En casa del enemigo. - Augusto-

Mmmjj... - me removí levemente , poco a poco mi cuerpo fue despertando de mi letargo.. volví a sentirme algo adolorido.. - Donde... - apenas tenía fuerza para articular palabra.. mis labios y boca estaban resecos , cuando traté de tocarlos sentí que mis manos estaban amarradas.. esto me iso levantarme de golpe y abrir los ojos.. más ni parecía que lo hubiera hecho el lugar estaba sumido en las tinieblas..

Comencé a respirar rápidamente... ¿donde carajos estaba?? , traté de hacer memoria , pero eran tantas las cosas que estaba pensando que no podía , estaba sentando sobre algo blando, por el taco y la memoria supe que era un colchón

De golpe me llego lo ultimo , osease Augusto sobre mi dándome una golpiza, debí haberme desmayado.. - No no no no.. - dije bajito mientras comenzaba a palpar con mis manos las cosas de alrededor , cajas... cajas??? .. me debía tener en otro lugar que no fuera las mazmorras, esto para nada parecía eso..

Mis ojos se fueron acostumbrando a la oscuridad y veía sombras de los objetos que había.. pero eso para nada me calmo , sentía mi corazón al mil por hora , ese sujeto estaba loco y me tenía en algún lugar... parpadeé varias veces y comencé a gatear para tratar de encontrar algo de luz , alguna cosa parecida a una puerta o algo..

Por insistencia de una moneda de baja denominación terminé llevando al prisionero a mi casa. Fue sencillo porque soy un genio... y porque normalmente las personas no me cuestionan sobre lo que voy haciendo.

Metí a Matheus en dos costales de papas y luego lo até a la silla de mi caballo. La Hiedra se quejó al principio pues se dio cuenta que lo que llevaba en el lomo no eran precisamente papas, pero después no me dio mucho problema y al cabo de un rato ya habíamos llegado a mi casa. Corrí a dejar al rubio en mi sótano antes que se despertara, le quité ambos costales y le amarré de los tobillos y las muñecas para que no escapara.

-¡Noticias urgentes, general! -escuché a lo lejos, la voz provenía de afuera de la construcción. ¡Maldita sea!- ¡General!

Chisté para mostrar molestia y dejé a Matheus recostado sobre el viejo colchón. Le miré de soslayo por última vez antes de cerrar la puerta. Ya arreglaría las cosas con él más tarde.

-¡General!

-¡Ya voy, maldición! -berreé mientras subía de mala gana las escaleras.

Eso estaba muy bien para Mathy, porque cuando volviera ya no me encontraría tan enfadado... O eso fue lo que pensé al comienzo, ya que cuando volví a casa -varias horas después- todavía me sentía molesto... o algo muy similar. Cerré la puerta y fui directo al sótano del segundo nivel. Me aseguré de llevar un par de veladoras encendidas y el fuete que usaba con la Hiedra cuando se ponía necia. Entré al sótano y busqué al rubio con la mirada.

-¿Mathy? ¿Estás despierto? -pregunté entre risas.

Me había estado arrastrando por todo el lugar, o eso pensaba , no veía ninguna jodida puerta o algo similar , ese sujeto se las vería conmigo ¿pensaba que era un desvalido o algo así?¡ pues estaba equivocado..

Lamentablemente para mis poderes necesitaba algunos movimientos de mis manos y como si el imbécil lo supiera, me las había amarrado.. muy bien amarradas , no podía zafarme.

Me quedé sentado y me recargué en una pared... - Que carajos haré¿ - suspiré levemente y alcé la vista , claro.. según yo..

Después de un rato estando moviendo mis manos para aflojar la cuerda , sentía la piel de mis muñecas roja e irritada, pero estaba dando resultado ya las sentía mas flojo el amarre.

Escuché ruidos ..pisadas ... cuando de pronto vi lo que quería ver desde hace rato... - La entrada..- murmuré sonriendo mientras veía como Augusto bajaba lentamente.. desgraciado hasta le ponía estilo

Apreté los dientes al escuchar su pregunta.. obviamente no le contestaría al idiota... no se lo merecía--

Ya era de noche, así que mi sótano estaba mal iluminado y no podía encontrar al rubio respondón entre la oscuridad. Obviamente eso no era culpa del sótano sino del muchacho por no dignarse a aparecer y tal. Cerré la puerta y caminé al centro de la habitación dando saltitos, pero no lo hacía en serio, era a modo de juego.

