Un teatro para no tener problemas || Priv. //Gemelos Roy & Jimmy//

Ese día no andaba de buen humor, y ante la posibilidad de toparme con el albino que creía mi mejor amigo y tratarlo realmente mal me fui a algún reino donde no conociera a nadie, o específicamente no tuviera a alguien que me importara de alguna forma, pues, jugaría muchas bromas y algunas crueles, para acabar con este mal humor producto de dormir mal por pesadillas.

Así fue como llegue a una ciudad del reino verde, y después de pasear aburrida por la ciudad suspire apoyándome en la baranda de un pequeño puente, nada llamaba mi atención como para quitar mí al humor, para más solo tenía ganas de congelar o incluso matar, y no podía hacer anda, después de todo era mala, no estúpida.

-Debí haberme ido al bosque- pensé frustrada y patee una piedrita, un guardia me miraba demasiado así que retome mi camino, note una plaza tranquila, con poca gente, quizá eso me serviría, pero note que el guardia me empezaba a seguir, que se creía? Ni que fuera a robar, mi humor empeoraba, vi a unos gemelos en una placita, no se veían como chicos normales y eso me agrado, el guardia ya me fastidiaba, seguro sospechaba porque me paseaba por todas partes sola, así que se me ocurrió como matar dos pájaros de un tiro, molestar a alguien y que el guardia me deje en paz, sin causar alborotos, lo que menos quería era causar un alboroto gigante.

Corrí donde los gemelos y me tire sobre el que parecía ser el mayor de ellos, abrazándolo como si lo conociera de toda la vida, y con el tono de voz más melodioso y dulce que pude le dije –Acá estaban, me había asustado no los lograba encontrar, no me dejen sola de nuevo- decía haciendo pucheros y de reojo vi como el guardia me observaba algo escéptico, se situó a la entrada del jardín para vigilar un poco más o eso supuse así que insistí con mi teatro –Así que hermanos no me vuelvan a dejar sola o le diré a mamá- lo dije muy alto para que el guardia lo escuchara y dejara de molestar, lo miraba de reojo, seguramente esperaba la respuesta de los

Era día ocioso, así es no tenían mucho que hacer así que salieron a gastar dinero, que es lo que mejor sabían hacer en estos días tan usuales, Jimmy llevaba montones de ropa, y Roy compro su nuevo violín Stradivarius, decidieron parar a descansar después de todo, aunque el día ocioso era un día sin mucho que hacer, siempre se cansaban cuando era aburrido o tedioso, los mismos rostros, la misma gente y las mismas charlas de las señoritas, si no es porque ya estaban locos daría por jurado que su locura crecería aun mas en ese lugar, la idea les agradaba y daban ciertas risitas al pensar semejantes tonterías en fin…

-hermano deberíamos de regresar a casa, ya no hay mucho que hacer-

-pff Jimmy, después de que casi compras toda la ropa del lugar, pareces una linda dama-

-te lo he dicho mil veces si no fuera por mi tu mal gusto en vestir nos arruinaría, digo ya no somos unos simples ladrones-

-Lo hacemos sobrepedido-

Dicen al mismo tiempo y casi se mueren de la risa, se sentaron en la placita para seguir con sus incoherencias, como si les costara trabajo, vieron que los guardias del lugar andaban un tanto inquietos, y que no era por su culpa esta vez, así que su atención se dirigía a una péqueña y adorable niña, no le dieron mayor importancia aunque nunca la habían visto por ahí, aun así siguieron con sus cosas bobas y platicas que para ellos son muy importantes sin embargo para las demás personas son cosas sin sentido y ninguna concordancia-

De pronto la niña que estaban hacechando los guardias se dejo ir sobre Roy llamándolo hermano, fingiendo una relación familiar, los gemelos sin mas que pensar captaron la situación, ella también se dio cuenta de cómo la miraban, y como ellos sentían debilidad por las niñas adorables decidieron seguirle la corriente.

