La reina aburrida [Libre]

por **Tiffany Reed** Mar Abr 29, 2014 1:45 am

El viento otoñal susurraba por las paredes del castillo. Afuera, el sol se había alzado ya en un cielo parcialmente nublado. Era más tarde de lo que solía permitírsele a cualquiera levantarse para atender sus deberes y su empleo. Pero ella no era una cualquiera. No, ya no más. Ahora era la condenada reina de tréboles y podía hacer lo que quisiera, siempre y cuando no metiera al reino entero en una crisis. De eso ya se encargaban Fausto y los consejeros del trono, así que ella sólo debía ir a sentarse en la sala del trono a aburrirse toda la mañana hasta la hora de comer. Acababa de salir de su alcoba, la cual no compartía con Fausto, vestida de azul. Su falda era corta y sus zapatillas tenían poco tacón para poder correr y jugar por ahí; no entendía cómo otras mujeres usaban tacones tan altos, ¿cuál era el punto? Sí, se veían atractivas, pero era tan estorboso… Pegó un suspiro, mirando por una de las ventanas mientras sacaba de su pequeño bolso blanco una paleta de cereza. La desenvolvió y se la llevó a la boca, tirando por ahí el envoltorio; ya lo levantaría alguna criada. Despreocupadamente, comenzó a caminar, saboreando su golosina. Le esperaba otro largo y exasperantemente aburrido día como la gobernante de aquel reino de gente afable y pacífica, cuyos peores problemas eran los créditos para cosechas y quién se había acostado con la mujer de quién. Ya había tenido que atender a un hombre que reclamaba que su hijo era un bastardo y había tenido que pedir que lo echaran del palacio tras el alboroto que empezó a armar. ¿Cómo iba a saber ella qué hacer en un caso así? Inconscientemente, le dio una mordida al caramelo que tenía en la boca. No podía decir que no disfrutara de esa vida lujosa, pero había algunas cosas que definitivamente no le gustaban en lo absoluto.

por **Cassandra Lark** Lun Mayo 05, 2014 12:42 am

¿Cómo el hecho de soportar ver a un feliz matrimonio?

Por quien sabe que numero de ocasión, la capitana del reino de trébol frunció el cejo, ¿por qué le costaba deshacer de su mente esas imágenes? Últimamente entre la armada solamente se escuchaban los cuchicheos de los militares hablando sobre lo bonita que era la nueva reina y sobre todo lo suertudo que era Fausto al tenerle como esposa.

Lo peor del caso, es que no puede oponerse y contradecir tales cosas, no sin quedar como traidora a su causa, y revelar lo que secretamente tiene con el ahora rey de tréboles.

...Sonrió de lado, y miró hacia el suelo.

Debe dejar de pensar en esas cosas, sin importancia -o eso intentaba decirse- Igual, Fausto le ama, y no a ella, ¿verdad?

Negó. Lo cierto es que si mortificaba el hecho de ver a la pareja real junta. Lo peor del caso es que no podía hacer mucho tampoco para eludir ciertos eventos sociales.

Afirmó su andar y levanto el mentón, tratando de escudarse nuevamente en sus deberes, según ella -y las creencias de su padre- era en lo único que debía enfocarse. Sin embargo, súbitamente, como si la causa de su malestar se hubiese manifestado, ahí se encontraba aquella adorable chiquilla piel albina y hermosos ojos azules frente suyo. La de cabello azul solamente atino a sonreír de manera ladina, antes de acercarse y saludar como dictaba el protocolo.

-Su majestad- Y se llevó la mano diestra, hacia el hombro contrario para inclinarse ligeramente hacia adelante.

Discretamente se mordió el labio inferior. ¡No solamente tenía que soportar verle con Fausto! sino que además ha de mostrar sus más profundos respetos hacia la joven.

