Foráneo -libre-

por **Lycaon** Vie Mayo 09, 2014 2:05 am

"Ah! Lillium, bella y resplandeciente como una esmeralda pulida a la perfección,¿cuando fue la ultima vez que puse pie en tus anchas y pulcras callejuelas? ¡Como no recordar los días de fiesta! Los bellismios fuegos artificiales iluminando el cielo, tanto, que juraría poder ver como si fuera de día. Venir aquí es un agasajo para los foráneos, su belleza es espectacular, tanto, que antes de llegar se pueden distinguir los techos de las casas, iglesias y edificios de diferentes tonalidades de verde; una bella vista de lejos no se compara con llegar; la gente es hospitalaria, amable y servicial, podría decir que es de los lugares a los que me arrepiento de no venir mas seguido... Con lo mucho que me gustan sus postres con decoraciones alusivas al trébol verde que adorna la ciudad por doquier.
La tarde de hoy me encuentro en un simpático y elegante restaurante llamado "Lucky Jade" y bastante acorde a su nombre y a las tradiciones del lugar, todo esta decorado con motivos de treboles siendo lo diferente que en realidad, hay incrustaciones de verdadera piedra de jade en las paredes, sin embargo, me encuentro afuera, hace un clima muy agradable y ver a los citadinos ir y venir en su diario andar me provoca querer seguir...."

Interrumpió la escritura, guardando su diario en una especie de mochila hecha de cuero; la cena estaba lista.

Había llegado ahí la madrugada anterior en tren y hospedado en una agradable posada durante el día, y ahora que estaba anocheciendo, decidió ir por un bocado a este famoso local donde la crema innata de la sociedad de la capital solía ir. No era que fuese un estirado o algo por el estilo, Lycaon no era alguien desagradable y arrogante, solo que, debido a su horario, eran pocos los restaurantes que tenia como opciones para tomar su primera comida de la noche y este era el único que conocía en realidad. Sus padres solían llevarlo cuando aun era muy pequeño y recordaba con placer el delicioso flan en forma de trébol que ahí servían. Nada mejor que un recuerdo de la lejana niñez para regresar en el tiempo unos momentos.

por **Elsa Arendelle** Sáb Mayo 10, 2014 10:06 pm

No era que odiara a su tío, o a su tía. Ni siquiera su poca paciencia y tolerancia, ni que le pareciera que el consejo estaba perdiendo el juicio, o que un par de semanas antes se hubiera reunido con aquella misteriosa mujer de corazones y le hubiera hecho una propuesta a la cual aunque en u principio se negó a aceptar le resultaba tentadora de forma macabra.

Elsa estaba demasiado deprimida para poder querer estar en el palacio. Era peligroso para ella y para el resto, debido a que en situaciones como estas, ella siempre contaba con el apoyo de Anna o su tía Corett. ¡Le hacían tanta falta!

Fue por eso que decidió salir de casa. Nerviosa, pero decidida a alejarse un tiempo. Esperó a que fuera muy tarde para poder salir y hubiera pocos habitantes que le reconocieran, y al no haber cenado nada -ya que no estaba de humor para compartir la mesa con sus tíos- llegó a ese lugar que en realidad nunca había conocido.

Se sentó en una mesa cercana a la ventana, y pidió un café muy caliente. Odiaba las cosas calientes, y el calor, pero por encima de eso, le aterraba la nieve.

por **Lycaon** Dom Mayo 11, 2014 12:30 am

La estaba pasando de lo mas agradable; había un músico callejero cerca, era bastante bueno y su vestuario curioso y llamativo. Mientras comía, le observaba con interés, fijándose en cada movimiento que hacia al tocar el violín.

Sus manos se posaron sobre la taza de te que le habían traído y se la llevo a los labios, bebiendo con cuidado; estaba caliente y amargo. Lo dejo nuevamente en la mesa y tomo las pinzas que estaban puestas encima de la azucarera sacando dos cubitos de azúcar; luego revolvió la infusión con una cucharita.

Mientras su te se enfriaba, se enfoco en el famoso flan en forma de trébol tomando un tenedor para rebanar con este mismo un pedazo del postre y llevarlo a su boca. Una sonrisa se curvo en sus delgados labios; sabia igual que como recordaba.

