Perdida [PRIVADO]

Mi corazón se bamboleaba contra mi pecho, acelerado y angustiado, mis pasos cada vez más rápidos, hundían mis pies delcalzos sobre la suave hierba, mis manos tomaban aquellos setos, paredes altas e infranqueables como apollo, unas lágrimas salubre se deslizaban por mis ojos, sabía que tenía que ser una chica fuerte y sin embargo, no podía hacer nada más que setirme preocupada. Corría y corría, sin encontrar la salida de aquel laberinto que sin desearlo había entrado,me limpié una lágrima que se me haía quedado atrapada en el ojo y no caía, mis pies sin dar con una parte del suelo, resbalarón, precipitándome al suelo, rodando sobre este, antes de parar. Durante un segundo permanecí así, con la cara hundida en la mullida hierba verde, gimiendo contra él, "¿Qué voy a hacer?" pensé intentando levantarme, sin embargo una punzada de dolor me hizo caer. sin darme cuenta se me había torcido el tobillo. Respirando trabajosamente, me senté, tomando como respaldo el muro del seto, alargando mi pierna herida, mientras doblaba la otra y hundía la cara en ella.

Nunca debí perseguir a esa mariposa, pero mientras permanecía en el jardín, cuidándo con un cariño maternal de mis queridas plantas parlantes, las cuales habían florecido y los bebes lloraban ya rocio. La había visto, volar tranquila a mi alrededor, sus alas al batirse producían una hermosa música y reflejaban la luz del sol en millones de colores, guiada por ese agradable sonido, no me había dado cuenta de que la perseguía hasta salir de palacio, a través del bosque y meterme en el laberinto, cuando esta paró sobre una rama, la capturé divertida, dispuesta a volver con ella al jardín, más estaba dentro del laberinto y la estupefacción de saber que estaba perdida me hizo soltarla, angustiada había buscado la salida sin encontrarla, hasta ahoram, vencida y herida, lloraba desconsolada por mi mala suerte.-Que alguien me ayude- pedí entre susurros una y otra vez-Que alguien me ayude-

"Así que iba a morir aquí" pensé con pesimismo, estando tranquila, o al menos mentaalmente ya que el dolor seguía arrancando sollozos a mi ojos que no llegaban a apagarse y seguían callendo junto con pesadas lágrimas uno tras otro, había vivido quizás mucho e igual que ese crisantemon tan divertido que había tenido yo también debía marchitarme, aunque odiaba acerlo en un ligar así, cuya única belleza se elevaba en un lejano cielo, con mi voz, siendo el único sonido que podía oir. Acerqué mis manos a mi tobillo, mi propia magia MIRTA había comenzado a curarlo, sin embargo iba tan lenta debido a mi cansancio que tardaría dos días en sanar completamente y para entonces ya habría caido desmayada en este lugar "¿Se acordará alguien de mí?" Mi madre estaría ocupada y no se daría cuenta, mi padre no es que me hiciera mucho caso, a pesar de que intentaba mimarme, sabía que yo era una princesa muy descuidada y olvidadza por lo que simplemente me dejaba hacer, y mis amadísimos hermanos andan siempre muy ocupados como para prestarme atención.

Noté que mis párpados comenzaban a cerrarse y los force a abrir, pero cada vez era más dificil, atormentada geche mano de mi tobillo, apretando con mis dedos la herida, el dolor me hizo gemir, pero al menos conseguí despertarme completamente "¿Durante cuanto tiempo puedo seguir haciendo esto?" me pregunté, entonces oi mi nombre, levanté los ojos encontrandome los los familiares orbes de mi hermano Zero. Incluso aunque me doliera, me heché en sus brazos y recosté mi cabeza en su hombro. llorando incluso más, pero esta vez era de felicidad -La mariposa volaba... no podía alcanzarla... cuando me di cuenta estaba aquí... no sabia como salir...yo estaba muy asustada Zero- solloce.

