La princesa y el perro

Nada que llevara una etiqueta que pusiera "Drink Me" puede ser malo-le dije confianza,basándome en los pensamientos que había tenido antes, fruncí el ceño y le mire con curiosidad y a la vez algo de congoja, así que él era un ser mágico, más detectaba el deje irónico que había tras sus palabras, El cuento de Alice, era una leyenda según me habían dicho, por lo que tendría algo de verdad al fin y al cabo- Apenas he conocido a humanos llegados de ese otro uque no es Wonderland, pero es cierto que nosostros tenemos habilidades que ellos no poseen y apariecias variopintas en comparación, por lo que tal vez indicarnos a nosotros como seres mágicos sea más correcto...para descrbirnos en comparación con ellos-le dije tras meditarlo.

-Da igual -A pesar de la confianza que podría tener ella en cuanto a esas cosas, por mí parte me era algo dificil tomarle confianza a algo a la ligera, y en parte era exasperante, más que todo para el otro. La leyenda de la niña del Wonderland la notaba muy, trillada, si contaba la historia del Wonderland en concreto, pero los humanos comenzaron a agregarle más cosas, algunas sin sentido, eso hace ver al mundo y sus habitantes más locos de los que ya están.

-La mayoría de los humanos que conozco son de aqui, y todos tienen habilidades, pero algunos humanos que han caído por la madriguerá consiguen habilidades raras, aún hay un misterio tras todo eso

Me llevé de nuevo la taza a los labios, callendo en que estaba de nuevo vacía, más creía que era imposible que me tomara otra taza, sentía que si tomaba otra más, se me quitarían las ganas de beber té de por vida. Así que posé la taza de nuevo en su platillo, negando con la mano cuando uno de los roedores se acercó para volverla a llenar. Suspiré y tomé una pasta de la mesa dándole un bocado para acabar degranándola entre mis manos, miré a Nero plácida y pensativa-Los humonos de ese otro mundo son un misterio para mí-comento- Si fuera al contrario y yo acabara en su mundo no sé que sucedería, quizás perdiera mis poderes o como ellos surgirían otros en mí, no sé-sonreí- No creo que durara mucjho en ese otro mundo y tu serias allí más extraño que yo -dije haciendo referencia a sus orejas.-De todas formas podría ser divertido ver otros mundos.

Ver otros mundos. eso sonaba bastante divertido, y me embriagabá la curiosidad de saber como convivian los humanos en ese mundo, ¿habrá semi-humanos hayá? Bueno, algunos humanos que llegaron por la madriguera dicen jamás haber visto uno en su vida, pero vale la pena pensar en una posibilidad. Un roedor dejo otro platón de galletas en la mesa, agarré una de ellas y comencé a juguetear con ella, rodandola por la mesa, algunos roedores se me quedaban viendo, nisiquiera le prestaba atención.

-Creo que si yo llegó a ese mundo, creo que perdería esto -Y llevé mis manos a mis orejas- Y si no fuera así, ¿Que pensaran los humanos de mí?

¿Estaba inquieto? ¿O es qué tan sólo estaba deliberando lo que le había dicho? Me fijé en como hacía rodar la galleta sobre la mesa y como algunos roedores se le quedaban mirando sin expresión, puesto que en verdad nada de eso tenía, reí para mí divertida, poniéndo la mano, delante de uno que era más pequeño que todos y que miraba fijamente la galleta que tenía Nero. El ratoncillo no dudó en subirse a mi mano y tomarse los trocitos que yo misma había roto, los otros ratones se quedaron mirando a su compañero desaprovadoramente, ellos sólo servían no podía comer, pero ya que se lo había ofrecido yo... no podían hacer nada...

A lo mejor desaparecerían, aunque sería algo trágico-comenté- Y si las tuvieras te pondrían por alguna clase de ser extraño o algo parecido, la verdad es que no sé, o quizás tan sólo creyeran que es alguna clase de broma. En mi caso pienso que desaparecerían mis poderes, lo lametaría mucho si eso sucediera. Decidido-dije poniéndome en pie-algún día voy a ir al otro mundo-mis ojos resplandecieron antes de ponerme colorada y volver a sentarme, devido a que había tirado sin querer al ratoncillo de mi mano.

Y hasta ahora fué, que me di cuenta de que algunos roedores me miraban como un ser extraño que jugaba con una galleta, por un instante pensé en sentirme avergonzado, pero me retractó de verme débil ante unos miseros ratones, tenía orgullo como todos en el reino de corazón. Terminé de jugar con la galleta y la llevé a mi boca, sin masticarla, solo manteniendola entre mis labios, me abstenia de solo escuchar cada palabra que decía Yuki, verdaderamente, si llegará a ese mundo no quería perder mis orejas, no me imaginaba con unas normales y humanas. Cuando Yui se levantó, auntomaticamente alcé la mirada, al final terminé por volverla a bajar y ver como el roedor que tenia en la mano se iba a hacer sus deberes.

