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Devuélvemelo
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Devuélvemelo
por Alice Lidell Lun Feb 10, 2014 12:11 am
Pasearse por el bosque no tenía un motivo particular, quizá esperaba encontrarlo a él, de casualidad podría llegar al mismo lugar y verlo o que se cruzara en su camino, pero por más que se intentaba no lograba nada y el ir a caballo por el bosque se convirtió en una especie de rutina o pasatiempo. Solía tardarse horas andando de un lugar a otro, con ella llevaba tanto el cuchillo como el mazo con forma de caballito de juguete, no tenía intención de pelear pero estaba bien tener algo con lo que defenderse por cualquier imprevisto.
Luego de unos minutos de viaje sin fruto alguno, pues todos los carteles la llevaban de aquí para allá y había olvidado que no debía hacerles caso, decidió darse el pequeño lujo de descansar. Bajó del caballo dejó a un costado el pesado mazo junto con una pequeña bolsa donde ingeniosamente guardó algunos dulces, con las manos libres buscó una zona verde y ató la rienda del mismo a un árbol para que no se perdiera pero pudiera pastar.
Sonrió complacida y con una caricia se despidió del animal para acercarse nuevamente a su mazo a su… desaparecida bolsa de dulces. No lo notó al instante, contempló el mazo y luego su propia ropa en caso de que se le hubiera olvidado en el bolsillo, después al caballo que inocentemente seguía en lo suyo, no… no notó que ya le habían robado. Frunció el ceño y empuñó con fuerza el mazo con ambas manos, preparada para golpear lo que fuera si no le devolvían la bolsa la… bestia que hizo aquello.
Caminó por el bosque y escuchó algo tras una mata de arbustos frondosos, acercándose como un cazador experimentado, en silencio, tensando los músculos y dejando que la adrenalina fruyera por sus venas, rápidamente se lanzó y salió de entre su escondite para tratar de golpear a la bestia con sus dulces, pero en lugar de eso se encontró con un joven. Fue capaz de desviar el golpe de su mazo, tropezarse a tratar de frenar y golpearlo con su cuerpo, lanzándolo al suelo y cayendo también.
- Agh… Tú no eres una bestia. - Murmuró tirada en el suelo al costado de la persona embestida, soltando la empuñadura del mazo y llevándose ambas manos a la cabeza, fue un golpe tremendo pero tuvo suerte de no atacar a una persona sin antes preguntar.
Luego de unos minutos de viaje sin fruto alguno, pues todos los carteles la llevaban de aquí para allá y había olvidado que no debía hacerles caso, decidió darse el pequeño lujo de descansar. Bajó del caballo dejó a un costado el pesado mazo junto con una pequeña bolsa donde ingeniosamente guardó algunos dulces, con las manos libres buscó una zona verde y ató la rienda del mismo a un árbol para que no se perdiera pero pudiera pastar.
Sonrió complacida y con una caricia se despidió del animal para acercarse nuevamente a su mazo a su… desaparecida bolsa de dulces. No lo notó al instante, contempló el mazo y luego su propia ropa en caso de que se le hubiera olvidado en el bolsillo, después al caballo que inocentemente seguía en lo suyo, no… no notó que ya le habían robado. Frunció el ceño y empuñó con fuerza el mazo con ambas manos, preparada para golpear lo que fuera si no le devolvían la bolsa la… bestia que hizo aquello.
Caminó por el bosque y escuchó algo tras una mata de arbustos frondosos, acercándose como un cazador experimentado, en silencio, tensando los músculos y dejando que la adrenalina fruyera por sus venas, rápidamente se lanzó y salió de entre su escondite para tratar de golpear a la bestia con sus dulces, pero en lugar de eso se encontró con un joven. Fue capaz de desviar el golpe de su mazo, tropezarse a tratar de frenar y golpearlo con su cuerpo, lanzándolo al suelo y cayendo también.
- Agh… Tú no eres una bestia. - Murmuró tirada en el suelo al costado de la persona embestida, soltando la empuñadura del mazo y llevándose ambas manos a la cabeza, fue un golpe tremendo pero tuvo suerte de no atacar a una persona sin antes preguntar.
Alice Lidell- General corazones
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Re: Devuélvemelo
por Colonello Lun Feb 10, 2014 9:45 pm
El general de tréboles se hallaba deambulando por el bosque de Wonderland, no es que gozase de mucho tiempo, de hecho había escapado pero solo un día de sus deberes en el castillo de tréboles. Todo estaba en orden y no tenía de que preocuparse; era Día de caza. Si una obsesión tenía el rubio, esa era mantener lo que tanto orgullo le daba "su excelente puntería"; entrenar en el campo que el mismo preparó le hacia acostumbrarse y sabía que lo inesperado era lo común en el lugar donde vive.
Tomo un caballo para salir del país internándose al bosque de Wonderland, llevaba a la espalda el rifle antitanque que adoraba usar, ya alguna presa se le aparecería en el trascurso del camino para hacer gala de sus habilidades, aunque más le valía no confundir a un semi-humano porque ya le pesaría, siendo que estos eran comunes en aquel bosque, por si las dudas, el arma estaba cargada actualmente con balines poco dañinos a una presa grande. Veía los carteles indicando diferentes direcciones a las cuáles acudir, ya sabía que seguirlos era problemático pero el hombre era un aventurero, continuó por el camino que supuestamente llevaba a la Torre del reloj... ya recordaba aquella torre que por poco le causa ser odiado por todo el país de las maravillas; pero ya fue pasado.
Revisando memorias aún se encontraba cuándo por delante del caballo paso algún animal con mucha rapidez, por supuesto el caballo se asusto y se detuvo retrocediendo un poco, Esa es mi presa, Kora! se dijo el general quien bajo de inmediato, tomo la rienda del caballo y la colgó a la primera rama que se le apareció para que el equino no se perdiera. Comenzó a correr de inmediato detrás del desconocido animal, tomando su rifle de la espalda para llevarlo por delante, buscando disparar apenas lo divisará Vaya, inicie antes de lo pensado, kora.
