y ahora...? -Priv/miku-

por **Credo** Dom Oct 23, 2011 2:53 am

Informes, papeleo... Tedio.

Y no obstante el tenia que hacerse cargo, cerciorarse que todo estuviese en orden. Credo suele ser muy cuidadoso en todo lo que hace, gusta que hasta el mas minimo de los detalles queden en claro. Revisar planos, papeleo, un tipico y comun dia para el Capitan de la armada.*

Y mañana tenia que entrenar a los nuevos reclutas, o mejor dicho, seleccionarlos. ¿Como diablos es que el estres no lo habia matado ya? Vive para servir, para eso es que se le ha entrenado o mejor dicho, criado.

Suspiro pesadamente una vez mas mientras observaba la impecable caligrafia de su puño sobre el papel que acababa de firmar.

Ahora que lo pensaba, el Rey debia aprobar el decreto para comenzar a reclutar mas gente en la armada. Tambien habia escuchado rumores, leves al fin y al cabo, que la armada de corazones habia comenzado a moverse... Claro, envidia quiza... No obstante no deja de preocuparle.

-Necesito un poco de aire.-

Se dijo un tanto nefasto, si bien, ama su trabajo pero tambien un descanso no esta nada mal de vez en cuando. ¿Podia escaparse cinco minutos no? Igual si el general no andaba por ahi, no habia problema. De manera que asi fue, decidido paso por los largos pasillos del castillo hasta atravezar la puerta principal. El lugar para tomar un breve momento de descanso fue el jardin, para ser precisos.

OFF:
*Para estos entonces Credo continuaba siendo Capitan de la armada, supongo yo, que durante el evento del Demonio rojo es que ascendio a grado de General.

por Invitado Dom Oct 23, 2011 2:14 pm

Miku llevaba buen rato recogiendo flores en el jardín, le presionaban constantemente para que hiciese ver al castillo como el más esplendoroso de todos, llevaba una sencilla y bonita canasta en su antebrazo que ella misma había hecho y adornado con blancos encajes, y cuidadosamente, colocaba cada una de las flores recién cortadas en ella.

Hacía algo de calor y aunque ella estaba abanicándose con la mano, el calor y el ejercicio habían colorado sus mejillas, se levantó del suelo y caminó para dejar la canasta llena de flores en una mesita blanca de jardín, miró al cielo y suspiró.

Es un bonito día-

Volvió caminando lento y sin muchas ganas al jardín de orquídeas, hasta que escuchó el sonido de una armadura acercándose, y vio a un hombre del ejército, era muy extraño de por si ver hombres en el jardín, pero más aún ver a un soldado...pronto se dio cuenta que no era cualquier soldado, era nada mas y nada menos que un capitán. Se sorprendió bastante de ver a un capitán, había visto alguno antes, pero nunca tan de cerca.

Buenos días señor- dijo respetuosamente e inclinando su cuerpo en señal de respeto.

por **Credo** Lun Oct 24, 2011 5:18 pm

¡Al fin! Libre de presiones, al menos por cinco miseros minutos, si bien, ama su trabajo y se lo toma en serio no obstante esta consciente que de vez en cuando un leve descanso no mata a nadie.

O tal vez el era quien se tomaba exageradamente en serio sus labores, y las preocupaciones las llevaba mas alla de lo necesario. Cualquiera que fuese el caso, de momento no le importaba. La presencia de la chica de cabello verdoso no paso desapercibida para el canido castaño. Aunque no habia
tenido oportunidad alguna de entablar directamente conversacion con ella le
reconocio al instante: La dama de compañia de la duquesa.

Camino entonces hasta estar cerca de la joven. Tomo suavemente la fina y libre mano de la joven, para asi, depositar un pequeño beso sobre el dorso de esta, en un saludo un tanto caballero.

-Muy buenos dias milady-

Saludo en un tono cortes y caballeroso, digno de la educacion que habia recibido durante sus inicios en la armada.

-Si no es tanta intromision ¿Que le trae por este lugar, señorita?-

Cuestiona ligeramente intrigado, pues ver sola a la dama de compañia de la duquesa no era algo normal tampoco.

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