Placeres Mundanos ´´-Augusto-

Claro , me siguió al baño, sabía que no se quedaría con las ganas de decirme algo , que no se callaría el hecho de que le comenté que me tenía que pagar todo... - Claro que no lo soy y menos tuyo¡¡ - dije entre dientes mientras me calzaba la bota , donde por supuesto traía algo de efectivo, pero no lo sacaría , prefería sacarle a Augusto algo más que sus golpes.


Ya voy ¡¡ -dije enojado y baje las escaleras, las hubiera bajado excesivamente lento , pero al escuchar los cascos de su "mascota" bajé un poco rápido, en verdad que era imponente y muy bonita.. - Vaya..-murmuré sin acercarme , tenía una desconfianza puesto que si era de él , nada malo tramaría conmigo ya saben.. dicen que las cosas se parecen a sus dueños...


- Tengo que preguntar si me dejaras subir ?? o ya es un hecho de que no lo harás.. - me paré un poco mas cerca mientras veía como Augusto montaba tan natural , a mi me costaba un poco aquello , no era de montar mucho a caballo o.. animales...o lo que sea..

Me llevé una mano al pelo y puse los ojos en blanco ¡lleno de fastidio!

-¡Joder, Matheus! ¿Es que no puedes responder bien por una vez en toda la noche? -exigí aparentemente molesto, aunque la verdad era que me daba igual, yo era más majadero que él. Lo que probablemente me molestaba era que el muy inepto estaba esperando que le pagara los cover, las cervezas y demás y demás.

Cuando decidí que me estaba portando como un niño de preescolar, dejé el berrinche y caminé a montar a mi preciosa Hiedra, quien ya se encontraba lista para partir trotando. Le sonreí a mi caballo y comencé a acariciar una de sus orejas. Desafortunadamente -y como nada podía ser perfecto en este mundo- el hijo de papi -Lord Matheus- apareció.

-Sólo cállate y móntate ¿es mucho pedir? -protesté- No te preocupes, -empecé a decir al tiempo que le daba palmaditas a la Hiedra sobre sus crines- este animal tiene más calidad humana que tú y yo juntos -le aseguré.

Gruñí bajo cuando comenzó a "regañarme" y decirme que solo montara, bueno eso haría , claro que no sería fácil y menos con todas las magulladuras de mi cuerpo..

Me acerqué a la Hiedra y despacio puse mis manos en la silla de montar , asegurándome de no tocar a Augusto , al sentirme afianzado en mi agarre trate de isar mi cuerpo hacía arriba pero un dolos punzante me dio en cada parte de mi cuerpo , justo donde el idiota horas antes me estaba golpeando.

No me quedó mas que pescarme de su ropa mas concretamente de su camisa , a la altura de su media espalda, la tomé con mi mano derecha , mientras que con la izquierda apoyaba en la silla de montar.

Tsk, ayúdame ¡¡¡ no puedo subir por tus idioteces¡¡.-dije enojado mientras le jalaba para poder subir , no me importaba si lo jalaba tan fuerte que cayera , me daba igual , de cierta manera me estaba desquitando con él. - Ni para palanca sirves¡¡- dije entre leves jadeos mientras subia la mitad de mi cuerpo en el animal y despues como pude me deslice para quedar sentado de una manera decente , solté a Augusto de sus ropa y sacudí despacio mi mano adolorida por la fuerza.

Me "acomodé" el cabello... -¿ya?.. -dije como si el fuera el que se tardo y no yo , me acomodé la camisa que se había torcido un poco por subirme tan extraño y cuando acabé con todo esto me entro el dilema de donde me sujetaría cuando este comenzara a cabalgar.. no tenía el cuerpo en condiciones de hacer equilibrio sin tocar a Augusto.. hice una mueca de desaprobación cuando pensé que sería necesario sostenerme de él..

Cuando creí que podríamos salir galopando a toda velocidad, noté que el rubio imberbe no contaba con esquema alguno acerca de montar. Hizo unos cuantos movimientos aleatorios y aunque la idea de ayudarle me dio vueltas en la cabeza, terminé considerando idóneo el hacerme el desentendido, de manera que eso fue lo único que hice, es decir, nada.

O esa era la idea al comienzo. Repentinamente, Matheus me jaloneó cual vil objeto. Y luego él mismo me lo confirmó con un elocuente “¡Ni para palanca sirves!”.

Bufé irritado, hasta tuve que abrazar el cuello de mi caballo para no caer y luego él me bajaba de nivel como si no tuviera medallitas en mi uniforme. No sé cómo lo hizo, pero lo hizo, a jalones y movimientos errados, Lord Matheus logró subirse a la montura de Hiedra, quien resopló mientras se movía un poco para reacomodarse.

