Cuarto de Yuki [PRIVADO]

Hacía tiempo, cuando aun me daban cambios bruscos de personalidad, había sentido lo que era haber sido atada en contra de mi voluntad, durante horas y días, sin ser desatada, padeciendo largo tiempo hambre o sueño, recordaba las miradas de tristeza de todos, cuando demacrada salía del calabozo y me devolvían a mis aposentos. En esa época nadie me quería y desconocía la razón por la que me tenían miedo, estaba muy cansada y ni la compañía de mi hermano calmaba mi dolor, así había sido siempre desde que volví a despertar sin recerdos. Ahora en sueños, volvía a sentir el frío y duro suelo del calabozo, la humedad que conjelaba mi piel, el haz de Luna, que como un brillo taciturno arrancaba el color a todo, volbiéndolo tenebroso, sobre todo en sueños volvieón a aparecer las pesadas cadenas, que mantenían mis manos pegadas al suelo, tenía miedo, miedo de estar allí, miedo de nunca salir.

El sueño tembló y fue perdiendo consistenciahasta que se evaporó junto a las sombras de las pesadillas, mis ojos dudaron en la oscura penumbra, hasta que pronto se acostumbraron a la oscurisas, finalmente terminarón de abrirse y miraron a mi alredor, todo mi cuerpo me dolía, no podía realizar ni al más mínimo movimiento sin marearme ¿Qué me pasa? No recordaba la tarde anterior, había ido al jardín como todos los días, eso lo sabía, pero me costaba recordarlo, a pesar de todo, me force por medio incorporarme, apoyándome en la cabecera de la cama, respirando agitadamente mientras todo parecía dar vueltas, en especial, me ardía la garganta, dejé caer la mano sobre esta y notando un desnivel en la piel y un par de costras, extrañada no me aparté. Hasta que recordé que Zero me había mordido, me estremecí, en vez de sentirme asustada, me sentçia confundida.

Zero-susurre con la voz enronquecida, llamándole ya que podía sentirlo en la habitación, mis ojos vagarón por ella, ciegos a la noche. No sabía porque pero necesitaba verlo.

Entre las sombras de la habitación, vi aparecer a Zero, por alguna razón esto me tranquilizó y a la vez me puso más nerviosa, sentía que lo sucedido en la tarde anterior había sido sólo una mala pesadilla. Pero los recuerdos de su mordedura volvían a estar frescos en mi mente. Ahora que ya me había desecho del sueño, tragué con fuerza, casi sintiendo sus brazos cerniéndose dolorosamente en mi cintura y el sonido de mi sangre siendo succionada, no era un recuerdo agradable, devería sentir miedo, pero cuando levanté los ojos, cuando fui llamada y vi su rostro y su nerviosismo, vi a un Zero completamente desprotegido y no pude sentir nada más que misericordia por él.

Posó su mano próxima a mí, sin dudarlo, y como siempre hacía, me incliné para tomar su mano, con una mientras la otra la subía para acariciar su mejilla -Zero- no importaba lo que él me hubiera hecho, ahora parecía tan indefenso que no podía tenerselo en cuenta, estreché con fuerza la mano que tenía tomada -¿Por qué, Zero?-¿Por qué?- le mire con intensidad, haciéndole girar la cabeza en mi dirección, no comprendía porque Zero era así, él era mi hermano.

Levanto la mirada cuando yuki le hiso voltear a verla, el no sabia que decir ante la pregunta de yuki, solo logro cambiar su semblante. Ya no estaba preocupado ahora la veia con sierta ternura. -Lamento lo sucedido yuki, no volvera a pasar.- Siguio viendola con ternura, la queria como su hermana o tal vez mas.

Se enderezo pero no dejo de lomar la mano de yuki. -Almenos estas mejor ahora- - No le dirigia ya la mirada, aun seguia con ese remordimiento. Por un momento no sabia que hacer, su mente le daba vueltas a todo. Era incapaz de saber lo que pasaria despues. Cerro los ojos para meditar rapido la situacion, hasta que rapidamente volvio a su forma seria de ser para poder darle la cara a yuki y estar a su lado hasta que se curara, si ella decia algo no sabria como reaccionar, pero ya no importaba. Tenia que afrontarlo con valor

-Entiendo- no había obtenido la respuesta que le había pedido, quizás no tuviera fuerzas para darla o simplemente no sabía como acerla, su disculpa me valío no sólo por lo que había hecho, sino porque tampoco podía darme una respuesta del porque, que me fuera válida. Que Zero me mirara con esa ternura, realmente me hacía preocuparme, lo amaba lo suficiente como para no odiarlo nunca y Zero era una de las personas más importantes en mi vida, interiormente y sabía que si se lo decía, lo enfurecería, no me importaría sacrificar mi vida por él. -Supongo que estoy mejor-le apreté con cariño la mano, sirviéndome de ella como apolllo para levantarme, trabajo qu me costo varios esfuerzos y de que mis pies recularan en más de una ocasión, al pisar el suelo, ya que mi cuerpo se notaba indefenso y tambaleante en su posición vertical.necesité varios ntentos y apollarme en el brazo de Zero para poder estar de pie-Acompáñame un momento- me serví de él para ir hasta uno de los espejos, estaba demasiado débil y dolorida como para ir por mi cuenta, una llama se encendió casi por arte de magia, iluminando la habitación, apartando el cuello ensangrentado de mi bestido, miré el reflejo de la mordedura en mi cuello, tragando saliva -no se vé tan mal-comenté -creo que podre ocultarlas con un pañuelo o bestidos de cuello alto. No es tan grave como pensé-alcé la cabeza para mirarle directamente a los ojos y le dediqué una dulce sonrisa.

Sabía que las marcas tardarían en desaparecer, era algo a lo que ya estaba acostumbrada, tender a perderme tanto había conseguido que poseyera una piel continuamente amoratada o rasguñada, sin embargo nunca permanecían las cicatrices, una más en el cuello la podía disimular durante una semana con bastante facilidad. Es más, lo había hecho otras ocasiones, no era ni la primera vez que me mordían ni la última, aunque no las recordaba, sabía que inclus dentro de mí existía una naturaleza parecida, la cual nunca enseñaría a Zero. El se merecía conocer simplemente a la inocente y tintona de Yuki, no a la malevola y juguetona Tirs, negé con la cabeza, era cierto que mis energías no eran las mejores y que me costaba dentro de lo que cabe mantenerme en pie, en cierta forma agradecí el apollo que Zero me estaba brindando.

Ver las marcas que el mismo Zero se hacía me había dado una gran impresión, incluso sabiendo que había sido el mismo el que se las había hecho me causaba cierto pesar en el estómago, ver una herida en mi amado hermado era tan doloroso como sentir que me la hubieran hecho a mí, mis ojos se anegarón de lágrimas y bajé la mirada para que no me viera, mientras era cargada hasta mi cama, allí me dejó con una delicadeza extrema. Me quede observándolo mientras estaba tomando asiento a mi lado. -Zero, no quiero que te vayas, incluso aunque esto halla pasado, sigo queriendo que estes a mi lado- me recosté en la cama, mirándole aun -No me gusta saber que tienes esas marcas, deja de acerlo por favor, debe de haber otra manera de contar el tiempo que no sea iriéndote- tragué aire ya que me estaba poniéndo nerviosa-No sé lo que eres, ni por que actuaste así, son preguntas que me reconcomen, pero sé que tu no quieres responderlas, por eso no te las haré, te quiero Zero... sólo te pido a cambio que me dejes cuidarte, si yote cuido, quizás no tengas que irerte ni estar sólo.-mi voz se apagó y acabé mirando a mis propias manos, que temblaban.

Cada comentario que yuki hacia, era solo un motivo mas para enojarse mas consigo mismo. El no podria dejarla que lo cuidase, ya que el era quien debia cuidarla. Si tuvo un error, y si las heridas que tenia en el brazo las habia hecho el mismo. Pero jamas fue por castigo, el queria ver que pasaba si tomaba de su propia sangre, y los resultados fueron los mismos si solo se heria por un accidente. Trato de calmarse pero al escuchar la ultima palabra de yuki el no pudo contenerse mas -Yuki no dejare que hagas eso- Dijo para que ella dejara de hablar -Yo debo protegerte - tomo la mano de yuki para que no se sintiera tan lejos de ella - Y no dejare que esto vuelva a pasar.-

Dijo esto antes de darse cuenta que las manos de yuki temblaban, tal vez algo habia sucedido no estaba seguro pero hiso que se alterara una vez mas por ella. Solto su mano al momento que ella las empezaba a levantar para verlas. Temblaba y no era normal se mantuvo parado junto a la cama y susurro -Yuki- se quedo callado sin mas remedio, queria ver que pasaba despues de eso por lo que se quedo algo nervioso tambien. Tomo fuertemente una mano de yuki tal vez asi ella se tranquilizaria

Sabía por que temblaba, desde siempre fui ignorada por mis hermanos, uno desapareció simplemente, otro estaba sumergido en sus libros y yo era tratada en ocasiones como un personaje peligroso que debía ser encadenado para no hacerme daño a mi misma, nunca nadie me había querido, i se había preocupado por mí, al menos eso sentía, hasta que llegó Zero, son pocos los recuerdos que tengo de él al principio, pero él era mucho más hermano que Ray y Severus, Zero había sido desde siempre el único hermano que más había amado, su sufrimiento era el mío. La idea de perderlo o de que se siguiera haciendo daño era demasiado para mí, me sobreponía a mis fuerzas.

Mis manos seguían temblando las miré, como si así pudiera pararlas, como si así pudiera hacer que dejaran de temblar. pero no se calmaron un poco hasta que Zero no me la tomó, alce la mirada, observándole directamente a los ojos, con Zero todo parecía fácil. Casi sin pensarlo me acerque a él rodeándolo en un abrazo, durante un segundo perdí mi consciencia, tomandola Tirs tan rapidamente que no pude ni impedirselo.-Así que crees que no mereces estar con Yuki- susurro Tirs con voz fría en su oido, rodeándole con sus brazos-Es humillante que alguien como tu se comporte así, si piensas así en verdad no tienes dderecho de estar a su lado-escupió las palabras sin soltarle.

Este cuerpo era tan maravilloso, joven y atractivo, yo era la fuerza de este cuerpo por lo que podía sacarle todo el probecho que quisiera, me sorprendió bastante tomar posesión de él tan facilmente, ni si quiera Yuki se interpuso para ne garme que tomara el control, debía de estar realmente cansada para cedermelo.

Acaricié la espalda de Zero con mis uñas, era una pena que a Yuki no le gustara arañar con ellas y las tuviera todo el día llenas de la suciedad del jardín, porque eran realmente útiles y agudas, con razón eran mis uñas también. -Que tonterías dices Zero- susurre en su oido-yo soy Yuki, ¿no lo notas? este es el cuerpo de Yuki, esta es su sangre, piel y hueso, eso me combierte en Yuki ¿no? -besé su mejilla tal y como haría Yuki, retirandome ligeramente para que pudiera ver el rostro lleno de dulzura e inocencia de Yuki- O es que acaso no me reconoces Zero-dije con voz afectada-eres muy cruel tratándome como si fuera otra-hundo la mirada, antes de soltar una risa queda.

Ves, yo soy Yuki-dije de nuevo con frialdad-sólo que ella no me llama así, se afana en que mi nombre es Tirs Dama, para abreviar solo Tirs, en cierta forma soy su alter ego, ¿no suena divertido?-me separe de él y me levante.En verdad este cuerpo estaba devilitado debido a la falta de sangre, me costaba dominarlo, a pesar de que sentía a la otra Yuki durmiendo dentro de mí. La habitación de esta niña era agradable, al menos mucho más que de donde solía despertar cuando me daba por salir, era realmente encantador.-Puedes considerar humillante lo que quieras- tenía hambre, me corté el dedo con mi uña y me lo lleve a la boca, no era aconsejable que bebiera de mi misma sangre- Aunque no es más humillante tratar de ser humano, cuando no eres más que la misma clase de mostruo que yo... por cierto tengo hambre -le mire con fijeza.

Yuki rasguñaba la espalda de zero, no reacciono o bueno no dejo ver lo que sentia realmente. Sabia bien que ella era la misma y todo, pero su personalidad era otra. Sus expresiones por un momento se habian vuelto normales, pero parecian un poco forzadas. Hasta que revelo realmente quien era. Estaba confundido, no entendia bien, yuki tenia una segunda personalidad, y se llamaba tirs. En cuando se solto de el, zero se mantuvo parado a un lado de la cama de yuki viendola de frente. Memorizando cada accion que ella hacia, para reconocer cuando tirs aparecia. Se encontraba serio pero ese semblante cambio cuando ella misma tomaba de su sangre. Volteo a un lado para evitar prestar atencion a la accion que ella hacia. -tks- dijo ante el olor de la sangre.

Cuando empezo a decir lo ultimo fue cuando no pudo voltear a verla, era en cierta forma cierto. El no era un humano, luchaba por serlo de otra vez pero no lo era. Pero ella, porque ella seria como el. No bajo la mirada y la vio de frente, -Tu me diste tu sangre- Se acerco a yuki y se sento en ella, justo alado de ella y se desabrocho un poco la camisa para poder dejar su cuello al aire, -Tengo que devolverte el favor.- No sabia que pasaria pero si necesitaba sangre el tomaria de las reservas que el tenia en su cuarto. Aunque no estaba seguro como reaccionaria -Solo no te exedas-

Me relamí ante la idea, hacía tanto tiempo que este cuerpo no se nutría del que debería ser su único sustento que estaba realmente sediento. Yuki no tenía la suficiente fuerza de voluntad omo para hacer esto, esa era la razón de que yo estubiera, mientras que ella viviera en su cuento de hadas no habría problema, ya que ella raramente recordaba lo que había hecho cuando yo salía a la luz. Observé a Zero, podía notar impregnándole el ligero sabor de mi sangre que había sido deborada por él, me pregntaba si e habría sabido bien. Alcé la mano, sentada a su lado, la alargué hasta acariciar su mejilla, dedicándole una sonrisa dulce, más natural de lo que podía exigirme. -Ofrecerle tu sangre a este cuerpo- lo señale colocando la otra mano en mi pecho-es una locura, aunque contribuiras a devolverle un poco de su salud perdida- deslicé la mano, hasta la colcha de la cama- Claro, que no me la ofreces a mí, ¿verdad? Sino a Yuki.

Le empujé delicandamente sobre la cama, hasta que su espalda dió contra la cama, tumbánolo sobre ella. No quería ser brusca, por lo que seria mejor limitar de esta forma su movimiento, la respuesta que podía tener una criatura como yo en una de estas situaciones podía ser de lo más variopinta, me senté sobre su cintura encima de él, soltando una leve risita ya que parecía improvable y surrealista la postura que habiamos tomado. Me incliné hasta hacer que nuestras narices se tocaran y pudiera sentir su aliento-Gracias, por ofrecerte, aunque no prometo saber parar, fue culpa tuya que estuviera en esta condicción tan lamentable-De nuevo reí, con una risa que carecía de sentimiento o emoción, deslicé la nariz por su mejilla, hasta su cuello, tenía tanta hambre que comenzaba hasta a ser doloroso.

De pura emoción mis labios se entreabrieron un tanto temblorosos, retire un segundo la boca antes de volverme a acercar, tomando con una mano de su hombro para afianzarlo bajo mí y deslizando la lengua humedamente por el contorno de su cuello, repetidas veces, sintiendo el latir de sus venas bajo ellas. Tenía tanta hambre que cuando posé los colmillos sobre su cuello, olvidé ser cuidadosa y los introduje completamente, tanto que la sangre no tardó en derrarmarse sobre mi boca, gemí ligeramente, ante el placer que me daba su sabor, bebiendo ávidamente de Zero. Mis ojos se tiñeron de borgoña y una lágrima que no me pertenecía se derramo de mis ojos.

Tan sabrosa... era tan sabrosa que notaba que mi cuerpo se satisfacía completamente cada vez que tragaba su sangre, sin apenas darme cavida para respirar, era una sangre deliciosa, o puede que tan sólo fuera el largo ayuno, el que le otorgaba ese sabor tan delicios. Deslicé la mano por su pecho, notando como la suya se afianzaba en mi espalda, me forcé a tomarmelo con más tranquilidad y a beber más lentamente de él, sabía que no debía abusar pero sentía que si cortaba el flujo de sangre que llegaba a mi boca, en verdad enloquecería. Más tranquila, decicí parar, dejando de sorber, separé mis colmillos de su piel, lamiendo el ilo de sangre que de la herida se deslizaba y sellandola con mi propia lamida.

Una vez satisfecha y con el estómago lleno no pude por menos que dejarme caer encima suya, no había contado en que este sería el momento en que mis fuerzas vencerían y ya no pudiera sostenerme, en unos minutos la sangre que había tomado de Zero recorrería mis venas y volvería a estar bien. Me relamí, degustando lo que había quedado en mis labios.-Gracias por la comida-suspire a la altura de su oido, dejándome caer-Dame un minuto y volvere a levantarme- aun notaba su mano en mi espalda, no me era del todo desagradable su contacto.

Aun encima suya noté sus palabras, no dudaba de que si lo deseaba podría pararse, cualquiera podía hacerlo con fuerza de voluntad, claroo que para algunos podía resultar más dificil y a la vez menos satisfactorio, si yo me había detenido, no era porque Zero me agradaba, sino porque si le destruía sabía que Yuki se destruiría assí misma, si ella hacía una locura de ese tipo yo también sufriría las consecuencias. Dicho esto tomó impulso y esta vez fui yo la que acabé bajo él, me quedé mirándolo con una expresión de disgusto, lo habría alejado de haber recuperado todas mis fuerzass, las cuales comenzaban a volverme poco a poco. Durante un momento sus facciones se cubrierón de una ternura extraña, sentí un pequeño acongojamiento, quizás porque nunca antes nadie me había mirado con esa expresión, ni había acariciado tan dulcemente mi mejilla, estaba habituada a los malos tratos y a las cadenas de hierro que solían atarme.

"Debe decírselo a Yuki" pensé con desprecio, pasado el momento, a mí no me trataría nadie así, ni deseaba que lo hicieran, si me volvía como la tonta de Yuki, me metería en más de un problema y eso era algo que no podía permitirme, de las dos, yo tenía que continuar siendo la fuerte y la que no poseía ninguna emoción. La misma frialdez tenía yo en los ojos que en los de Zero cuando se levantó pronunciando mi nombre, lo contemplé, sentándome con las piernas sobre la cama y dedicándole una ligera sonrisa daleada, por un instante creí que incluso podía comprenderme, pero fue una ideotez pensar eso.-Eres realmente cruel Zero-me quejé-realmente odio la sangre embotellada o de animales, no tiene buen sabor- reí por una ocurrencia que acababa de tener-claro que de mí puedes beber siempre que quieras mientrass este nutrida. Bueno-miré seria por la ventana-¿Cómo fue? Me refiero, a ¿cómo llegaste a ser lo que eres ahora?

Noté que hacía un gran esfuerzo por recordar, era triste que ni el mismo lo supiera y que nadie le hubiera dicho como es que llegó a ser así. Yo, estaba acostumbarada a las historias de mi naccimiento y de la época de felicidadque protagonicé durante mis primeros cinco años de vida, pero al igual que la otra Yuki, esos recuerdos habían sido borrados de mi miente, lo que me frustraba, ya que sentía que mi vida había sido reescrita con algunos fallos, que nunca sería capaz de corregir, miré a Zero, pensativa, era extraño que el no supiera, la verdad es que había pocas personas que me conocían, a mí, a Tirs Dama, ahora Zero entraba en ese grupo, suspiré, cansada de tantas tonterías, desde luego hoy había sido un día realmente largo.
No recuerdo nada de cuando me combirtierón, ni nada anterior a ese momento, entre otras cosas porque supongo que sufrí alguna clase de trauma y golpe que me borro la memoria, así que no te puedo dar los detalles, aunque sólo se, que fui mordida por alguien que realmente quería acabar conmigo, desconozco la razón. Yuki tuvo que aprender a hacerlo todo de nuevo, ni si quiera podía sostenerse en pie-recorde aquellos días en. los que la reina nos llevaba en brazos a todos sitios, como se afanaban en hacernos caminar y en comer-claro que Yuki ya no era humana y su dieta cambió, pero le asqueaba tanto la sangre que estaba a punto de morir de inanición, entonces es cuando nací yo, una segunda personalidad paralela a la primera, para mantenerla viva, claro que fui un tanto salbaje en mis primeros días y me la pase en los calabozos atada. No pienses que soy buena, por querer salvar a Yuki de la muerte, eso era sólo al principio, ahora quiero reclamar este cuerpo para mí. Creo que eso es todo...

Aun mientras tirs decia de su pasado, zero trataba de recordar mas, pero era inutil, por lo que no habia motivo del que el tuviera que recordar mas. Miro a tirs por unos momentos cuando dijo "reclamar este cuerpo para mi", no sabia si sentir desprecio por ella, o simplemente mantenerse en calma. Ese dia habia sido largo y raro, pero ya no sabia que hacer, el sabia que tirs y el no eran tan diferentes. Sacudio una vez mas su cabeza para sacarse esa idea una vez mas, y enfocarse en lo que pasaba realmente. -Yo jamas pense que fueras buena tirs. Entiendo que desees tener para ti misma el cuerpo de yuki, pero no sera una tarea facil para ti. - Se detuvo por un momento, aun a pensar, Tirs tenia razon en quererlo y el lo respetaba, pero aun queria mas a yuki que a tirs. O talvez era un sentimiento por ella ya que la habia conosido de mas tiempo.

Suspiro y vio una vez a tirs -No importa quien tenga el cuerpo- se acerco a tirs, viedola dulcemente. Se sento a un lado de ella para estar tanto cerca como a su altura, aun la veia tierno por lo que no tardo en cubrirla con ambos brazos para tenerla cerca de el. -Aun la querre - le sussurro a su oido y se mantuvo asi por un rato, no queria soltarla, o almenos si ella no queria.

La mirada que Zero me dirigió cuando hice alusión a tomar el cuerpo de Yuki en su totalidad me divirtió, era un cuerpo expléndido, más fuerte de lo que parecía y con una resistencia impresionantes, sin embargo la abstinencia de sangre y la devilidad natural de Yuki lo volvían un cuerpo dévil y tabajoso, yo misma podía forzarlo de manera que podía resular increiblemente destructivo, sumado a las habilidades de mi raza, era curiosa la manera en que podía responder. Zero negó con la cabeza, seguramente había algo en lo que no quería pensar o dIrectamente se negaba, volvió a prestarme atención, aunque directamente negó que pensara que yo fuera buena, no sabía si tomarmelo como una broma o un mal chiste, saba igual, me recoloqué el pelo, detrás de la oreja ya que me molestaba y le observé tranquila y fría. -Ya sé que tomar este cuerpo no sera fácil-musité-después de todo no soy más que su reflejo en el espejo de la otra Yuki, si ella aceptara lo que es, no tendría sentido mi existencia.

Sus siguientes palabras me causarón extrañeza, ¿acaso no le importaba que yo tuviera a Yuki? Sin embargo de alguna forma me habían hecho sentir bien, en alguna parte recondita, me negé y callé, mirándole con frialdad, me negaba de encariñarme con un ser que ni si quiera aceptaba lo que era. Pero como resistir esa mirada, tenía tanta dulzura que icluso creía que me quemaba, no me dejo de ver así, incluso cuando se sentó a mi lado y me rodeó con sus brazos. No me moví, simplemente deje que me abrazara, ya que acababa de tocar una parte muy sensible de mi ánimo. ¿Acaso esos eran los ojos que siempre miraban a Yuki? Si esos eran, los envidiaba y los deseaba al mismo tiempo.

Sus última palabra me hizo temblar, aun la querría, noté que una parte de Yuki se despertaba y maljuré interiormente, no haberla podido mantener un poco más. MIs brazos se alzarón casi temblando, no sabía quien temblaba si Yuki o yo, pero comenzaba a hacer uso de su cuerpo o del nuestro, odiaba que hiciera eso, es más, la aparté tomando de nuevo el control, pero ya acababa de rodear a Zero con mis brazos y al notarlo tan cerca no pude por menos, que apretarlo contra mí y apollar la mejilla en su pecho, era tan cálido. -Dime Zero...- dije con los ojos cerrados, enternecida en lo más ondo y manteniendo a Yuki a ralla durante un momento-¿Podrias algún día amarme como amas a Yuki? Yo a cambio te dare lo que quieras, no me importa que me pidas... mi sangre... mi vida... a cambio te pido que me hagass sentir querida por una vez-la influencia de Yuki en mis sentimientos me afectaba o o debería ser así-yo es que sólo... nunca fui amada- alcé la cabeza, abriendo los ojos, que brillaron rojos, tomando impulso y sin mediar palabra le di un corto beso en los labios.

Los ojos de Zero seguían mirándome con aquella expresión de dulzura, aun después de la extraña petición que le acababa de hacer y del beso que le había dado, no pude evitar sentir una dévil descarga de emoción recorrer mis venas, no era normal en mí emocionarme, eso era a causa de la envidia que tenía a Yuki. Ella en cierta manera poseía a Zero y yo no podía por menos que desear poseer el amor que ella tenía y del que yo carecía, por lo que mi beso fue extrañamente acogedor y emotivo para mí, no lo negó, sino que casi pude leer en su mirada dulce que no le había desagradado. Sus labios formaron mi nombre, no el de Yuki, sino el mío, sus manos tomarón mi barbilla y un segundo antes de comprenderlo fui consciente de lo que iba a hacer.

Sus labios se posarón sobre los míos, pero no con la brevedad de no esperar una contestación, lo hicieron largamente, mi boca respondió a su beso, sintiéndo una extraña devilidad. Al mismo tiempo que mis brazos se cirnierón sobre él, rodeándolo cariñosamente. Cuano se separó, noté que incluso mi corazón se había aligerado como nunca antes había hecho.Suspiré mirandolo yo a mi vez con la misma dulzura, quedaba claro que ese no era el amor que dispensaba por Yuki, el no quería a Yuki de esa manera, sin embargo a mí... se sentía agradable que nos amara por igual.

Se separo de mí y calló incosciente sobre la cama, le mire con ternura, quizás me había pasado bebiendo de él, pero no me arrepentía-Que descanses, Zero-dije depositándo un beso en su frente y levántandome de la cama, lo mejor sería encontrarle algo para comer cuando despertará, lo más probable, es que cuando lo hiciera, yo ya no estuviera, en vez de mí, estaría Yuki de vuelta.

[OFF: Es verdad te quedó genial <3 Simplemente lo amé]