un bosque encantado y una confusion //PRIV VERGIL\\

El semi demonio de ojos azules y cabello blanco se habia adentrado al bosque con tan solo la misera y patetica esperanza de encontrar a aquel ser que llamaban el mas sabio de wonderland.

¿Acaso sera cierto? ¿Que en ese mundo tan extraño puede haber una persona sabia, estando lleno este de locura? Suspiro pesadamente cavilando en ello. Igual, no tenia que perder, no pudo aprovechar aquella apertura que se genero durante la guerra con esa femina escandalosa de rojo asi que, de alguna manera tenia que ver la forma de salir de ahi.

"Ve al altar del bosque, seguro ahi le encontraras" habia obtenido como respuesta de parte de un soldado carmin, aunque Vergi, aun no estaba muy seguro de a quien, o que buscar. Se detuvo unos momentos analizando el lugar, no debia estar muy lejos, sin embargo, algo le hizo parar, una presencia extraña... desconfiado el pulgar de su siniestra se poso bajo el guarda manos de su queria Yamato listo para desenvainar en caso que fuera necesario.

La temperatura descendio abruptamente, pero el mayor de los Spardas jamas se inmuto ante las acciones de la fantasma. Giro sobre sus talones para encarar a aquella extraña criatura, sin parar a pensar que, quiza, se trataba de aquel a quien buscaba. Y cuando lo hizo sintio algo atravesarle, dejando en su pecho una sensacion de frio. Escucho la risotada, cosa que ocasiono que su molestia se incrementara, para asi, encararle.

Alzo el menton, con aires altivos, observando a la pequeña de ojos purpura. ¿Dante? Exhalo aire, lo mas lento que pudo antes de responderle a la joven, tratando de serenarse.

-¿Dante? Me temo que se ha equivocado de persona, jovencita-

¡Que lo confundieran con ese vago! ... Bueno era normal, son gemelos, pero si en algo se diferencian es que, el de rojo no suele cuidar de su persona, muy a diferencia suya.

Vergil afilo la mirada ¿Igual de fuerte? No, el era mas fuerte de eso no habia duda ¿Verdad?... Divertido sin duda alguna no lo era. Dante y Vergil podrian describirse como las dos caras de una moneda, iguales, separados por muy poco, pero al mismo tiempo, bastante diferentes.

Continuo caminando, eso si, teniendo cuidado de donde colocaba sus pasos, pues Elizabeth comenzo a congelar el sitio. Entenderle fue tarea facil, cuando esta euforico nadie le gana a su gemelo, o al menos eso pensaba, pues no se ha topado con Cheshire, el gato sin duda representaria un gran reto para el hijo mayor de Sparda.

-¿Yo ser Dante? No cabe duda, que no habiamos entablado conversacion anteriormente.- ¿¡Y por que demonios hablaban de el!?

El semi demonio se detuvo por unos breves momentos.

-Soy superior a el en todos y cada uno de los aspectos. Pero sinceramente, no comparto su sentido del humor-

Frio como el mismo hielo que la fantasma producia, le miro.

-Eso responde a tus cavilaciones. Ahora, largo-

Asi es, Vergil no es de paciencia infinita ni tampoco de convivir mucho con las personas... Aunque en este caso esa simple frase pueda verse ironica o hasta graciosa.

-Jah-

Si lo que Vergil Sparda deseara fuera estar rodeado de amistades tendria una actitud mas tranquila y despreocupada, como su gemelo. Todo cambio ese dia, cuando su madre fue cruelmente asesinada por demonios, entonces supo que no necesitaba nada... mas que una cosa: Poder.

Continuo con su marcha, con su porte serio y altivo, seguramente parecia uno de esos hombres de la realeza, o un noble, obvio no lo era, para el, esos titulos no significaban nada, pues era el hijo del gran demonio Sparda.

Suspiro pesadamente al escuchar a la fantasma hablar de nuevo ¿Es que no podia irse asi sin mas? Ahora veia que no.

-Si buscase paz o tranquilidad seria obvio que la irrumpirias con afan de divertirte. La opcion mas acertada seria la de la segunda cuestion.- Aunque... ¿Como explicarlo? ni el mismo sabia que o a quien busca.