-Si me permite preguntar: ¿qué es lo que hace por aquí? - Miró hacia ambos lados antes de prestarle atención nuevamente -Y sin escolta alguna...-

por **Tiffany Reed** Lun Mayo 05, 2014 11:05 pm

Sintió un hormigueo en sus orejas al escuchar la voz clara y femenina de aquella joven, quien la saludaba con una inclinación. La había visto antes, de eso estaba segura, quizás en algún desfile o en una reunión de concejales. Como nunca prestaba atención en las segundas, era entonces menos posible que la pudiera reconocer. Por costumbre, sus ojos pasearon fugazmente por el cuerpo de la mujer, buscando un escote o una falda corta para entrever un poco de piel, pero ella vestía una amplia armadura de la guardia real que no daba oportunidad a ello. Debía hacer un calor de los mil diablos con esa cosa puesta en verano, pero durante aquella temporada otoñal quizás era bastante cálida, pensó para sí. Andar tan tapada tendría sus ventajas. La reina compuso una amplia sonrisa, sacándose la paleta de caramelo de su boca para hablar.

-¡Hola!- Exclamó, eximiendo toda formalidad que aquella presentación ordenaba. La formalidad, así como otras dotes de la nobleza, no se le daba en lo absoluto–. Me encontraba paseando, es todo. Estoy muy aburrida…- Protestó. Era la reina, ¿por qué todos tenían que cuestionarle por qué se encontraba en algún lugar? Pasando sus manos por detrás de su espalda, la rubia fijó su vista en el rostro de la guerrera—. Y no creo que sea verdaderamente necesario cargar con mi escolta dentro del castillo— Repuso—. ¿Has contado cuántos guardias hay aquí? ¡Cientos de miles! Estoy más que segura aquí dentro.

La joven reina se acercó algunos pasos hacia la guardia, escudriñando su rostro con la mirada. Estaba segura de que la había visto antes y le parecía que empezaba a ubicar dónde…

-¡Oye! Tú eres… Sí, te he visto platicar con Faus… Con mi esposo— Corrigió, titubeando. Todo ese rollo de estar casada y mantener la imagen de que su matrimonio con Fausto era el más feliz de la tierra la frustraban. Aborrecía la condición de encarcelamiento de lujo que vivía—. Este… ¿Cuál es tu nombre? Hay tanta gente aquí que pierdo la cuenta— Mencionó.

Cruzando los brazos y frotándose la barbilla con una mano, Tiffany empezó a hacer memoria. A su mente venían sílabas inconexas que luego brillaban como nombres; una “ma” se convertía en “Margarita”, una “eme” en “Amelia”, y así, pero sin conseguir traer a recuerdo el nombre de esa joven. Lo que sí recordaba claramente era que, las veces que la había visto, Fausto se encontraba con ella. Quizás eran amigos de alguna índole, o conocidos que trataban jovialmente algún tema de interés en común…

por **Cassandra Lark** Jue Mayo 08, 2014 1:38 am

La capitán de tréboles arqueo una ceja con curiosidad ante la respuesta de su majestad.

Vale, tenía razon... Su majestad no podía estar más segura que dentro del castillo de tréboles ¡Pero era normal si tomaran medidas!, después de lo que le sucedió a su majestad Corett Amelie. Eran tiempos críticos y ella... bueno, ella jugueteando por todo el castillo. ¿Quizá eso era lo que realmente le molestaba de su persona?

Era probable...

Entre abrió los labios para dar su punto de vista, no obstante, las palabras murieron en los mismos. ¡Fausto! si, por supuesto que le han visto seguido con Fausto ¡Pero siempre se escudaban en menesteres políticos y militares! más enfocados en la seguridad del pueblo y los cambios drásticos que se crearon al subir el castaño al trono.

Sus mejillas se tiñeron de un suave color carmín, de manera instintiva. Pues luego de hablar de política y milicia, bueno, seguían palabras cusirles y un poco tiempo transcurrido después, picaras y un tanto atrevidas.