-Ah, ahí estás -le dije al verlo recargado en una pared. Dejé ambas veladoras sobre unos estantes, de manera que -según mi complicado razonamiento- podía aprovecharse su luz al máximo.- Esto es un tanto romántico, ¿no te parece? El cuarto a la media luz de las velas, mi fuete, el colchoncito... -no aguanté la risa y me eché a reír. Lástima que Matheus no tuviera el mismo buen sentido del humor que yo.

Me acerqué a él y luego me puse 'a su nivel' sentándome en cuclillas. Cogí el fuete con la mano derecha y lo deslicé desde el cuello hasta su mejilla.

-Debo admitir que tienes cojones, no cualquiera intenta verme la cara, nene.

Cuando me vio no pude evitar ese hueco en el estomago de cuando algo que no quieres que pasa, irremediablemente pasa.. lo miraba enojado no permitiría que se diera cuenta que eso estaba más allá de mis manos.. literalmente.

- No lo creo .. para nada.. eres un enfermo.. -dije entre dientes mientras observaba como se acercaba a mi... desearía que las paredes pudieras atravesarse..


Sonreí de lado cuando dijo aquello de molestarlo , si la verdad se notaba que muchos no se atrevían a hacer eso y ahora creo.. sabía un porque.. me repegué a la pared con la espalda muy derecha y encogiendo las piernas.

Seguía lentamente moviendo mis muñecas para zafar el nudo... - No puedo creer que gente como tú este en el ejercito.. - dije pensando en que debía morderme la lengua, pues gente como yo no debería ser noble.

Sonreí cuando me dijo eso; era un chico muy simpático, absurdamente majadero, pero simpático. Y eso le daba bastante gracia al momento.

-Así que según tú soy un enfermo -le dije rascándome la nuca, como si fuera una conversación casual- ¿Debería ir al médico? -me burlé. Cogí el fuete y le di un par de golpecitos en la mejilla sólo para molestarlo un poco.

-¿Sabes? Tenemos mucho en común -comenté al tiempo que me ponía de pie- Yo tampoco puedo creer que gente como yo esté en el ejército, pero pues... ¿qué puedo hacer al respecto? ¡Jajajá! -no fue una risa, así lo dije, dije "Jajajá".

Le miré desde arriba y levanté la pierna derecha para luego pisarle sobre el hombro.

-¿Qué fue lo que usaste contra el celador? -pregunté y ejercí más presión sobre él.- Comienza a hablar, te escucho. Y mira que normalmente no me molesto en oír a la gente, así que aprovecha, soy todo tuyo -eso de oír pudo haber sonado como broma, pero no fue tan así. En realidad poco me preocupaba lo que tuvieran que decir los demás y... en fin. Debía admitir que me llamó la atención la magia que usó contra el guardia, porque supuse que eso debió ser magia ...o ¿qué otra cosa sería?

No me toques ¡¡ .. - dije severo cuando su fuete se posó sobre mi mejilla , maldita sea con él , me desesperaba que me tratara de aquella manera.

Miré hacia un lado mientras él seguía con sus habladurías , yo trataba de buscar la salida con la mirada , no quería que se me olvidara la dirección donde vi la luz por unos segundos..

- Pff no me compares contigo , yo no soy un bruto aprovechado .. - comenté aún sin mirarle , su "ja ja ja" me sacó de mis casillas , era un burlista de primera y yo aquí atado..

¿Quien te dio permiso de poner tu asqueroso pie en mi hombro??..-pregunté con mucha "calma" moviéndome hacia un lado para que bajara el pie.

Pero él iso más presión y me pegó de nuevo contra la pared... después de su pregunta guardé silencio vario rato , mirándole , también me preguntaba que demonios haría ahora.

- En estas condiciones no puedo contestar tu pregunta .. - entrecerré los ojos y sonreí levemente , hasta cree que le diré lo que quiere , jum..

Aún en las situaciones más difíciles mi ego no desaparecía , algo que heredé de mi padre... que recordándolo debe de estar gozando sin darse cuenta que no ando de estorboso..