-pequeña pues tu fuiste la que te escapaste-

-te lo dije Roy se me solto de la mano siguiendo no se que cosa, pero si es rápida la monstruo, le dije a mamá que se quedara con ella- Jimmy le jalo las mejillas a la niña en tono de familiaridad, aunque sabia que si ella se escondia de los guardias no tendría porque reaccionar de manera Hostil ante sus “hermanos” solo un puchero y ya, pero a Jimmy le gusto para fastidiarla un poco, Roy la abrazo y le susurro al oído

-disculpa a mi hermano es un idiota, aunque los dos lo somos- toman de la mano a la niña y salen lejos de la mirada de los guardias

-eso estuvo cercas, ¿y tu nombre es?-

-se ha de llamar, donaciana tiene cara de donaciana- Jimmy hizo una broma, pero Roy lo tiro con una llave al cuello, mientras se revolcaban lanza se presenta

-somos Roy Y Jimmy Mcromwell un placer-…

-Yo no escape! Les dije que siguieran a la mariposa conmigo pero sus compras eran más importantes- Les reclamaba de la misma forma infantil, volví a mirar de reojo al guardia, al parecer se creía el cuento así que sonreí, agradecía que los gemelos me hubieran seguido la corriente, hasta que sentí un jalón de mejilla, me controle para no lanzarle una mirada asesina, no costo mucho por justo en ese instante el chico al que abrace me abrazo pidiendo disculpas y explicando la conducta solo sonreí, no podía reclamar mucho.

Luego ambos tomaron mis manos y yo sonreí, agradecía que después de tanto años había aprendido a actuar perfectamente así que solo camine sonriente tomada de la mano de mis hermanos –Me compran un helado?- dije al aire solo para acabar el teatro, luego solo seguí cayada hasta que el guardia ya no estaba a la vista, me solté y suspire, sonreí de nuevo, pensé en seguir en plan de niña linda haber que resultaba.

-Si, estuvo cerca, gracias….- me iba a presentar cuando el otro gemelo me interrumpió, enarque una ceja mirándolo –Me llamo Elizabeth, no Donancia, eso ni siquiera debería ser un nombre.- dije secamente, mi mal humor hizo acto de presencia sin que yo lo notara.

-Es un gusto Roy y Jimmy; y ustedes o son personas normales o me equivoco? Que son ustedes?- pregunte a secas sin más preámbulos, usualmente era directa.

La niña dulce no era tan dulce como ellos pensaban, al menos en apariencia, se notaba a leguas que le gustaba llevar el control de las cosas, eso a Jimmy le fascino seria mas divertido llevarse con ella en cuanto a Roy le siguio pareciendo dulce de algun modo.

Cuando pregunto si eran normales la risa se les dibujo de inmediato, se sacudieron se levantaron del piso, y en un parpadeo estaban contra la pared en pose teatral de chicos malos
-podriamos ser normales, pero, seria aburrido, magos, bueno ladrones magos-

- pactantes magos, un caso raro, pero eso somos señorita-

jimmy reitero, de nuevo regresan junto a la niña, Roy se abraza de Jimmy comenzando de nuevo a hablar

- asi que veras, eso somos, prestamistas de servicios de urto, no es un oficio honrado, pero es de lo mas divertido-

- y por la escencia que despide,, tampoco eres normal-

La miran fijamente sonriendo ampliamente...

Bingo, di con un par de maguitos y ladrones, un golpe de buena suerte, nunca sabes cuándo podrías requerir sus servicios pues robar no me gustaba en lo más mínimo, a pesar que se me pudiera hacer fácil… bueno no tanto, en estado fantasmal no puedo tomar las cosas.

Sonreí ampliamente ante su pregunta y nuevamente adquirí esa actitud de niña linda e inocente –Pero si yo, solo soy una niña extraviada- en un tono extremadamente dulce y empalagoso, luego solo rei suavemente –Ja, que va, no soy normal es cierto, pues soy una fantasma, y si salen con que no existen lo lamentaran- dije con un tono neutro y luego les sonreí, además de eso tengo una especie de afinidad con el hielo, por lucirme toque el muro en el cual se apoyaron para dar su pose de chicos malos, bastante buena y graciosa a mi parecer, y congele una parte de el, solo por lucirme u rato.

