Sorpresa arruinada -Priv Vainilla-

Una sola seña de Vainilla hacia el mayordomo bastó para que éste saliera a buscar el té de jazmín. Sonaba extraño y bueno, la capitana nunca lo había probado, pero si algo tenían en Corazones en abundancia eso eran los soldados y el té.

-Buena elección, -sonrió, aunque obviamente era una opinión desinformada.- Dice Su Alteza Serenísima que además las flores no saben guardar secretos, por eso aquí sólo tenemos de éstas -dijo observando atentamente a la reina Corett, intentando -malamente- encontrar en ella alguna mancha de maldad o defecto, pero era en vano. Toda ella le parecía encantadora. Y cada acción suya, por más simple que fuera, parecía causar en la capitana provocación.

Vainilla se sonrojó ante sus crecientes pensamientos impíos. ¿Qué pensaría Corett si supiera lo que ella pensaba?

Se mordió el labio inferior y, resistiéndose a seguir mirando a Su Majestad, se sentó en la silla de enfrente.

-¡Té de jazmines para Su Majestad la reina Corett! -anunció el mayordomo cuando volvió a aparecer. Aquello había sido... inusualmente rápido.

Escuchaba atenta lo que decía Vainilla .. asentí y sonreí dulcemente..

- En mi reino casi no hay flores que hablan , me ponen de nervios.. pero.. - fui interrumpida por al té que llegó más rápido que mis pensamientos para la frase que quería articular.

- Vaya ¡¡ que rapidez¡¡ .. muchas gracias..-dije amable mientras veía la hermosa tacita frente a mi , suspiré y miré una vez más al rededor , miré a la capitana y sus mejillas estaban levemente sonrojadas..

¿sería por el sol? ¿el calor?...

- Este y digame.. ¿como llego a ser capitana? , me gusta que ese puesto sea de una chica , y no de un hombre.. - comenté mientras agarraba la tacita entre mis manos y soplaba al té.


- Ha de ser muy ruda para poder con ese puesto.. - reí dulcemente mientras tomaba una florecita que había caído del árbol bajo el cual estábamos sentadas.

Mientras la escuchaba tomé un pequeño sorbo del té , sonreí al degustarlo tan sabroso , no esperaba menos del reino rojo , aquí parecía ser todo tan elegante, tan perfecto..

La miré cuando dijo aquello de que fue ayudada para entrar... no quería juzgar a primera vista pero no se me hizo muy honesto aquello , aun que bueno yo no debía juzgar el reino rojo , en todos los reinos existen sus detalles.

-- Bueno me alegro oír que tiene dedicación y un gran poder mágico.. - le dije con una sonrisa en los labios . - Sarah siempre tiene lo mejor de lo mejor . -asentí levemente tomando otro poco del té.

- Vainilla.. amm ¿puedo llamarte así verdad?.. tú.. tu dime Corett - dije poniendo levemente mi mano sobre la suya , que estaba en la mesa , para dar un poco más de confianza.

- En verdad que si me permites decirlo.. tu me inspiras mucha calma y sobre todo protección , he de decir aquello con mucha sinceridad , me has cuidado muy bien . - sonreí feliz , de hecho en verdad me estaba gustando mucho su compañía.

La miltiar asintió automáticamente a la petición de la reina. ¿Cómo podía ser de otra manera?

No obstante sus pensamientos se debatían en ¿qué era lo que había dicho la Chocoretta? ¿Llamarla por su nombre? ¿Sin anexar un "Su Real Majestad"?

Tembló al sentir la mano de la albina sobre la suya. ¡Sus manos eran tan delicadas y tan pequeñas! "¡Oh, Dios!" Volvió a asentir con la cabeza, pero ahora mucho más enérgicamente -como si no lo hubiera hecho ya-.

-Ah, Majestad... -recapacitó de pronto y negó con la cabeza- Señorita Corett, es lo mínimo que puedo hacer por usted, quizá más allá de mi deber. ¡Me refiero a que he disfrutado su compañía también! Creo que usted es una persona única, capaz de tranquilizar a cualquier ser tan sólo con su voz y su mirada.

Sonreí y me ruboricé un poco con sus comentarios ..

- Eres muy amable , en verdad.. - comenté suavemente y algo apenada , noté que mi mano seguía sobre la suya . - ¡¡mil perdones ¡¡ soy tan distraída.. - negué despacio y suspiré , dándole otro pequeño sorbo a aquella deliciosa bebida.

- Es tranquilo y muy privado este lugar.. me agrada mucho , y con la compañía de una capitana , es seguro.. - bromeé un poco poniendo una mano en mi mejilla.

Un viento fresco hacía ondear suavemente las copas de los árboles y mecía las flores silenciosas , pensaba seriamente ne poner en mi castillo un lugar así de tranquilo.. claro que cuando me dejen los del consejo un tiempo libre.

- Sabes ... Vainilla mentí para poder venir al castillo , dije que era por negociaciones personales con la reina.. pero con Sarah fuera.. bueno hasta mi mentira fue en vano.. pero que bueno que me pusieron contigo... en tu cuidado.. no sé como sería con un hombre.. a veces.. me ponen nerviosa me siento más agusto con una chica. - dije como pensando en voz alta.

- ?¡EH?¡¡ ooh cielos... has de pensar que soy una mentirosa y extraña... - me dí unos golpecitos en la cabeza