Volviendo a esta triste y extraña realidad , tenía al general esperando , sabía ya que no era bueno no hacer lo que él decía , pero tampoco era bueno para mi espíritu hacerle caso..

Todo el tiempo le miraba con una simpática sonrisa de burla en mi rostro. ¿Por qué? Pues porque todo era amor y felicidad ...o al menos lo fue hasta que el mocoso me llamó bruto aprovechado. No puedo negar que soy un aprovechado, pero ¿bruto? Eso había sido innecesario y desconsiderado.

Quise responder a su pregunta sobre el permiso. Obviamente no tenía que pedirle permiso a nadie a menos que él llevase algún nombre tatuado en su trasero, que, según asumí, no podía ser el caso porque entonces yo tendría problemas y los problemas no son lo mío.

Me rasqué la nariz mientras miraba que el nene todavía tenía energía para sonreír.

-Tienes razón, soy un mal anfitrión -dije mirando al techo, luego coloqué ambas manos sobre mi cadera- pero no te preocupes, creo que puedo hacer que te pongas 'en el modo' -le dije sonriendo y me hice hacia atrás. Le miré y después le metí una fuerte patada en la cabeza, tirándolo violentamente hacia un lado. Me quise reír, pero al final sólo apreté los labios, pensando que probablemente me había pasado.

Y pues sí, me pasé, pero es que estaba empezando a perder la paciencia ...y demás.

Desvié un poco mi mirada, aun que trataba de estar tranquilo mi respiración era algo agitada , el solo hecho de pensar que estaba indefenso ante él no me daba nada de seguridad , pero ni bocota nadie me la callaba , ni mis padres lo hacían , menos un orato como ese.

- ¿Que?.. - murmuré cuando dijo aquello del modo , solo para ver como me daba una patada en la cabeza , caí de lado sobre el concreto en seco , haciendo que me mordiera la lengua fuertemente , cerré los ojos sintiendo la punzada en mi cabeza.

Mis ojos se pusieron llorosos debido al dolor , pero no le daría la satisfacción de demostrarle que en verdad estaba desorientado y sin saber que hacer , el agrio sabor de mi sangre inundo mi boca , hilillos de la misma comenzaron a salir de mi boca , aun con todo el maldito dolor del mundo sobre , me moví medio cuerpo a un lado para que no pudera ver que mis muñecas casi estaban libres , solo un poco más.

Mi cara seguía viendo al suelo el cual con la tenue luz de la vela , podía ver que las gotitas de sangre caían sin parar una tras otra. Escupí un poco y cerré los ojos..me dolía hablar debido a la mordida , y aun mi respiración era desesperada , mi pecho subía irregularmente .

- Por que... ¿por que me haces esto, idiota?.. - dije sin mirarlo , apretaba fuertemente los ojos para que las lagrimas no me salieran de los ojos , por el corage, el dolor de mi boca, cabeza y muñecas y la maldita impotencia de hacer algo por el momento.

Mi prisionero cayó y comenzó a removerse en el suelo. ¡A saber si era por el mareo o por el dolor!

Alcancé a ver cómo un chorrito de sangre brotaba de su boca. No pude evitar relamer mis labios, tenía la apariencia de algo sumamente delicioso. Sin embargo, la dulce imagen fue destruida gracias a que él era -con todas las de la ley- un maldito bocón. Bufé cuando me hizo una pregunta tan cliché, decidiendo también que le respondería igual.

-¿Por qué no? -le pregunté con cinismo.

¡El nene debería agradecer que lo hice con amor! Bueno, no, simplemente lo hice. Volví a sentarme frente suyo y le di un par de palmaditas sobre su cabello rubio, como si se tratase de un buen perro.

-¿Ahora me dirás qué le hiciste al guardia?- pregunté con amabilidad mal fingida- ¿O necesitas más motivación? -sonreí. Creo que siempre tuve una habilidad especial para sonreír simpáticamente al momento de amenazar.

Definitivamente, me estaba pasando... Pero no se iría a mayores, ¿no? ¡Ni que el rubio fuera uno de esos nobles que andan por ahí ocultando su nombre!

Ví de reojo como se sentó frente a mí y me dió palmaditas en la cabeza , le diría que me soltara que sus asquerosas manos jamás me tocarían , pero en vez de decir ¿por qué no actuar?.