-Eso es lo que soy, una especie extraña de fantasma bromista, que le gusta fastidiar y es alcohólica- me describí en pocas palabras y de forma sencilla, lo que cualquiera podría conocer de mi con solo verme un par de veces, casi nadie me conocía realmente, el que estaba más próximo era el albino semi demonio, pero eso era otra historia, le sonreí a los gemelos, quería mantener una relación de amistad con ellos.

-Creo que será beneficioso para todos que no seamos enemigos, por el contrario que seamos una especie de amigos por beneficios o algo así, no creen?- les dije directa y franca como solía ser.

Al escuchar la pequeña confesion y el trato de la pequeña se tiraron al piso riendo a carcajadas...

- no te molestes, no nos burlamos de ti- roy se tranquilizo para hablar, haciendo segunda jimmy

- es solo que eres interesante, y algo divertida, jamas habiamos conocido a un fantasma, el viejo nos hablo de ellos, pero son temas que por demas ignoramos, pero claro que nos gustara ser compañeros negociantes-

- y tu afinidad con el hielo es meramente interesante, y lo contrario de nosotros, que controlamos el fuego- no se molestaron en levantarse con la explicacion, y sinceramente hablaban demasiado, tomaron sus bolsas de compras
- bueno pequeña, nosotros vamos a dejar esto a la casa, si quieres acompañarnos, ahi charlamos mejor y puedes comer lo que desees-

- y beber lo que desees, nosotros no lo hacemos asi que podras elegir lo que gustes jimmy recordo con todas sus silabas la palabra ALCOHOLICA de la boca de la pequeña, sin mas emprendieron camino, si la chica se interesaba en ir los seguiria, mientras ellos tarareaban algun himno de un pais desconocido....

Los mire y enarque una ceja ante su carcajada, claro yo también me reiría haci ante cualquier cosa que me pareciera graciosa así que no me molestaba, además rápidamente aclararon que sabían que existía por lo que no tenia motivo para enojarme, solo sonreí de forma indiferente.

-Hum... ellos manejan el fuego, eso es interesante y me puede servir cuando quiera realmente deshacer rápido el hielo que hago- pensé claro que nunca les pediría ayuda como tal, mucho orgullo que no dejaría de lado.

-No necesitas llamarme pequeña… aunque haz lo que gustes- Escuchaba sus palabras y realmente me negaría, no iría a su casa así como así, no éramos amigos, meros conocidos e inteligentes para tener una relación de provecho, sin embargo.. –beber lo que quiera?- murmure más para mí que para ellos, si, esa era una forma de comprarme bastante fácil, trate de controlar mi emoción y mostrarme interesante e indiferente, hacer de cuenta que me lo pensé un rato, cuando empezaron a caminar los mire levemente irritada por que de cierta forma me ignoraban –Si, si iré gracias por su invitación- dije sabiendo que no me escuchaban, estaban bastante entretenidos tarareando quien sabe que como para ponerme atención.

-Realmente son unos gemelos interesantes- pensé sonriendo con interés y di unos pasos rápidos para alcanzar al par, una vez los alcance me mantuve unos pasos por detrás de ellos pero camine a su ritmo, los observaba con intriga e interés, definitivamente no se salvarían de mi.

-¿Qué tararean?- pregunte para conocerlos más y pues... hacer un poco más “amena” esta invitación.

Se detuvieron para no dejar atras a la pequeña ademas del hecho que les habia hecho una pregunta..

- ¿Que tarareamos?- se quedaron un minuto pensando

[color=green]- no tenemos la menor idea, pero lo escuchamos en algun lado-[color] subieron el volumen, para pronto llegaron asu casa, la casa era de estilo algo rustico, pero de igual manera era enorme, contaba de 6 habitaciones amplias en el 2 piso, en el primer estaba la estancia, una cocina de acabado de madera y un aula de musica, el bar, y un patio igual de grande...

- Bienvenida, esta es nuestra humilde casa-
roy le da el paso jimmy habia corrido a cambiarse con alguna de su nueva ropa

-de aquel lado esta el bar, se nota que ese era el motivo de que aceptaras la invitacion- guardo las cosas que compro dejando a la pequeña sola para que usmeara, ellos no desconfiaban de nadie, ya que no les gustaba que lo hicieran de ellos hasta para ser ladrones tenian sus principios...