-Al ser mas sabio de wonderland, es decir, si es que eso realmente existe.-

Un sabio en medio de locos... Sonaba raro. No le sorprenderia si aquel estuviese mas chiflado que cualquier otro. Afilo la mirada, estaba seguro que la peliazul no podia ser esa persona... ¿Cierto? ...

Al comentario de la fantasma el semi-demonio solamente continuo su camino, ahora veia porque Dante y ella se frecuentaban, ambos parecian ser unos fastidiosos sin remedio alguno. El bosque sin duda alguna lucia bastante tetrico inclusive parecio se que los arboles estaban de acuerdo con la idea de Elizabeth para fastidiar al joven de hebras albinas.

El frio y silbante viento no dejaba de azotar en el lugar, las copas de los arboles se mecian al compas que este ejercia sobre ellas y por ello es que, los rayos de la luz del sol no podian filtrarse ante la espesura, y si lograban hacerlo, simplemente ocasionaba un juego de luz y sombras en la tierra.

Y le miro... Una vez mas ¿Seria acaso cierto que esa chica que no habia podido pasar al otro mundo podria responder todas sus dudas? Ironico, pero nada perdia con intentar, ademas, si se le ocurria decir algo incoherente o demas bastaba con tomar a Yamato, y arreglar todo ¿Verdad?

Como costumbre en el, alzo ligeramente el menton.

-¿Es posible que exista una salida de este mundo lleno de locuras e incoherencias?- Finalmente, lanzo su cuestion.

Sabia que era posible, despues de todo la reina roja, que se suponia venia del antiguo hogar de su padre, se habia manifestado en ese mundo y aunque ella no quisiera, fue capaz de volver al inframundo... ¡Momento! ¿Seria ella aquel ser que tanto buscaba? ... Rodo la vista, no era posible ¿O si? ¡Como odiaba ese mundo! No podia asegurar nada con certeza.

El de hebras platinas afiló la mirada al tiempo que una vez más alzaba el mentón con aquellos aires de grandeza que solo el poseía, para escuchar así a la de hebras purpuras.

No respondió a su broma, no tenia porque hacerlo, eso sería seguirle la corriente, cosa que en efecto, no deseaba para nada.

-"Así que eso es"- Pensó al instante que cerraba los ojos.

Tal como lo dedujó, no había escape de ese mundo extraño ¡Pero el había visto como la reina roja era atrapada por el inframundo!.. Atrapada sí, pero al fin y al cabo, ella había logrado llegar a este mundo de locuras y aunque su estadía no fue mucha, al menos encontró una forma de "entrar"

-Siguiendo tus suposiciones- Vergil Sparda no es para nada idiota, para a pensar más que su hermano, quien dispara primero y pregunta despues.

-Entonces, no solo existe una puerta, sino infinidad de ellas y cualquiera puede llevar a un mundo alterno, o incluso paralelo del que nosotros mismos conocemos ¿Como saber que al abrir una de las puertas no irías a encontrarte con un mundo parecido al tuyo en donde, por ejemplo el día fuera la noche y viceversa?-

Sin duda, sonaba como una teoría bastante compleja y atrayente, digna de estudiarse, y ya vería como lograr ver aquello. Pero primero... ¿El gato llorón? Metió su siniestra al bolsillo de su gabardina con sumo interés. Aunque algo no cuadraba...

-¿Como es probable que pueda yo tomar el camino a ningún lugar y aún así llegar a alguna parte y dar con aquel ser que mencionas?- ¡Aja! en parte era bueno, pues ponía a prueba las palabras de Elizabeth

... Y en parte malo porque sinceramente una pequeña parte del semi demonio, había confiado en sus palabras.

¿Que era esa sonrisa en las facciones de la fantasma? Vergil Sparda solamente frunció con ligereza el cejo, metiendo ahora ambas manos a las bolsas de su gabardina.

Odiaba admitirlo, y de hecho no iba a decirlo. Elizabeth estaba en lo correcto... ¿Cuántas veces no se había perdido ya? Y eso que según el, ponía atención en el camino... La lógica simplemente, no funcionaba en ese lugar.