El animal desconocido pareció cansarse repentinamente, se detuvo, parecía querer escuchar a su alrededor, sin embargo entre las sombras el rubio no alcanzaba a divisar de que se trataba exactamente. Se metió a gachas entre unos arbustos, apenas moviéndose para levantar su arma a una altura adecuada y apuntar; a punto de jalar el gatillo estuvo cuándo el sonido del viento cercano rompiéndose le hizo mirar detrás inmediatamente, se puso de pie pues observo un gran mazo viniendo hacia él, no tuvo tiempo a moverse del lugar y solo le quedó cubrirse con los brazos. No fue el mazo lo que lo golpeó, sino un cuerpo que por cierto le derribo, cayó sentado y con el rifle a un lado. Agh… Tú no eres una bestia. escuchó, miró a su lado encontrándose con una chica Por supuesto que no! Kora! le contestó de vuelta impresionado. No comprendía la situación, instintivamente miró dónde antes encontrándose con que su animal desconocido desapareció. Escapo mi presa... comentó desganado, culpando a la chica por supuesto. Se puso de pie y sacudió su chaqueta, acto seguido extendió su mano a la mujer que parecía dolida debido al golpe ¿Se puede saber que rayos tratabas de hacer? preguntó, sabiendo que casi fue brutalmente golpeado por ella misma, quien desvió la enorme arma en el último momento.
Tomo un caballo para salir del país internándose al bosque de Wonderland, llevaba a la espalda el rifle antitanque que adoraba usar, ya alguna presa se le aparecería en el trascurso del camino para hacer gala de sus habilidades, aunque más le valía no confundir a un semi-humano porque ya le pesaría, siendo que estos eran comunes en aquel bosque, por si las dudas, el arma estaba cargada actualmente con balines poco dañinos a una presa grande. Veía los carteles indicando diferentes direcciones a las cuáles acudir, ya sabía que seguirlos era problemático pero el hombre era un aventurero, continuó por el camino que supuestamente llevaba a la Torre del reloj... ya recordaba aquella torre que por poco le causa ser odiado por todo el país de las maravillas; pero ya fue pasado.
Revisando memorias aún se encontraba cuándo por delante del caballo paso algún animal con mucha rapidez, por supuesto el caballo se asusto y se detuvo retrocediendo un poco, Esa es mi presa, Kora! se dijo el general quien bajo de inmediato, tomo la rienda del caballo y la colgó a la primera rama que se le apareció para que el equino no se perdiera. Comenzó a correr de inmediato detrás del desconocido animal, tomando su rifle de la espalda para llevarlo por delante, buscando disparar apenas lo divisará Vaya, inicie antes de lo pensado, kora.
El animal desconocido pareció cansarse repentinamente, se detuvo, parecía querer escuchar a su alrededor, sin embargo entre las sombras el rubio no alcanzaba a divisar de que se trataba exactamente. Se metió a gachas entre unos arbustos, apenas moviéndose para levantar su arma a una altura adecuada y apuntar; a punto de jalar el gatillo estuvo cuándo el sonido del viento cercano rompiéndose le hizo mirar detrás inmediatamente, se puso de pie pues observo un gran mazo viniendo hacia él, no tuvo tiempo a moverse del lugar y solo le quedó cubrirse con los brazos. No fue el mazo lo que lo golpeó, sino un cuerpo que por cierto le derribo, cayó sentado y con el rifle a un lado. Agh… Tú no eres una bestia. escuchó, miró a su lado encontrándose con una chica Por supuesto que no! Kora! le contestó de vuelta impresionado. No comprendía la situación, instintivamente miró dónde antes encontrándose con que su animal desconocido desapareció. Escapo mi presa... comentó desganado, culpando a la chica por supuesto. Se puso de pie y sacudió su chaqueta, acto seguido extendió su mano a la mujer que parecía dolida debido al golpe ¿Se puede saber que rayos tratabas de hacer? preguntó, sabiendo que casi fue brutalmente golpeado por ella misma, quien desvió la enorme arma en el último momento.
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Re: Devuélvemelo
por Alice Lidell Lun Feb 10, 2014 10:09 pm
Sus dedos de deslizaron sobre su cabeza, palpando para asegurarse de que no existiera sangre o alguna irregularidad que delatara una herida, pero estaba en perfectas condiciones. Suspiró con cansancio y algo de dolor, no era dolor por haber atacado a una persona, ni tampoco por el golpe que se llevó, más bien le dolía haber perdido los pastelitos que guardó con tanto cuidado en esa bolsa, ni siquiera se los comió en el camino solo esperando el momento perfecto para dar una mordida, pero no, por una distracción acabó sin merienda, hubiera sido bueno si comiera pasto como su caballo, la hierba no la robarían al menos.
Contempló el lugar por donde vino y luego la persona a la que, “sin querer”, embistió. Definitivamente no se trataba de una bestia, a menos que estas aprendieran a disfrazarse o adoptaran forma humana, tampoco parecía una persona agresiva e incluso tuvo el detalle de extender una mano para ayudarla a levantarse. Con la diestra aceptó la ayuda, mientras la contraria se aferraba con fuerza al mazo en caso de que se tratara de una trampa, incluso tras ponerse de pie dio unos pasitos hacia atrás para imponer una pequeña distancia, observándole algo desconfiada.
- … ¡¿Tú no tienes una bolsa con dulces?! - Comenzó, casi culpándole del mismo modo en que él la culpó, el chico perdió su presa, pero ella perdió algo mucho más importante que eso. - … Disculpa por el golpe. - Y ella la única persona probablemente que se disculparía después de casi atacarle. - Mi nombre es Alice Lidell. - Continuó, con sus ojos claros clavados en la figura, esperando la mínima señal para golpearlo. - Trataba de golpear al ladrón que me robó, ¿no será usted por si acaso, no? - Lo preguntaba como si creyera en serio que, de ser el ladrón, lo diría abiertamente.
