Bailando [Priv. Nath]

Era una hermosa noche. Una noche muy hermosa de verdad. La platinada luz de la luna iluminaba el bosque y formaba sombras donde los arboles. Yo iba a caballo como tantas veces cuando solía dejar el reino. Mi fiel cabello Vera que iba conmigo todas las noches a mis sangrientas aventuras. Sin embargo en esta especial ocasión no tenía planeado aquello.

La noche era bella como para desperdiciarla en un sucio bar matando hombres sin sentido. Pero tampoco era para estar en el palacio observando las perfectas paredes de piedra. Seguía cabalgando, y traía mi usual capa negra. Mas abajo no traía un vestido atrevido de cóctel, ni nada que se le pareciera. Debajo traía un lindo vestido blanco de bailarina. Mi cabello no iba suelto esta vez, a pensar de lo mucho que me gustaba usarlo así, era consciente de que era incomodo a la hora de bailar, así pues estaba sujeto en un moño blanco con listón. El atuendo se complementaba en unas bellas zapatillas rosas, el regalo de Caedis para cuando cumplí 16 años.

En el castillo a nadie le interesaba en Ballet, así que no valía la pena pasar el tiempo bailando ahí. Al menos no cuando se puede ir lugares mas agradable. "Aunque sea que me vean los peces.. mínimo me ponen más cuidado que mis hermanos" Pensé burlonamente al imaginar los peces.

Finalmente llegué al lago y desmonté. Amarré a Vera a un árbol cerca del lago y me quite la capa negra para dejarla con el caballo y así poder aprovechar el espacio de verde pastizal para moverme libremente. Cerca también había un lago, donde posiblemente antes de regresar al castillo terminaría sumergiéndome.

"Es perfecto" dije para mis adentros mientras comenzaba a hacer puntas. Cerré los ojos y me deje llevar por el viento y los suaves sonidos de la naturaleza. Caminaba, flexionaba, me elevaba y daba vueltas también Estaba tan absorta dando saltos y demás que desconocía el momento en el que empecé a levitar, por lo tanto en un instante cuando abrí los ojos me encontraba dentro del agua. Sin embargo no me hundía.

Observé el reflejo de la luna en la cristalina agua e hice una inclinación, apoyada en una punta, con la otra levantada hacia atrás en un angulo de 180 grados. Era increíble poder estar así, sobre el maravilloso lago, como si fuera un cisne, como si no me pudiera hundir. Sabía que era producto de la levitación o la telequinesis, pero fuera lo que fuera, era grandioso. No recordaba haberme sentido tan en paz conmigo misma, tan alegre a pensar de estar en soledad, tan libre como si fuera otra criatura silvestre de Wonderland.

—Es un vals, para ti y recuerdame siempre... con amor, junto a ti... Una vez en diciembre - comencé a cantar mientras movía sutilmente mis muñecas, lo que hacía revolotear el agua a mi alrededor. — Me adoraban con fervor... como extraño sentir amor...

No prestaba atención a nada que no fuera mi danza y mi canción. Esta era una de las pocas ocasiones cuando podía usar mis poderes a voluntad y lo estaba disfrutando verdaderamente. Seguí bailando y revoloteando sobre el agua, como si no existiera nada más.

Vestimenta y acción:

Mientras estaba bailando Vera relinchó, lo que me trajo me sacó de golpe de mi realidad y caí al agua repentinamente mojándome toda. "Maldición"

Para salir del lago me toco nadar hasta la orilla y me sacudí como si fuera un pato, para quitarme el exceso de agua.

—¿Qué paso, hermoso? - le pregunté a mi caballo que parecía algo inquieto. Volteé a ver al rededor entonces descubrí el porque había relinchado Vera. Había alguien ahí pero realmente no podía verle muy bien, me talle los ojos y sin pensarlo dos veces me acerque hacía donde estaba esa figura que parecía ser de una mujer o una niña, pues el cabello ondeaba graciosamente por el suave viento.

Cuando me acerqué lo suficiente para verla noté que apenas era una niña. O al menos eso aparentaba, uno 13 o 14 años. Tampoco es que yo fuera muy mayor, pero se veía demasiado... tierna e ingenua como para andar en el bosque a estas horas de la noche.

"Las apariencias engañan" me dije mentalmente y cuando estuve frente a ella me habló. Se disculpo con un tono de voz algo temerosa. Sonreí amablemente e hice una pequeña reverencia de Ballet.

—Descuida pequeña - a pesar de seguir mojada, no me molestaba. Finalmente solo era agua y la joven parecía tan agradable. Posiblemente su compañía sería agradable en una noche linda como esta. —¿Como te llamas? ¿De donde res? quise saber. Porque con todo y todo me seguía pareciendo raro ver a alguien a estas horas en un lugar así. Aunque bueno, yo también estaba allí.

Cuando mencioné que no tenía porque preocuparse por lo ocurrido, la joven que curiosamente a pesar de verse más aniñada que yo, resultaba ser más alta, se relajo y expreso el alivio en sus palabras.