-¿Ya? –berreé. Si yo hubiera sido la Hiedra no hubiera dejado que se subiera. O por lo menos le hubiera metido una buena coz.

Fuera como fuera, le indiqué a la equina que comenzara a moverse… y así emprendimos el camino hasta la capital.

-¡Agárrate bien!

Estaba a punto de preguntar ¿de que? pero antes de que pudiera siquiera mover mis labios para formular aquella pregunta a lo mejor tonta para él , la hiedra comenzó a cabalgar, sentí de inmediato como mi equilibrio me fallaba y por acto reflejó me agarré fuerte de la cintura de Augusto , aferrándome a él cual chica desvalida..

Claro que le quería aclarar que eso era solo por no caer , pero estaba más ocupado cerrando fuertemente los ojos para acostumbrarme a ese movimiento al cabalgar , a los pocos minutos me fui acostumbrando y me agarré que si bien no cedio , si se aflojó un poco , levanté la cara y vi el paisaje alrededor , me asomé por encima del hombro de Augusto y el viento revolvió mi cabellera .

Una sonrisa se dibujo en mis labios , la verdad aquello era divertido , por unos segundos me olvide de todo y de todos .. miraba con entretenimiento como pasábamos las cosas y los lugares rápidamente .

Como en las novelas..-murmuré mientras cambiaba mi agarré a sus hombros , ya sentía un poco más de confianza

Me encontré concentrado en la sensación de libertad que me producía el galope de mi precioso caballo. Eso, por lo menos, hasta que mi inoportuno acompañante me rodeó con sus brazos. En ese momento quise darle un codazo en el vientre, en serio, tenía toda la mala intención.

Todavía no logro averiguar porqué no lo hice, pero ya no importa.

Al poco tiempo sentí cómo el rubio se relajó. El sonido de los cascos del caballo era rítmico y el aire fresco de la noche terminaba por hacer del paseo algo exquisito. Sin embargo, por lo cursi que eso sonaba, seguro que nunca iba a decirlo.

Matheus se sujetó de mis hombros y sinceramente yo no noté cuando pasó. Lo que sí sabía era que estábamos por llegar a Palladium, ya que afortunadamente mi casa no estaba lejos de ahí.

-¿Como en las novelas? –yo ya había escuchado eso antes- Si leer te agrada tanto, ¿qué tal si me cuentas? –sugerí de pronto. Quería pensar que no me interesaba el asunto, pero necesitaba algo con qué entretenerme, y bueno, también me gustaba escuchar a Matheus... O algo.

Cuando él dijo aquella pregunta , un sonrojo leve se poso en mis mejillas, fruncí el entrecejo enojado y algo avergonzado , esa frase se me había salido de los labios sin querer..

¿Contarte?... -dudé unos segundos , pero bueno ya le había dejado otras preguntas sin responder, como los de mi triste vida o el cliché, así que decidí contestarle esta, cabalgar ¿me ponía de buen humor?.

Encontré unos viejos libros de pastas duras que contienen novelas igual de viejas , un día por curiosidad comencé uno y bueno de ahí ya van algunos 4 .. no se , me agradan.. - comenté aún sosteniéndome de sus hombros levemente , ya me sentía más seguro .

Y varias cosas que he pasado hoy , es como en las novelas... - dije pensativo mirando sobre el hombro de Augusto , ya se veía la ciudad muy cerca... - Menos lo que tu me hiciste enfermo¡¡ eso no es como en las novelas ¡¡ bueno no de esas que leo.. tsss... tonto.. - dije volviendo a mi actitud de odiarlo , puesto que pensaba que ya me estaba pasando de bueno con él.

Pero esto si es así.. -reafirmé .. - pasear en un equino asi es... entonces somos un vil cliché de novelas para leer en solitario.. - y dicho esto guardé silencio.

Sinceramente, cuando Matheus respondió con esa pregunta retórica, creí que nuevamente me mandaría al carajo con mis cosas inoportunas. Sin embargo él comenzó a hablar acerca de cómo había terminado leyendo esas extrañas novelas. Lo que me dijo no era exactamente lo que yo esperaba… Después de todo pensé que me contaría sobre escenas morbosas o algo por el estilo.

Pero su historia tampoco fue mala.

De cualquier manera, una de mis estruendosas carcajadas rompió con la tranquilidad del paseo.