Al hacer él de nuevo las preguntas aquellas , sonreí de medio lado. - Si tanto quieres saberlo... - murmuré lamiendome un poco el labio inferior. -Puedes comprobarlo por tí mismo ¡¡¡ . - dije sacando la manos de mi espalda para lanzarme sobre él haciendo que cayera de espaldas y yo quedando justo encima , con mis dos dedos índices toqué sus cienes y coemncé a hacer lo mio.

Entrar en su mente no fue nada sencillo , me esforzaba por mantenerme así , quería encontrar sus miedos para poder usarlos en su contra en una ilusión , mientras yo escapaba , pero mi sorpresa fue tal que al encontrar aquella sección de sus pensamientos , una ola de pura obscuridad nos cubrió a ambos , pude ver todo lo que él vio e hiso en batallas , las manos me temblaban levemente , me afianzé con las dos manos sosteniendo su cabeza de lado a lado.

Apretaba los ojos intensamente, era la primera vez que compartía así los pensamientos de alguien , mi mente exhausta no lo resistiría mucho más , un grito ahogado salio de mis labios , habia visto delo que era capaz , era un riesgo de buscar tan profundo y eso que pensaba que no llegué tan lejos , ambos quedamos aturdidos por aquel intento de sacar todo aquello a este mundo , tambaleandome y aprovechando que él estaba tirado aún en el suelo , me arrastré hacia la puerta.

Muy apenas y la pude abrir , la luz de afuera me cegaba , por el brillantez debería ser proximo al atardecer .. mi cerebro se sentía aturdido y las imagenes aquellas rebotaban en mis pensamientos como propias.. - SI no me apuro.. ese sujeto.. me matará .. - traté de levantarme y comenzar a buscar la puerta de salida a la calle.

Nunca sabré exactamente cómo ocurrió. En un momento Matheus logró liberarse y se abalanzó sobre mí como un toro enfadado. Y esa afirmación fue más literal de lo que me hubiera gustado que fuera. Sentí sus manos sobre mi cabeza y entonces todo se volvió negro.

Estoy seguro de que en algún momento sentí mucho dolor, pero fue de aquél que no se siente en el cuerpo, sino en la mente. Grité en uno de esos gritos desgarradores que nadie nunca quiere oír y me retorcí en el suelo como un animal. En una fracción de segundo, mi propia magia negra me consumió como el fuego consume una hoja de papel. Y la consciencia comenzó a abandonarme, dejándome tras de sí un suave, pero amargoso cosquilleo.

Abrí los ojos y descubrí que no sabría describir qué fue lo que pasó.

Supe que caí al suelo porque cuando recuperé la razón me encontraba ahí tirado y con un dolor en la nuca más cargante que soportar las cursilerías de mis preciosos reyes. Me revolví en el piso y me puse de pie, al hacerlo me provoqué un mareo de los mil demonios, pero no iba a echar quejas cuando había cosas más urgentes por hacer.

Busqué a Matheus con la mirada, obviamente ya no estaba. El muy maldito había aprovechado la primera oportunidad que tuvo para largarse.

No lo culpo.

Me di la vuelta y subí las escaleras tan rápido como me lo permitió el estúpido mareo.

-¡MATHEUS! –solté en un grave gruñido, dándome cuenta después que con eso sólo le había dado mi ubicación. - ¡Agh! –exclamé enfadándome tanto que terminé dándole un golpe a la pared y, camino a la salida, también le di una patada a una silla.

La silla no se lo merecía. Pero el rubio sí, de manera que corrí a la habitación principal para coger mi espada y entonces… le vi, huyendo como una maldita rata.

-Estás muerto, Mathy –sonreí, pero el mismo Matheus podría asegurarlo: aquella no fue una sonrisa de felicidad...

Y entonces pasó: ocurrió lo más jodido que pudo pasar en ese momento.

La puerta se abrió casual y apareció un joven tras ella, ignoró mi cara de odio y después sonrió ridículamente al ver al rubio en el otro lado de la habitación.

-¡Lord Matheus! -exclamó con felicidad.

Y una cara de desconcierto se hizo en mi rostro cuando escuché esa palabra: Lord.

-¡¿Es que nadie te enseñó a tocar antes de entrar?! -le grité indignado, pues claro, aquél inepto había interrumpido algo muy `personal.