Las lágrimas hacían mi campo de visión difuso y molesto, daba igual entre los brazos de Zero no necesitaba ver, notaba mi pecho aligerado, pese a que latía con más intensidad y mis pulmones hipaban en busca de aire, de mis ojos caían pesadas lágrimas que se estrechaban contra su hombro, lamentaba esto, pero por alguna razón no podía parar. Notaba sus brazos, a mi alrededor cálidos y protectores, era algo que siempre había amado de él, quería a mi hermano por su espíritu protector, su voz causó un efecto calmante en mí, lentamente comencé a calmarme, hasta reducir notablemente mi ansiedad y poder respirar normalmente. Cuando se separó y se desgarró su camisa, me sentí culpable de llamar tanto la atención y tener que causar tantos problemas, no me gustaba la idea de que tuviera que romper su ropa por mí, aunque agradecí el vendaje, ya que consiguió que al menos la hemorragia cesase, curarme, era en cuestión de que recuperara un poco mis energías.
Bajé la mirada un tanto sonrojada al ver que tenía la intención de cargarme, comprendía que con el tobillo así, tendría suerte si al menos conseguía ponerme en pie, así que asentí, dejándome colgar en su espalda y hundiendo la cabeza en esta, ya estaba mucho más tranquila, al menos ya no lloraba, aunque seguía sintiendo tanto mi corazón como mi respiración alteradas. No dudaba de que si Zero había entrado al laberinto era porque conocía con seguridad la salida. Por lo que sabía que en poco tiempo volveríamos a palacio, la idea me daba una leve esperanza, cuando minutos antes había pensado que moriría en ese laberinto. Sin poderlo aguantar más el silencio roto por sus pasos sobre la hierba, dije aquello que estaba pensando. -Gracias, Zero... siento ser una molestia... gracias por venir a buscarme-susurre contra su hombro, al decirlo me quede más tranquila, estaba cansada, no sólo físicamente sino mental, poco a poco me estaba quedando dormida en su espalda. Cerré los párpados, relajándose de una vez mi respiración y calmándome, hasta que mis músculos callerón flácidos ys sin fuerzas "supongo que puedo quedarme dormida ya que esta Zero conmigo" pensé antes de caer en la incosciencia.

En el sueño todo era de color rojo, sentía un pesado nudo en el estómago y en él aun permanecía en el laberinto, corriendo sin cansarme, atravesando partes oscuras, el camino se estrechaba, profundos rosales de puas pronunciadas laceraban mi piel con cortes lmpios y arañazos por lo s que corría mi sangre, no sabía muy bien que estaba en un sueño, ya que mi extres en él, me impedía pensar nada, las sombras se cernían en él, a lo lejos y destacando sobre los grandes sets vi el palacio, una humareda se alzaba de él, estaba siendo devorado por las llamas, por más que corría en esa dirección era imposible, no podía continuar, era demasiado axfisiante, quería llegar pero no podía, entonces delante mía vi a Zero, me calme nada más verle y sonreí, sin embargo cuando mi mano fue a tocarlo, él se disolvio como polvo, como si nunca hubiera estado...

Mis parpados temblaron ligeramente y poco a poco un rayo de luz los hirió ¿Dónde estaba, aun en el laberinto? No, no ea ese sitio, reconocía bien ese aroma floral, después de todo, había pasado horas oliendolo, me estiré los brazos, como si hubiera dormido mucho tiempo, en el cielo e sol ya se ocultaba, y todo presentaba esa tonalidad rojiza del atardecer. Pobre mi tobillo, posándolo en la tierra, al levantarme este reculó un momento peero al menos ya no dolía, el descansar me había sentado bien, miré en rededor, las campanillas, ya se cerraban para dormir, las rosas caían ya dormidas y los lirios comenzaban a mandar callar a las tempranas flores que recien, habían florecido. Pronto se hizo el silencio, recordando la tarde y el sueño tan extraño, pensé unos segundos. "Quizas tan sólo fue un mal sueño o una mala premonción" negué con la cabeza negandome a que ese sueño hubiera sido una premonición de una tragedía, pero al recordar la parte del castillo en llamas y Zero desapareciendo me estremecí, bajé la mirada, encontrandome por primera vez con él, al verlo así dormido, no pude por menos que sentirme preocupada, aun afectada por las imagenes de mi sueño. Me incliné, no me había dado cuenta de que mi bestido estaba parcialmente roto y desgarrado, suspiré, sentándome con las piernass dobladas ante él, enternecida al darme cuenta de que tan sólo estaba dormido, no pude por menos que sonreir, que habría hecho si él no hubiera venido a buscarme.-Zero, vamos despiertas, vas a coger frío si sigues así- le acaricié tiernamente la mejilla, la tenía muy suave, guiada por un instinto maternal, me incliné y le di un ligero beso de agradecimiento en la mejilla.

