Shall never surrender -priv/charlotte-

Reí suavemente, es lo máximo que podía hacer ahora para intentar no volver a deprimirme en pensar en lo malo que hemos hecho al no defender propiamente nuestro reino. Sin embargo una cosa se nos pasaba por alto en la mente de ambos, el reino estaba a salvo, solamente atacaron al castillo y a la gente dentro de esta; en ningún momento escuché indicios de ataque hacía el pueblo y en verdad le agradecía al Creador por ello. Aún así hacía ese ligero esfuerzo de sonreír y reír recostando mi mejilla en el pecho del mayor, sintiendo enteramente su calidez corporal. Ya no quedaba más nada que hacer, solamente rezar porque Joker no vuelva una vez más y porque las personas heridas se recuperen, las muertas encuentren el camino indicado a su felicidad y que el castillo recupere ese brillo que antes tuvo.

Es lo máximo que ahora podemos hacer.

Cuando sentí que Ky me separaba de él, automáticamente le miré quitando mi sonrisa, aunque me preguntaba el que pasaba lo siguiente fue mejor de lo que esperaba. El solo sentir el rocé de sus labios con los míos me calmaba, me hacía saber que todo estaba bien, me hacía saber que él seguía vivo. Para mí y para el pueblo, el rey de diamantes seguía vivo.

Claro esta, yo no me iba a quedar atrás; correspondía a ese beso de la misma forma dulce en como él lo hizo, sellando así esa promesa que hicimos hace tantos años atrás una vez más. Después de unos minutos me separé de este, sonriendo de vuelta con las mejillas ligeramente sonrosadas.

-Regresemos al sanatorio, los médicos querrán saber que se hicieron sus reyes -Caminé hasta quedar hacía su lado y le volví a tomar el brazo, recargando mi rostro en este.

Lo cierto era que, con todo lo ocurrido; apenas Joker estaba comenzando su guerra contra los reinos.