oraciones para nada amigables. Observó al otro en sus acciones de entrar, cerrar de golpe la puerta, sujetando las rejas y decir algo.

-¿Has pensado en actuar en algun teatro de los reinos? -se bufaba un poco. Si tuviera una taza a la mano, no habría pensado ni dos veces en pasarsela para que terminara su show de una manera única, y estaba seguro que Nero pensaba en lo mismo. Cómo él aun no presentía soldado alguno, se apoyó de espalda en la reja, un poco más a la derecha de donde el albino se encontraba con las manos en los largos barrotes. Apoyó la nuca en estos y miró al obscuro techo del lugar.- Hey. Gracias.-repitió nuevamente al de las orejas de perro, agradeciendo una vez más su compañía y el haber entrado cómo un niño bueno a la reja para no causarle problemas con el resto de las personas que trancitaban a esas horas en el palacio.

por **Nero** Jue Oct 06, 2011 5:16 pm

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¿Actuar? ¿Teatro? ¡Jajá! Ni me imaginaba parado frente a un escenario fingiendo ser alguien más, pff, tan siquiera me gusta eso, como si ya no hubiera estado parado frente a alguien haciendo el ridículo para complacerlo, así que no lo volvería a hacer en otro momento. ¿Gracias? No era muy normal escuchar eso salir de los labios del rubio, al menos no cuando está conmigo, otras veces hasta era más....sutil, en su forma de agradecer. No respondí, solo sonreí manteniendo el silencio, ahora solo me tocaba esperar a que un guardia llegue.

Y lo que tanto esperaba, otro guardia de trébol hizo su aparición, pero no parecía traer una buena noticia, eso lo notaba con la seriedad de su rostro, ¿Habrá desistido y al final viene na disculparse y liberarme?

-¡Vamos! No tienes que estar tan serio para disculparte -Volví a hablar con arrogancia, aún agarrado de los barrotes, el guardia ni se inmuto, ni tan siquiera hizo una mueca más que cerrar sus propios ojos - ¿Y bien? ¿Qué esperas?

-La verdad -¡Habló! Un descubrimiento- Tú sigues siendo el mayor sospechoso del robo.

-¡¿QUÉ?! -Casi grité, ¡¿Cómo demonios llego a suceder eso?!- ¡YO NO HICE NADA!

-Los robos cesaron cuando te encerramos, no puede ser pura casualidad....

-¡Me tienen todo acojonado aquí! -Gruñí aprentando más los barrotes, genial, una hora más en este lugar.

por Invitado Jue Oct 06, 2011 10:42 pm

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Esperaba mucho más que... literalmente... nada. Normalmente cuando una persona da las gracias a alguien, ese alguien suele decir frases como "de nada", "no hay de que", "no es necesario" o cosas así, e incluso si se trataba de Nero, este habría dicho algo similar pero con su toque especial de arrogancia tan característico en su persona. Pero... ¿nada?. Oh bueno, supuso que tampoco era la gran cosa, al final él ya se sentía satisfecho habiendole dejado en claro que agradecía su ayuda. Soltó un suspiro de alivio y escuchó cómo por esas ruidosas escaleras que llevaban hacia lo más subterráneo donde se encontraba ese calabozo, aparecía uno de sus compañeros de trabajo, a alguien que... seguramente alguna vez en su vida había visto, pero cuando se trataban de cosas triviales o personas sin importancia alguna para su persona, solía olvidar sus rostros o sus nombres con mucha facilidad.

"Por fin" dijo interiormente pensando en que ya era hora de que el albino fuera dejado puesto en libertad. Ya se iba a dar vuelta para abrir la reja del chico, pero antes de siquiera despegar su espalda de los metalicos barrotes, algo malo sucedió, algo que no pensaba que podía pasar: Estrictamente Nero seguía siendo el principal sospechoso del robo. ¿Pero cómo?. Si, estaba bien, podía ser que hubiera cesado todo, pero eso no implicaba que era porque el can fuera culpable, es más... Roxas solo podía pensar en que el verdadero culpable seguramente aun andaba rondando por la ciudad camuflado, o incluso que hubiera escapado después del desmán en la ciudad.

-¿Eh?.-por inercia salió ese intento de pregunta de sus labios, y entornó sus ojos hacia el otro soldado- ¿Es en serio?.

-¿Acaso dudas de las palabras de otro oficial, niño?.

-No. Pero no es la primera vez que lo capturan y siempre terminan por soltarlo por malos entendidos, eso no puede ser coincidencia tampoco.-dijo esas palabras que molestía, no solo por la acusación, sino también por ese "niño" con el que lo habían tratado. ¿Quien se creía ese tipo?.

-¿Tienes alguna prueba de que sea inocente?.

-No.-calló por un momento y una sonrisa se dibujó en el rostro del oficial contrario, era como si Roxas diciendo ese "no" le hubiera dado la razón en todo, pero el rubio no se iba a dar por vencido.- Pero ustedes tampoco tienen una prueba fija de que es culpable. ¿Y si el chico demuestra su inocencia? supongo que estás de acuerdo en eso-observó a Nero esperando su visto bueno ante el asunto. La única forma que se le había ocurrido para liberarlo de todo cargo, era que el mismo albino encontrara al culpable, de paso se ganaría algo del respeto del pueblo...

por **Nero** Vie Oct 07, 2011 10:55 am

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Este día se pone cada vezmejor, primero me encierran y ahora quieren encerrarme de por vida, y todo por un altercado que tan siquiera comencé. ¡Ah! ¡Quiero salir de aquí! El otro guardia me miraba como si de un peligroso criminal tratará, un inaudible gruñido salio de mi boca, mientras Roxas trataba de razonar con aquel que se cree superior a ambos. Teníamos claro algo, ambos odiábamos rotundamente que nos llamen "niño", y solo verle la expresión al rubio sabía que no le gustaba que se lo haya dicho de un tono de voz tan superior. Bien, ahora que tenía que hacer, ¿Esperar a que atraparan el ladrón así pasen meses en hacerlo? ¿Qué parte de "quiero salir" fue la que no entendieron?

¿Probar mi inocencia? Eso era más justo, pero toda palabra que dijera no iba a ser tomada en cuenta, solo yo sé como comenzar así una reputación. Un momento, se me ocurrió algo mejor y tal vez efectivo....

-¡Yo puedo atrapar al ladrón! -Me pegué más a la reja, agarrando con mucha más fuerza y firmeza los barrotes, si de algo me servía ser un canino, era mi olfato- Solo necesito ir al lugar donde ocurrió el robo, puedo detectar su aroma...

-No sé si confiar en ti para esto -Eso me cayó como un balde de agua fría lleno de piedras dentro de él. ¡En este mismo momento la confianza ya no servía para nada! Si debía probar mi inocencia lo haría como fuera.

-Mira viejo, ahora la confianza vale menos que la mierda, haré lo que sea para demostrarle mi inocencia y después reírme en tu cara -Sí, así sin rodeos ni más lo dije. El otro simplemente hizo una mueca de disgusto, llevando una mano a su barbilla, como pensativo, eso me hizo suspirar socarronamente.- ¿Te importa? ¡Sácame de aquí carajo! Si por lo menos tienes una prenda del ladrón me serviría...

Y aquella frase lo hizo pensar más, puesto que se dio media vuelta sin quitar su pose pensativa, quedó unos minutos en silencio, desesperante, hasta que miró a Roxas, y así como llegó se fue a hacer quien sabe qué. Ok, los guardias de corazón subieron un peldaño de empezar a apreciarlos.

-¿Y a este viejo que le pasa? -Ahora estaba furioso, tanto que me aleje de la reja para pegarle una patada, claro, está no se iba a caer. Enfurruñado, me fui hasta el fondo de la jaula y pegué mi espalda contra la pared, a la vez que cruzaba de brazos. Por ahora, esperar y no hacer nada.

por Invitado Dom Oct 09, 2011 11:25 am

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Nero no era para nada estúpido y si las cosas eran como Roxas las había pensado al momento de decir que el albino debía de demostrar su inocencia, este mismo le seguiría la corriente de tal forma que no solo dejaran al descubierto la verdad, sino que también podrían apreciar la estúpida cara de ese idiota compañero de guardia que tenía. Y sí, aun le hervía la sangre desde el momento en que el otro le había tratado sin más como un simple niño... ya le demostraría quien era ese "simple niño".

Por el momento había optado al silencio, observando el intercambio de palabras que tenían a través de los barrotes Nero y el oficial. No era de sorprenderse, pues el rubio supuso desde un comienzo que ganarse la confianza del otro sería difícil. Si cada persona que estaba encerrada por un posible crimen dijera que demostraría su inocencia y los demás le creyeran desde un comienzo sería lo más insensato del mundo, por lo que había que ver como podría ayudar en ello. Pensó que tendría un momento más para armar alguna estrategia de liberación rápida, pero Nero cómo siempre, cedió con demasiada rapidez ante la presión y la rabia y pues, lo último que alcanzó a sentir fue como la jaula se movía un poco ante la patada de odio dada por Nero y cómo el mismo albino se iba hacia lo más atrás quedándose amurrado contra la pared.

-¿Y así quieres que te liberen, bestia? Eres el principal sospechoso y más encima con pocos modales.-era lo que el otro guardia pensaba, y estaba a punto de darse la vuelta cuando Roxas lo detuvo.