- Maldita sea... la salida¡¡ .. -dije caminando como podía hacia la puerta que se veía mas.... ¿que daba a afuera?.. como sea ya estaba caminando , apoyándome de las cosas , la verdad me pesaba el alma , por tantos golpes y para variar la mente perturbada de ese sujeto...

Estaba a punto de llegar cuando , escuché que comenzaba a moverse y pero aún , grito mi nombre de tal manera que me heló la sangre , solo pensaba en salir lo más rápido posible de ese lugar.

Una silla voló y miré en dirección a esta , mejor no hubiera volteado , vi su cara de loco que no me ayudo para nada , traté de apresurar el paso, si me alcanzaba era hombre muerto, literalmente.

Todo estaba tan trágico que mi extraña buena suerte se acordó de mi y una joven entro a la casa... me saludó como si me conociera de toda la vida, , yo enmudecí , le echo de que eso pasara tan justamente no podía ser real , de seguro estaba alucinando ... pero no.. ahí estaba ella..

Miré a Augusto cuando gritó , comencé a verlos a los dos alternadamente....

- Amm ... - la chica refunfuño y me sonrió a mi , alegando que su jefe tenía muy mal genio .. cuando ella vio mis moretones , grito.. pero fue un gritillo ahogado como cuando una mamá se finge ofendida.. se acercó y comenzó a hablar de lo bruto que era Augusto , que yo tenía que ser curado.. · " que diría su padre ¡¡" dijo tomándome de la mano y guiandome al baño del segundo piso..

Mientras ella me jalaba de la mano vi por sobre mi hombro a Augusto.. su cara no tenía precio.. si no estuviera tan desconcertado como él , me hubiera reído y lo señalaría... quizás...

La chica me iso desnudarme y meterme en una bañera ... - Asssh.. espera me arde.. ¿que rayos me pones?... - me quejaba mientras ella me curaba , me regañó como si fuera mi mama y yo gruñí entre dientes...

La imprudente mujer se acercó a Matheus y le atendió como si fuera un bebé, mientras que a mí me ignoró con una habilidad increíble, obviamente desarrollada tras años y años de tratar con animales como yo. Tal y como se lo dije una vez a mi madre: “Si quieres ver desorganización, únete al ejército de espadas”.

Me di una palmada en el rostro y deslicé la mano lentamente por él, lleno de indignación.

-¿¡Qué dirá su padre!? –berreó más como regaño que como pregunta. Tal vez si me dijera quién es su jodido padre, yo pudiera suponer alguna respuesta, PERO NO, simplemente cogió a Matheus de la mano y se lo llevó a dar un paseo por mi casa.

La situación estaba volviéndose tan absurda que tuve que decidir que no me interesaba. Entonces me dirigí a la cocina y me preparé un whisky con hielos y agua mineral. Lo necesitaba como necesitan las flores al sol, pero no era como si yo fuera una flor.

Bueno, para fines prácticos daba lo mismo.

Es decir, Ingrid “La jefa” se encontraba dándole un baño al tal Lord Matheus en el baño de mi casa. ¿Qué más podría pasar?

Ah, sí, entonces lo recordé. El padre del rubio debía ser, sin lugar a dudas, el honorable archiduque Ferdinando Branko Amsel. Y si eso era cierto, ¡Alfred iba a colgarme en la explanada de su castillo cuando se enterara!

A menos que... convenciera de guardar silencio a ese par de ineptos que estaban en mi baño.

-Hey, ¡Mathy! –grité mientras subía las escaleras con el vaso de whisky en una mano.

Mientras seguía con mi cara de no saber que pasaba, digo en un momento estaba encerrado en un sótano .. y al otro me estaban bañando en una fina tina cual crío , mientras la señorita hablaba sin cesar , comentó que había conseguido su puesto gracias a que mi madre la ayudo a conseguirlo , le dio una carta de recomendación y esas cosas.. ahora entendía como me conocía..

Después del baño me dio algo de privacidad.. volteándose de espaldas , para que yo pudiera enredarme una toalla alrededor de la cintura, al terminar ella tomó un ungüento y comenzó a curarme las heridas..

- Siempre.. él es así?.. - pregunté no muy seguro de querer saber la respuesta , ella asintió tristemente .. "es un bruto sin remedio usa la fuerza antes que todo, vive metiéndose en problemas.. pero no tan grandes como el tuyo.. ".