-¡No seas llorón, hombre! –exclamé y le miré como pude, por sobre el hombro- ¡Una patada y un bofetón no le hacen daño a nadie! Además, lo que no mata te hace más fuerte, ¿qué no? –afirmé. Aquello último ya estaba comprobado por mi persona.

-Hey, ¿viiste, Hiedra? –dije dirigiéndome al caballo, casi como hablándole al oído, entonces dobló una oreja hacia atrás para escucharme mejor- Eres un vil cliché.

Ella resopló y devolvió su oreja al frente en plan de ignorarme.

-Bueno, si esto es como una novela –comencé enderezando la espalda con aires de grandeza- seguramente me toca ser el galán –bromeé mientras seguíamos cabalgando. Unos metros más adelante ya podían verse las construcciones de Palladium…

Su carcajada inesperada me hiso estremecer levemente , esperaba una risa pero una carcajada así de burlona no , sentí como fruncí el ceño enojado por lo que decía.. - Claro una¡¡ tu me diste muchas y en la cabeza ¡¡¡ - me crucé de brazos enojado me imagine a mi mismo dándole un zape y cayéndose de la silla de montar, pero claro que por ahora solo se quedaría en mi imaginación.

Vi como le hablaba a su caballo y resoplé un poco fastidiado por como lo tomaba todo a burla , aquello que había dicho no había sido algo de suma importancia pero si con cierto grado de nostalgia de tiempos mejores o menos malos que estos..

Ahora el que solté la carcajada fui yo .. - ¿tú? ¡¡¡ - dije poniendo la palma de mi mano abierta en el centro de su espalda .. .- claroo super galan , dile eso a una mujer que se lo crea.. - mientras decía aquello vi como se veía más alto y su espalda era amplia , vi a la vez mi mano sobre la misma y la quité rápidamente cerrándola despacio , de pronto llegamos , me aclaré la garganta un poco y bajé de un salto , aguantando el dolor de hacer aquello.

- a donde me trajiste... - dije como si no supiera, mientras me cruzaba de brazos y le daba la espalda , esperando a que él amarrara su caballito o lo que sea que haría antes de entrar..

Sonreí para mí cuando pronunció aquello de “dile eso a una mujer”. Instantáneamente los recuerdos comenzaron a fluir en mi mente y dejé de prestarle atención un momento.

Recordé que mi primera relación fue con una mujer, al poco tiempo nos acostamos pero no me provocó gran cosa. Al principio pensé que podía tratarse de ella, que quizá no la quería lo suficiente o alguna cosa así, de manera que después lo intenté con otra mujer… y otra, y otra. Sin embargo una noche, en una borrachera, terminé acostándome con un hombre y me gustó tanto que decidí que era homosexual. Pensé algo como “Qué gay soy” y ese es el fin de mi triste historia.

Aunque fuera como fuera, el desconsiderado de Matheus me interrumpió.

-Estamos en el mejor casino-bar de Palladium –respondí con orgullo y me bajé del caballo- Vamos, honorable lord Matheus –hice una reverencia, pero obviamente no era en serio y eso podía notarse en la exageración de mis movimientos y esa sonrisa burlona que tanto hacía enfadar al resto de las personas.

Lo miré mientras él hablaba volteandome para solo verle como se burlaba del estúpido titulo que poseía contra mi voluntad, no le culpo yo también me burlaría de algo así.

Cuando iso aquella reverencia tan exagerada le di el zape que quería realizar, pero en la realidad no fue tan intenso como quisiera que fuera , solo le empuje la cabeza hacia abajo cuando me reverencio..

- Así esta mejor.. -dije dandole otro empujoncito para terminar y sonreí burlonamente , me di la vuelta y me adentre al lugar.

El guardia de la entrada me reconoció , pero solo basto una mirada y ya.. nunca era de hacer el gran escándalo en esos lugares.. bueno no como Matheus Amsel , volteé para ver si él me seguía , torcí la boca al verlo.

-Apúrate .. - dije volviendo a caminar a mi mesa de preferencia , al ser de la "élite" me daban de aquellas mesas privadas o algo así que tenían un lugar especial para poder jugar beber y todo eso .

Me dejé caer en el sillón con ese estridente tapiz rojo carmín y crucé una pierna , estirando ambos brazos en el respaldo del asiento , no tardaron en traernos bebidas...

Como su título no me impedía burlarme de él, hice mofa de su condición. Sin embargo, aprovechando la posición tan desventajosa en que me encontraba, el niño de buena cuna me dio un par de palmadas en la cabeza.

-¿Qué? ¿¡Cómo que está mejor?! –me quejé tan rápido como mi cerebro procesó lo ocurrido, pero cuando lo hice el rubio ya se encontraba entrando al local. Le miré con infinito desprecio.

Y mientras tanto, dejé libre a La Hiedra, pues ella también merecía una noche de diversión. Ya la llamaría después, cuando la necesitáramos. Me di la vuelta y entré al casino tras Matheus. Puse los ojos en blanco, fingiendo fastidio, cuando me apresuró. Debo decir que antes de entrar al lugar creí que yo sería quien tomara la delantera para decidir dónde sentarnos y esas cosas, no obstante Matheus parecía conocer ese lugar mejor que yo y no sólo eso, sino que también tenía privilegios otorgados gracias a su título nobiliario.

Normalmente hubiera replicado o algo, pero como –al parecer- estar con él me daba cierto “status”, me callé la boca y le seguí cual perro faldero, mostrándome orgulloso, desde luego. Como no podía ser de otra manera, nos dirigimos a las mesas más exclusivas del lugar y al llegar me aplasté en un sofá largo, rojo y con una forma cursi y extraña. Luego observé con atención el ritual que él hizo para sentarse.

-¿Qué pediste? –solté cuando vi que nos dejaron un par de bebidas en la mesa.

Miraba como un mesero dejaba las bebidas en la mesa , le di las gracias y me incliné hacia delante para tomar la copa con mi mano derecha y dirigirla a mis labios, antes de que el líquido tocara mis labios , Agusto pregunto por la bebida.


Sorpresa of the night. - dije sin apuros mientras bebía de la misma , es la que pedía casi siempre así que me la traían de cajón , cuando me veían en el lugar. Además de que siempre pedía aquel lugar mas privado era conveniente de estar ahí y a la vez que algún estafado por mi, no pudiera acceder , y bueno sirve para más cosas , que puedo decir..

Llame al mesero y pedí de la mejor carne que hubiera , aparte de unas rondas más de Sorpresa of the night , quería , como siempre, joderme el crédito de papá , que en realidad no sería la gran cosa por que algunas no las cobraban pero bueno ayudaba a mi autoestima pensar que sí lo jodía mucho.

Miré a Augusto de reojo , sentado en el mismo sillón que yo, claro que debido a la forma del mismo no estábamos muy cercanos , me quedé pensativo unos segundo sobre él , no es que no lo notara en mis pensamientos desde que me fue a arruinar el día en los calabozos , pero pensando más en su persona , debía admitir que se tornaba interesante...


¿Va a jugar general ?.. - pregunté relamiendo mis labios mojados por la bebida , digo por algo me trajo a un casino ¿no?

Matheus dijo el nombre de la colorida bebida, yo sólo lo miré con curiosidad. Más que bebida alcohólica, esa cosa lucía como un brebaje mágico fabricado por alguna maldita bruja. No era chiste, yo sabía lo suficiente de magia negra como para asegurarlo.

Y eso era sólo por no mencionar lo estúpido que me parecía el nombre de dicha combinación. “Sorpresa of the night”… eso sonaba tan Matheus que no sabía si reír o llorar. Pensé que sería bueno hacer alguna burla sobre el asunto, pero llegó un mesero y el rubio comenzó a pedir las cosas más caras que tenían en el menú. Podía jurar que mi cartera se sentía intimidada, así que, para alivianar un poco la situación, di un largo y lento sorbo a mi vaso de pura Sorpresa.

El sabor era algo inusual, pero no me iba a quejar. Si nadie se quejaba de la forma tan vulgar en que estaba sentado –con las piernas muy separadas y ambos codos sobre el respaldo- entonces yo no tenía porqué decir nada.

-¿General? –Bromeé- No hables como si me respetaras. Pero sí, Mathy, mi dinero se muere de ganas por ser despilfarrado en una de esas mesas de póker. ¿Quieres jugar? –pregunté al mismo tiempo que hacía un ademán para llamar al mesero. Iba a pedirle la baraja y unas fichas de juego.

Le di un trago grande a la bebida mientras lo miraba de reojo , reí cuando dijo aquello de su dinero.. - Bueno bueno , juguemos , tengo ganas esta noche.. - dije llevándome de nuevo la copa a los labios .

El mesero vino y Augusto le encargo lo necesario para jugar , llego una de las tantas cosas que pedí , era un filete muy grande.. - yummi .. -dije mientras el mesero dejaba unos platos y cubiertos.. - Vamos vamos, mientras esperamos tu barajita.. - dije mientras me cortaba un buen trozo de filete

Dos comos de Sorpresa aparecieron "sorpresivamente" en la mesa.. - Esto si es vida.. -murmuré mientras me terminaba la primera copa y tomaba la segunda . - Debes estar acostumbrado a estar en fiestas general , rodeado de gente importante, lindas chicas , tu sabes , lo de la alta sociedad..- reí mientras le daba otro trago grande a la bebida.

La deje sobre la mesa y volví a ese filete que parecía cocinado por los mismos dioses , o bueno por un buen chef , le di otra mordida al trozo que tome y me relamí los labios gustoso , lo que había "cenado " en casa de Augusto se esfumo en mi estomago tiempo atrás .

Iba a alburearlo cuando dijo que tenía ganas, pero el enorme filete que le llevaron me distrajo. Y, para ser sincero, al verlo me dieron ganas a mí también. Pensé que aquél apetitosos pedazo de carne debía de ser mío... y me pegué un buen susto cuando noté que apliqué el doble sentido de la frase contra mí.

Acto seguido, comencé a reflexionar acerca de la impresionante capacidad que tengo para fastidiarme yo solo y, justo cuando estaba por llegar a la conclusión, Matheus abrió la boca asegurándome implícitamente que él podía fastidiarme más a mí, de lo que podía yo.

-Estás en lo cierto, señorito, -comenté haciendo mofa de su título de Lord- pero no por la razón que seguramente tú crees -dije antes de beber un sorbo de mi Sorpresa of the night. Esa cosa me intrigaba, sabía tan extraño que ni con el olfato pude identificar su volumen de alcohol. Me acomodé en el sofá y crucé una pierna sobre la otra, dejando el tobillo justo encima de mi rodilla.

-Por lo general los de alta sociedad no saben cuidarse solos, por eso necesitan un conjunto de militares cuidándoles su trasero sedoso -no era por presumir, pero me constaba con algunos nobles esa última acepción- Y como soy el jefe de la escuadra de lamebotas me toca estar ahí bebiendo champan en lo que el resto hace las de guardia de seguridad -le miré de reojo. Era sencillo percibir su educación con tan sólo verlo comer.

Observé la manera en que cortaba un trozo de bistec y luego se lo llevaba a la boca. El muy maldito era fino hasta para comer.

-Bueno, pero ya hablamos mucho de mí, así que ahora hablemos de mis cualidades -sonreí.

Me relamí los labios despacio quitando aquel jugo sabroso del bistec , lo miraba de reojo mientras hablaba , asentía de vez en vez para que viera que seguía poniéndole atención aun que mi mirada estaba centrada en mi bebida y cena.

¿A sí ? bueno si lo explicas sera mejor , señorito.. - esa ultima palabra la dije alzando un poco la copa como diciendo "te lo regreso con gracia" o algo así , le di otro gran trago y sentía como me quemó la garganta muy sabroso.

Con dos dedos de mi mano izquierda empujé el plato con la carne dejándolo frente a Augusto , volví a a darle otro sorbo a mi Sorpresa pero no debí hacerlo pues el próximo comentario de Augusto me dio tanta gracia que comencé a ahogarme con el trago.

Me incliné hacia adelante y me di unos golpes en el pecho pasando muy apenas el líquido , no lo tiraría al suelo por todos los cielos... -cof.. aghh ..cof.. - carraspeé un poco y comencé a reír tendido hace tiempo que no lo hacía .. - trasero sedoso ¡¡¡¡ jajajajajajaja claro todo el día sentados en tela importadas ¡¡¡ .. - dije entre jadeos de la risa que me provocaba aquello.

Escuché el segundo comentario de él y reí pero ya mas calmado ,a demás aun me faltaba un poco el aire de la risotada anterior , respiraba un poco agitado y sonreía.. - Bueno nunca lamiste estas botas nene.. - dije cruzándome de piernas y extendiendo una de mis piernas hacia él , sonreí y las volví a descruzar.

- Vaya , vaya , tus cualidades que interesante general , vamos comience que muero por oírlos. - dije con la copa cerca de mis labios , me volví a cruzar de piernas y puse mi antebrazo derecho sobre las mismas mientras con la mano izquierda agarraba con "clase" la copa.

El mesero se acerco con las cosas que le pidió Augusto yo hice un gesto con la mano para que las dejara en la orilla de la mesa y no estorbara.. - Gracias..- articule con los labios mientra volvía mi mirada a mi compañero de sillón

-¿De qué te ríes? Seguramente también posas esas asentaderas en telas importadas, como la seda negra egipcia y esas cursilerías -contesté siguiéndole la broma.

Y así, mientras yo bebía mi Sorpresa, Matheus se reía como un completo idiota. La escena era lo suficientemente divertida como para hacerme sonreír, de manera que eso hice. Sin embargo, de un momento a otro ya no recordaba cómo era que habíamos terminado en esa situación, pero tampoco le di muchas vueltas: me estaba divirtiendo y, si he de ser sincero, cuando me divierto no pienso mucho... -menos de lo usual-.

-Mi saliva es demasiado buena para tus botas, Lord -le dije cuando levantó uno de sus cochinos zapatos.

Lo miré con escepticismo y luego, sin darle más relevancia al asunto, me acabé la bebida y continué con una que recién me había brindado un mesero -la cual no pedí, por cierto, pero no iba a hacerme del rogar-. Le di un delicioso trago y el escozor me hizo carraspear después, como debía ser. Cogí las cartas entre mis manos para comenzar a barajarlas y de pronto en mi campo visual se topó el As de Espadas. Entonces devolví la mirada a mi interlocutor.

-Bueno, Mathy, una de mis cualidades es que soy bueno para esta clase de juegos -afirmé con seguridad mientras jugueteaba con la baraja- ¿Qué apuestas? -pregunté un tanto casual, pero mirándole desafiante.

Con suerte se nos ocurriría algo bueno que apostar.

Incliné la copa todo lo que pude y la deje sobre el sillón.. - jaja supongo que tu saliva tiene un precio elevado.. - me rasqué la mejilla y me crucé de brazos.. - he de admitir que mi trasero puede que sea terso y hermoso.. - dije con una sonrisa de oreja a oreja , era que me encantaba tener pompis de bebé o el alcohol estaba haciendo efecto en mi cuerpo.

Escuché lo que dijo de sus cualidades y reí.. - venga pues juguemos general ¡¡ ..- tomé mis respectivas cartas y me acerqué más a la mesa.. - apuesto mmm veamos .. ¿que será bueno?.. - me tocaba la cien con el dedo índice ..

Ja¡¡ el que pierda esta dormirá en el sillón .. - dije muy seguro de mi mismo , le cedí la palabra a Augusto y también el honor de comenzar .. ...

- ¿Qué?¡¡¡¡ ..- tiré el resto delas cartas a la mesa , no había pasado ni 10 minutos y ese presumido había ganado .. - no jodas¡¡ .. - dije sin ser específico en él y tomé otro trago de una nueva copa , si no viera al mesero discreto por el rabillo del ojo , diría que aparecían mágicamente.


- Vamos vamos la que sigue... ahora tu pon la apuesta .. - dije mirándole retador , no podía perder de nuevo era suerte de principiante , yo así me ganaba la vida , nunca le pedía dinero al malnacido de mi padre , todo era por timar gente en juegos de azar , pero solo una vez hacía trampa , me fui haciendo de trucos para poder llevar siempre la delantera, más esta vez él me había ganado.. y eso no podía permitirlo , quería vengarme de alguna manera y esta sería una sutil manera de ganar beneficios mientras habitaba en su casa...

Repartí las cartas y Matheus dijo la apuesta. La verdad era que yo pensaba dejarle dormir en el cuarto de huéspedes que tenía una cama individual, pero la sola idea de que 'El honorable Lord Matheus' durmiera en mi feo sofá hacía que una sonrisa me brotara de los labios.

-Me gusta -comenté conciso y cogí mis cinco barajas. Miré mi mano y sonreí con arrogancia al ver la hermosa combinación de cartas que tenía en mi poder.- Ve preparándote psicológicamente para cuando pierdas, nene -le dije ya entrados en el juego, sólo antes de sorprenderlo con un maravilloso Full house de Reyes y Jotas.

Dejé las cartas sobre la mesa, Matheus se puso a maldecir y no me quedó otra más que aplaudirme yo solo.

-¡Bravo! -dije entre risas. Vi una copa llena de Sorpresa en mi lado de la mesa, yo ya había perdido la cuenta de cuántas llevaba, pero no hice mucho drama, me la bebí y volví la mirada hacia el rubio.

-¿Tienes ganas de más? -alcé una ceja, desafiante- Bueno -y comencé a echar las cartas. Lo hice una y otra y otra vez durante toda la noche.

Todavía no sé cómo fue que ocurrió, quizá fueron las copas, el ambiente o tanta gente, pero el hijo de Branko Amsel y yo jugamos 47 veces. Yo gané 20.

Él, 27.

-¡Joder, Matheus! -le pegué a la mesa un manotazo y las cositas sobre ella dieron un pequeño salto. No tenía ni idea de qué hora era, pero a esas alturas poco me importaba. Matheus ya se había quedado con todo mi dinero y mi dignidad de jugador de poker...