Sonreí ante su respuesta sobre el tarareo, eran unos chicos simpáticos, y muy inusuales; rápidamente llegamos a su humilde morada, y humilde, era solo una forma de decir, una casa gigante, bastante rustica y llamativa, era sencilla pero en eso estaba su encanto, Roy me invito a pasar, era capaz de reconocerlos a pesar de que eran casi idénticos, si no fuera por su “algo” quizá me confundiría por un tiempo.

Me sonroje suavemente cuando dijo aquello, no quería que pensara que era una aprovechada, sin embargo no me gustaba andar con patrañas sobre mantener las apariencias, como ambos gemelos se fueron a lo suyo vague unos instantes viendo el resto de la casa, muy linda y bien cuidada, y luego me dirigí al bar, me serví algo suave, no quería pasarme en tragos y descontrolarme sin querer, eso era una pésima idea, me senté en un asiento de estos altos que había en el mismo bar, y bebiendo lentamente espere que alguno de los gemelos llegara hasta a mí, conversar, conocernos, lo que fuera, pero no quería solo estar ahí, sin embargo esperando acabe mi trago, decidí ir a la cocina y lavar el vaso, encontré un paño para secar la vajilla, así que devolví el vaso seco a la estantería del bar, y mire todo con una sonrisa levemente infantil.

Como seguía esperando que alguno de ellos llegara, pensé en como hubieran crecido mis hermanos de haber vivido una vida normal, luego solo suspire y empecé a curiosear la casa, entre a una sala con instrumentos, lo que supuse seria de música, a alguno de los gemelos le debería gustar la música, eso era seguro, solo sonreí viendo la gran variedad de instrumentos, y sin querer pase a llevar un instrumento, el cual sonó pero no se cayó ni nada, sin embargo no pude evitar dar un respingo, por el susto –Que ridículo, una fantasma que se asusta- musite muy bajo asegurándome que no había pasado nada malo.

Roy llega hasta donde estaba el ruido ya se habia cambiado ahora iba con un traje estilo mafioso, pero con su gorro que amaba, se divirtio observando como se asustaba, aunque su actitud no lo reflejara ella aun era una niña, la risa lo delato asi que se acerco a tomar el instrumento que se habia caido

-Perdón pero de veias linda mientras curioseabas- dejo el instrumento en su lugar y se acerco a un violin que estaba cercas
-¿te gusta la música?, yo la amo, y por eso este lujo de tener un salón de música tan enorme- se coloca el violin en el hombro para comenzar a tocar, comenzo con algo suave para despuer comenzar "el trino del diablo" de paganinni, que era su violinista favorito, era bueno en lo que hacia y se perdia cuando lo hacia, se vio interrumpido por un aplauso

-Bravo hermano, como me encanta escucharte tocar- jimmy le dedica una sonrisa, tambien se habia cambiado, pero este llevaba su ropa estilo mafioso un poco mas descarada la camisa entre abierta y su cabello alborotado
-solo te burlas Jimmy-
-sabes que no es asi, pero en fin- se sienta en un sillon que estaba en ese lugar -dinos Elizabeth, que te trajo a este reino tan aburrido, aqui solo hay personas que les gusta la naturaleza y viendo como eres, no entiendo porque elegir el reino de treboles cuando puedes ir a otros lugares interesantes-

-dejala jimmy tal vez a ella le gusta explorar, no la hostigues- deja el violin
-ire a preprarar la comida, si te molesta mucho puedes maltratarlo tienes mi permiso a veces es mas fastidioso de lo que yo puedo ser-

-oye- infla las mejillas mientras ve como se aleja roy- ¿y bien?-le sonrie ampliamente...

Seguía concentrada en verificar que al instrumento no le sucediera nada y escuchar la risa de uno de los gemelos me hizo dar otro respingo, lo mire, por un segundo furiosa por asustarme, pero como el hablo y dio un comentario “amoroso” la furia se me disipo y se sustituyo por un poco de pena, la cual se reflejo en mi pálido rostro que tomo un leve tono rosa, sobre todo por las mejillas.

