Corazones sangrantes? (Priv. Ella Barok)

Era un día extrañamente nublado, casi parecía que iba a llover, pero no caía ninguna gota, ni por más pequeña que fuera.

La mujer de ojos morados llevaba unos días en el castillo, familiarizándose con este, aun se perdía en algunos pasillos pero no era nada grave, ya podía manejar a algunos de los sirvientes, pero sabía tener cuidado, sin embargo había una señorita a la que aun no conocía oficialmente, la princesa de rojo, aunque no era una heredera directa la trataría de la mejor forma. Pues incluso la princesa era una heredera más legitima que ella, pero eso no importaba, no sufría de remordimientos ni nada por el estilo.

Además, debía saber si la princesa era alguien más del castillo, si sería una amiga o si era una enemiga, algo de suma importancia para saber llevar las relaciones de "trabajo".

La casualidad estaba de su lado, cuando salio al jardín buscando un poco de ese aire fresco y algo frió característico de los días nublados vio a la mujer de cabellos rosados y rostro femenino. Sonrió de lado, la princesa era bastante bonita, casi la igualaba, aunque eran bellezas distintas según pensó.

-Buenos días princesa.- La saludo con cortesía cuando estaba a pasos de la señorita. Cuando estuvo a pocos pasos de ella sonrió suavemente y volvió a hablar. -No nos han presentado oficialmente, soy Jane Hopperton. Seré la reina, es un gusto Princesa Ella.- Dijo de forma amable aunque por dentro estudiaba cada reacción de la chica, con naturalidad se sentó al borde de la fuente, observando el agua y sus reflejos, sus ondas y su transparencias. No cree usted que el día esta agradable?.- y con las puntas de mis dedos toque el agua, con delicadeza y cuidado.