¡Le odiaba! No tenía mucho de conocerle para sacar la conclusión que la de hebras purpuras era completa y totalmente fastidiosa, burlona, altanera ¡Sin duda una de esas personas que podrían estar apegadas con su gemelo! ¿Que tendría que hacer, quitarle el tiempo a los demás como lo hacía con él?.

-"Cálmate, padre no actuaria tan impulsivo"- Aja, la manera de calmarse para el semi demonio era siempre tratar de ser como su padre, sin éxito alguno, claro.

-Supongo que no tengo más alternativa, por mas nefasta que puedas resultar, también puedes serme de ayuda- directo y orgulloso sin duda, tampoco es de esas personas fáciles de tratar.

-Andando entonces, llévame con ese gato- Ordenó, sin antes comenzar a caminar.

-"¿Un gato llorón el ser más sabio? Que estupidez... Tan estúpido como todo este mundo, he de admitir"-

Nótese que todo el tiempo ni siquiera dijo un por favor, y tampoco paro a mencionar si le iban a hacer el favor, o pedir algo a cambio. Claro, en aquella torre que funcionó como puente al inframundo, se había dejado guiar por un humano atraído por las artes oscuras, y cuando simplemente ya no le servía, le atravesó con Yamato. Sin embargo, esta vez era distinto, era guiado por un fantasma… Ya vería como ingeniárselas.

Durante todo el trayecto jamás perdió detalle del lugar por donde se encaminaban, era precavido, aunque sinceramente de nada le servía en el lugar, pues todo es tan... Aleatorio.

Sinceramente, tanto doblez le hacía desconfiar al semi demonio, pero como todo, tendría que tragarse su mal sentir, pues la fantasma le estaba ayudando ¿No es así? La curiosidad fue fácilmente notable en sus blancas facciones al observar la puerta.

-"¿Pero como rayos?"- Se notaba a leguas que suele llevarse más por la lógica.

Echó una mirada rápida a la de orbes purpuras, antes de adentrarse en aquella puerta. Claro en parte de forma involuntaria, solamente tensó la mandíbula tragándose el coraje por ser empujado de esa manera.

Rodó los ojos al tiempo que cruzaba los brazos, lo último que necesitaba, era un sermón. Si el necesitara o quisiera contactos entonces se las ingeniaría. Como siempre, orgulloso creyendo que el mismo puede hacer las cosas. Modales los tenia obviamente su buen hablar no era por mera casualidad, pero Vergil siempre ha sido despegado de la gente, al menos... desde aquel día...

Ese lugar, haciendo memoria, el día que cayó por el misterioso portal, que el decía era el camino al infierno, terminó en un sitio como en el que estaban ahora. No había problema por la falta de luz, su mitad de demonio le permitía observar claramente en sitios con escasa iluminación.

Cruzó los brazos una vez más, a la "espera" que aquel gato, apareciera, según él, claro estaba. Elizabeth si que había logrado engañarle.

Tensando la quijada, y empuñando fuertemente las manos fue como Vergil Sparda observo a la fantasma. ¿¡Como se atrevía una patética alma en pena a darle ordenes!? Antes de verse nuevamente empujado con ligereza, el de hebras platinas avanzo de mala gana. Sinceramente todo ese asunto le parecía sumamente ridículo. Igual ¿Quien le aseguraba que ese gato conociera las respuestas?

Bufó, y de reojo, le observo alejarse, buscando a ese tal felino. En contrario a lo que se hubiese pensado ( y quizá dejándose guiar por la poca lógica del lugar) el semi demonio "ayudo" en la búsqueda del gato, claro, no le llamo tal y como Elizabeth le hacía. Simplemente se dedico a caminar en silencio, mientras sus azulinos orbes escudriñaban minuciosamente el lugar. Por su parte lo único que se escuchaba era el tacón de sus botas, con pasos firmes y hasta cierto punto intimidante. Cuando sintió que ya era suficiente, se detuvo. Cruzó los brazos a la altura de su pecho y cerró los ojos. A simple vista parecería que había cesado la búsqueda, no obstante y para “desgracia” de Elizabeth, se decidió por emplear otro recurso: Sentir la presencia ajena. Lentamente, abrió los ojos, y se giró sobre sus talones, mirándole con seriedad enorme.

