Adivina adivinanza ¿Qué busca la Liebre?

Como todas las mañanas decidí ir al bosque en busca de plantas para el té, puesto que la hora del te era uno de los momentos mas importantes del día, ¡mas que el desayuno! diría yo*risas*, y se que el sombrerero y la pequeña lirona estarían de acuerdo conmigo hasta el fin, serafín.
Pero como siempre ese bosque estaba lleno de plantas que no llegaban ni a la suela del zapato de un pulpo cojo y era una pena, por que daría lo que fuera por el mejor te del mundo, alomejor esos humanos que caen por la madriguera sabrían de plantas y hierbas buenas para un buen té, pero si son tan despistado para caer por ahí creo que no son de mucha confianza... pero tampoco puedo olvidar que yo soy despistada como nadie. Irónico, je.

Seguí caminando entre arboles y arboles escuchando como los pájaros cantaban y cantaban y cantaban... Empecé a tararear la canción del "No cumpleaños" ya que siempre se celebraba en la fiesta del té.

-¡Un momento!- me paro en seco -exactamente ¿qué estaba buscando yo? ¡No, no, no, no! maldita cabeza mía la próxima vez tendré que apuntármelo en algún lugar-grité.

En seguida vi unas pequeñas mariposas que pasaban por delante mio y empecé a seguirlas olvidándome como siempre de algo que no sabía que era.
Las mariposas se detubieron cerca ce una roca enorme donde decidí sentarme para estirar las piernas.

-Ayyyy... creo que mas tarde volveré a mi forma original de liebre, estas piernas humanas son demasiado incomodas...- Me quedé contemplando l baile de las mariposas un buen rato en aquella roca.

*Ah, era una mañana muy tranquila, algo muy inusual en la vida de Alice. Alice se estaba hospedando nada más ni nada menos que en el castillo del Reino de Corazones, se había vuelto oficialmente en la espía de la gran reina, por sus habilidades físicas, valentía y el poder transformarse en un gran conejo negro que le permitía salir airosa de situaciones difíciles, además que siempre conseguía lo que se proponía. Su habitación se encontraba en la planta baja y el interior estaba cubierto e corazones, así como paredes pintadas de rojo y negro, pero no lo malinterpreten…que sea parte del Reino no significada que dejara de pasar sus días en el pueblo, a fin de cuenta...ahí encontraba la mejor carne y siempre se sentía complacida de ayudar {algo que jamás hubiera pensado cuando recién llegó}
El día de hoy, el vendedor de carne le pidió a Alice que fuera al bosque en busca de algunas hortalizas, ya que le servirían como condimentos al vendedor para darle un buen sabor a la carne, así que Alice estaba más que determinada a ir por esa planta. Llegó al bosque sin ningún problema y decidió buscar bajo sus propios instintos ya que los carteles no eran confiables, y eso lo había entendido muy bien la vez anterior, no pasó mucho tiempo y por fin pudo encontrar las hortalizas que busca…todo gracias a su gran sentido del olfato, destreza y…a una foto que le dio el vendedor para encontrarla*
-Ese olor…-
*Alice ya pensaba retirarse pero sintió un olor repentinamente, nunca había sentido ese aroma pero a la vez lo sentía conocido, era similar al aroma de Alice en sus ropas pero imposible…la gemela de Alice no podría ser así que lo descartó inmediatamente…de quién provenía? Otra B-Rabbit? Nha, imposible también. Decidió seguir el aroma a ver a quién encontraba y cuando llegó hasta el punto donde el aroma se volvía más penetrante, pudo ver a una chica sentada en una roca*
-Un conejo!-
*Eso era…creo…a medida de que se acercaba, tenía más claro que era lo que olfateaba, humano no era…tenía que ser un animal definitivamente peor no uno cualquiera, era casi como Alice. Lo primero que se le ocurrió a Alice era un conejo así que lo gritó olvidándose que la chica estaba ahí…la habrá escuchado?*

-Un conejo!-

Cuando ya estaba dispuesta a dejar de seguir el baile mariposil de esos alados una llamada me desconcentró haciendo que olvidara por completo el baile. "Conejo!" UN conejo, ¿conejo? ¿Hablaría de Don tiempo? No, se estaba refiriendo a mi, una liebre, La liebre. Quizás yo fuera olvidadiza, quizás los nombres no fueran lo mio, pero aún así creo que es evidente que no soy un pequeño conejo.
Giré la cabeza, no muy contenta con mi respuesta interior y sobretodo para ver a la persona que había confundido a la liebre con el conejillo, y me topé con una chica con el pelo largo, muy largo, tan largo como el pelo

-¿A quien llamáis conejo señorita? - la miré con cara de enfado y bufé.
Bajé de un salto la roca, espantando a las mariposas que se encontraban ahí, me giré de nuevo para mirarlas - ¡Adiós pequeñas! ha sido un placer disfrutar de vuestro baile- estas revolotearon un poco mas por el lugar y finalmente lo abandonaron.