Sabía que Zero estava bien, la mayoría de las veces era un chico callado de pocas palabras, era algo que me gustaba de él, que poseyera una personalidad tan tranquila, respecto a la locura que parecía envolver a todo el reino, sonreí dulcemente, sintiéndome un poco mal, de haberlo despertado sin querer, quizás habría sido mejor dejarlo durmiendo un poco más. Me fije en que apenas me miraba, "¿quizás le pase algo"? A pesar de que me había dicho que no enfermaba con facilidad, no podía evitar sentirme un poco mal, se le veía muy cansado e incluso parecía haber perdido algo de color en las mejillas. Zero, ¿seguro que estas bien? no se te ve muy bien, quieres que te cargue hasta palacio- sonreí ligeramente-mi tobillo esta mejor, y creo que si me esfuerzo y pongo empeño podre acerlo, no me gusta verte así.-Me senté junto con su cabeza y le retiré un par de mechones de la frente que le habían caido sobre esta, con dulzura lo observé, si le ocurría algo a esta persona tan importante para mí, eso sería algo que jamas me perdonaría. -Sera mmejor que regresemos, deben estar buscándonos-dije acariciándole el cabello, quizás así perdiera esa tensión que mantenía.

[OFF: no pasa nada, de todas formas si te quieres desahogar, puedes contármelo por mp, tu one-chan te escucha de seguro... bueno... no sé... pero creo que ya nos conociamos de antes, no te suena una tal Yoko]

Suspiro cuando yuki se sento justo a su lado, la admiro por unos momentos, para pararse rapido. -No hace falta, yo te llevo- Dijo una vez que estaba de pie, seguia sin expresion. En un momento dado sintio como le oprimian el corazon una vez mas, tenia la necesidad de tomar sangre, y ya no tenia forma de evitarlo. Su respiracion se acelero, levanto su mano para oprimirse el pecho por el dolor uqe sentia, y sus ojos se tornaron rojos. No podia controlarse, la necesidad ya lo tenia dominado, pero su voluntad no lo dejaba moverse. -y.yu...ki..- Logro decir con el poco aliento que tenia, queria que corriera ella, para que no le pasara nada. Camino poco a poco hasta una pared del palacio y golpeo con fuerza el muro.

La desesperacion por no querer hacerle daño era mucha, y estaba decidido a no lastimarla. -C..corre- Dijo aun con poco aliento pero creia que no se le escucho, por lo que grito la siguiente vez -CORRE- grito con el poco aliento que tenia. No lastimaria a yuki, y menos si estaba debil por su tobillo. Pero no caia a esa idea por la desesperacion y el dolor que el sentia.

