Aquí de nuevo (Libre)

Se colocó sus zapatillas cuando comenzaba a pisar lo que era la ciudad blanca.  La última vez que la miró era una niña pequeña de tal vez once años, ahora había pasado el tiempo y el lugar era tal como lo recordaba, blanco y encantador, parecía tan tranquilo, lejos de toda aquella guerra que rodeaba a la capital.
Miró el cielo, no parecía ser un día tan caluroso, así que estaría bien si se dejaba la capucha encima, tal vez sólo era una niña en aquel entones, pero cualquier cosa parecía ser una amenaza.
Avanzó con soltura por las calles, lo mejor sería sentirse como pez en el agua, así podría pronto estar de nuevo en aquel lugar.  Recordaba todas las historias que su hermano le contaba, y comenzando por eso le había dicho que el pan era delicioso, el mejor de los reinos.  Así que hacía allá avanzaría, hacía la panadera, luego buscaría un lugar donde quedarse para quizá un largo rato antes de tener que volver a emprender la marcha y volver a dejar lo que fue su lugar de nacimiento.

– Buen día – volvió a escuchar y nuevamente sonrió respondiendo de igual forma.  Le alegraba saber que la gente era tan cálida ahí, seguramente no había peligros y por eso todo era tan perfecto y puro, haciéndole honor a su propio nombre.

– Que hermoso – sonrió mientras seguía caminando. Ahora entendía un poco la melancolía con la que su hermano solía contarle sobre aquel lugar.  

¿Qué?

Miró a sus pies, había un aparente soldado verde frente a ella, alguien lo había tirado, probablemente por accidente.  Alzó la mirada al escuchar a un hombre gritarle a ella.

¿Yo?

Se asustó al ver sus colmillos. ¡La estaba amenazando! Y sólo por decir que aquella era una ciudad hermosa.  Además le que le había aventado a un soldado como si se tratase de un objeto. ¿Qué debería hacer? ¿Huir espantada? ¿Enfrentarle? ¡Lo más probable es que terminara muerta de las dos maneras! Si corría, aquel psicópata podría ir detrás de ella y matarla.

Temiendo por su vida, decidió hacer lo más prudente. Con un movimiento rápido de su brazo había levantado una ráfaga de viento lo suficientemente fuerte para aventarlo hacia atrás y poder aprovechar para salir huyendo.

OFF Lamento la demora D: ha sido un estres y cansancio enorme en el trabajo.

Also, este es el dialogo del cejon " Me recuerdas a cierta reina albina ¿quien eres?"

No estaba acostumbrada a correr en zapatillas y la capucha se le había bajado a causa del aire violento que le golpeaba en el rostro por la velocidad en la que iba hacia no sabía donde. Justo antes de lograr volver a la salida ya le estaba bloqueando aquel chico que había sido muy rudo con ella desde el principio, reclamándole por la forma en la que le había agredido sin motivo. Aquello no era verdad, él había comenzado, él le había amenazado. Ella sólo se había defendido de él, iba a responderle con un poco de tartamudeos, pero aquel hombre le había hablado en otra lengua, preguntándole su identidad.  

-•••oʎ - estaba insegura, si no mal recordaba esa lengua se dejo de hablar hacia muchos años, pero por decirlo de alguna forma era su lengua materna y la conocía a la perfección. Después de todo, su hermano se la había enseñado de pies a cabeza antes de comenzar con la lengua común de ese hoy en día – •ʎlᴉɯә oɯɐll әɯ •••әɯ  – se reverenció tratando de que no le hiciera algo y poder salir ilesa de alguna forma – opᴉpod әɥ oɯoɔ opᴉpuәɟәp әɥ әɯ olos •••oʎ •ɹoṵәs 'oɹәɯᴉɹd opᴉpәɹƃɐ ɐɥ әɯ pәʇsn •••ʎ  – terminó de decir con cierto nerviosismo,  nunca se había enfrentado a alguien, mucho menos alguien que era aparentemente muy fuerte y temible.