Al momento de escuchar esto , comprendí algo... él ya sabía de quien era hijo , me gustara o no eso hacía una diferencia muy grande conforme a mi persona.. suspiré mientas ella vendaba mi pecho , vi algunos moretones en mis brazos y otros que se formarían muy pronto.. que desastre..

Escuché su voz diciéndome "Mathy" ... ¿quien le dio permiso? .. supongo que él solo , se escuchaba como subía la escalera , en acto reflejo di unos pasos hacía atrás , cuando él entro aguanté la respiración un poco..

¿Que..?.. - dije tratando de sonar convincente en que no me importaba lo que él quería, solo.. solo me gustaría largarme de ese lugar en cuanto antes.

Mientras él e Ingrid hablaban yo los miraba alternadamente, sabía que eso de los vendajes eran ¿mucho? pero mejor no negarle nada a esta mujer.. las caras que le hacía a Augusto daban miedo..

Cuando él se dirigió a mi , me quedé con los ojos muy abiertos ante su pregunta ... ¿ahora si estaba preocupado por mi? .. aah que vueltas da la vida tan rápido..

- tu sabrás como estoy.. - dije mientras Ingrid salia diciendo algo de traerme ropa limpia.. si era de Augusto para nada estaría limpia no quería nada que ver con ese tipo..

Cuando estuvimos solo lo miré seriamente.. -no me emborracharas para luego aprovecharte?? no gracias no quiero nada de tu cochina.... - me detuve en ese momento en seco.. me acerqué a la ventana y mire por ella la ventana del baño era pequeña y con un vitral así que solo se distinguían contornos afuera , pero se distinguían tan bien que eso decía que el atardecer estaba llegando a su fin..

No podía creer lo que diría y me mordería la lengua de no ser por que él me había hecho hacerlo hace algunos minutos atrás.. - Déjame quedarme en tu casa... si quieres que todo salga bien me dejarás quedarme sin hostigarme , tocarme , golpearme o lo que sea que hagas con tus visitas.. - dije sin mirarle aún le daba la espalda..

Alcé notablemente las dos cejas cuando me habló de emborracharlo, la verdad era que no se me había ocurrido y la idea sonaba excelente. Pero estaba bien que no quisiera beber nada de la cava, eran vinos muy costosos y andárselos ofreciendo a cualquier "honorable lord" no era bueno, ¿no?

Justo estaba debatiéndome sobre el asunto, cuando Matheus cambió bruscamente el rumbo de nuestra conversación. De hecho, me hubiera quejado sobre lo de "cochina cava" -seguramente eso era lo que iba a decir- de no ser porque lo que mencionó después me impactó muchísimo más.

-¡¿Cómo?! -cuestioné sólo después de escupir el whisky que tenía en la boca. Le miré evidentemente molesto y todo por una simple y comprensible razón:

NADIE SE QUEDABA A DORMIR EN MI CASA.

Pero había que aceptarlo: yo no estaba en la mejor posición para decir que no.

Resoplé cual caballo fastidiado y me llevé una mano al pelo, dándome un pequeño tirón. Miré por la puerta para asegurarme que Ingrid seguía lejos y luego la cerré para darnos "privacidad".

-Cuando dices "que todo salga bien", ¿exactamente de qué estamos hablando?

Miré con algo de asco al suelo cuando escupió aquel whisky no pude evitar que una leve sonrisa picara se dibujara en mis labios, vi como cerró la puerta y yo me crucé de brazos.. claro que me dolió hacer aquello pero fingí que no..

Ja ¡¡ ¿no entiendes? , si llego así a casa con todos estos golpes obviamente tendré que decir quien fue el culpable de esto.. y bueno no quiero arruinarle la vida a alguien quien no lo merece... - murmuré mirandole a los ojos

Asi que me quedo en tu casa hasta que esto.. -señalé varios moretones.. - sanen.. o si no.. bueno .. no se de lo que mi padre sería capaz.. -dije mientras para mis adentros pensaba que si mi padre me viera así solo se limitaría a negar con la cabeza y seguir con sus asuntos, pero quería darle una lección , si desaparecía por más de dos días mi madre lo obligaría a buscarme y bueno lo fastidiaría y eso me haría feliz.