-Me he tomado la ligera molestia de buscar aquel gato “llorón” como sueles llamarle, encontrando así slamente tu incorporea presencia... Supongo yo, sabes lo que eso significa ¿Cierto?- Y afiló la mirada, preparándose para manifestar aquellas espadas azulinas y de energía que usaba en ocasiones para combatir.

OFF: -Ve la fecha de posteo-.... v3rg4s y yo que pense que no habia pasado tanto tiempo.

Sin duda alguna esas respuestas energéticas y eufóricas que el semi demonio obtenía de la fantasma era lo que le ponía de malas. Inconscientemente le recordaban a las mismas actitudes libertinas que su gemelo suele tener, y en ese aspecto, obvio, ambos eran como los lados de una moneda. Iguales, pero separados por muy poco.

Cerró los ojos y tomo disimuladamente una bocanada de aire intentando tranquilizarse, lo cierto era que nada ganaba poniéndose de malas, eso no ayudaría a encontrar al afamado gato que tanto buscaba.

-"Paciencia"- Se mentalizo para no perder los estribos, seguro su padre no actuaria de esa manera tan hostil.

Miro nuevamente a la peli azul. Chasqueo la lengua, mirándole de manera altiva como solamente el podía.

-No he explayado el hecho de cesar la búsqueda, fantasma- Ni lo haría, su orgullo se lo impediría.

¡Espera un segundo! ¿Oruga que fume? QUE ESTUPIDO HABIA SIDO. Se llevo el índice y medio a la sien, masajeandola ligeramente.

-Vamos...- Y él personalmente, abrió la puerta empujando a la fantasma para que cruzara el umbral, secundándole el.

Una vez que ambos atravesaron por la puerta (la cual Vergil cerro tras de sí) esta desapareció. Acostumbrarse a la luz le tomo un pequeño lapso de tiempo debido al cambio brusco de iluminación.

-Niña, el gato... ¿¡De casualidad se llama Cheshire!?- y empuñó con fuerza las manos ¿¡Era probable que hubiese caído en ese mundo que el libro de Lewis Carroll había escrito!?

Vergil Sparda mentalizaba todos y cada una de las posibles respuestas lógicas que podría tener para Elizabeth y el hecho de haber terminado en ese alocado lugar. Claro esta, si su razonamiento era el correcto.

La primera era: ¿Como llegó ahí? Seguro el portal que "llevaba al inframundo" se cerró en último instante, abriendo uno más que le condujo a otro plano o mundo. El segundo: De ser el afamado gato rizón el ser mas sabio del lugar, no iba a soltarle la información tan fácilmente, claro, si era como en el libro -que hacia bastante tiempo ya de haberlo leído olvidando casi en su totalidad la lectura- tendría la habilidad de desaparecer y aparecer justo donde le diese la gana y cuando el quisiera...

Tercero: Elizabeth simplemente había hecho mofa de él...

..Cosa que cualquiera que conociera al orgulloso semi demonio, sabría que aquello no seria para nada de su agrado.

Con altivez, nuevamente le sostuvo la mirada, gesto que ha llegado a realizar aun en frente de poderosos demonios sangre pura.

-Tengo mis motivos para llevar a cabo tal razonamiento- Exclamó con esa fría voz llena de elocuencia y seguridad en si mismo. -Tal como tú mencionaste, este mundo y el mío no son los únicos existentes, así tampoco creo, sin temor a equivocarme que tu hogar, no es ninguno de los que he mencionado previamente. De alguna forma, han de interconectarse, y, de ser así, sin duda, hay una forma de atravesarlos. De no haberla, ni tú ni yo podríamos estar llevando acabo esta conversación en este momento.-

Y una sonrisa de suma confianza, apareció en sus blancas facciones

OFF: descuida, ahora yo lamento la tardanza xD

El de hebras blancas solamente afiló -quien sabe por que numero de ocasión- el azul mirar al sentir como los largos mechones de cabello pasaban frente suyo, golpeándole ligeramente.

Si, su teoría había sido correcta, ahora como ya había mencionado debía buscar una forma de dejar ese absurdo lugar, y claro buscar a Cheshire seria la máxima prioridad del de gabardina azul, aunque no fuese nada fácil. Aunque sus maquiavélicos planes se esfumaron como humo al viento escuchando las palabras que, con "confianza" Elizabeth le mencionaba.