[Off: tenia la sosprecha que eras tu yoko.... o espera ya me da miedo postear (perdon si me tardo el ff y fe me llaman D:) ]

Con una sonrisa vi como se levantaba, Zero era lo suficientemente fuerte como para no estar tan cansado, ya iba a levantarme, cuando vi el cambio operado en su rostro, su impasibilidad se combirtió en una mueca de dolor, como suspendida en un estado de Shock, contenplé como se llevaba la mano al pecho gimiendo devilmente. Mi nombre se escapó como un gemido de sus labios, fue lo suficiente para devolverme la movilidad, me levanté apresuradamente- Zero, ¿Qué te pasa?-le pregunté con la voz lastimera, intentando tocarle, como en mi sueño su cuerpo se retiro, chocando contra la pared, notaba mis pupilas dilatadas, mi corazón alocado y mi mano se alzaba en el aire como paralizada, no podía permitir que le pasara nada, di un par de pasos, alcanzándole y le tomé por los hombros, él me grito que corriera, pero correr a donde, no podía dejarlo en ese estado, nunca lo había visto tan mal, lo abracé ya que parecía que en cualquier momento iba a caer -Zero. Zero ¿Qué te pasa ¿Estas bien?- notaba que yo misma me ponía muy nerviosa, lo zamarree intentando que me respondiera _Zero, por favor_-no podía dejarlo, simplemente no podía, Zero era mi hermano.

Note que Zero hundía su cabeza en mi hombro, apollándose, mientras se agarraba a mi cintura, me alegraba servirle de soporte, lo abracé alargando ambas manos por su espalda, apoyándolo en mí, aun estaba muy preocupada y mi mente buscaba la manera de pedir ayuda sin moverme, estaba claro que estaba mal, esa respiración tan ajitada y pesada era muestra de ello, pensé en decirle palabras de aliento del tipo, "nada malo va a a ocurrir" sin embargo permanecí callada, un poco alterada ya que no sabía que hacer, ni estaba acostumbrada a lidiar con semejantes momentos, ya me iba a separar para conducirlo a palacio, cuando sentí la humedad de su lengua recorrer mi cuello, solté un gemido dévil, medio de sorpresa, medio de estremecimiento. -Zero-susurre entre el gemido, notando como mi cuerpo se tensaba. Algo agudo pinchó la superficie de mi cuello, repetí su nombre más angustiada, cuando sus dientes se clavarón en él, el lacerante dolor me hizo gritar y me resistí, intentando apartarme, sus brazos se habían combertido en un trampa para mí, impidiéndome escapar de su abrazo. -Zero para- dije dolorida, las lágrimas comenzaban a brotarme de los ojos y me sentía más dévil, mis brazos cayerón a ambos costados, mi boca se abría en busca de aire, no comprendía que sucedía, pero era doloroso, por alguna razón, creía haber sentido esto anteriormente, el sonido de mi sangre al ser succionada. Zero...-susurro por última vez.

La voz de yuki era mas debil a cada momento, no sabia que hacer, si seguia saboreando ese liquido perderia a yuki. No podia dejar que eso pasara, por lo que suavemente separo su boca lentamente. Primero se detuvo, despues aboreo por ultima vez el liquido, beso la herida y separo su cabeza de su cuello. Yuki habia perdido la fuerza que le quedaba, por eso no pudo dejarla de abrazar. Los ojos de zero poco a poco tomaron el tono que siempre tenian, por lo que era una señal de que estaba ya mejor. Su respiracion se tranuilizo y ahora estaba sin dolor alguno. Sujetaba fimemente a yuki con ambas manos, no la queria dejar caer. -Perdoname yuki - Susurro en el oido con la esperanza de que realmente ella lo perdonara por haberla lastimado de esa manera.

La tomo con ambos brazo para poderla cargar bien, era tiempo de regresar al palacio, para que ella pudiera recuperarse. Camino lentamente, hacia la puerta que daba al palacio, pero antes de entrar admiro la puesta del sol por unos segundos. Porque ella, era algo que no se perdonaria jamas. Camino hasta toparse con un guardia el cual observo a yuki.

Guardia: Princesa !

-Se lastimo el tobillo cuando se perdio en el laberinto y fui en su busqueda - El guardia observo una vez mas a yuki y vio el tobillo con el troso de ropa lleno de sangre. El guardia le dio paso a zero, y este entro al palacio. Camino solo para dirigirse al cuarto de yuki directamente.

[off: no se me ocurrio nada asi que bueno seguimos aqui te parece ^^]

Spoiler: