Sin rumbo [priv yuki]

Alice desde hace algun tiempo que no sabia que hacer, caminaba sin rumbo, cargando con sus recuerdos. Aun la torturaban y queria visitar algunos que otras personas que ella conosia. Asi mismo queria regresar a su antigua casa pero no a su antiguo negocio. Suspiraba a cada paso, todo era cada vez mas pesado y cansado. Seguia adolorida, aun no se acostumbraba a caminar por el bosque tanto. Hasta que llego a la fortaleza de treboles, al parecer se habia equivocado de ruta. Poco a poco se acercaba al reino de treboles pero aun asi queria ver que habia en ese lugar. No lo habia visitado desde hace mucho, desde que era uno de los generales del reino de corazones. Solo esperaba que los ciudadanos no se acordaran de su imagne. Se adentro al gran pueblo, no eran tan amigables cuando ella llego, una ves mas suspiro y siguio sin rumbo alguno. -Tal parece que no les gusta que este por aqui - Siguio caminando hasta que tropezo con alguien haciendo que esta callera y se diera un buen senton. Se sobaba la nariza mientras trataba de ver contra quien se habia estrellado.

Se reviso la nariz olvidandose por completo del senton que se habia dado. Reviso que no tuviera sangre ni nada malo. Escucho la voz de una niña cuando termino de revisarse, - No parece que no - Dijo mientras se levantaba, cuando volteo a ver a la chica contra la que se habia topado, no era para nada una niña como se habia imaginado. Aun se tocaba la nariz pues aun le dolia el golpe que recibio. - Debemos fijarnos mas en donde vamos - Sonrrio ligeramente mientras sacudia un poco la tierra de su vestido. Una vez que el vestido no tuviera tierra ni nada malo, se dirijio a la jovencita. - Soy alice, por si te preguntabas - recargo su mano en su cintura para mostrarse un poco mas normal. Se volvio a tocar su nariz pues aun le dolia, pero no sangraba y como se sentia el cartilago no habia pasado mas de un simple golpe, fuerte pero no tan grave como para romperle la nariz. - Y adonde ibas tan rapido? - Pregunto pues fue un choque sumamente fuerte.

Miro por un rato el cielo, era muy tranquilo ese reino, suspiro cuando le empezo a relajar. En eso le distrajo que la princesa le pidiera estar un teimpo con ella. Al principio dudo en aceptar lo que provoco que se cruzara de brazos - Esta bien - Dijo al poco tiempo de pensarlo. El ambiente la hacia tranquilizarse, suspiro aun pues no estaba acostumbrada a esa clase de tranquilidad. En cualquier otro momento estaria nerviosa pues ella trabajaba para el reino que habia ocasionado muchos problemas a wonderland y solo por la busqueda de poder. Empezo a caminar, algunos la veian mal pero al parecer por que reconosian a la princesa no le hacian nada. Suspiro pues realmente queria que se causara un alboroto, hubiera sido mas interesante - Yuki - se detuvo para ver a la princesita - tu conoses mas este lugar - Sonrrio para no mostrarse mal - Me puedes dar un tour? - No conosia bien los rincones del lugar y si se veian en problemas sabia como reaccionar, por lo que seria una buena forma de pasar el tiempo .

Caminaba junto a la princesa por calles hermosas, lo sierto es que jamas habia visto esa clase de lugares donde los aromas eran de deleitarse, de disfrutarse al maximo, a pesar de la forma en que algunos la vieran, era algo que podia ignorarse con facilidad. Ver como la princesa sonreia y veia felizmente su propio reino, la hacia algo contenta, le recordaba a ella cuando viajaba con su familia, a lugares que ella no conocia. Inconcientemente sonrrio pues el lugar realmente lo ameritaba. Al poco tiempo se sorprendio que sonrreia por lo que bajo su cabeza para cambiar su expresion denuevo.

Al poco tiempo llegaron a una fuente, sumamente hermosa, el agua que caia de esta bailaba con el aire, se sentia una ligera brisa si uno se acercaba lo suficiente, logro cerrar sus ojos para poder sentir como la ligera brisa llegaba hasta ella. Se distrajo cuando yuki empezo a hablar. Dirigio su vista a la heladeria que decia ella, pero dirigio su vista a yuki una vez mas. Sonrrio mas tranquila y calidamente. - Me parece bien yuki - Camino hasta la heladeria donde admiro la cantidad de sabores que habia. Todos y cada uno de ellos parecian deliciosos, pero trato de no alterarse, cierto llevaba mucho que no saboreaba un helado. - Yo pedire uno de vainilla si no es mucha molestia - le dijo a yuki tranquila, aunque sabia que a quien debia dirigirse era al chico de la heladeria.

Toda su sonrriza desaparecio cuando sintio otraves la mirada de alguien, volteo discretamente, para buscar quien era pero no logro encontrarlo. Suspiro y volvio a dirigir su mirada a yuki.

Inquieta por algo, como no estarlo, muchos del reino la reconocian a ella, tal vez como un recuerdo difuso pero se percataban de la verdad. Se recargo ligeramente sobre la mesa, tratanto de localizar quienes eran los que, con tanto esmero, trataban de hacerla enojar. Pero cuando yuki degusto su helado y casi grito hiso que saltara, pero al ser clamada no grito. Tenia una expresion de susto, que se le fue con una leve sonrrisa y seguido una risa. Elevo su mano libre para taparse la boca y evitar reir fuertemente, pero le causaba risa el hecho de que algo tan simbre como un grito la espantara.

Una vez calmada hiba a degustar de su helado, hasta que una persona se paro junto a ella. Era un hombre alto y joven, la veia con un odio que nadie podria soportar. Alice, al estar acostumbrada a tales gestos lo ignoro por completo probando su helado

Hombre: Que demonios hace un ser tan despreciable como tu en estas tierras

Seguia comiendo tranquila su helado, no queria armar un escandalo, ni muchomenos cuando era por algo simple. Al ver que no respondia el hombre golpeo la mesa, llamando haci la atencion de la clientela. - No tengo intensiones malas, asi que retirese porfavor - Dijo sin dirigirle la mirada al hombre. Aun comia su helado tranquila ya que no se alteraria por algo tan simple. Al ver la arrogancia de alice, el hombre golpeo la mesa una vez mas.

Hombre: no me interesa largate del reino demonio de corazones

Murmullos se escuchaban entre la gente que se encontraba rodeando la mesa. Voces que criticaban, no al hombre, si no a alice. Suspiro una vez mas, para levantarse de el asiento. El alboroto que un hombre hacia, se volvia cada vez mas grande. Tomo una ultima cucharada de su helado antes de dirigir la mirada al hombre. - Como dije anteriormente, retirese porfavor -

Hombre: RETIRARME - grito con enojo- tu matate a mi familia sin perdon ni piedad!

El hombre señalaba a alice de manera discriminante, murmullos se escucharon pero guardaron silencio con una simple mirada. Camino hasta donde estaba yuki, ya que las personas se alejaban de ella, al parecer esa acusacion hiso que muchos le temieran. - Vamonos yuki, no estoy de humor para seguir aguantando a personas que no tienen calma -

Me ruboricé ampliamente nada más darme cuenta de que mi grito de placer la había sorprendido, en verdad no pretendía hacerlo, tan sólo es que en ocasiones era realmente ruidosa y eso siempre me ponía en apuros, bajé la mirada un poco avergonzada de mi forma de comportarme tan infantil, pero no podía evitarlo. Ligeramente volví a alzar la vista para ver como Alice aguantaba las ganas de reirse ocultando tras su mano su boca. Le había echo gracia, realmente era vergonzoso, negué con la cabeza y le constesté con una amplia sonrisa que se congeló en mis labios, al ver a un señor atravesar la heladería y pararse frente a nosotras. No era muy mallor, aunque pensé que si debía serlo porque realmente era alto, lo miré fijamente mientras le espetaba algo a Alice, que me sonó realmente mal, como se atrevía a echar a Alice de este reino, era demasiado y de insultarla, ningún hombre que se preciará haría algo así.

Pesé a que ella intentó que la dejerá en paz el siguió insistiendo, y para que negarlo, estaba incluso molestándome a mí también, no pensaba que mis amados ciudadanos fuerán tan agresivos con una dama sólo por su procediencia. Era despreciable, despreciable y odioso, enfadada cuando Alice llegó a mi lado, diciéndome que nos fuéramos de allí, no pude por menos que tomar mi helado y espachurrárselo en la cabeza del chico con una mueca de disgusto, agarré rapidamente a Alice de la mano y la llevé fuera de la tienda, era molesto, tanto, no sólo había sido él, sino toda la tienda la había atacado, era tan vergonzoso, en cierta manera me veía culpable.

Como se han atrevido-musité para mí aun molesta, tirando de Alice-decir que has matado a alguien, acusarla así sin más, es imperdonable-la ira arrancó varias lágrimas de mis ojos, que mi pelo cuidó de cubrir.

La escena que ocurrio despues, fue algo que ni ella se atreveria a hacer, aun si la estuvieran molestando, jamas lograria hacer eso. Sorprendida por la forma en que yuki la ayudo a correr de esas personas que, en su mente, la destruian parte por parte. Mientras corriean, volteo para ver si las personas las seguian, pero no era asi, solo le gritaban a ella, a alice. A pesar de venir de un reino de odio y dolor, jamas habia sufrido tantas cosas, talvez si pero ella podia controlarlo, ya que muchas personas le tenian miedo. Quizas solo quizas ella vio como la gente de este reino se juntaban para ayudarse mutuamente, ya sea para vien o para mal.

Una vez que volteo a ver hacia enfrente para poder seguir viendo el camino y alcanzar a yuki, sintio como una gota caia en su cara. No llovia, por lo que solo le quedaba algo, yuki estaba llorando, por lo que acelero el paso para estar a un lado de ella y poder verla bien. Su cabello le tapaba la cara, talvez era mejor ais, ya que asi ella no se daria cuenta por lo que la llevo a un callejon. Una vez en el callejon logro detenerla, por su parte estaba cansada de correr mucho, ya que casi no corria. Recargo sus manos en ambas rodillas agachandose y viendo haci el suelo, para poder recobrar un poco el aliento que habia perdido. Elevo la vista para ver a yuki y poder decirle unas cosas de frente

-Yuki... yo ... ese hombre tenia razon -

Fue lo unico que pudo decir, ya que le faltaba el aire, y era de esperarse, aun no se habia recobrado de la huida que habia sido parte. Una vez recobrado todo su aliento pudo alfin ponerse de pie tranquilamente sin tener que apoyarse en algo. Se acerco a yuki una vez mas y la vio de frente. Pero termino por bajar su vista.

-Yo... mate a mucha gente, porque me lo mandaron, aunque siempre estuve en contra, tenia que cumplir. -

Siguio con la vista hacia abajo, no sabia que decir, tenia miedo a que la viera mal, a que ledijera que se fuera, o pero que le tuviera miedo. Era lo que menos queria por lo que guardo silencio para ver cual era la reaccion de ella.

Se podia notar la debilidad de yuki, temblaba pero alice jamas se digno a verla mas a los ojos. ¿Como podia verla si ella fue culpable de muchos crimenes en ese reino? Lo que era peor es que se dignara a regresar a ese lugar donde se volvio una ascecina. Habia muchas cosas de que arrepentirse, pero jamas se podian alejar. Ella la vio con sorpresa cuando supo que no podria odiarla, simplemente no podia creerlo. Muchas personas con el simple hecho de verla la odiaban, aun sin saber que habia hecho.

El hecho de que yuki no la juzgara le daba mas motivos para tranquilizarse. "Pagar por tus pecados" algo cierto, y mas si supieran lo que ella vivio. Olvidar tu pasado y luego recordarlo, ver a su familia morir, saber quien fue la ascesina de estos y no poder hacer nada era algo que muy pocos podian vivir. - Yuki lo lamento, no queria que saliera a pie, pense .... solo pense que si nadie lo recordaba podria ver el mundo como la primera vez que llegue. - Mientras hablaba bajaba su tono hasta casi no escucharse. Pensar no lo hacia todo, si bien habia aprendido con el tiempo, las acciones que uno tomaban daban la diferencia, pero ella penso que seria diferente.

Al ver como yuki lloraba ella queria tranquilizarla, pero como podria, no era capaz, no despues de lo que habia pasado. Algo humedecio su mejilla, la sorprendio pues una lagrima corrio por su mejilla, algo que desde hace mucho tiempo penso que ya no podia hacer. Se sentia culpable y no podia evitarlo, por lo que termino por dejarse caer poco a poco, arrastrandose por la pared. Las lagrimas caian sin que ella pudiera detenerlas, tal vez el hecho de retener tantos sentimientos desde la muerte de tanta gente salian sin que ella pudiera detenerla. No mostraba gesto alguno pero sus lagrimas corrian por su rostro, no tenia verguenza de que yuki la viera asi, ya que ella no podia contenerlas mas. Junto sus piernas para poder abrazarlas y dejar que todo saliera.

Ver el mundo tal como era un principio,ese era su deseo, ese fue su deseo cuando comenzó a caminar or estas calles, ese era su deseo cuando chocó conmigo, ese era simplemente su deseo, no podía ser tan díficil de realzar, los deseos debían cumplirse ¿no? Aun cuando estos supusieran hacer un esfuerzo, mientras se tuviera la voluntad, por un deseo los humanos hacían cualquier cosa, los humanos éramos así, incluso yo, que ni si quiera podía considerarme un completo humano deseaba que mis pecados fueran perdonados, ya que si eran perdonados, yo simplemente sería viviría feliz.

Yo sabía todo esto aun así no podía dejar de llorar, no podía hacer que mis lágrimas pararan, no podía evitarlo. ¿Este era el dolor de la traicción o tan sólo era el dolor que otorgaba dar el perdón? Era egoista, esa persona que ante mí estaba no era otra que mi enemiga, cuantas vidas habría arrastrado con su arma, cuantas familias de mi reino derramarón lágrimas por su cupa, cuantas veces se llenó las manos de sangre. Y todo ello se diluyé tan pronto la miro a los ojos, en la plenitud de sus lágrimas, en la tristeza de su expresión, no es odio lo que siento, ni si quiera frustración por no poder odiarla. Yo tan sólo estoy molesta, molesta conmigo misma.

Yo no podía odiar a nadie, no se me estaba permitido, yo debía dar siempre la otra mejilla y recibir sin quejarme el golpe, en eso se había basado hasta ahora mi vida. Alcé lentamente la cabeza, para contemplar su cuerpo encojido y sollozante-Alice-susurré en un suspiro, me incliné hacía adelante, alargándo la mano y tomando las finas ebras castañas de sus cabellos, acariciándolos con ternura-si ese es tu sueño-volví a susurrar,- si quieres que todo se olvide, primero deveras olvidarlo tú-bajé hasta acariciar su mejilla y caí sobre ella, intentando rodearla completamente con mis delgados brazos-Tu simplemente olvida y así desaparecerá el dolor, si olvidas aquello que te atormenta, los demás olvidarán la razón por la que tu los atormentastes.

Lloraba sin poder detenerse, la unica que podia verla era yuki y no tenia pena por lo que pasaba, no podia parar pues tenia que salir todo lo que ella habia mantenido dentro. Escucho la debil voz de yuki llamandola, y pidiendole olvidar lo pasado, pero como podia olvidar algo que se le habia obligado a recordar, como podria. Todo era complicado aunque fuera tan facil, ella ya habia olvidado todo anteriormente pero ese evento la hiso recordar cada detalle que paso en su vida.

Alzo la vista cuando yuki toco su mejilla humeda, no sabia como reaccionar. La princesa trato de abrazarla con sus fragiles brazos, cerro los ojos tratando de olvidar. Ella elevo lentamente sus brazos para poder abrazar con cuidado el fragil cuerpo de yuki, aun lagrimas corrian por sus mejillas pero la cantidad bajaba. Poco a poco empezaba a olvidar todo lo que le habia pasado, pero sin olvidar a aquellos seres que implicaron mucho en su vidad, tal vez era tiempo de dejar a un lado lo que la seguia, su mancha pintada de color rojo, pintada con sangre. - Gracias.... yuki -

Notaba su cuerpo tenso en mis brazos, podía deberse a todo lo que había pasado, sus manos eran suaves cuando las toqué, resultaba extraño pensar que un cuerpo tan delicado y femenino pudiera ser en verdad el cuerpo de una asesina, yo no podía imaginarmela o mejor dicho, preferiría no hacerlo, no quería ver a Alice de esa forma. Incluso imaginar sus manos portando un arma era demasiado perturvador, aun cuando la veía, con su vestido y aspecto inocente y al mismo tiempo que ocultaba una fuerza y debilidad físicas y mentales. Era naturaleza, quizás no fuera lo mejor padecer lo que otros, pero era parte de la naturaleza que me conformaba como persona.

Cerré en tornó a ella mis brazos, con fuerza, sintiendo como estos se reblandecían ante mi contacto, se estaba destensando, cuando me lo agardeció, una sonrisa curvó mis labios. Hundí mi cara en su cabello castaño, derramando aun lágrimas-No te preocupes-susurré-yo estoy aquí, no te preocupes-musité a media voz.

Un momento donde lagrimas corrian, pero sabia que esos momentos terminaban rapido. Uno como persona necesitaba sacar las emociones en un momento, si no caeria en la locura, y ese no era su plan. Justo en el momento que yuki le dijo que estaba ahi para ella, ella se sintio bien, al fin pudo detener las gotas que corrian por sus mejillas. La abrazo fuertemente, hundio su cabeza en su hombro, pudo notar que yuki era demaciado fragil, cualquier cosa podria afectarle, tanto fisica como psicologicamente. - Acaso ¿asi era yo? - Ese pensamiento corrio por su mente por un segundo, pues al recordar como era antes de llegar a este lugar, una dulce niña, fragil, que necesitaba de sus padres para vivir. Ahora todo habia cambiado y ella era mas fuerte, pero el ser fuerte era lo mejor. Realmente no lo sabia, todo en su cabeza le daba vueltas, por lo que cerro sus ojos y suspiro largamente.

Una vez ya tranquila, se separo de yuki. con una mano seco las lagrimas que habian humedecido el bello rostro de la princesa y le dedico una sonrriza. No encontraba otra forma de agradecerle el apoyo que le habia brindado, a pesar de apenas conoserla. No hacia falta hablar mas, la sonrriza que se marcaba en sus labios era mejor que mil palabras, era sincera y rara vez se le veia sonrreir.

Se levanto, sacudio un poco su vestido, pues el suelo lo habia ensuciado un poco. Miro una vez mas a yuki, le estiro su mano para poder ayudarla a ponerse de pie. - Sabes aun quiero seguir teniendo nuestro pequeño tour, claro si no es tanta molestia. -