-Ham... no la adoro... pero no me disgusta, o sea, siempre se puede disfrutar de una buena pieza de música, aunque no sea mi mayor pasión.- respondí suavemente, y luego escuche como el peliverde se lucia tocando el violín, lo hacía bastante bien, se podía decir que era muy bueno, cuando se detuvo ante los aplausos del otro gemelo, también di unas palmaditas, merecía el reconocimiento que era bueno, sin embargo no alcance a comentar nada.

Jimmy era el que había entrado, y mucho más relajado se sentó en el sillón, su aspecto era de cierta forma seductor, a diferencia de su gemelo que era más guapo, pero no tenía ese toque seductor y sexy, que solo variaba e los pequeños detalles más osados del otro gemelo. Mire atentamente a Jimmy, y lo que decía, continuamente lo que ambos gemelos decían, no pude evitar sonreír, una vez Roy se fue mire a Jimmy para responderle.

-vine al reino verde porque…- pensé un momento en que me llevo hasta ese reino pacifico -Realmente no se- me encogí de hombros –Estaba de mal humor, y quería ir a algún lugar donde no conociera a nadie, así si me desquitaba con alguien no me dolería luego….- pensé un segundo y añadí –Pero el mal humor casi se me ha ido por completo- di una ligera sonrisa al gemelo, con un leve toque coqueto, pero algo casi insignificante y empecé a ver qué instrumentos tenían, pero sin tocar nada esta vez.

-Ustedes son unos ladrones muy especiales, amantes de la música, buen gusto en ropa, de un reino pacifico, y confiados, bastante especiales- mire por un segundo al de ojos verdes, y luego seguí viendo los instrumentos, mirando de reojo de vez en vez al joven que seguía en el sillón.

Jimmy se rasca la cabeza al sentirse mirado, era un tipo de "no estoy nervioso" aunque si lo estaba, cuando le conto que su mal humor se habia ido casi por completo, una amplia sonria se le dibujo en el rostro

-pues veras Elizabeth tal vez seamos algo singulares, somos ladrones no por la maldad de el hecho de robar, de hecho hace tiempo que dejamos de aceptar trabajo por dinero, fue mas por el hecho de divertirnos- se acerca al piano y toca algo ligero en lo que sigue contando
-Siempre fuimos inquietos, y mi madre al tratar de volvernos magos, amm no le dio tanto resultado sin mencionar que eramos un desastre con la diciplina, asi que fuimos botados por el maestro, claro no sin antes llevarnos conocimiento- detiene la música y sonrie

-y la música es mas la pasión de Roy, yo aprendi al verlo, pero me gusta mas verlo tocar, que hacerlo yo, el es mas "hogareño" creo yo, supongo que por ser el mayor- se levanta y comienza a olisquear

-espero que tengas hambre, parece que Roy cocina estofado, que delicia- se saborea y se sonroja levemente

-en lo que esta, ¿quieres ver nuestras habitaciones?- corre hacia la entrada del salon subiendo por las escaleras

El peliverde sonreía, lo mire fijamente, pues ya había acabado de curiosear todos los instrumentos; empezó a hablar, responder sobre lo que dije anteriormente, lo escuche con atención, no quería ser mal educada ni nada por el estilo. Mientras habla se encamina al piano, lo mire con curiosidad, al parecer el otro gemelo no era el único que sabía de música.

Era una melodía ligera y suave, pero estaba bien tocada era agradable de oír, seguía hablándome mientras tocaba y yo lo escuchaba con una tenue sonrisa en mis labios, ya por lo menos estaba conociendo bastante a estos gemelos y sonreía satisfecha ante la idea, luego dejo de tocar y en sus labios se poso una linda sonrisa, me siguió hablando y yo seguí mirándolo mientras escuchaba.

-Sí, definitivamente Roy era el más hogareño, pues Jimmy, parece más del tipo rebelde y galán- pensé mientras lo miraba y nuevamente volvió a habla, -Comida?...- pensé por un momento, nunca sentía hambre, era algo lógico, pero podía comer sin problema, aunque no pude evitar sonreír sarcástica y dar un comentario similar –Crees que lo necesito?- seguí con esa sonrisa burlona y moví mi cabello casi con superioridad, si, a veces se me salía esa personalidad antipática que amaba, sin embargo el solo me ignoro, lo que me descoloco, y me invito a ver sus habitaciones, corrió hacia las escaleras, así que no me quedo otra más que seguirlo, aun algo confundida por su no reacción hacia mi comentario, lo que siempre pasaba e que se molestaban, cohibían o apenaban, a excepción de unos cuantos que me seguían el juego, pero era primera vez que me ignoraban y no sabía qué hacer, así que rápidamente tome mi forma fantasmal y flote alcanzándolo, al estar detrás de él volví a ser corpórea y visible.