-Tafvesh -Hablabá con la galleta en la boca, y esta se movía de arriba a abajo por cada palabra que articulaba, al ver que se veía ridículo me la saqué- Aunque sigo pensando en que si me ven, me metán a un zoologico o a un circo, y terminen por tirarme maní como pagá

Lo miré durante un momento, fijándome en como movía entre sus labios la galleta, Nero era muy divertido, en algunos momentos juraría que incluso me recordaba a mi hermano Zero, claro que esos momentos en los que Zero no estaba serio, suspire para mí. Volteé la cabeza viendo que aun quedaba mucha gente, y seguía sin verse Mad, ¿donde se habría metido? Negué con la cabeza y sonreí de nuevo a mi caompañante con una sonrisa encantadora.

No es lo que es un zoo-dije con sinceridad, había visto circos, pero un zoo... ni si quiera podía llegar a imaginarme algo así, sería lo más probable como un hotel donde mantenían a los semi-humanos o algo por el estilo.-Pero suena divertido...

-Un zoológico es un lugar donde los humanos encierran a los animales y se divierten mirandolos a travez de las rejas -¿Divertido? Claro, para quien tuviera una mente errada y psicopatá sonaba divertido ver como los tristes animales intenta liberarse de aquella prisión que tanto odian.

-Aunque, en los zoológicos tambien se guardan "criaturas extrañas" para el disfrute de los humanos -Y con extraño me refería a mi raza, los semi-humanos, bueno, eso era lo que habia escuchado de algunos humanos que llegaron al Wonderland- ¿A que ahora suena menos divertido?

¿Eso es un zoológico? Un lugar donde encierran a los animales y los miran desde detrás de unas rejas, eso era algo inhumano, pobrecillos animales, tener que estar encerrados en unas jaulas para vivir y lo más probable es que no lo dejaran salir, yo disfrutaba hablando con muchos animales, sería duro verlos tras unas rejas, sin embargo era lo que me estaba contando Nero, se me ponía la carne de gallina de sólo imaginarlo y no sólo a los animales, también a los semi-humanos, me estremecí. No, ese no era un lugar divertido, quien podría divertirse con el sufrimiento ajeno. No suena divertido, la verdad-le dije-Me cuesta creer que alla lugares así, es monstruoso en muchas maneras, nunca dejaría que te encerraran en uno Nero, antes... incluso lucharía-negué con la cabeza.

Creó que la aterré, pero estaba diciendo la más mera verdad, los humanos podían llegar a ser meticuloso, crueles y manipuladores cuando querían, y por sobre todo, cuando era una raza "inferior" a ellos, o era un ser extraño nunca antes visto, pero no todo es así, algunas veces mataban a los animales por simple diversión, eso era más inhumano aún, todo eso lo había escuchado, y costaba plenamente creer en ello.

-Sí bueno, es mejor eso a que me maten -Y de solo pensar en esa idea aterraba, verdaderamente aterraba- Hay humanos buenos, otros malo, y otros que verdaderamente no parecen humanos....-Recargué mi espalda al espaldar de la silla- Solo hay que pensar que tipo de humanos son los que hay allá

No estoy de acuerdo-dije seria y mirando hacía la mesa-yo preferiría morir mil veces antes de que me encerraran en un lugar pequeño y si escapatoria de salir, dejando que cientos de personas me contemplasen a cada segundo que quisieran-alcé los ojos y le miré-la muerte es una opción más que tentadora respecto a vivir en cautiverio y sin libertad el resto de tu vida.

Tras decir eso callé unos segundos, negando con la cabeza y un tanto aturdida, hoy había aprendido con Nero muchas cosas en las que consistía la crueldad, desde los ciudadanos del reino de corazones hasta los humanos de ese otro mundo, nunca me había dado cuenta hasta ahora de lo cegada y encerrada en mi reino que había estado a hasta ahora, sin poder ver las cosas malas que aquejaban este mundo y de aquellas que lo estropeaban, por primera vez en mi vida había abierto los ojos. Y lo peor era, que ni siendo una princesa, podía cambiar este echo.

Me causaba gracia, ver como una chica con Yuki, que llegó siendo una persona que no conocía nada, el solo hecho de hablar conmigo le hizo cambiar muchas cosas, no sabía que podía ser tan influenciable, pero, ¿Eso era bueno o malo? Tomando en cuenta la personalidad pasiva de Yuki, no sabía que decir respecto a eso, en cambio, ella parecía decidida en todo lo que había dicho, cosa que me sorprendió bastante.

-Hmm....Mejor cambiemos de tema -Sí, no quería que estó se volviera una batalla campal contra los humanos y salir implicado por eso- Dijistes que eras del reino del treból....¿Eres ciudadana nada más?