-Hey, cuida tu vocabulario también. Que esté tras las rejas no significa que uses tales peyorativos en su contra.-con tal seriedad característica en su persona había agarrado al otro sin dejarlo irse.- Ahora el único que debe cuidar sus modales eres tú. Aun insisto en la inocencia de él y si tan poco confías en su persona, entonces yo iré con él y ya está.

-Grr. ¿Y como sé que tú no estás confabulando contra el reino?.

-Tu criterio y pensamientos no son de mi interes, lo único que me importa es cumplir con mis deberes y no tener a las personas equivocadas trás las rejas. Ahora ve y dile tal y como te dije a sus majestades, si no... iré yo y de paso diré todas tus faltas.-y así el enojado oficial hizo caso y se fue a explicar lo que el rubio le había dicho. Roxas se dejó caer nuevamente contra los barrotes y soltó un suspiro- Espero que esto vaya bien...

por **Nero** Vie Oct 14, 2011 10:17 am

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Al azar, las ¡Inútil! ¿Cómo es que aún no pueden probar mi libertad? ¡Yo no hice nada! Siempre ocurren estas cosas, ¿Cómo demonios es que terminaba implicado de una forma u otra? ¡Ya me tenían harto! Y los insultos del guardia solo aumentaban más mi irá, juró, que cuando salga de aquí, lo primero que haré será golpear en toda su cara a ese estúpido guardia, aunque tenga que volver a estar encerrado en la celda, ¡Pues me vale!

¿Bestia? Tierno. He escuchado cosas peores, pero en serio que lo quería golpear, aunque Roxas también estuviera defendiéndome, el otro guardia era simplemente un tonto con alto deje de superioridad, incluso acuso al rubio de estar confabulando contra su reino, ¡Claro! Roxas quería mal para este reino, a leguas se le nota. Y como sin más, por las palabras del rubio, el guardia desapareció maldiciendo por lo bajo, y Roxas se dejo caer contra los barrotes, volví a acercarme a ellos, ya para cuando iba a abrir la boca, un nuevo guardia apareció, solo que este cargaba un estilo de fusta en su mano.

-Tú -Apunto al rubio con ella- Vete, tu turno terminó -¿Eh?

Por favor, no me digan que me van a dejar con ese hombre.

-Ahora yo me encargaré de él...

-La puta que me pario -Maldecía por lo bajo, vaya suerte la mía- ¿Y porque no mejor te vas tú y me dejas con él? Me cae mejor que todos ustedes juntos.

-Silencio bestia -Dijo con ese tono de autoridad que ni idea de donde habrá sacado- Ordenes son ordenes..

-Me valen vergas sus órdenes -Y con la fusta, dio un golpe a los barrotes, haciendo que por impulso me alejará de ella, instinto animal suponía.

-¿Ves? Eres como toda una bestia -Sonrió con sorna, cosa que hizo que aumentará mucho más mi ira- Ladras, pero no muerdes, y al momento de la verdad, te alejas como todo un cachorro asustado, con el rabo entre las patas.

Yo te voy a enseñar quien es el cachorro asustado. Gruñía notoriamente, el guardia solo lanzó una risa de burla y superioridad, terminado, volvía a ver al rubio, indicándole que se fuera con la mirada. ¡Quiero salir! ¡Quiero golpear a todos esos idiotas! buenas

por Invitado Miér Nov 09, 2011 10:26 pm

No era para menos que Nero golpeara de esa forma los barrotes. El propio Roxas había sentido las enormes ganas de darle un golpe al otro guardia para que dejara de ser tan estúpido (aunque dudaba que la estupidez se curara tan sencillamente). ¡Mira que primero tratarlo a él como alguien menor que su persona solo porque de edad era mucho más pequeño! Y segundo, creerse la gran cosa solo porque él se encontraba de un lado de los barrotes, y Nero, del otro, claro del lado en el cual solo podía maldecir a los mil demonios por tener que estar soportando semejante estupidez de compañero de trabajo que el rubio tenía. Al menos Roxas podía estar un poco más aliviado ahora que luego de decirle un par de verdades (y una que otra amenaza), su compañero se fuera molesto a hacer lo que él le había dicho. Sin embargo, al parecer ese tipo no fue precisamente a decirle eso a sus majestades, ya que en su lugar había aparecido otro de los guardias reales.