Tenía que ganarle.

-Juguemos otra vez, Mathy -irrumpí, pero yo ya no tenía nada que apostar... quizá excepto-Si gano -e iba a ganar- tú me devuelves todo mi dinero, si pierdo te doy a mi mejor caballo -le aseguré.

Cada aplauso que él se daba era un retumbar molesto en mi alma , ahora sabría quien es el que manda en juegos de azar.. - preparate tú psicologicamente para mi ser mi esclavo una semana..- dije barajando las cartas con habilidad , repartí ...

Y así paso el tiempo entre juegos , bebidas , repartir cartas, risas burlonas , miradas asesinas ...

Debía ser muy entrada la madrugada puesto que casi ya no había gente en la parte de abajo del lugar, solo uno que otro borracho empedernido y claro arriba nosotros , tercos hasta la médula por ganarnos el uno al otro , sentía que más por ganar el juego era la sensación de ganarle a él la que me impulsaba a seguir


No golpees la mesa corazón , no es su culpa que seas taaaaaaan malo en este juego.. - dije mirando al fondo de la bebida , lance al sillón mi copa vacia que se amontono con no se cuantas. Parpadeé un par de veces y suspire

Contra cualquier cosa que pudiera salir de mis labios , me la estaba pasando bien , aun que me fregaba admitirlo , estar con él me estaba divirtiendo , mientras mi mente daba vuelta a esa idea , él comenzó a hablar de nuevo, recogiendo las cartas regadas en la mesa.

Arqueé una ceja cuando comentó aquello .. - Bien , bien Augusto .. - me relamí los labios despacio , pensativo.. - Esta bien , pero no quiero cualquier caballo... - dije mientras me estiraba por la nueva copa de bebida , me acomodé en el sillón de nuevo.

Quiero a Hiedra ... - dije con una sonrisa picara en los labios y sosteniendo la copa con delicadeza ... -¿aceptas?.. - entrecerré los ojos con mi sonrisa burlona y picara , esa yegua me gustaba y la quería..

Apreté mis mandíbulas cuando Matheus se burló. Estaba comenzando a molestarme y la desinhibición causada por el alcohol no nos ayudaba al respecto. En absoluto. Pero más que las palabras del rubio, lo que me cabreaba era el no entender cómo podía ser que yo estuviera perdiendo.

Aunque el póker era una de mis especialidades, el hijo del archiduque me había barrido durante las últimas 27 jugadas. Era increíble ¡incluso yo podría jurar que él estaba haciendo trampas! Pero teniendo la reputación que tenía, eso nadie iba a creérmelo. Vamos, ni yo me creería. No obstante, sabía era que aquello no podía permitirlo.

Una enorme curva se formó en mis labios cuando él dijo que aceptaba, pero lo que siguió fue sólo para provocarme indignación y entonces toda muestra de alegría se borró de mis facciones.

-¡A mi Hiedra! ¡¿Qué diablos ocurre contigo, ah?!-exclamé ofendido, poniendo ambas manos sobre la mesa. ¿Acaso él creía que yo apostaría a mi preciosa yegua como si fuera cualquier objeto? ¡Yo adoraba a ese animal! ¡¿Qué clase de persona pensaba Matheus que era?!

Gruñí al verlo sonreír con autosuficiencia.

-Acepto, -e hice un ademán a una mesera para que se acercara- pero este juego valdrá por siete.

La mujer llegó hasta nosotros y me miró esperando lo que sea que le fuera a decir.

-Traiga una baraja nueva -le dije a la jovencita, quien rápidamente salió en búsqueda de aquél objeto. De esa manera me aseguraría de nulificar a Matheus Amsel... sólo si es que él estaba tratándome de tonto con viejos trucos de cartas...

Volvió a hacer su berrinche poniendo ambas manos en la mesa, sabía que sentía un cariño especial por esa yegua , pero si queríamos ir enserio debíamos apostar cosas serias ¿no?.

Excelente ¡¡¡ . - dije cerrando la mano derecha en un puño a la altura de mi rostro , eso se pondría bueno , comencé a tomar las cartas y las barajaba ,pero mientras hacía eso él llamo a una mesera.

Deje de barajar para saber que demonios quería, bebidas había en la mesa y bueno en el sillón.. y el suelo.. vaya cuantas copas , una sonrisa burlona se dibujo en mis labios.

tssk .. - bufé mientras escuchaba la petición.. - como quieras..-murmuré haciendo la baraja en forma de arco y dejando escapar las misma que volaban por la presión que ejercía en ellas.