Al final bajó el armas y abandonó esa posición defensiva, cesando las acusaciones en su cabeza hacia aquella persona, si estaba buscando una presa quizá sea la misma que le robó a ella. Giró su cabeza de un lado a otro, los arbustos habían dejado de moverse y no se escuchaba ni siquiera a un pájaro cantar, la tranquilidad había regresado al bosque de Wonderland.
Contempló el lugar por donde vino y luego la persona a la que, “sin querer”, embistió. Definitivamente no se trataba de una bestia, a menos que estas aprendieran a disfrazarse o adoptaran forma humana, tampoco parecía una persona agresiva e incluso tuvo el detalle de extender una mano para ayudarla a levantarse. Con la diestra aceptó la ayuda, mientras la contraria se aferraba con fuerza al mazo en caso de que se tratara de una trampa, incluso tras ponerse de pie dio unos pasitos hacia atrás para imponer una pequeña distancia, observándole algo desconfiada.
- … ¡¿Tú no tienes una bolsa con dulces?! - Comenzó, casi culpándole del mismo modo en que él la culpó, el chico perdió su presa, pero ella perdió algo mucho más importante que eso. - … Disculpa por el golpe. - Y ella la única persona probablemente que se disculparía después de casi atacarle. - Mi nombre es Alice Lidell. - Continuó, con sus ojos claros clavados en la figura, esperando la mínima señal para golpearlo. - Trataba de golpear al ladrón que me robó, ¿no será usted por si acaso, no? - Lo preguntaba como si creyera en serio que, de ser el ladrón, lo diría abiertamente.
Al final bajó el armas y abandonó esa posición defensiva, cesando las acusaciones en su cabeza hacia aquella persona, si estaba buscando una presa quizá sea la misma que le robó a ella. Giró su cabeza de un lado a otro, los arbustos habían dejado de moverse y no se escuchaba ni siquiera a un pájaro cantar, la tranquilidad había regresado al bosque de Wonderland.
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Re: Devuélvemelo
por Colonello Mar Feb 11, 2014 7:59 pm
Si el hombre extendió su mano en ayuda fue por caballerosidad, estaba en la chica si aceptaba o no; aunque afortunadamente si lo hizo. Ya ambos de pie ella se ocupó de guardar distancia mientras él recogía su rifle que yacía hasta entonces en el suelo, lo analizo con detenimiento asegurándose no tuviera algún daño que pudiera lamentar. Esta perfecto pensó aliviado mientras lo colgaba en su hombro izquierdo Ahh?! exclamó al escuchar hablar a la fémina,era su imaginación o realmente estaba siendo acusado de robar dulces? Viendo la mirada de desconfianza que le dirigía comprendió que estaba en la realidad; Una disculpa hubiese sido mejor en ese momento, aunque pensó antes de, pues aquello llego justo después acompañado de una presentación, o lo más cercano a ello, se trataba de Alice Lidell... Lidell se repitió mentalmente, parecía haberlo escuchado antes pero no hizo esfuerzo en concentrarse para recordar, lo dejo solo así.
No, no tengo un solo dulce conmigo, Kora! respondió a la primera acusación encarando a la chica con una mirada firme que suavizo segundos después, miró donde antes estuvo su presa, sabiendo que con la conmoción huyó No te preocupes, no fue la gran cosa y eso porque no me alcanzaste a golpear con esa cosa se pensó, mirando ese terrible mazo, era increíble que una chica como ella tuviera la fuerza suficiente para levantarlo Yo soy Colonello Ryo extendió su mano nuevamente, esta vez para ser saludado como una presentación lo más normalmente extraña dadas las circunstancias, igualmente hubiera querido decir "es un gusto conocerte" pero no estaba tan seguro.
Suspiro pesadamente para reiterar lo anterior No he tomado nada! recién llegaba al bosque cuándo me puse a perseguir la presa que por cierto huyó, kora. Era más que obvio que su enojo se debía a que un ladronzuelo tomo sus dulces, quizás aquellos dulces le eran importantes para hacerla ir por ahí con ese mazo. El animal que el rubio siguió iba a toda prisa, ¿estaba huyendo quizás? aunque nunca notó llevase algo, debido a que de por si no vio que perseguía claramente. Se cruzó de brazos ¿Y si fue algún animalito hambriento quién tomo tus dulces? debió olerlo y lo tomó sin que te dieras cuenta Sonaba lógico, al menos para él. No era extraño que ocurrieran ese tipo de cosas en un bosque, al general le había sucedido muchas veces antes Es normal que el dulce atraiga animalillos susurró como para si mismo.
¿Sucede algo? le preguntó, notando que la mujer ponía demasiada atención a su entorno, estaba todo tranquilo, como de costumbre, la única conmoción la causaban ellos dos.
No, no tengo un solo dulce conmigo, Kora! respondió a la primera acusación encarando a la chica con una mirada firme que suavizo segundos después, miró donde antes estuvo su presa, sabiendo que con la conmoción huyó No te preocupes, no fue la gran cosa y eso porque no me alcanzaste a golpear con esa cosa se pensó, mirando ese terrible mazo, era increíble que una chica como ella tuviera la fuerza suficiente para levantarlo Yo soy Colonello Ryo extendió su mano nuevamente, esta vez para ser saludado como una presentación lo más normalmente extraña dadas las circunstancias, igualmente hubiera querido decir "es un gusto conocerte" pero no estaba tan seguro.