¿Entonces es un trato? , me quedo en tu casa hasta que sane y después hacemos como si nada hubiera pasado.. como tú hace unos segundos entraste calmado y fresco, yo saldré de aquí calmado, fresco y bueno.. ¿que dices?? .- estiré la mano hacia él

Chisté cuando dijo "No quiero arruinarle la vida a alguien que no lo merece". Ahí fue cuando decidí que Matheus era un idiota de pies a cabeza. Obviamente yo me lo merecía. Merecía que me arruinaran la vida de varias maneras posibles. Claro que eso no significaba que fuera a protestar.

Miré el vaso con tristeza, ya no quedaba alcohol en él y en ese momento era algo que realmente necesitaba.

-Yo sí sé de lo que Su excelencia Amsel es capaz -dije rodando los ojos y extendí la mano estrechándola con la suya a manera de cerrar un trato. La verdad era que con que se callara yo me daba por bien servido.- Pero más te vale irte más fresco que unos cubos de hielo -bromeé mientras le soltaba. No porque estuviera feliz, sino porque temía que Matheus tenía que estar feliz para callarse la boca.

Me di la vuelta para salir del lugar tan húmedo y reducido -sin albur-, pero antes de salir volví a ver al rubio por sobre mi hombro.

-Ni pienses que voy a ser tu niñera -me volví a girar y me largué bostezando. Ahora tendría que ir por más bebida, deshacerme de Ingrid, asignarle una habitación al nene...

Y así.

Ja ja... si lo que digas..-dije cerrando el trato con él . el tacto fue extraño digo por que las veces que lo había tocado ese día no era para nada cordial , bueno que importa..

Oh Augusto seras más que eso .. -murmuré para que no me escuchara, Ingrid entro tras él para darme algo de ropa , parecía mas de pijama... o era una pijama pero no me negué , mejor que estar semi desnudo en casa de ese patán.

Me puse la playera y el pantalón holgados y me estiré un poco , Ingrid se fue a hacer.. no se que y yo me dediqué a lo mio... curiosear por ahí ...

Caminé por el pasillo , había muchas puertas , claro que la mayoría cerradas , chasqueé la lengua en reprobación a aquello pero me alegre al ver que había un balcón , me asomé despacio , no todo el cuerpo, uno nunca sabe quien podría ver .. la gente estaba caminando de un lado a otro pero por que la noche se aproximaba ... me miré la cara en el reflejo del vidrio .. tenía un moretón bajo el ojo derecho y un pequeño rasguño en la barbilla..

Aquello que estaba haciendo era muy peligroso , quedarme en su casa cuando hace algunas horas quería salir huyendo ... suspiré pesadamente.. pero podría ser una buena forma de desquitarme de él de todo lo que me hiso y de paso descansar de mi vida.. si viva yo..

Mi estomago gruño enfadado pues tenía mas de 6 horas sin comer.. o eso creía ya ni sabía el tiempo.. regrese adentro y baje las escaleras , con toda la calma del mundo como si fuera mi casa.. me aproxime a la cocina , pero no veía comida a la vista..

- Comida ¡¡¡ . comida ¡¡¡ .-dije mientras miraba toda la cocina , no había nadie pero por lo general si uno grita alguien viene ¿no?

Me dirigí hasta mi cantina personal en el salón principal. La mujer llegó tras de mí.

-Sinceramente, nunca creí que serías tan estúpido como para meterte con algún noble como el joven Lord Matheus –comenzó. Entonces me di una buena idea de lo que vendría- Augusto, eres un cerdo –dijo alzando una ceja. Yo bufé fastidiado. Los cerdos me gustaban, no era justo que los insultara así.

-Dime algo que no sepa –la reté mientras vaciaba una generosa cantidad de bebida en mi vasito de cristal. Me lo bebí en un sólo trago. Realmente no me estaba insultando, en el ejército la mayoría del tiempo nos llevábamos bastante pesado.

Ingrid emitió un “hmph” y luego cogió una copa de vidrio, sin embargo, dicho objeto no duró mucho tiempo en sus manos.

“¡¡Comida!! ¡¡Comida!!” Se oyó de pronto. “La jefa” se asustó y dejó caer la copa al suelo. Ni siquiera volteé a ver, el sonido de vidrios rotos fue suficiente para hacerme irritar todavía más. Me fui dando grandes zancadas hacia la dirección de los molestos gritos.