"Se aleja un idiota, y aparece uno peor" Pensó el chico. Reconocía a quien tenía apuntandole con la fusta, era precisamente uno de los guardias con quien menos se llevaba, eran de ese tipo de persona que quisieras que jamás en la vida hubieran llegado a nacer, pero ahí se encontraba, bastante vivo, casi amenazandole con su instrumento para que se fuera, y de paso, ahora veía a Nero como se le encaraba y se hacían las cosas aun peores entre el semi-humano y el recién llegado. Roxas suspiró y se puso frente a la celda observando a los celestes ojos de Nero. No quería irse, eso estaba claro, pero debía hacerlo, y si iba a hacerlo tenía que decirle de alguna forma a Nero que las cosas no se quedarían precisamente tal y como estaban, no, aprovecharía esa oportunidad para ir y hablar personalmente con las cabezas mayores y si tenía un poco de suerte, tal vez hasta podría hablar con alguno de los reyes o principes del reino.

-Entendido. Me voy.-le dio una última mirada de complicidad a Nero, esperando que en su ausencia, el albino pudiera aguantar hasta que volviera con una solución favorable para el problema del can, porque cuando el otro guardia metía sus narices en algo, muy dificilmente las cosas salían bien. Entonces, pretendio ser un cachorro manso hasta que volviera y mostrara sus verdaderas garras.

Así, aguantando las ganas aun mayores que tenía de decirle un par de verdades (e incluso golpes) al otro, abandonó la zona de prisiones para irse a hacer lo que tenía que hacer, dejando así, al otro guardia junto al chico tras las rejas.

-Ahora si que nadie podrá salvarte. No es primera vez que estas aquí ¿no?, quiero asegurarme que las tontas bestias como tú -apuntó una vez más con la fusta al chico, obviamente en son de superioridad al encontrarse de un lado inalcanzable para el albino- deban estar donde deben.-y la endemoniada risa del presente llenó la habitación.

por **Nero** Vie Nov 11, 2011 2:43 pm

Por una última vez, fue que vi a los ojos de Roxas, solo esta ultima vez, ya que después tuvo que irse, siguiendo las órdenes de aquel idiota que se hacía pasar por guardia real. Ahora, solo era yo contra ese guardia, quien seguía mostrándose tan superior e imponente desde que llegó, su risa endemoniada más el instrumento que tenía en sus manos no me hacían gracia, y mucho menos me daba miedo. Me acerqué nuevamente a la reja, tomando los barrotes con ambas manos y sonriendo con burla y sarcasmo a la vez.

-¡Oh! ¿Con esa cosa es que piensas torturarme? –Apunté a la fusta, el otro solamente la movió a un lado, evitando que la tomará o algo parecido- Inútil… ¡Me han torturado con cosas peores! Un golpe de eso no es nada para mí.

Un leve gruñido afloró del hombre apretando con más fuerza aquella fusta sobre su palma, por mí parte, solo reía con sorna al ver como el otro se enojaba por eso.

-Si eres tan buen perro faldero como creo… -Miré a los ojos de aquel hombre, los cuales también se mostraban superiores y enojados- No tienes más opciones que golpearme con eso…

-En efecto –Y no tuvo que esperar, para golpearme con ella en la cabeza. No me inmute, o me moví de ahí, tan solo doble una oreja, para que esta no se viera afectada.

-Auch –Mencione sarcásticamente, volviendo a reír por el enojo que dibujaba el rostro de aquel hombre- Me aburró, no eres nada divertido ¿Sabias?

Otra vez volví a irme al fondo de la jaula, recargándome de la pared de esta, cruzando los brazos, viendo de reojo a ese hombre.

-¿Quieres diversión, bestia? Ahora verás… -Impulsado por el orgullo lo hizo hacer algo que no tenía permitido hacer, abrir la jaula y entrar en ella- ¿Y a que quieres jugar?

-¿Qué tal….? ¡Atrápame si puedes!

Flexionando las rodillas, colocando las manos sobre la pared usándolas también de impulso, corrí hasta el guardia, aprovechando su confusión salte sobre sus hombros, haciendo que pierda el equilibrio, di otro salto hacia afuera de la jaula y este cayera de lleno en el suelo. De un rápido movimiento cerré la reja, y viendo que dejo la llave puesta, aproveché a cerrarla y sacarla.

-¡No! –Se apresuró a levantarse y agarrarse de los barrotes- ¡Sácame de aquí! ¡Te lo exijo!

-Lo siento… -Vacilaba la pequeña y negra llave sobre mis dedos, luego la dejaba tambalearse entre ellos como un pequeño péndulo- Tengo ordenes de no dejar que nadie salga de esta jaula

Di media vuelta y comencé a correr, haciendo eco en todo el lugar con el sonido de mis botas y el estruendo de mi propia risa. Si antes solo me encerraron por algo tonto, ahora sí que me encerrarán.

¡Jajaja! ¡Valió la pena con solo verle su rostro!

¿Ahora? Solo debía ser sigiloso, e impedir que algún otro guardia me descubrierá, y salir de acá con la dignidad intacta.

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