Otro roedor más se acercó para servirme una taza más de té, estos animales parecen no tener descanzo alguno. Yuki parecía titubear e incluso tensa cuando le pregunté aquello, ¿Pero que dije? Solo le pregunté si era ciudadana, si respondía que sí no habría problema, tomé la taza y dispuse a darle un sorbo, más cuando escuhé eso de "Princesa" escupí exactamente todo lo que había retenido en la boca, manchando el mantel, ¡Y a mi que me importaba el mantel! Tosía levemente por eso, estaba frente a la princesa de trebol, ¡Jah! ¡Lo sabia! Sabia que ese aroma se me era familiar.

-Siempre me topó con la realeza -Susurre para mis adentros mientras rodaba los ojos- A mi no me importa la cuestíon es que te importen a tí -Mencioné mirando la taza de té, dejandola a un lado- Así que...Princesa, por obvias razones, ¿Tú conoces al príncipe vamp...Es decir Zero? -Me correjí, sería raro que le digo a ella como lo llamó a él-

Creo que Yuki se enojó, ¿Dije creo? ¡Obviamente se enojo! ¿Quien no lo haría si ves que tu invitado escupé el té en el mantel? Aunque no soy invitado tan siquiera, ella llegó a mí así de simple y entamblamos una conversación desde entonces, verdaderamente me sorprendió que fuera de la realeza, y que sea hermana de Zero, aunque no sanguíneo por lo que ella relataba, sino adoptivo, su cara cambio de enojada a orgullosa forzosamente, confundiendome en algo. ¡Jéh! ¿Que si lo conozco? Pués todo lo que vivimos ese día en el bosque es memorable.

-Lo conocí en los bosques -Apoye mi cara en mi mano, una sonrisa burlona aparecio en mis labios- Por él me apuñalaron en el hombro, y tomó parte de mi sangre cuando tenía la hemorragía -Para mí todo eso era divertido, aunque el haya intentado ayudarme, terminamos por ayudarnos mutuamente- Tuve que ayudarlo a regresar al reino de tréboles, el tipo no tiene nada de boy scout

Sí, recordar todo aquello que paso es la prueba del día. Tantas cosas que vivimos, como cuando lo ví tomando la sangre de un venado, eso fue lo divertido, hasta que intentó matarme disparando, y no me creía que de alguna forma u otra terminamos siendo amigos, aunque su gran frialdad estaba de por medio, no cambiaría su amistad por nada, al igual que la de Yuki.

-Por nada, solo para la próxima vez que se llevé un mapa -Bromeé guiñandole el ojo a la otra, la verdad si me lo llegará a encontrar perdido nuevamente en el bosqué, me burlaré de él y con más ganas aún.

¿Un mapa? Me extrañaba que Zero no llevara uno con él, con lo previsor que era de seguro que lo normal sería que siempre llevara uno encima, pero eso me llevaba a pensar en que tampoco lo había visto consultar un mapa, quizás tuviera uno, pero sino sabía utilizarlo de nada serviría de todas maneras. Así que cuando regresara a palacio, le preguntaría si quería que le enseñará. Torcí un poco la vista hacia el mantel, tal vez se lo tomará un poco mal, conociéndole, odiaría que lo tomara como alguien que no es capaz de andar por este mundo ni si quiera con un mapa.

Nero-dije tras un momento de seguir cabilando mis opciones-¿en qué condiciones exactas os conocisteis? ¿recuerdas acaso lo que el hacía? Ya sé que estaba en eñ bosque y que lo ayudaste y por eso te estaré eternamente agradecida, pero sabes que es lo que le llevo allí... a veces me preocupo por él, más de lo que debería-sonreí con tristeza.

¡Mierda! ¿Ahora que debía decirle a Yuki? Habia prometido a Zero no mencionar nada acerca de su "vampirismo" aunque Yuki fuera una persona de confiar. Bueno, tampoco podía llegar y decirle: "Lo conocí porque lo ví tragandose la vida de un venado" Sonaba más loco que ilógico, viendolo así, de seguro Zero me iba a matar con su "arma especial" ¡Bah!.

-Uhm, es mejor que te lo cuente él -Y afinqué ambos codos en la mesa a la vez que recargaba mi barbilla a mis manos- Porque si te lo digo yo creo que me terminará asesinando

Perro que ladra no muerde.

-Jum.... ¿Porque esa frase lo tomé para mí? -Murmuré divertido viendo a Yuki.

Es cierto eso, Zero era como cualquier otra persona, habladora más no accionaría, la única vez que lo ví hacer algo fue cuando me defendió de los guardias de rojo, y agradecía bastante ese gesto aunque no se lo demostrará, y en cambio, solo lo molestará a él llamandolo "Señor Vampiro".

-No te preocupes, suelo escuchar esa frase a diario -Nuevamente, tomé una galleta, la banmdeja seguia repleta y humeante de estas- ¿Y entonces, señorita princesa, que hace por estos lugares? Que yo sepa, la realeza casi no sale