-¡¿Qué demonios te pasa?! –grité exigente al irrumpir en mi cocina. Al parecer el nene tenía hambre. Suspiré profundamente. -En esa alacena hay pan… Y en aquella mermelada –dije apuntando a los respectivos lugares.

Si lo que él quería era algo más fino, tenía malas noticias: era extraño cuando yo comía en casa. Por lo general íbamos a restaurantes o al comedor del campo militar. Y pues no, yo no sabía cocinar.

Mientras esperaba a que alguien viniera en mi "ayuda" me recargué en una barrita donde había algunas vasijas que se veían sin usar , azucarera.. sin azúcar , jarras sin quemaduras, en fin todo nuevo.

Después de gritar el "objeto" de mi deseo momentáneo se escuchó un vaso o copa de vidrio quebrándose , suspiré y me miraba las manos llenas de pequeñas rajaditas , mis muñecas estaban vendadas , me sentía extraño.

No tardo en llegar Augusto , claro que con su cara de pocos amigos , me aguanté cualquier comentario puesto que si tenía hambre, miré hacía donde apuntaba y asentí , me dirigí a las alacenas ... - Mmm.. - murmuré al ver el pan , no era de lo mejor pero era un manjar comparado a lo que comía cuando andaba en mi "otra vida" .. la mermelada se veía decente..

- Es todo.. puedes retirarte.. - dije dándole la espalda mientras me preparaba el pan , despacio tomándome mi tiempo .. - ah.. no.. espera , necesito algo de beber , algo que no sea alcohol .. y no sea agua... - dije aún en la misma posición , mirando como la mermelada se resbalaba por el pan con los movimientos del cuchillo..

- Sorprendeme. -dije volteando sobre mi hombro para verlo , tenía los labios apretados , reteniendo al máximo la sonrisa que quería posarse en mis labios.

Dijo esa tontería de "Puedes retirarte" y en automático se tensó mi mandíbula. Me sentí como un depredador a punto de lanzarse sobre su presa.

-Yo los dejo, caballeros -interrumpió Ingrid, sacando de su bolsillo un cigarro a su vez. Le miré con deseo... el tabaco, desde luego. Después ella desapareció de mi campo visual y volví la vista hacia Mathy. Él había tenido suerte de que la mujer apareciera, pero estando en casa los dos solos no sabía si aquella "tregua" podría continuar.

-¿Algo de beber que no sea alcohol ni agua? -arrugué el ceño. No se me ocurría nada.- Pues tengo champaña -ofrecí, mas pude recapacitar y darme cuenta que la champaña también tenía alcohol en su composición.- Ah, no -balbuceé.

Me senté en una sillita y seguí pensando, eso me tomaría algún tiempo. Unos momentos después, rodé los ojos, acababa de darme cuenta de algo: todo lo que había de beber en mi casa era alcohol y agua.

-Oh, vamos, aguántate y coge algo de mi cava, que es todo lo que hay -afirmé. Bueno, también "tenía leche"... no precisamente leche de algún bovino, por lo que mejor me abstuve de comentar.

Esperaba la respuesta de Augusto , cuando escuché la voz de Ingrid.. al anuncias que se retiraba un vació se formo en mi estomago.. ahora estábamos solos él y yo... bueno.. me calmaré ¿que es lo peor que podía pasar?... mejor no pienso en eso.


Mientras el balbuceaba me recargué en la barra ahora viéndolo mientras comía del pan ... - Mmm.. - me limité a pronunciar mientras masticaba , lo miraba en la sillita .. - Tal vez mas tarde..-dije al final como para dar por "cerrado el tema" .

Tomé de una jarra de barro algo de agua y la bebí rápidamente , me limpié con el dorso de mi mano mis labios húmedos y suspire.. - ¿ este es el momento en el que haces algo?.. -dije un poco aburrido.. la casa estaba en silencio, el sentado pensando en.. no se que cosa .. y yo parado ahí en pijama, descalzo , a medio cenar y con golpes en todo el cuerpo... yupi la mera diversión.

- O eres de los tipos que parecen interesantes pero luego descubres que no son más que unos aburridos?.. - si no podía tener mi bocota cerradota , por algo me ganaba las tundas de mi vida