No tardo casi nada en presentarse. Y la respuesta me sorprendió, la tierna joven era del reino de diamante. Era la primera persona que conocía de ese reino. Me pareció agradable y buena compañía, sin embargo no pude evitar recordar ciertos rumores que corrían sobre el posible inicio de una guerra con ese reino.

"Eso es asunto de Caedis. Tú no tienes vela en el entierro Cissy" me dije y a mi misma y le devolví la sonrisa con amabilidad para presentarme también. Sin embargo al recordar otra vez lo de los rumores de guerra, y el hecho de que la joven se podía asustar... no iba a mentirle, solo omitiría cierta información.

—Puedes llamarme Cissy. Soy del Reino de Corazones y gracias por alago. - solo omití mi nombre verdadero y mi posición nada importante. Pero mejor que no supiera que era de la familia real —Admito que tu parecencia me sorprendió un poco, pero también admito que es una grata sorpresa tener compañía - dije al tiempo que la tomaba gentilmentemente de la mano para ir hacía donde estaba mi caballo.

Generalmente siempre estaba solo o en compañía de Vera. Supongo que la compañía de mi fiel caballo siempre ha sido la que más me ha gustado, pues es prácticamente con quien convivía más. Era algo difícil para mí relacionarme con otras personas, y al decir relacionarme no me refería precisamente a ir a lugares con dudosa reputación a matar hombres, esa era otra historia.

—El es Vera - comenté aniñadamente cuando estuvimos cerca del caballo.

"No fue un alago fue la verdad..Cissy"

Dije calidamente como siempre ya que la joven mujer se notaba que era muy amable y buena persona y también me dijo que era del Reino de corazones:

"Oh nunca he podido visitar ese Reino seria bueno conocerlo algún dia"

Era cierto nunca habia visto ese Reino pero las ganas no me faltaban aunque no se llevaran muy bien aparentemente pero yo solo era una ciudadana y no sabia mucho de esos temas..después me dijo que mi presencia le habia sorprendido..pero que era grata:

"La que esta agradecida de poder tener su compañia soy yo..de verdad me alegro de poder conocer una persona que sea agradable y que sea buena persona..a mi al principio hasta un poco miedo me habia dado al verla que cayo cuando su caballo relincho"

Despues ella me toma la mano y me lleva gentilmente hasta su caballo...su manera de tratarme se parecia a la de mi madre..con la diferencia que ella era mucho más joven...Nos acercamos hasta su caballo y me lo presento...me acerque hasta el para poder acariciarlo y dije:

"Es muy lindo su caballo..Vera..lindo nombre igual..Hace tiempo que no veo caballos...que sean mansos nisiquiera me acuerdo cúal fue la última vez que monté uno"

Es cierto hace tiempo que no tenia contacto alguno con caballos...

La chica me parecía de lo más linda y agradable. También me recordaba vagamente a mi misma cuando era así. Si es que acaso alguna vez llegué a ser así. "No, Cissy, a su edad ya tenías más de un muerto y las manos llenas de sangre" no pude evitar desviar la vista de ella al recordar aquello y muchas cosas más. Más aun cuando la inocente joven menciono algo sobre que yo era una buena persona. ¿Yo una buena persona? Eso era algo que se ponía en duda rápidamente, si bien conocía personas peores que yo, sin duda alguna yo no era lo que la gente pudiera llamar "buena persona", pero supongo que ella ignoraba todo aquello y así era mejor. "No es mentir, solo es omitir detalles" me dije a mi misma.

Cuando la llevé con el cabello ella parecía algo inquieta al ver a Vera. Menciono sobre que Vera había relinchado y que tenía mucho de no montar un caballo manso. Si bien Vera no era lo que digamos manso, si era muy obediente a mis ordenes. Y destaquemos eso de mis ordenes, pues en el castillo muchos han recibido negativas, dígase patadas, de mi semental.

—No te preocupes, de verdad - dije aludiendo de nuevo su disculpa sobre que me había caído al agua. — Vera relinchó para avisarme que había alguien, así es siempre. Esta más pendiente que yo de lo que pasa a mi alrededor. Como si me cuidara - lo último lo dije más para mí que para ella, porque ahora que lo pensaba era verdad, Vera siempre recordaba el camino o los caminos que yo siempre olvidaba, cuando estaba con él nunca me perdía y también parecía advertir el peligro pues nunca nada malo me había pasado a su lado. Sonreí y lo acaricié un poco.

—¿Quisieras montarlo? - pregunte volteando a ver a la joven.

Sonreí ampliamente al escuchar lo de "los compañeros". Porque realmente era eso lo que era Vera para mí, un compañero, no solamente un animal como le decía Johnny o una bestia que tengo como mascota, según decían algunos sirvientes del castillo que habían recibido la furia y terquedad de mi hermoso Vera. Sin duda alguna era un bendición tener aunque fuera alguien que se preocupara por mi. Seguí escuchándola mientras acariciaba el lomo de Vera.

—¿Y donde esta Bobby? - cuestioné curiosamente al escucharla hablar de su perrito —¿Lo andabas buscando ahorita? - repentinamente me cruzó aquella idea por la cabeza. Pues tendría lógica y eso explicaría el porque estaba en el bosque a altas horas de la noche.