Me volví dando un pequeño salto acompañado de una sonrisa para encontrarme con una chica que me resultaba recientemente conocida.

- ¡Oh! ¿Quién eres?- entonces después de varias inspecciones lo recordé, era la chica que me había llamado conejo- Por si no lo habíais notado... yo no soy un simple conejito, soy una liebre y orgulla que estoy- y me coloqué bien el vestido a la espera de una respuesta.

*Oh…creo que a final de cuentas la chica que estaba ahí sí la llegó a escuchar, bueno medio bosque también. Bah, quien le mandaba a perseguir aromas…no quería demorarse en retornar al castillo pero si ya estaba ahí qué podría hacer. Regresando a la situación, la chica no parecía muy contenta cuando Alice exclamó la palabra “conejo”*
-No es conejo!~-
*Exclamó para sí misma al acercarse un poco y oler el aroma que rondaba en el ambiente, definitivamente el aroma que emanaba esa chica era menos perceptible y tenía algo así como flores, cosa que le desagradaba a Alice un poco ya que no estaba acostumbrada a ese olor, los dos únicos aromas que conocía a la perfección eran el de la carne (sus mil y un tipos) y su propia esencia natural. Bueno, ahora que encontró a la chica, no sabía exactamente qué hacer, sólo se dejó llevar por su instinto aventurero y siguió dicho olor, en ese momento sí que no lo planeó bien peor bueno, ante ella estaba una persona que no resultó ser un conejo pero que tenía un par de orejas largas en el tope de su cabeza, si no era conejo…qué era?*
-A ti ya no~-
*Respondió a la pregunta que le había hecho el ser aún por definir, después de haber olfateado con mayor calma se retractó de sus palabras ya exclamados, esperando que al menos se le quitará la expresión de enojo que tenía cuando le hizo la primera pregunta pero al parecer ya se le había borrado en cuestión de segundos al bajar de la roca donde se encontraba y más bien el enojo parecía haber sido reemplazado por distracción, definitivamente esa chica era más rar…digo más distraída que la propia Alice*
-Eh…Alice…Alice Baskerville~-
*Juraba que la chica estaba “molesta” hace unos segundos, era bipolar? Olvidadiza? Uhm, cualquier cosa que fuera hacía sentir a Alice más normal de lo usual y eso sí que era impresionante, de todas maneras no quitó que Alice respondiera con una expresión de desconcierto total. Antes que pudiera volver a decir algo, la chica añadió que era una liebre, claro! Eso era…bueno, cualquiera se puede confundir no?*
-¿Cuál es tu nombre niña liebre?-
*Alice se refirió directamente a ella como a una niña, se veía inocente y pequeña, sep, no podía equivocarse ésta vez!. Alice también parecía ser menor por su pequeña estatura pero de inocente no tenía nada y de menor ni qué decir…*

Iba volteando la cabeza de un lado a otro mientras observaba como la chica estaba desconcertada, ¿por qué lo estaría? ¿había algo raro ahí? ¡Ah! Me estaba mirando a mi... va a ser que soy yo lo “raro” de aquí.
- Pues espero que sea así chica... no puedes comparar una Liebre con un conejo... no hay color, las liebres somos más... Divertidas y... emmm... ¿de qué hablaba?- me quedé pensando y volví a mirarla fijamente- ¿Y tu eres...? ¡Ah! sí, la que confunde conejo con liebres y nubes con tierra...- Entonces la chica finalmente se presentó.

-¡Oh! ¿Eres la famosa Alice?- dije emocionada aún no había conocido a esa Alice- Espera... no, has dicho Baskerville... entonces no eres ella... que pena- agaché la cabeza con decepción mientras cruzaba los brazos y hinchaba mis mofletes.- El nombre Alice debe ser muy corriente... hay demasiadas- sin hacer caso de la pregunta de Alice me di la vuelta y fui adentrándome un poco más en el bosque olvidándome de que estaba con alguien hacia penas unos segundos.

Seguí caminando hasta que un árbol enorme se cruzó en mi camino.
-No, no, no señor árbol, no se le tapa el camino a una señorita, ¿lo sabía usted? Es una falta de respeto por su parte, si, si- y me senté con las piernas cruzadas delante del árbol mal educado esperando a que se apartara.
-No piense que daré yo la vuelta, por que, sin ofender, es usted muy grande y yo muy pequeña para rodearlo, así que, si me es amable apártese sino pues esperaré hasta que me deje paso.

*si quieres sigueme xDD y perdona que al final la ausencia se ha alargado mas de lo que quería T___T*