De pronto, vio a alguien llegar, un desliz de matices azulados y destellos. Volteo a ver disimuladamente que era; se trataba del vestido de una hermosa dama de nobles facciones y hermoso cabello rubio platinado trenzado de lado (Juraba haber visto entretejidos entre su cabellera pequeños adornos alusivos a copos de nieve) "Una hada de las nieves" pensó sorprendido y se dirigió nuevamente a su comida; debía de aprender a no mirar a los demás, muchos lo tomaban de mal gusto a pesar de que el no lo hacia con mala intención.

por **Minina Daimaoh** Mar Mayo 20, 2014 4:10 am

Minina salió de su guarida con rumbo al "Lucky Jade"... había conseguido como siempre un buen botín. La chica era experta en robar carteras sin que la víctima apenas se diera cuenta, gracias a la rápidez y habilidad de sus manos; lo mejor es que nadie sospechaba de ella debido a que la niña era una excelente mentirosa y manipuladora. Sin embargo, el hambre estaba atacándola, ya era noche y necesitaba comer algo, por ello decidió ir a su escondrijo a cambiarse y a ponerse algo más acorde al único lugar abierto a esa hora antes de ponerse en marcha . Tenía suficiente para una buena comida y hasta le sobraba. Minina se detuvo ante el restaurante y entró al lugar muy erguida, con aire de suficiencia y orgullo. Si bien, desde que había llegado a Wonderland, se había visto reducida a robar y a echar mano de varios trucos para poder salir adelante y vivir, cuando vivía al otro lado de la madriguera su vida era muy diferente; Minina era una gatita de raza fina extremadamente consentida por su amo... era la mascota de un hechicero muy poderoso, por lo cual estaba acostumbrada a la buena vida, y eso podía notarse en su porte orgulloso, y aunque sabía adaptarse a las situaciones y sacar ventaja de cualquier situación, Minina seguía ostentando ese aire que cuando era sólo una gatita la distinguía entre otros animales.
Minina entró al restaurante ataviada con un sencillo, pero lindo vestido en color verde-amarillo pálido, y encima un chal en color lila.
Al entrar, la chica buscó una mesa disponible encontrando una cerca de una hermosa joven rubia a quien Minina reconoció inmediatamente como la princesa Elsa, a quien sólo conocía de vista

-¿Esa es la princesa Elsa? Es muy linda...

La joven se sentó en la mesa pidiendo una sopa de calamares en su tinta, un plato de filete de carnero un flan y una botella de vino tinto para acompañar todo. El gusto de Minina por el vino tinto, lo tenía desde que vivía al otro lado de la madriguera, ya que era una de las bebidas predilectas de su amo, y él acostumbraba siempre darle a probar de lo que el bebía de su misma copa.

por **Lycaon** Mar Mayo 20, 2014 2:33 pm

De reojo pudo ver una chica de orejas de gato, la verdad es que no parecía de ahí. Se encogió de hombros al ver como esta miraba a la otra bella joven de vestido azul. Le daba la impresión que la conocía, pero la sofisticada dama de ojos azules no se veía muy interesada en esta. Continuo comiendo su postre con gusto hasta terminarlo, decidiendo pedir un segundo plato. Quería quedarse un rato mas sentado ahí, era una noche hermosa y fresca, perfecta para dibujar algo. Volteo a ver a ambas mujeres y saco nuevamente su diario y un lápiz, comenzando a dibujar con sumo detalle lo que ocurría en dirección de esas mesas colindantes. La escena le parecía perfecta para acompañar la descripción del restaurante que había dejado inconclusa.

-seguir... -dijo, repitiendo la ultima frase que tenia escrita, pensativo en que podría escribir ahora.

"...seguir aquí sentado, disfrutando de buena comida y rodeado de gente interesante, interesante pero desinteresada al mismo tiempo. Cada una entra y sale con sus pensamientos, incautos de los demás. Sin embargo, su compañía involuntaria me es agradable de sobremanera. Puedo ver bastantes rostros a los cuales me gustaría acercarme, como a la doncella que parece un hada invernal o a la extraña jovencita de orejas de gato que aparenta ser orgullosa y egocéntrica. Tantas personalidades mezcladas en un solo punto... "

Una ráfaga de viento soplo con fuerza, moviendo las campanillas que adornaban la entrada. El sonido lo puso tenso, bajando las manos hacia sus muslos, apretando los puños. Como le perturbaba ese sonido agudo.

por **Minina Daimaoh** Vie Mayo 30, 2014 2:55 am

Al escuchar ese sonido, Minina se levantó volteando instintivamente hacia la entrada donde las campanillas sonaban agitadas por el fuerte viento. La rubia se sentó de nuevo suspirando con un dejo de nostalgia, no pudo evitar el pensar en su amo ¿La estaría extrañando tanto como ella a él? ¿Se habría olvidado de ella y conseguido otra gatita o peor aún... una mujer
En esto pensaba Minina cuando notó cerca de su mesa a un hombre delgado que llevaba el cabello recogido en una cola baja dibujando.

-No parece de por aquí...

Lo observó detenidamente, notando por su ropa que era una persona de clase alta, probablemente un noble, aunque era evidente que era un forastero.En ese momento, llegó el mesonero con el pedido de la rubia: La sopa de calamares en su tinta, el filete de carnero y la botella de vino tinto. El flan se lo traerían después
-Gracias.
Le dijo a la mesera antes de irse y se dispuso a comer, empezando con su sopa de calamares...

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