El ofrecimiento de Vera seguía en pie, aun cuando menciono aquello de la falta de practica y que podía cometer algún error. Me recordó que cuando pequeña mi abuela montaba conmigo para darme confianza, claro que em... en ese entonces no teníamos silla de cabello y era más fácil, claro que ahora bien se la podía quitar, pero no estaba del todo segura si sería buena idea... "Wow Cissy, me sorprendes, pensando en detalles" me burle de mi misma y es que pensar-actuar no era lo mio, al contrario lo mio era actuar-recordar lo mal que me salieron las cosas... Lo mejor sería dejarla montar sola y ayudarla en cualquier cosa.

Suspire para mi misma y volví a sonreirle a la chica.

—Yo te voy a ayudar, no te preocupes. Como dije Vera no te hará daño y aquí estoy para cuidarte - le aseguré, acomodando su cabello un poco, como un gesto de amabilidad y confianza.

Cuando me dijo que lo debía traer con ella y se le había quedado atrás, reconsideré la idea de la búsqueda y me ofrecí ayudarla. Finalmente yo perdiera a Vera o le dejara atrás no dudaría ni un segundo en ir a por él a como diera lugar.

—¿Quieres que lo vallamos a buscar? - ofrecí mientras quitaba al capa negra de la montadura de Vera para dejar libre el asiento.

La chica agradeció el gesto y preguntó si podía montar de una vez. Me parecía bien, así mataríamos dos pájaros de un solo tiro: Montar y buscar a su perrito.

—Adelante, Naht y tranquila que aquí estaré - dije sonriendo — Monta de una vez y lo vamos a buscar a Bobby.

La ayude a montar y sonreí. Olvidándome por completo que mi vestimenta no era la más apropiada para andar buscando en el bosque donde había piedras que dañarían las zapatillas, pero andar descalza era peor "Luego a ver si Caedis me da otras" pensé y me puse la capa para desatarlo del árbol donde lo había dejado y sostener de las riendas a Vera para comenzar a montar.

"Gracias...de verdad muchas gracias..sus palabras me tranquilizan...y la verdad es que estoy muy emocionada por subir ya al caballo. - La chica se montó sin muchas complicaciones aunque parecía algo mareada, por seguridad tomé las correas de Vera para que no fuera a salir corriendo y Nathaly se cayera.

"Oh esto es realmente emocionante...ahora ¿entonces comenzaremos la busqueda?
Me agradó inmensamente el escucharla emocionada, era una sensación gratificante el poderle dar alegría a alguien. Y más me alegraría ayudarle en su búsqueda, asistí con la cabeza sobre que empezaríamos a buscar a su perro - Por que llegue aqui por ese camino"

La chica me señaló el lugar por donde había llegado, le sonreí y jale ligeramente a Vera de las riendas para guiarle el camino, no es que no quisiera darle las riendas a la chica, pero me parecía más apropiado, pues así evitaría cualquier incidente que se pudiera presentar.

—Esta bien vamos - le sonreí y comencé a caminar, trayendo a Vera conmigo. La noche seguía hermosa y resplandeciente, por lo que la luna nos alumbraba lo suficiente. Sin embargo el camino que me estaba señalando era algo... problemático por decir lo mejor, en si no era un camino era simplemente bosque, había raíces salidas de los arboles, piedras y demás —¿Por aquí dijiste? - pregunte, pensando que no sería fácil para Vera andar por ese rumbo y que sería difícil encontrar a su cachorro.

La chica notó la preocupación de mis palabras al referirme al camino de busqueda y es que no era apto para un caballo, sin embargo tampoco quería desistir de la idea de ir a buscar a su cachorro y tampoco quería dejar a Vera solo, no quería dejar de lado a nadie "Cissy, lo quieres todo" pensé al ver la situación porque finalmente tendría que desistir de alguna cosa.

"Si por aqui es...quizás sea mejor que me baje y caminé sino Vera se podria lastimar...el camino es feo y nisiquiera sé bien donde anda Bobby..¿me bajo y seguimos?" - me pregunto expectante por mi respuesta. Sin embargo no estaba segura que responder, mi primer instinto fue negar con la cabeza y mirar el camino nuevamente para ver si podía encontrar alguna mejor solución.

No quería dejar a Vera en ese lugar. Cerré los ojos e intenté encontrar alguna solución, tampoco pretendía dejarla ir sola... "¿Sería posible que...?" miré a vera y lo abracé, acariciando su pelaje — Espero que no te haga mal... - le dije a mi querido compañero cuando, sin soltarle las riendas, lo comencé a hacer levitar. En un principió Verá pataleó en el aire pero viendo que no pasaba se calmó, al parecer no le afectaba mucho, ahora faltaba Nathaly — ¿Estas bien? - le pregunte, pues el llevarles flotando era la mejor forma andar por ese camino sin mayores complicaciones para encontrar a Bobby.

Tomé las riendas y les dí la espada, para asegurarme si podía mantener el flote sin el contacto visual. Al parecer si era posible y sonreí para luego levitar un poco, así de esa manera avanzariamso más rápido, pues no tendríamos contratiempos con el inconstante suelo y obstáculos naturales.