Una Fiesta a punto de ebullición

Venía caminando desde el gran agujero, vagando cual forastero llegado a una nueva tierra. Y no era para menos, La mística y misteriosa Wonderland que tanto se habia rumoreado existir, se alzaba ahi frente a sus ojos.
Con sus extraños paisajes, sus cielos cambiantes y sus pisos tan estrafalarios, no se sentía tan fuera de lugar. Le recordaba a su casa. Su mundo

Empezó a divisar un claro entre los arboles de tonalidades curiosas (rosas, azules y amarillos tornasol). Se acercó despacio, escuchando el claro tintinear de tazas. ¿Que les parece? una mesa servida para tomar té.

"estrafalario...inquietante...no creo poder describirlo con más palabras" pensó para sí misma. Wonderland le ofreció una de las tantas vistas bizarras pero comunes.

Algo más llamó su atencion. Le pareció escuchar voces, personas hablando. Emocionada por encontrar humanos, apresuró un poco el paso. Al fin alguien podría decirle que rumbo tomar en este extraño mundo.

Se detuvo un momento. Tomo su chamarra y la cerró un poco, ocultando la cicatriz que llevaba en su vientre y tapandose con la gorra que traía la misma. No era una persona que luciera exactamente normal, y no quería comenzar una pelea o entrar en desconfianza por la manera en la que se veía. De extrema palidez y unos ojos azul electrico, la chica dio los ultimos pasos hacia la mesa.

-Buenas tardes- Saludó seria antes de mirar a las personas que ahi se encontraban...