Pelea! -Privado Meiling-

por Invitado Sáb Ene 14, 2012 11:11 pm

Era plena mediachoche; la luna alumbraba con fuerza y aquella luz plateada se filtraba por los àrboles y rosales carmesi, habia un silencio mìstico en todo el castillo y en todo el jardin, el luto del sonido invadia toda la tierra pero mientras se adentra uno al laberinto todo cambiaba. Una extraña exitaciòn se escucha tenue a los pies del labertino, cualquier ojo curioso que sigua aquel sonido sera guiado al centro del laberinto echo de ramas y hojas verdes.

En ese lugar se celebraba una contienda ilisita, un morbo que los adinerados y pobres siempre han sentido al presenciar, mas los ricos son quiene mas lo practican.

La bulla de la gente colocada en un circulo gritaba afanada con dinero en mano, y en el centro de aquel circulo 2 caninos semi humanos luchaban por su vida mas que por su honor.Una simple pela clandestina en los jardines del palacio se llevaba a cabo, los canes se mordian y rasgaban el cuerpo con fuerza y vigor. Pyro era uno de ellos, su hombro sangraba intensamente por una mordida feroz de su contrincante màs el otro perro yacia con un brazo roto. Las peleas de esta indole son algo con lo que el pelirojo ha crecido por lo que no le ve lo malo, es algo con lo que ha vivido y no sabe vivir de otra manera.

Uno tras otro el pelirrojo los derribaba con esmero y experiencia, era un can muy bien educado para ganar este tipo de cosas, y las apuestas crecian a su favor. -¿quien sigue?- pregunta retador con la sangre escurriendo como una extension de su cabello y las garras ensuciadas de carne ajena. No le spermitian pelear con mas armas que su naturaleza, el canino estaba agotado pero no lo demostraba, mas bien ru rostro mostraba exitacion y euforia, tanta como al de los hombres a su alrededor que pedian mas lucha, las apuestas estaban mas en contra suya, estaba cansado y algun otro le quitaria el trono de vencedor. no era posible que "el chico nuevo" sea tan bueno.

por **Meiling** Mar Ene 17, 2012 4:31 am

Se le dio la orden de dejar pasar a bastante gente ese día, lo cual era bastante extraño... Pero órdenes eran ordenes y ella no era quien para cuestionarlas, y no aun sabiendo el terrible error que cometió en antaño.

Pero el pasado era el pasado y ahí debía quedarse. Con gran pereza, la chica de cabello largo y rojo bostezo llevándose la mano izquierda hasta su boca. A veces, ser la portera tenía sus contras, como trabajar hasta noche de vez en cuando, como ese día. No importaba, podía dormir de pie, a veces lo hacía, especialmente a medio día.

Cruzó los brazos y cerró los ojos decidida a tomar aunque sea una siesta de cinco minutos. Pero, algo atrajo su atención: Mas vitoreo, a lo lejos se podía percatar que las contiendas en el jardín de palacio se estaban poniendo cada vez mejores.
Dos soldados llegaron hasta ella, comentándole lo que sucedía, y se habían quedado sin retadores. Era hora de ir a otro nivel, según ellos. Además, era una contienda mano a mano, y así fue, como le obligaron -Por alguna manera llamarle- a participar en dicho espectáculo.

Quien quiera que fuera su oponente, tenía las de perder, a menos monetariamente hablando, pues un vistazo rápido dejo en claro que todos apostaban en su contra para ganar la apuesta. El joven realmente no estaba en buenas condiciones, pero si hablaba así de confiado, es porque podía seguir luchando. Con euforia, alzó la diestra, mientras sonreía ampliamente. Extraño una mujer en dichas peleas... Pero a esas alturas, ya no importaba mucho -¡Yo! ¡Yo! Seré tu oponente!- y Camino hasta quedar frente al lobo. Junto sus manos como si fuera a hacer una oración para inclinar su cuerpo ligeramente hacia adelante en una reverencia antes de comenzar a pelear.

Cuando se dio luz verde para comenzar la contienda, Meiling se abalanzó sobre el moreno para saltar y aterrizar con una patada voladora, intentando darle de lleno en la cara.

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