Suspiro pesadamente para reiterar lo anterior No he tomado nada! recién llegaba al bosque cuándo me puse a perseguir la presa que por cierto huyó, kora. Era más que obvio que su enojo se debía a que un ladronzuelo tomo sus dulces, quizás aquellos dulces le eran importantes para hacerla ir por ahí con ese mazo. El animal que el rubio siguió iba a toda prisa, ¿estaba huyendo quizás? aunque nunca notó llevase algo, debido a que de por si no vio que perseguía claramente. Se cruzó de brazos ¿Y si fue algún animalito hambriento quién tomo tus dulces? debió olerlo y lo tomó sin que te dieras cuenta Sonaba lógico, al menos para él. No era extraño que ocurrieran ese tipo de cosas en un bosque, al general le había sucedido muchas veces antes Es normal que el dulce atraiga animalillos susurró como para si mismo.
¿Sucede algo? le preguntó, notando que la mujer ponía demasiada atención a su entorno, estaba todo tranquilo, como de costumbre, la única conmoción la causaban ellos dos.
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Re: Devuélvemelo
por Alice Lidell Mar Feb 11, 2014 8:41 pm
Definitivamente él no era el culpable del altercado, por la forma de actuar que tenía y el hecho de que seguía allí presente y no huyendo, debía ser inocente. Llegó a sentirse un poco culpable por su actuación, al mismo tiempo avergonzada, atacar a una persona que no tenía nada que ver, pero al menos deberían agradecerle a ella que no le diera con el mazo y desviara a último momento, si lo llegaba a golpear hubiera sido catastrófico.
Apoyó el arma sobre un hombro mientras la diestra descansaba sobre el costado correspondiente, aún con posición firme pero notoriamente más relajaba, su posición no daba indicio alguno de que deseara pelear. -P-Pero… - Ladeó un poco la cabeza. - ¡Me distraje poco tiempo! - Recordó los segundos que tardó en acomodar su caballo, al final sentía que fue su propia culpa por dejar los dulces y no llevarlos consigo en todo momento. - Creí que podría atrapar al ladrón con los dulces, pero se escapó. - Ahora era ella quien lo culpaba a él de que su propia presa se escapara, y no solo con eso, también con sus dulces.
- Un placer conocerle, Colonello Ryo. - Su mano libre sujetó la mitad del vestido azul claro, elevándolo unos centímetros mientras flexionaba las piernas en un improvisado saludo respetuoso. - Siento haberle atacado, no esperaba encontrar una persona, sino a quien me robó. - Su explicación tranquila y su posición despreocupada, era como si ignorara completamente lo peligrosa que pudo llegar a ser su acción y se hubieran solo tropezado de casualidad, de cualquier forma no podía hacer mucho más que eso.
- De cualquier forma, creo que con el escándalo se habrán alejado todos los animales. - El silencio completo dejó escuchar un extraño gruñido, pero eso no provenía de una bestia o algún animal, era algo diferente, era… su estómago. No había comido nada y estaba esperando con tanto ánimo poder merendar que no preparó algo de reserva en caso de que le robaran, ni esperaba que le robaran, nadie sale preparado para eso. Sus mejillas se tiñeron de carmín, miró hacia ambos lados. - … Seguro fue alguna bestia. - Comentó para disimular, girando en torno a sí misma hacia donde suponía que se encontraría su caballo, pero el bosque era tan extraño que perdió el camino.
Apoyó el arma sobre un hombro mientras la diestra descansaba sobre el costado correspondiente, aún con posición firme pero notoriamente más relajaba, su posición no daba indicio alguno de que deseara pelear. -P-Pero… - Ladeó un poco la cabeza. - ¡Me distraje poco tiempo! - Recordó los segundos que tardó en acomodar su caballo, al final sentía que fue su propia culpa por dejar los dulces y no llevarlos consigo en todo momento. - Creí que podría atrapar al ladrón con los dulces, pero se escapó. - Ahora era ella quien lo culpaba a él de que su propia presa se escapara, y no solo con eso, también con sus dulces.
- Un placer conocerle, Colonello Ryo. - Su mano libre sujetó la mitad del vestido azul claro, elevándolo unos centímetros mientras flexionaba las piernas en un improvisado saludo respetuoso. - Siento haberle atacado, no esperaba encontrar una persona, sino a quien me robó. - Su explicación tranquila y su posición despreocupada, era como si ignorara completamente lo peligrosa que pudo llegar a ser su acción y se hubieran solo tropezado de casualidad, de cualquier forma no podía hacer mucho más que eso.
- De cualquier forma, creo que con el escándalo se habrán alejado todos los animales. - El silencio completo dejó escuchar un extraño gruñido, pero eso no provenía de una bestia o algún animal, era algo diferente, era… su estómago. No había comido nada y estaba esperando con tanto ánimo poder merendar que no preparó algo de reserva en caso de que le robaran, ni esperaba que le robaran, nadie sale preparado para eso. Sus mejillas se tiñeron de carmín, miró hacia ambos lados. - … Seguro fue alguna bestia. - Comentó para disimular, girando en torno a sí misma hacia donde suponía que se encontraría su caballo, pero el bosque era tan extraño que perdió el camino.
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Re: Devuélvemelo
por Colonello Miér Feb 12, 2014 12:36 am
Vaya, Alice realmente puede ser una chica muy educada y verse linda, pensó el rubio después de ver aquel improvisado saludo de parte de esta, casi podía olvidar la fiereza con la que casi lo mataba. Y de nuevo una disculpa, ¿hacía falta repetir que no tenía por que preocuparse? No lo sientas, solo mantén eso alejado de mí le menciono divertido el refiriéndose obviamente al mazo del que la azabache se apoyaba. Arqueó el rubio una ceja mientras la miraba, realmente le enojo que le hayan robado , y bueno, a quien no, pero tratándose de un animal; la ira si era extraña.
Bueno, aunque te hayas distraído solo unos segundos, fue el tiempo suficiente para que el animal logrará su hazaña extendió las manos y se encogió de hombros pueden ser muy inteligente realmente, todo un reto ah? esta vez mientras hablaba parecía dar una lección. "Es por eso que vengo aquí de vez en cuándo a cazar algunos" le falto añadir. Ambos perdimos algo, tu tus dulces y el ladrón, yo mi presa... dijo analizante, tomó una pose pensativa sabiendo que ya antes cruzó por su mente la misma idea ¿Podría ser que persiguiéramos la misma criatura? camino unos pasos hasta el árbol más cercano, dónde recargo la espalda y el pie izquierdo,para proceder a explicar su teoría Mientras cabalgaba por el bosque algún animal, que hasta ahora desconozco paso frente a mí muy rápido, baje de inmediato del caballo para seguirlo y cazarlo, tu tendrías que haber venido por la misma dirección buscando al ladrón que huía, puesto que lograste encontrarme justo cuándo me escondí en los arbustos tratando de disparar, de otra forma, ¿cuántas probabilidades de habernos topado así habría? sonaba decente, al menos para él.
Coincidió en lo que Alice afirmó a continuación De eso no hay duda, los animales aquí no estan acostumbrados al escándalo, seguro se asustaron y huyeron, incluido él Si, el ladrón. Como queriendo afirmar lo dicho ambos se quedaron en silencio, sin más que decir, silencio interrumpido por un gruñido, y no precisamente de un animal. El rubio miró a la azabache perspicaz, notando el sonrojo en sus mejillas que le confirmó lo sucedido Debe estar muy hambrienta esa bestia siguió la corriente, puso ambos pies sobre el suelo y se alejo del árbol Eso me recuerda, podría darte hambre ya que tus dulces fueron robados, creo tener algo de comida con mi caballo Intentaba ayudar, venía preparado sabiendo que sus días de caza se alargaban a veces. Miró hacia el arbusto dónde antes se escondió, sabiendo que de esa dirección llegó y se encaminó hacia allí,aún no se iba, esperando algún tipo de respuesta de Lidell.
Bueno, aunque te hayas distraído solo unos segundos, fue el tiempo suficiente para que el animal logrará su hazaña extendió las manos y se encogió de hombros pueden ser muy inteligente realmente, todo un reto ah? esta vez mientras hablaba parecía dar una lección. "Es por eso que vengo aquí de vez en cuándo a cazar algunos" le falto añadir. Ambos perdimos algo, tu tus dulces y el ladrón, yo mi presa... dijo analizante, tomó una pose pensativa sabiendo que ya antes cruzó por su mente la misma idea ¿Podría ser que persiguiéramos la misma criatura? camino unos pasos hasta el árbol más cercano, dónde recargo la espalda y el pie izquierdo,para proceder a explicar su teoría Mientras cabalgaba por el bosque algún animal, que hasta ahora desconozco paso frente a mí muy rápido, baje de inmediato del caballo para seguirlo y cazarlo, tu tendrías que haber venido por la misma dirección buscando al ladrón que huía, puesto que lograste encontrarme justo cuándo me escondí en los arbustos tratando de disparar, de otra forma, ¿cuántas probabilidades de habernos topado así habría? sonaba decente, al menos para él.
Coincidió en lo que Alice afirmó a continuación De eso no hay duda, los animales aquí no estan acostumbrados al escándalo, seguro se asustaron y huyeron, incluido él Si, el ladrón. Como queriendo afirmar lo dicho ambos se quedaron en silencio, sin más que decir, silencio interrumpido por un gruñido, y no precisamente de un animal. El rubio miró a la azabache perspicaz, notando el sonrojo en sus mejillas que le confirmó lo sucedido Debe estar muy hambrienta esa bestia siguió la corriente, puso ambos pies sobre el suelo y se alejo del árbol Eso me recuerda, podría darte hambre ya que tus dulces fueron robados, creo tener algo de comida con mi caballo Intentaba ayudar, venía preparado sabiendo que sus días de caza se alargaban a veces. Miró hacia el arbusto dónde antes se escondió, sabiendo que de esa dirección llegó y se encaminó hacia allí,aún no se iba, esperando algún tipo de respuesta de Lidell.
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Re: Devuélvemelo
por Alice Lidell Miér Feb 12, 2014 1:41 am
Ladeó ligeramente la cabeza, provocando que su cabello se balanceara al compás del movimiento, a veces olvidaba lo peligroso que podía ser empuñar el mazo y el desastre que causaría al golpear incluso algo inerte como un árbol, debería ser más cuidadosa de ese momento en adelante. Escuchando las palabras del rubio y poniendo en una balanza todo, sentía que había perdido mucho más que él, aunque a ella no le importaba atrapar a la criatura, sino recuperar los ansiados dulces.
No emitió palabra para no interrumpirle, apenas pudo notarse como asentía dándole la razón mientras él daba la explicación sobre cómo se encontraron por supuesta casualidad. Seguramente lo que buscaban era lo mismo, una bestia lo suficientemente rápida como para robar sus dulces y escapar, también inteligente pues consiguió que ambos se cruzaran, incluso podría haber llegado a una pelea de no ser porque ambos estaban conversando primero.
- No es que tenga hambre. - Comentó con vergüenza sin admitirlo directamente, miraba a un costado y jugueteaba con un mechón de cabello. - Pero si insiste, podría aceptar… solo una probadita. - Continuó sin mirarle directamente a los ojos. - Y luego podríamos buscar al animal en cuestión, incluso si recuperamos mis dulces, no me importaría compartir algunos de regreso con usted. - Sonrió para ocultar parte de su vergüenza, siempre le habían dicho que no aceptara comida de extraños, pero… nunca hacia caso, incluso esa fue una de las razones por la cual estaba en Wonderland, por ir comiendo cosas desconocidas.
También había que notar que sus palabras, por inocentes que sonaran, tenían una razón. Indirectamente le estaba invitando a una especie de cacería improvisada e inventada en el momento, ambos saldrían ganando, él podría ir tras la presa que había ido a buscar, ella obtendría su venganza y, si eran lo suficientemente rápidos, podría recuperar la bolsa con dulces.
No emitió palabra para no interrumpirle, apenas pudo notarse como asentía dándole la razón mientras él daba la explicación sobre cómo se encontraron por supuesta casualidad. Seguramente lo que buscaban era lo mismo, una bestia lo suficientemente rápida como para robar sus dulces y escapar, también inteligente pues consiguió que ambos se cruzaran, incluso podría haber llegado a una pelea de no ser porque ambos estaban conversando primero.
- No es que tenga hambre. - Comentó con vergüenza sin admitirlo directamente, miraba a un costado y jugueteaba con un mechón de cabello. - Pero si insiste, podría aceptar… solo una probadita. - Continuó sin mirarle directamente a los ojos. - Y luego podríamos buscar al animal en cuestión, incluso si recuperamos mis dulces, no me importaría compartir algunos de regreso con usted. - Sonrió para ocultar parte de su vergüenza, siempre le habían dicho que no aceptara comida de extraños, pero… nunca hacia caso, incluso esa fue una de las razones por la cual estaba en Wonderland, por ir comiendo cosas desconocidas.
También había que notar que sus palabras, por inocentes que sonaran, tenían una razón. Indirectamente le estaba invitando a una especie de cacería improvisada e inventada en el momento, ambos saldrían ganando, él podría ir tras la presa que había ido a buscar, ella obtendría su venganza y, si eran lo suficientemente rápidos, podría recuperar la bolsa con dulces.
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Re: Devuélvemelo
por Colonello Vie Feb 14, 2014 6:40 pm
Piso una de las ramas del arbusto para mirar entre él, ayudándose con las manos ¿Como conseguí meterme aquí antes?! pensó, notando que la planta contaba con muchas ramas, fue un milagro no atorarse o aruñarse con ella, que bueno siempre llevase ese chaleco de gruesa tela.
Dejo en paz el arbusto para mirar a la azabache que aceptaba su propuesta de una forma indirecta ¿Orgullo o vergüenza? el hombre no sabía distinguir entre esos sentimientos, aún era demasiado malo en los sentimentalismos, de cualquier tipo. Entonces vayamos dónde mi caballo, kora!, no debe estar lejos dijo dando vuelta al arbusto para ubicar la dirección correcta, se acomodó el rifle sobre el mismo hombro para que no resbalase Alice pauso un momento y la miró No te sientas obligada a tomar mi invitación por mi insistencia aclaró con sarcasmo, sabiendo que nunca insistió tal como ella dijo; sonrió y comenzó a caminar sin seguir un camino especifico marcado, ya que la presa que seguía antes lo llevo entre la maleza solamente, solo quedaba confiar en su "buena" orientación.
Si el animal notó que no lo seguimos ya, debió ir a su hogar o deterse a comer, si nos damos prisa aún podemos atraparlo y claro que quería atrapar a la bestia aquella!, ya tenía una buena razón para cazarlo... dulces. Bueno no, más bien venganza, seguro Lidell quería lo mismo.
El rubio avanzaba a paso firme sin desviar la dirección, realmente esperaba encontrar a su caballo dónde lo dejo, sabiendo que lo colgó de la primera rama que se le apareció sin cerciorarse de nada más, ya que nunca espero tardarse demasiado en una sola presa.
Por cierto señorita Lidell la miró momentáneamente ¿A que se dedica? Yo estoy en la milicia. Si se hace una pregunta de ese tipo es bueno dar un aclaración de uno mismo primero, el joven Ryo no olvidaba esas lecciones que su madre le daba de pequeño, solía ponerlas a práctica la mayoría de las veces, y algunas. Trataba de entrenar cazando en este bosque. y sin meditarlo también revelo el porque de su estancia en el bosque, solo trataba de conversar un poco, sabiendo que esta vez iba acompañado.
Dejo en paz el arbusto para mirar a la azabache que aceptaba su propuesta de una forma indirecta ¿Orgullo o vergüenza? el hombre no sabía distinguir entre esos sentimientos, aún era demasiado malo en los sentimentalismos, de cualquier tipo. Entonces vayamos dónde mi caballo, kora!, no debe estar lejos dijo dando vuelta al arbusto para ubicar la dirección correcta, se acomodó el rifle sobre el mismo hombro para que no resbalase Alice pauso un momento y la miró No te sientas obligada a tomar mi invitación por mi insistencia aclaró con sarcasmo, sabiendo que nunca insistió tal como ella dijo; sonrió y comenzó a caminar sin seguir un camino especifico marcado, ya que la presa que seguía antes lo llevo entre la maleza solamente, solo quedaba confiar en su "buena" orientación.
Si el animal notó que no lo seguimos ya, debió ir a su hogar o deterse a comer, si nos damos prisa aún podemos atraparlo y claro que quería atrapar a la bestia aquella!, ya tenía una buena razón para cazarlo... dulces. Bueno no, más bien venganza, seguro Lidell quería lo mismo.
El rubio avanzaba a paso firme sin desviar la dirección, realmente esperaba encontrar a su caballo dónde lo dejo, sabiendo que lo colgó de la primera rama que se le apareció sin cerciorarse de nada más, ya que nunca espero tardarse demasiado en una sola presa.
Por cierto señorita Lidell la miró momentáneamente ¿A que se dedica? Yo estoy en la milicia. Si se hace una pregunta de ese tipo es bueno dar un aclaración de uno mismo primero, el joven Ryo no olvidaba esas lecciones que su madre le daba de pequeño, solía ponerlas a práctica la mayoría de las veces, y algunas. Trataba de entrenar cazando en este bosque. y sin meditarlo también revelo el porque de su estancia en el bosque, solo trataba de conversar un poco, sabiendo que esta vez iba acompañado.
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Re: Devuélvemelo
por Alice Lidell Vie Feb 14, 2014 7:03 pm
Un leve asentimiento fue suficiente para dar a entender que le seguiría, era algo arriesgado teniendo en cuenta que no se conocían de nada, seguir a un extraño podría considerarse una mala costumbre suya. Al notar que él la miraba para volver a hablar, negó con la cabeza. - No me siento obligada, solo… sería de mala educación no aceptar. - Sonrió con la inocencia de una criatura, él sabía que lo de insistir fue una mentira y a pesar de aquello no hizo mención alguna más que ese sarcasmo, el cual la chica aceptó como un comentario al azar sin mayor importancia.
- ¿Crees que haya más de esas cosas? - Cuestionó con curiosidad, el bosque no era exactamente el lugar más seguro existente, nunca sabía lo que se podría encontrar por esos lares y quizá el animal no estaba solo, lo cual lo volvería aún más difícil, además… no tenían forma de buscarlo, ella no lo había visto y al parecer el chico tampoco, no sabían cómo era y su única pista sería que tiene consigo una bolsa de dulces, si es que para ese momento no se los había comido ya.
A pesar de todas las contras, estaba segura que regresaría, que ese animal o bestia volvería a donde estaban ellos, ¿intuición?, no, no tenía nada que ver, la razón era sencilla: Comida. Si lo que fuera que fuese se robó los dulces seguro debía tener hambre o simplemente le gustaba ese tipo de comida, no le extrañaría que regresara para ver si había más o alguna otra cosa que robar, pues no fue perseguido la primera vez… la segunda, no saldría con tanta suerte, ella misma se encargaría de que no fuera así.
Dejó de perderse en sus pensamientos cuando su compañero comenzó a hablar, intercambiando miradas por un pequeño instante antes de que su vista regresara al piso, evitando con cuidado unas largas raíces que sobresalían de un árbol. - Así que militar… Estamos en Wonderland, puede ser de cualquier reino. - Pensaba. - ¿Sería correcto decirle la verdad? - Dudaba bastante, podrían ser enemigos o aliados, pero al final acabó creyendo que sería absurdo mentir, dicho el nombre con facilidad podría buscarla u oír hablar de ella. - También estoy en la milicia, se podría decir. - Sí, se podría decir, no era el único trabajo que tenía. - Soy general allí. - Comentó de forma tan casual, casi restando importancia a un hecho tan relevante como aquel. - Estaba aquí pues… - Solo en ese momento se detuvo, ¿decirle que buscaba a un hombre con capucha? No, la tratarían como loca, o más loca de lo que la gente creía ya que era. - … No sé, realmente. A veces tengo la necesidad huir para relajarme, y el bosque siempre parece solitario. - Balanceó el mazo de adelante hacia atrás con algo de ocio mientras reanudaba su avance, era cierto que huía al bosque y siempre resultaba en vano hasta que se volvió una costumbre inconsciente.
- ¿Crees que haya más de esas cosas? - Cuestionó con curiosidad, el bosque no era exactamente el lugar más seguro existente, nunca sabía lo que se podría encontrar por esos lares y quizá el animal no estaba solo, lo cual lo volvería aún más difícil, además… no tenían forma de buscarlo, ella no lo había visto y al parecer el chico tampoco, no sabían cómo era y su única pista sería que tiene consigo una bolsa de dulces, si es que para ese momento no se los había comido ya.
A pesar de todas las contras, estaba segura que regresaría, que ese animal o bestia volvería a donde estaban ellos, ¿intuición?, no, no tenía nada que ver, la razón era sencilla: Comida. Si lo que fuera que fuese se robó los dulces seguro debía tener hambre o simplemente le gustaba ese tipo de comida, no le extrañaría que regresara para ver si había más o alguna otra cosa que robar, pues no fue perseguido la primera vez… la segunda, no saldría con tanta suerte, ella misma se encargaría de que no fuera así.
Dejó de perderse en sus pensamientos cuando su compañero comenzó a hablar, intercambiando miradas por un pequeño instante antes de que su vista regresara al piso, evitando con cuidado unas largas raíces que sobresalían de un árbol. - Así que militar… Estamos en Wonderland, puede ser de cualquier reino. - Pensaba. - ¿Sería correcto decirle la verdad? - Dudaba bastante, podrían ser enemigos o aliados, pero al final acabó creyendo que sería absurdo mentir, dicho el nombre con facilidad podría buscarla u oír hablar de ella. - También estoy en la milicia, se podría decir. - Sí, se podría decir, no era el único trabajo que tenía. - Soy general allí. - Comentó de forma tan casual, casi restando importancia a un hecho tan relevante como aquel. - Estaba aquí pues… - Solo en ese momento se detuvo, ¿decirle que buscaba a un hombre con capucha? No, la tratarían como loca, o más loca de lo que la gente creía ya que era. - … No sé, realmente. A veces tengo la necesidad huir para relajarme, y el bosque siempre parece solitario. - Balanceó el mazo de adelante hacia atrás con algo de ocio mientras reanudaba su avance, era cierto que huía al bosque y siempre resultaba en vano hasta que se volvió una costumbre inconsciente.
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Re: Devuélvemelo
por Colonello Sáb Feb 15, 2014 10:57 pm
Fue cuestionado por la azabache concerniente a la bestia ladrona del bosque uhm hizó un gesto pensativo, auque no había mucho que analizar Deben haber muchos màs, esto es el bosque despues de todo y muchos animales viven aquí, seguro tambien que màs de uno esta hambriento. Por algo ese era su lugar de caza. Eso tambien le hizo recordar que el caballo que se trajo hoy se asustaba con facilidad...