Aunque rápidamente aquel gesto fue sustituido por un atisbo de molestia. Si, quisiera o no, Tiffany era esposa de Fausto, y por ende, la reina de tréboles...

Y no había nada que ella pudiese hacer, punto.

No es que desease estar en su lugar, es decir, tener el trono, ni ansiaba el poder. Lo único que realmente desearía era el poder expresar abiertamente y sin ocultar, todo lo que realmente sentía por el rey de tréboles.

Más no puede permitir que nadie sepa aquello.

Una fugaz sonrisa atenuó sus pálidas facciones ¿tan poca cosa era para que su "majestad" verde no recordase su nombre?" Bueno, era normal, después de todo ha demostrado ser una niña boba, en ciertos aspectos.

-Cassandra... Majestad. Lamento si cruzo palabra demasiado seguido con el rey, pero, debo aclarar que solamente se trata de asuntos con respecto a la seguridad de nuestro amado pueblo esmeralda.- Disculparse por hablar con la persona que ama ¡prf! que tontería...

por **Tiffany Reed** Vie Mayo 16, 2014 5:53 pm

La rubia asintió con la cabeza, paseando su caramelo de cereza dentro de su boca tras escuchar el nombre de la mujer que se había topado. Cassandra, de algún apellido noble, sin duda, como todos en el castillo. Incluso tenían un mayordomo llamado Jaime; era el colmo de la pompa y el lujo real. Una risita se le escapó, pensando en los nombres elegantes de la gente que vivía con ella y estaba a su servicio incondicional. Fausto no contaba, por supuesto. Y hablando de Fausto, Cassandra mencionó algo que la hizo volver a la realidad. Acababa de disculparse por hablar a menudo con el monarca. ¿Por qué lo hacía? ¿Qué tenía de malo? Quizás lo estaba diciendo porque podría dar la impresión de que los dos eran demasiado cercanos, lo suficiente para inspirar rumores y cotilleos, de los favoritos de las amigas de Tiffany en la “casita de las muñecas”, la casa de citas en la que había vivido y sido educada para el propósito del placer y la compañía. “¿El rey se revolcaba con una suculenta capitana de la guardia real en lugar de con su preciosa esposa?”, imaginó, poniéndole la voz de una de las chicas con las que compartía cuarto, de apellido Jorkins, que era muy bulliciosa y sin una pizca de cerebro. Empezó a reírse, sin poderlo evitar.
–¡Está bien, no te preocupes! –Dijo, entre risas, a la capitana –, Yo entiendo que los dos sean amigos. Es más, entiendo que sean buenos amigos. No tienes nada de qué disculparte.
Tomó el palito de su paleta, sacando el caramelo de su boca y dándole una lamida. Después, se fijó en los ojos de Cassandra, de color esmeralda como las piedras de su anillo de bodas, una sortija de oro con el emblema del reino formado con aquella misma gema preciosa. Era una chica guapísima, a pesar de la armadura que usaba. O tal vez, la armadura acentuaba la gallardía de Cassandra y la hacía ver más guapa. ¿Y si Cassandra le gustaba a Fausto? Ella entendería perfectamente si lo hacía. A Tiffany le gustaba también. ¿Qué clase de jugarreta podría emplear para quitarle esa armadura? Ya se le ocurriría.
–Pero te ves un poco aburrida, ¿no quieres pasear conmigo? –Preguntó, metiéndose el caramelo de cereza de vuelta en su boca –. Yo no tengo mucho que hacer en todo el día y me aburro bastante yo sola… Mi esposo se empeña en que confisquen mis juguetes, así que las horas de ocio suelen ser muy largas cuando me los quita.
Y se acercó más a Cassandra, paseando el caramelo dentro de su boca. Cereza, su sabor favorito…

por **Cassandra Lark** Jue Mayo 22, 2014 4:37 am

¿Amigos? Ohh, si la reina realmente supiera...

