¡Estoy bien! ¡estoy bien! es parte de la locura [PV. Yoru]

por **Whiteburn** Miér Jun 05, 2013 5:50 pm

Le habían encomendado una carta ¡hace cuanto que no lo hacían! ya extrañaba el tener que correr todo Wonderland solo para entregar una hoja de papel en un sobre. Cuanta alegría le daba, pues correr le hacía falta; engordaría con tanto pastel y té que comía en la sala. Y no quería ser una liebre gorda, nono~ entonces no podría ser rápido y ágil, le gusta como es en ese momento.

Cruzo el puente, y se detuvo en aquel bonito lugar, saco la carta del báculo, la entrego a uno de los guardias y salio corriendo de ahí. ¿Pero por qué correr? sí en ese lugar había flores tan bonitas, tan cantoras tan...

No miró bien su camino, tropezando con una piedra y rodando a un barranco cercano. Se sentía peor que dentro de un molino, girando y girando... y golpeándose con piedras y ramas que había por ahí. Seguramente Mally o el Sombrerero lo regañarían por el estado de la ropa y lo harían lavar, bueno, si es que no empezaban a experimentar con ella o a llenarla de bordados femeninos...

Sera suerte del destino o no, que choco contra un árbol, deteniéndose así y ganando un chichón en la frente ¿se notara? esperaba que no, no tenía ganas de ser tratado como un paciente... por nadie... Se intento levantar, pero un dolor agudo en su tobillo se lo impedía -Dios... debería empezar a fijarme por donde voy...

Bajo una de sus calcetas, observando ahora un tobillo rojo e hinchado... oh no... se bajara al rato, o eso esperaba. No aguantaría mucho sin estar haciendo nada. Escucho ruidos cercanos, como si alguien se acercara y volvió a acomodarse la ropa, tapando la herida, pues por el momento no deseaba algún medicamento de sabor raro o un método que de seguro lo dejaría más adolorido de lo que ya estaba. Quizas otros los aguantarían por estar mejor, el no... él esperaba que el tiempo y el cuerpo hiciera de las suyas

por **Yoru** Sáb Jun 08, 2013 10:04 pm

Spoiler:

Suavemente, una hoja caía y caía de la rama del árbol danzando con el mismo viento y tranquilamente esta pequeña y verdosa hoja se posaba en mi mano. Era un fresco día de verano y hoy no tenía muchos inconvenientes en cuanto a reuniones y otras cosas que hacen los nobles se refieren; así que tenía el día libre para pasearme un tiempo por el jardín sin estar rodeada de guardias de mi familia o de los guardias reales. Solamente eramos yo y la naturaleza misma, tan calmada y apacible; además del cantar de los pájaros y algunas que otras vocecillas agudas que me decían bastante chismes, solamente reía a ello las flores suelen contar cosas de más y no siempre todos les prestan atención. Me incluyo, solo algunas veces. Hoy me encontraba sentada a los pies de un árbol disfrutando de un libro que me recomendó una de las sirvientas; se trataba de una historia de amor entre una gitana y un mago, por los nombres diría que es un libro del otro lado pero la historia está bastante interesante.

Y emotiva, no olvidemos lo emotivo. Como cualquier damisela, tomé nuevamente el pequeño pañuelo que tenía en mi regazo y lo lleve con cuidado a mi rostro, limpiando pequeñas lágrimas que no se atrevían a salir; de igual forma sonreía como una tonta por llorar por unas simples palabras, pero la lectura era demasiado buena e interesante y el trasfondo enigmático y lleno de sentimientos.

¿Como no llorar con un buen drama lleno de eso?

¡BAMF!

Salté, no; literalmente salté del susto. Aquel ruido hizo que algunos pájaros se fueran volando y las florecillas se encogieran de miedo, yo incluso lancé el libro al aire y este cayó sobre unos matorrales, llevaba una mano a mi pecho para aliviarme.

-Oh por el creador mismo, ¿Que fue eso? -Me levanté con notable curiosidad y fui en camino hacía donde provino el sonido. Y no fue tan lejos, fue justo tras de mí, más bien justo detrás del árbol.

