Alas de Mariposa (libre)

¿Huh? ¿Ley de la naturaleza? ¿El mas fuerte sobrevive? Murmura sorprendida, cuando un rápido recuerdo cruzo por su mente, un recuerdo grisáceo y poco estable de 10 cuerpos tendidos, cubiertos de sangre, donde luego observaba también sus propias manos, empapadas con el mismo liquido carmesí, ¿es verdad, como pude olvidarlo? Comenta, sin embargo en esta ocasión con su voz distorsionada, mientras admira la palma de su mano libre, no duro mucho, cuando sacudió la cabeza, sintió que por poco su otro “yo” se manifestaría. Afortunadamente regreso en si, y sorbiendo lo ultimo que quedaba en su vaso recoge la botella en el suelo, para rellenarlo, ofreciéndole al vampiro rellenarla también mientras seguían conversando.

“Me halagas Lycaon” rie un poco, “Envidio un poco tu determinación y tu valor para pelear por lo que quisiste hacer, y eso sin usar una espada” comenta sinceramente, sus facultades y mentalidad sin duda le recordaban a su maestro, alguien sabio con una apariencia que no lo reflejaba, incluso su maestro, una persona mayor sin duda, era relativamente joven en comparación con el.

“Nos halagas a ambos de hecho, jejeje” se escucha desde la parte trasera del carruaje, con un tono un tanto jugeton, no era otra mas que el mismo Lord Victor, quien de alguna manera había logrado ocultar su prescencia de ambos, demostrando que detrás de esa apariencia apacible e inofensiva había un misterioso y poderoso hombre.

Con ambas manos sujetas sobre su espalda camina hacia el duo “Ja, desde cuando estabas ahí?” pregunta la caballero prohibida, y con una confianza que no se solia ver entre soldados y superiores, tal lenguaje coloquial no parecía importarle al mercader en lo absoluto “desde que empezaron a hablar bien de mi” responde amablemente,. Era claro que lord victor también era una persona singular, pues muchos de su clase social, si bien no eran todos arrogantes si demandaban respeto cuando trataban con personas de rango inferior.

“Yyyy … quien es tu nuevo amigo, Lylian?”

Como era de esperarse, al llegar el mercader el ambiente se puso mas agradable, pues tal hombre, a pesar de estar muy bien acomodado en la sociedad era sencillo y amable en su trato, saco de dentro de su carruaje una segunda botella de sidra de manzana previamente enfriada en una hielera de plata y unos cuantos racimos de uvas, tanto dialogo y negociaciones le habían dado mucha sed, invitando a su vez a Lylian y a Lycaon una vez que tomo asiento en la parte superior de la diligencia, demostrando una agilidad engañosa comparada con su aparente edad.

“Como marcharon las negociaciones?” pregunta la caballero prohibido.

“No me quejo, aunque no pude vender los pergaminos antiguos, se les hicieron algo excesivos, (rie un poco) en fin, tal vez el rey Iskander quiera comprarlos”

Asi, mientras un par de sirvientes del castillo salian a recoger unos tomos que el mercader Lord Victor había vendido al castillo y a la biblioteca, Lylian coloca su vaso medio lleno de sidra en una barda cercana, había caído en cuenta de algo.

“Es verdad, no los he presentado, Victor, el es Lycaon, Lycaon, el es mi maestro, Lord Victor”

“Un placer Sir Lycaon” se presenta el mercader, con su brazo izquierdo en su espalda, y extendiendo su diestra para saludarlo de mano” .

Durante la presentación los sirvientes habían terminado de bajar la mercancía correspondiente, ahora lo que requerían era una firma, sin embargo, para no interrumpir a su maestro la caballero prohibido se aproximo a ellos, aun sin el intimidante casco no podía evitar hacer temer a la gente, asi que una vez que obtuvieron la firma del guardaespaldas del mercader cerraron la puerta inmediatamente.

Lylian sin embargo se limito a levantar la mirada, y ver como multiples banderines con la insignia del diamante ondeaban con la brisa nocturna, “Por fin, nos iremos de este lugar” piensa para si misma, cuando nuevamente la voz de su maestro la llamo, para que se integrase nuevamente a la conversación.