No, lo mejor era que así se quedara el asunto. Triunfal, sonrió, ¡Era grato saber que la mujer de cabellera rubia desconocía la relación verdadera que ambos tenían! Aunque, por otra parte, la mujer de cabello azul se sentía mal por ello, pues no sabía si realmente la reina tendría apego por su majestad de tréboles, aunque fausto lo negase abiertamente.

Que lio.

La pregunta le tomo desprevenida. ¿Aburrida? Uh, si, lo estaba... pero el capitán de la guardia no tiene tiempo para tales cosas ¿cierto? Cerró los ojos y suspiro. Podía matar dos pájaros de un tiro, por una parte, haría escolta (indirectamente) por otra podría conocer aunque sea, un poco mejor a la nueva reina de tréboles... no es que quisiera hacerlo de todo corazón, mas quería saber con qué clase de mujer es que habían comprometido a Fausto.

Envidia, si, celos... era probable.

Su esposo... ¡Qué envidia! ella podía ir por todo el sitio alegando que el de cabellera castaña era su pareja, ella, en cambio, tenía que guardárselo. No importaba cuando Fausto se lo dejase en claro, siempre habría algo de duda en la mente y corazón de la capitana con respecto a la "relación real"

--Me parece perfecto, majestad- Asintió con la más radiante de las sonrisas que pudo esbozar. Hizo nuevamente una ligera reverencia, mas extendió la mano diestra invitándole a iniciar el recorrido.

-–podemos ir a donde más guste e inclusive si aún no le conoce del todo, podría mostraros el castillo-

por **Tiffany Reed** Miér Mayo 28, 2014 1:13 am

Tiffany le devolvió aquella sonrisa de forma cándida, juguetona. ¡Sí! Iba a conseguir algo de diversión para pasar aquel tedioso rato. Quizás, con suerte, podría echar un vistazo debajo de toda esa armadura… No, mejor no. Por mucho que le importara un grillo su relación con Fausto, si lo echaba a perder estaría de patitas en la calle. Aunque ella era una reina, la verdad era que no se sentía con la menor autoridad para hacer nada. Al menos, no aún. Quizás con el tiempo llegaría a un punto en el que el mando se le volvería algo fácil, incluso tolerable. Mientras tanto, disfrutaría su paseo. Con deleite vio como Cassandra le extendía su mano y, confundiendo el gesto, se la tomó, abrazándose a su brazo como acostumbraba hacer con cualquier chica que le permitiera aquella proximidad. Con los hombres, sin embargo, no hacía eso, porque los hombres eran feos y desagradables y no olían bonito.
–¡Sí, muéstrame el castillo! –Pidió, emocionada. Después de todo, aquella enorme estructura seguía teniendo sus misterios y sus puertas cerradas, a las que Tiffany aún no conseguía acceder ni por las buenas ni por las malas. Pero, ya en compañía de Cassandra, era probable que viera algunas cosas nuevas si insistía lo suficiente. Inclusive podía aprovechar esa oportunidad para practicar su voz de mando. Era una reina y tenía que aprender a mandar, sin importar lo que le costara. Además, siempre escuchaba rumores acerca de las otras reinas. Todos decían que eran damas altivas y nobles, de gran belleza y fuertes dones para la administración de su reino. Y entonces estaba ella, la prostituta del rey Fausto.
–¿A dónde me llevarás primero, Cassandra? –Preguntó, alzando su rostro hacia el de la capitana con un coqueto e irrefrenable batir de sus largas pestañas.

por Contenido patrocinado

La reina aburrida [Libre]

La reina aburrida [Libre]

Re: La reina aburrida [Libre]

Re: La reina aburrida [Libre]

Re: La reina aburrida [Libre]

Re: La reina aburrida [Libre]

Re: La reina aburrida [Libre]

Re: La reina aburrida [Libre]

Re: La reina aburrida [Libre]