Frente a mí, un semi-humano de liebre parecía lamentarse; ¡Pero si es la liebre de marzo! Tenía que ser tonta para no conocer a un ser emblemático en la historia de Wonderland. Automáticamente sonreí con gusto, pero la sonrisa paso a una mueca de desconcierto cuando miré su pobre tobillo rojo y el resto de los raspones que tenía.

-¡Pobrecillo! -Dije, llevando ambas manos a mi rostro- ¿Estas bien? Permiteme hacer algo por tu herida.

No espere una respuesta, y mi mano suavemente se coloco sobre su herida sin rozarle mucho; lo menos que quería era dificultar las cosas. Cerré los ojos e inhalé hondo, luego exhalé consecutivamente abriendo los ojos otra vez. De mis dedos un pequeño brote de color verdoso salio y este se impregno en toda la herida, al cabo de unos cortos minutos; aquel brillo desapareció.

La herida también.

-Ya esta -Le miré. Me levanté del suelo y sacudí la falda de mi vestido, luego le extendí una mano- Permiteme.

por **Whiteburn** Jue Jun 13, 2013 5:51 pm

Salto un poco alarmado hacia atrás, aunque el rostro de la mujer se le hacía conocido no pudo evitar estar un poco a la defensiva, no quería que otro loco intentara asustarlo o robarle entre otras cosas. No es qué desconfiara de la joven, pero tomaba ciertas precauciones. Sobretodo a la hora de estar en el bosque.
...
¿Pobrecillo? ¿es qué acaso era algún animal al cual debía curar? estaba a punto de pararse cuando la chica se inclino y acerco su mano a aquel tobillo, dejando ver un extraño brote color verdoso y qué parecía servir para curar la herida. Hizo una mueca de dolor, pero solo durante el principio, después solo sintió fresco y finalmente nada.

Ella lo había curado y él había pensado que posiblemente ella era una ladrona. Debía sentirse avergonzado por eso.

Se paró, no le dolía ya, pero si lo sentía un poco adormilado, y como todo caballero le tendió la mano educadamente al momento qué se presentaba- Buenos días tardes y noches señorita~. Soy la Liebre de Marzo, fiel compañera del sombrerero y la lirona además de chef ocasional y cartero -sonrió- gracias por curarme. Es usted muy amable, y como ahora vera, estoy bien~! -dijo, y estiro la espalda, sin darse cuenta que dejo parte de su estomago por fuera y este enseñaba extrañas manchas.

por **Yoru** Vie Jun 28, 2013 11:37 pm

Eleve una ceja mientras sonreía con algo de gracia; ¿Así que la liebre no se acordaba de mí? Bueno no es raro, la famosa Liebre de Marzo nunca ha sido especialmente "atenta" y con eso me refiero a que su memoria no es la más prodiga de todo Wonderland. Segundos después este se levanto y tomo mi mano para estrecharla firmemente, en un principio la estiré para ayudarlo a pararse pero bueno, ¿Que puedo hacer? Solamente asentir y seguir estrechando su mano. Pues, no lo veía tan bien como decía; no pude evitar mirarle desde abajo hacía arriba notando la cantidad de manchones que tenía su ropa, no solo manchas de suciedad y barro sino hojas, grama, pequeñas palillos y demasíes.

Pobrecillo, ¿Fue atacado por alguien? ¿Quien en su sano juicio puede haber atacado a la pobre e inocente liebre? Si esa persona llega a aparecer yo personalmente haré que sea enjuiciado por sus crímenes. Y entonces, en una segunda ronda por verlo mis ojos se quedaron estático al ver esos moretones en el estomago del joven.

Suspiré y negué con la cabeza.

-Oh no, no esta bien -Dije en tono maternal, y sin esperar respuesta nuevamente le tomé de la mano y comencé a llevarlo casi de rastra por el jardín. Pero no sin antes, inclinarme ligeramente haciendo una reverencia- ¿Y que son de mis modales? Me llamo Yoru Silverwolf; y como hice anteriormente, permitame curarle y limpiar sus ropajes.

OFF:

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