donde andará hatter? (Priv Heigha)

Era dia viernes, ya el atardecer, las campanadas de la torre del reloj indicaban las 5 en punto. La torre del reloj podia oirse perfectamente si te encontrabaes en, o cerca de la interceccion; y yo la oía porque me dirigia a la sala de té.

Habia tomado el tren, hasta el corazon de wonderland, y el resto del camino lo recorria caminando, llevaba una capa roja y una canasta con pasteles, tal como una historia que a muchos noc contaban de pequeños, solo no esperaba encontrarme con una bestia feroz.
Recuerdo que anteriormente ya habia visitado la sala de té, en busca de el sombrerero para pedirle un sombrero especialmente para mi, y en esa ocasion no lo encontre, esperaba contar con la suficiente suerte ahora, y de hallarlo lo convenceria con los pasteles, si fieran de su agrado por supuesto, sino, ya vería la forma de lograrlo.

Divagaba en el bosque, pero pronto halle el claro donde la sala se hallaba, con la famosisima mesa del té colocada adecuadamente, las decenas de tazas al frente de cada asiento y las teteras mostrando el hervor de la deliciosa bebida, asi como varios postres de acompañamiento colocados por el centro y con algunas flores como adorno...
Mire a un lado, al otro; parecia no haber nadie... que mala suerte... de nuevo.
Camine hacia la mesa, quizas si esperaba un poco alguien llegaria, y ademas el suculento manjar a mis ojos seria aprovechado, hablando de ello, era extraño ver la mesa siempre tan cuidada, si hatter casi nunca se hallaba, quizas habia alguien mas que se encargaba de ello; coloque la canastita sobre la mesa y me sente a la silla mas cercana, tome la tetera mas cercana y la incline sobre mi taza, pero nada salió... me estire sobre la mesa para tomar otra tetera que soltaba mucho hervor, seguro estaba llena, la incline sobre mi taza, y de nuevo nada! me puse de pie y fui por otra tetera con la que servi en la taza mas proxima, al fin obteniendo el liquido al cual di un sorbo casi de inmediato, era un té deliciosamente preparado, pronto regrese y me sente donde antes lo habia hecho, notando que mi canasta habia desaparecido. De nuevo estaba alli, de pie, con las manos apoyadas en la mesa y buscando por todo el lugar, con la mirada, mis preciados pasteles...