Encuentro inesperado, esperado [Priv: Senri Shiki]

Nuevamente había una reunión de la aristocracia, la invitación llegó a la mansión principal de los Senri y la orden fue decretada por su padre; Shiki tendría que ir en nombre de la familia ya que su padre saldría a atender otros ‘negocios’, lo que significaba que se llevaría consigo al mayordomo del pelirrojo. El joven vampiro apretó las manos y con una reverencia se retiró del salón, sabía que su padre se llevaba a su juguete –mayordomo- sólo para molestarle, pero no se lo permitiría de nuevo y la próxima vez le haría pagar.

Por otra parte aparecerse siempre como representante estaba subiendo su reputación hacía las nubes, lo que tenía su lado bueno y el malo. Por otro lado cada vez más nobles le reconocían y ofrecían negocios, incluso aristócratas de nivel superior, el problema era cuando los nobles menores se le acercaban ofreciéndole sus hijas como candidatas a esposa ¿Acaso creían esos ilusos que Shiki se casaría con basura como ellas? El tenía aspiraciones más grandes, incluso un trono.

Caminó con total elegancia y gracia por el corredor haciendo su entrada en la “reunión”, saludó e hizo reverencia frente a los precisos, soportó los ofrecimientos de esposas y todo el procedimiento clásico. En un momento de su travesía logró escuchar entre susurros que “El apuesto conde vampiro tiene competencia” no pudo evitar sorprender, ¿Competencia?, ¿Él?, debía ser una broma así que no le prestó mayor atención, pero en otro grupo de aristócratas jóvenes volvió a oír un comentario similar “Ambos condes poseen un cabello rojizo, ¿Cuál crees que es más listo? o más atractivo?” ¿Otra vez?, le molestaban los rumores y los susurros así que se alejó un poco de la multitud con el entrecejo algo fruncido. ¿Qué se supone que era todo eso?, ¿Otro conde? Y además… ¿Su competencia?, Shiki no competía, no necesitaba hacerlo porque ningún conde estaba a su nivel.

El vals comenzó a sonar y Shiki con la gracia de un vampiro se desapareció entre la masa aristócrata, no iba a bailar, las damas más importantes ya estaban en la pista y sólo quedaba basura, él no hacía caridad con nadie. Su mirada de fue hasta un enorme ventanal abierto que guiaba a un balcón iluminado por la luna llena, sonrió levemente sin prestar mayor importancia y salió, necesitaba respirar y liberar la tensión que le provocaba estar con tantos nobles de bajo nivel en un mismo lugar. Al encontrarse fuera pudo ver una silueta algo delgada, elegante y distante, no le prestó mayor atención hasta detenerse en un detalle ¿Cabellos rojizos?, era una broma… seguramente era el famoso conde, no pudo evitar sonreír asomando los colmillos con total diversión –actitud que cambió al instante-.

“Es peligroso estar sólo en un lugar como este, Conde…” hizo una pausa “En las noches de luna llena salen los vampiros” le dijo con total naturalidad y elegancia, apoyándose en el barandal y mirando la luna llena “Además estamos en una reunión de nobles, podrían asesinarle..” agregó dedicándole una mirada y una sonrisa bastante falsa. Cuando sus miradas se cruzaron una sensación extraña le recorrió, era como si le conociese de algún lado. Se quedó algo perplejo unos segundos, pero le restó importancia al instante ya que quizá le vio en otra reunión, aunque por alguna razón el asunto le molestaba.

“Entonces no hay de que preocuparse, me da algo de envidia, sabe cuidarse solo, yo dependo de mi sirviente” comentó con total naturalidad algo que era falsamente verdadero, si bien; Shiki dependía de Shin, no era porque no supiese cuidarse a sí mismo, si no porque le era más divertido de esa forma ”Podría decirse que soy un blanco fácil,no?” le preguntó como si esa clase de temas fuesen normales entre nobles.+ y en parte lo eran, después de todo... todos eran enemigos entre sí, ya que todos deseaban el poder, o esa era la forma en que se suponía que todo siempre debía ser, ¿Sería Kaede Higa una excepción a la regla? no, no había forma de ello, por eso Shiki se le acercaba, porque además de haber tenido que aguantar como todos lo mencionaban... deseaba destruirle al igual que al resto.

Notó como el otro se recargaba en el barandal con total tranquilidad y luego inquirió en sus palabras “El vals?” preguntó como si no lo hubiese notado y luego le miró "No soy muy fanático de los bailes" hizo una pausa “O quizá he venido hasta aquí para invitarle a bailar” dijo con su tono serio “Sólo bromeo.” Finalizó con elegante pereza, las bromas de los labios de Shiki sonaban apagadas y es que no solía hacerlas y le gustaban.

Junto a ellos había una pequeña mesita de dimensiones preciosas y tallado elegante, sobre ella habían un par de copas de vino, como si aquel escenario hubiese sido planeado. El vampiro se acercó a ellas y sujetó una copa entre sus dedos, sirvió con clase y etiqueta el contenido de la botella en ambos cristales y le extendió una a su acompañante ”Tenga, y descuide no está envenenada…” agregó y se llevó la propia a los labios, saboreando el vino con delicadeza, deleitando el buqué. Shiki era un vampiro por eso adoraba el color del vino.