Y tales palabras ocasionaron algo extraño en el de hebras blancas, quien solamente permaneció ahí en silencio observando el suelo como si fuese lo más interesante del mundo. Parecía estar analizando todas y cada una de las palabras que salieron de los labios de aquella chica muerta y que ahora deambulaba ese mundo.

No obstante:

Llevó su mano hasta su rostro como anteriormente lo había hecho para aminorar su ira y sorprendentemente, el mayor de los hermanos Sparda, se echó a reír.

Prueba de la locura que ya le había invadido. ¡Es que sus esfuerzos habían sido tan patéticos y miserables! y Elizabeth le había visto la cara de estúpido. Claro que anteriormente tal cosa hubiese ocasionado su molestia...

-D-déjame ver si entendí- Mencionó a pausas debido a la falta de aire que le habían ocasionado las carcajadas -¡Entonces tanto la puerta como el gato son imposibles de atrapar!-

Y con esas carcajadas es que se notaba considerablemente el gran parecido que había entre los dos hermanos... Aunque la risa de Vergil lejos de ocasionar risa (de esas veces que alguien ríe y de tan solo escucharlo se crea un circulo vicioso de carcajadas) sino que se escuchaban un tanto tétricas al ser su voz mas gruesa que la de su gemelo.

Las carcajadas que salían de sus labios dada su torpeza (pues era mas mofa a si mismo que otra cosa) no permitió ver al de ojos azules como una ave de pan integral se estrellaba de lleno contra un árbol.

El de gabardina color celeste tomó una bocanada de aire antes de suspirar para tranquilizarse. Carraspeó un par de veces, para llevarse la siniestra hasta el cuello aflojando un poco su corbatin. Cerró los ojos y fruncio el cejo, finalizando todo al llevar su diestra hasta su cabello para hacerlo hacía átras pues con semejantes risotadas uno que otro mechón amenazó con ir a dar hacia adelante.

Y nuevamente, mostró ese semblante frivolo que tanto le caracterisa y distingue entre ambos seres identicos.

-Resumiendo tu torcida logica- Y el ave que anteriormente se habia estrellado en el árbol se levantó. Al mirar al albino simplemente giró una pluma de su ala (a modo de dedo) junto a su cabeza, como cuando alguien indica a otro que esta loco, despues, emprendio el vuelo -Las posibilidades se aplican a la inversa... Si hay menos probabilidad de lograr el éxito entonces aquí es lo contrario. Aunque, permiteme corregirte, la ultima de tus citaciones esta incorrecta, lo mas literal seria:

-¿Hacia donde debo ir?- "La pregunta es, ¿A donde quieres ir?" -No importa el lugar- -"Entonces, no importa el camino"- Es una pequeña conversacion que tuvieron en el libro Alicia y Cheshire.-

Lo cierto era, que cuando su querida madre les contaba tal cuento a ambos gemelos él no solía poner atención. Le parecia una historia absurda y ridicula ¿Quien iba a pensar que un día de esos caeria en ese mundo?

Bufó.

Y se alejó un simple paso cuando la "menor" le palmeaba de cierta forma. Alzó ligeramente el mentón al momento que sus azules orbes le miraban fija e intensamente.

-Juh. Reiteró lo dicho anteriormente, es claro que no nos conociamos anteriormente. Por así decirlo, yo ya estaba sumido en la locura. Muy a mi manera- Que claro, fue lo que ocasionó que llegase a ese lugar -Al obsesionarme por obtener el poder me rendí ante la demencia, aunque, en mi caso, puede ser distinta a la de los demas-

De una forma retorcida y oscura... Que de no controlar tan bien su lado de demonio, ya hubiese perdido todo rasocinio y convertido en una bestia que solo vive para matar.

Y ¿Quien sabe? quizá la locura que comenzaba a envolver a Vergil Sparda en ese lugar traería cosas buenas ¿No había salvado ya a una rubia al verse reflejada la imagen de su madre en ella? Eso, no era algo que hubiese hecho en el mundo de donde provenia.