Me deje caer de lado en el sillón mientras las cartas caían como nieve o algo así .. me mareé un poco lo que hice que cerrara los ojos momentáneamente , me preguntaba si al menos mi madre notaría mañana por la noche que su hijo no llego.. mi padre debió notar mi ausencia desde las primeras horas.. pero no debía importarle..

Recordarlo me iso fruncir el ceño levemente y quejarme , como si estuviera teniendo una pesadilla. Me acosté boca arriba con las manos sobre mi pecho , como cuando ponen a los muertos en los féretros .


Augustito , mi general.. - dije sin abrir los ojos o moverme de mi posición.. - Hiedra me querrá ?? la trataré bien.. lo prometo... - dije cada vez en un murmuro más bajito..

Hubo un silencio corto hasta que exclame desesperado.. - ¿ ¡¡ Las malditas cartas?¡¡ .. -y de golpe volví a cerrar mis labios , ya quería jugar esa ultima ronda del todo o nada.

La dulce mesera salió de mi vista y regresé toda la atención hacia a mi pequeño y rubio rival, que en esos instantes yacía tirado en el sofá tan suelto como si lo hubieran dejado caer ahí. Lo miré removerse sobre los cojines y rodé los ojos con un poco de fastidio.

"¿Por qué tengo que soportar esto?" Me cuestioné, mas no pasó mucho tiempo cuando se me ocurrieron un par de buenos motivos para andar de niñero. Suspiré hondo cual cansado bovino y Matheus me llamó "Augustito".

Sí, AUGUSTITO... tal y como lo decía mi madre.

Me llevé una mano a la parte trasera del cuello y me sobé.

-Esa yegua jamás será tuya, Mathy -le dije con seguridad. Dicen que los pubertos como él huelen el miedo como los animales ...Pero no es que yo tuviera miedo, ¿no?

Así, cuando me di cuenta ya había empezado a dudar, decidí que estaba mal y que, por tanto, debía callar mis estúpidos pensamientos. Y dicho y hecho, di un largo trago a mi deliciosa Sorpresa. Las cosas transcurrieron de manera normal hasta que me acomodé mejor sobre el sofá y sentí mi cuerpo pesado: el alcohol me estaba afectando.

Luego el rubio soltó un grito.

-Cierra la boca -le dije con mi mejor tono vulgar, pero no pude evitar que mi mirada cayera hasta sus labios. Afortunadamente la mesera me distrajo facilitándome un mazo de naipes cuyo reverso estaba decorado con tulipanes.

-Era la única baraja sin abrir que teníamos, general Augusto -se excusó al ver mi cara de indignación. Yo chisté a modo de respuesta, barajé y repartí las cartas.

-Coja sus naipes, honorable lord Matheus -hablé mientras extendía la mano izquierda hacia un lado como haciendo una respetuosa -e hipócrita- invitación.

Reí cuando me dijo que cerrara la boca, de pronto la voz de la chica volvió a llegar a mis oídos , hice cara de fastidio y me incorpore , justo para ver como Augusto le echaba una miradita..

No puedo negar que vi a la tipa con cierta cara de odio.. cuando hice eso reaccione , no tenía por que odiarla.. pero bueno ya lo hacía además las primeras veces trato de acercarse a mi de la manera equivocada..

Wooou general.. vamos pues.. - dije tomando las cartas que me correspondían. Mientras elegía entre las bebidas... como si fueran diferentes , por fin me disido por una una vocesita en mi mente me dice que ya estoy medio ebrio y me quedare con un sujeto que me amarro en un sótano...

Pero la vocecita se fue ahogando cuando me empiné la mitad de la copa , miré mis cartas...preferí guardarme mis muecas y mis comentarios para mantener "el misterio" además si ganaba con esas cartas sería una suerte brindada por la señorita fortuna..

El juego comenzó y aun que ambos estábamos medio ebrios o lo suficiente como para ignorarlo , nos concentramos al máximo , cada carta que bajamos era una nueva sonrisa o enojo.


De pronto , mis ojos se iluminaron de felicidad y baje las ultimas cartas de mi mano.. - En tu cara Augustito ¡¡¡ yeeah oh sii oh sii ¡¡¡ ..- me subi al sillón a hacer mi baile de victoria , claro que después de unos segundos me mareé y me deje caer de sentón al sillon.

Tomé la copa y la alcé en el aire.. - Por mi nueva yegua hermosa ¡¡ que juntos cabalgemos hasta los confines de los reinos¡¡.. - reí y me bebí lo ultimo de la sorpresa..

Volteé a ver a Augusto ... Un placer jugar contigo general.. - sonreí recargándome en el sillón