Por un segundo recuerdos cálidos y familiares vinieron a mi mente, al sentir el olor del estofado, la calidez de ellos, sin quererlo me quede sonriendo casi con alegría mientras seguía al castaño –Seguro que tu hermano cocina delicioso- dije en un tono suave, tal cual el había ignorado mi respuesta anterior, yo ignore haberla dado.

OFF:: si me eh equivocado al colocar los nombres, los eh colocado al revés o algo, disculpadme u///u

Jimmy primero la lleva a su habitacion la cual curiosamente estaba ordenada, era de un tono verde claro, su cama era enorme y con colchas suaves, las ventanas daban al patio trasero, tenia una repisa en la cabecera de su cama, con peluches de conejos de todos colores, un espejo enorme aun lado de un armario que parecia otra habitacion

-si Roy cocina delicioso, por eso dejo que lo haga el yo siempre termino dejando todo sin sabor, y un poco crudo, el me deja las tareas domesticas, que es en lo que me luzco- se lanza a la cama da varias vueltas sin caerse
-como notaras si somos diferentes, a veces no toleramos que no nos identifiquen, pero como nos amamos lo dejamos pasar sin mencionar, que el siempre lleva ese feo sombrero en su cabeza- se para de la cama
-sabes me encanta mas la habitacion de Roy- camina hacia la habitacion de enfrente
-espero que te guste lo extravagante- abre la puerta y la tonalidad del verde de la habitacion era aun mas clara que la de jimmy, toda las paredes y techo llenos de cuadros, cuadros de collage de pinturas, y un candelabro hecho de figuras de vidrios de colores que daban iluminacion tipo auroraboreal a la habitacion, la cama casi rozaba el piso y era individual el piso estaba lleno de libros y partituras, jimmy cierra los ojos y toma de la mano a la chica
-escucha- susurra lentamente y da un suspiro, una tona suave sonaba con el viento- Roy hizo que los agujeros de las ventanas formaran notas, al rozarse con el viento, es algo ingenioso, el ama tanto esta habitacion, que casi siempre duerme conmigo, se mete aqui cuando esta triste o tiene algo en que pensar- se escucha la voz de Roy llamandolos

-estofado wiiiii- corre como loco

Llegamos a la primera habitación, era del gemelo que guiaba el tour, bastante linda, ordenada, y con conejos, ¿Conejos?, los mire curiosa o era que me gustaran, eran tiernos pero solo me llamaban la atención que estuvieran ahí, escuche lo que Jimmy tenia para decirme –Bien, recordare que Roy es el que cocina y que lleva ese sombrero guay- dije suavemente, viendo como giraba, me volví incorpórea y levite sobre la cama del chico para ver los conejos, aun no lo creía, un chico, además un ladrón, con conejos de colores en su habitación, prácticamente estaba levitando sobre Roy y no sabía si él me notaba o no, o sea, notaria que desaparecí pero me entraban dudas si por ser mago me podría ver estando en mi “estado normal”, pensé que si y estando en el aire hice un gesto para ver si me veía, se coloco de pie y volví al suelo y a ser tangible para seguirlo.

Llegamos a la habitación de Roy era tal cual dijo Jimmy, “extravagante” y hermosa, además de única, cuando Jimmy me mostro lo del viento y las notas realmente me sorprendió, el otro gemelo realmente amaba la música, mire toda la habitación y era increíble verla, demasiado hermosa, tranquila pacifica y especial, me emocione tanto que sin darme cuenta empecé a dejar un rastro de escarcha a mi alrededor y por donde ya estuve, algo que usualmente controlaba, pero esta vez deje ser por la emoción de aquel cuarto.

Vi como Jimmy corrió como loco cuando Roy aviso que el estofado estaba listo, no me quedo otra que ir tras él, con una ligera risa, me agradaba el chico.