Tras una noche larga

Kirai tenía aún algo de sueño, pero eso no le impedía avanzar hasta aquella laguna. La noche se le había hecho larga, ya que tras un largo rato jugando, no logró conciliar el sueño. No había sido especialmente fría, pero el viento a veces conseguía molestarle. Las aguas parecían calmadas y cristalinas. El sol se asomaba tímidamente entre las montañas, no había pasado demasiado tiempo desde que salió al amanecer. Kirai se agachó en las orillas de la laguna. Formó una cuenca con sus dos manos, y recogió en ellas algo de agua. Se llevó sus manos a la cara, haciendo que el agua fría le salpicara y le dejara mucho más despierta. Restregó un poco sus dedos sobre sus párpados cerrados, y se levantó. Dio una vuelta al rededor del lago, por simple curiosidad, quizás podía encontrar algo de su interés.
Al igual que el agua del extenso lago, Kirai hoy estaba tranquila y calmada. Sus extraños pensamientos y voces ajenas seguían vagando por su cabeza cómo de costumbre, pero hoy no sentía un especial interés hacia sus juegos.
Cerca de la orilla, por dónde ya comenzaba a crecer la hierba, se percató de la presencia de un pequeño saltamontes. Kirai quería observarlo, pero este era astuto, y al sentir que Kirai se acercaba, se desplazaba saltando. Ella siguió persiguiéndolo. Su manera de desplazarse le resultó divertida, y entre risas, imitó los saltos del insecto a la vez que le perseguía. El pie de Kirai tras el salto siempre acababa a pocos centímetros del saltamontes, pero este emprendía de nuevo su salto y lo mismo repetía Kirai. Ni siquiera ella misma era consciente del motivo de aquella estúpida persecución, pero simplemente reía y saltaba alejando su mente de lo demás.
Desgraciadamente, perdió al insecto de vista en un descuido. Levantando la vista del suelo, alzó su rostro hacia el horizonte. Vio a una chica rubia cuya presencia no había notado hasta ese preciso momento. No estaba demasiado lejos, y Kirai dio un par de pasos cortos hacia ella. Se quedó inmóvil, simplemente observándola con esa mirada vacía que predominaba en ella, y después dio algunos pasos más. Esta vez no la examinaba tratando de identificar si se trataba de una rata para experimentos, sencillamente la miraba a los ojos.
Recordó al saltamontes que perseguía, y que por un momento había abandonado sus pensamientos. Por más que miraba a su alrededor, no encontraba al saltamontes, que seguramente había huido lejos.
-¿Has visto al saltamontes? -dirigió sus palabras hacia la chica, que no estaba demasiado pendiente de ella, y probablemente menos aún del saltamontes. Aún así, Kirai esperaba que ella tuviera una respuesta.

Había vuelto a ir al lago, me parecía un lugar hermoso y agradable, y mis pasos por algún motivo siempre me dirigían a esa parte de Wonderland.

Esa tarde me sentía especialmente distraída, veía el agua y no notaba absolutamente nada mas, ni el viento, ni los animales, ni nada, estaba concentrada en la nada hasta que una voz me despertó mi cerebro escucho a lo lejos algo de un saltamontes.

-Hum? un saltamontes?- mire a mi alrededor -no he visto ninguno, te ayudo a buscarlo?- dije al tiempo que empezaba a caminar mirando el suelo buscando un saltamontes ni siquiera le había dado tiempo a la persona para responder.

Después de buscar un momento mire a la persona que ayudaba, pues mi mente recodo que no me había fijado mucho en ella, y vi a una niña que se vea simpática, y por algún motivo me recordaba a lo que me habían descrito como habitantes de wonderland, gente "loca" pero no entendía el por que si aparte de su mirada abstraída se veía normal.

-No veo ningún saltamontes- le dije apenada a pesar de que seguía buscando, -por cierto, me llamo Aloshka, y tu?- la mire y le sonreí mientas me presentaba, de reojo seguía buscando el saltamontes pero esperaba a que ella también se presentara.

OFF: gomen por la demora n.nU

La chica parecía distraída en el momento en el que se dirigió a ella, y eso hizo que en ese aspecto le recordara a ella misma. La chica desconocía el camino que había tomado el saltamontes y dónde se encontraba actualmente, pero se ofreció a ayudarla en su búsqueda. Le hizo una pregunta que Kirai no respondió al ver que comenzaba a buscar a aquel pequeño insecto saltador. Kirai se limitó a seguirla. Caminó en círculos con la vista al suelo, fijándose en algunos pequeños arbustos y delgados troncos de algunos árboles cercanos. Tras unos minutos de búsqueda sin éxito, decidió desistir. Su acompañante hizo lo mismo.

Tras una frase anunciando el fracaso de la búsqueda, formuló una pregunta. ¿Por qué todos le hacía esa misma pregunta, que tanto le costaba responder? No era capaz de recordar su nombre, y en lugar de eso respondía siempre con una simple palabra, la que solía escuchar en su cabezas repetidas veces en un susurro.
-Kirai -dijo pronunciando la primera sílaba como tónica y separándola un poco del resto de la palabra, similar a un pequeño canto. Después enseñó una leve sonrisa torcida, mostrando su colmillo.

Se sentó en el suelo casi cayendo de culo y cruzó sus piernas. Le apetecía conversar con la chica ya que nada mejor le quedaba por hacer, y tenía curiosidad por conocerla.
-Aloshka...-decía en voz alta antes de comenzar su frase, recordando su nombre- ¿Vives cerca, en el bosque?- hablaba con una voz dulce de niña infantil e inocente. Viéndola así, sería difícil para cualquiera imaginar la personalidad opuesta que se escondía en ella.

-Un gusto Kirai- le respondí con una sonrisa a la peliroja, al ve que se sentaba el el pasto opte por lo mismo, podíamos conversar o cualquier cosa, suavemente me senté sobre el pasto y mi vestido quedo extendido por este, mire a la chica y le sonreí, vi que empezaba a hablar as que la escuche.

-No vivo en el bosque, vivo en una ciudad, y tu?- le respondí suavemente mirándola con curiosidad.