Hey que sorpresa respondiò cuando la joven dijo estar en la milicia, y no lo dudaba habìa que ver esa habilidad que tenìa con el mazo para cerciorarse que tenìa algun tipo de entrenamiento. Sin embargo lo siguiente no se lo esperaba, trataba con alguien de un rango similar al suyo y eso, complicaba las cosas. Bueno, el defendería su postura neutral tal como el reino del que provenìa de suscitarse algun tipo de situación, que esperaba no sucediera, la chica no parecìa mala persona hasta ese momento.
Vaya casualidad, kora! tambien soy general aun caminando, se señalo a si mismo mientras dibujaba una gran sonrisa en su rostro, al igual que la otra joven, pareciò que el rango en ese momento no importaba; igual se hallaban solo ellos dos por mera jugada del destino. Provengo de treboles de hecho aclaró como si nada. Escucho atentò a lo demàs que decía la chica Entiendo, todos hacemos eso de vez en cuando, la caza es mi pretexto en ocasiones para salir de la capital, aunque tambien me es entrenamiento en el uso del rifle continuò con la conversación, por entonces se detuvo para observar por donde iba, alejó una rama que le estorbaba en el rostro con la diestra No debemos estar muy lejos, no fue mucha la distancia que recorrí, continuò caminando, dejando ir la rama justo detrás de él. Llevo una mano a su boca para ayudarse a silbar, gracias al silencio del bosque el sonido se oó con claridad asi que en respuestta el rubio esperaba su caballo hiciera alguna clase de sonido tambien, un relincho fue su respuesta la cuàl no estaba lejana.
Hey que sorpresa respondiò cuando la joven dijo estar en la milicia, y no lo dudaba habìa que ver esa habilidad que tenìa con el mazo para cerciorarse que tenìa algun tipo de entrenamiento. Sin embargo lo siguiente no se lo esperaba, trataba con alguien de un rango similar al suyo y eso, complicaba las cosas. Bueno, el defendería su postura neutral tal como el reino del que provenìa de suscitarse algun tipo de situación, que esperaba no sucediera, la chica no parecìa mala persona hasta ese momento.
Vaya casualidad, kora! tambien soy general aun caminando, se señalo a si mismo mientras dibujaba una gran sonrisa en su rostro, al igual que la otra joven, pareciò que el rango en ese momento no importaba; igual se hallaban solo ellos dos por mera jugada del destino. Provengo de treboles de hecho aclaró como si nada. Escucho atentò a lo demàs que decía la chica Entiendo, todos hacemos eso de vez en cuando, la caza es mi pretexto en ocasiones para salir de la capital, aunque tambien me es entrenamiento en el uso del rifle continuò con la conversación, por entonces se detuvo para observar por donde iba, alejó una rama que le estorbaba en el rostro con la diestra No debemos estar muy lejos, no fue mucha la distancia que recorrí, continuò caminando, dejando ir la rama justo detrás de él. Llevo una mano a su boca para ayudarse a silbar, gracias al silencio del bosque el sonido se oó con claridad asi que en respuestta el rubio esperaba su caballo hiciera alguna clase de sonido tambien, un relincho fue su respuesta la cuàl no estaba lejana.
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Re: Devuélvemelo
por Alice Lidell Dom Feb 16, 2014 8:10 pm
No pudo evitar hacer una pequeña mueca al escuchar que también se trataba de un general, pero no solo eso, sino que pertenecía al reino de Trébol, el gesto en sí no mostraba odio o asco, más bien algo de incomodidad repentina, podría decirse que sintió desconfianza por unos segundos más la misma desapareció rápidamente, no había razón para temer si él aún no la atacó, incluso siguió respondiendo con total tranquilidad dándole la razón en el hecho de que todos necesitaban huir alguna vez.
De discutir, de pelear por ser de diferentes reinos, de matarse allí mismo, no sería ella quien empezara. No tenía intención alguna de atacarle, menos si él realmente la estaba invitando a comer algo, el día en que se enfrenten en el campo de batalla sería distinto, pero allí, en el bosque, eran solo dos personas tratando de tener tiempo libre, no se veían tan diferentes desde ese punto de vista y tampoco incitaba a nada bélico, su pequeña molestia se centraba en la bestia que había robado sus dulces.
El sonido del silbido resonó mucho más de lo esperado en el silencio del bosque, pero algo había salido mal en ese gesto, algo que ninguno de ellos notaría hasta que unos arbustos más adelante empezaran a moverse a gran velocidad, no se pudo ver mucho más que una especie de... ramas negras movilizándose, valiéndose del follaje natural para esconder su cuerpo, apenas dejando una estela de humo oscuro que se disiparía rápidamente. Aquella cosa, fuera lo que fuese, iba en dirección a donde se encontraba el caballo del rubio, el cual probablemente al ser miedoso y encontrarse con la criatura volvería a relinchar.
La chica se quedó completamente muda, sin reaccionar, con la vista fija en el punto donde vio aquello por última vez, su rostro contrariado demostraba que no tenía ni la más mínima idea de qué había pasado, incluso tuvo que intercambiar miradas con el joven presente antes de reaccionar. - … ¿Q-qué? - Agitó la cabeza, lo que fuera que fuese, ahora estaba donde el caballo y, por ende, el alimento de su compañero, no quería que le robaran indirectamente dos veces así que empezó a correr en esa dirección, cubriéndose de vez en cuando con un brazo para evitar las ramas bajas de los árboles, aunque era bastante lenta por cargar el pesado martillo.
De discutir, de pelear por ser de diferentes reinos, de matarse allí mismo, no sería ella quien empezara. No tenía intención alguna de atacarle, menos si él realmente la estaba invitando a comer algo, el día en que se enfrenten en el campo de batalla sería distinto, pero allí, en el bosque, eran solo dos personas tratando de tener tiempo libre, no se veían tan diferentes desde ese punto de vista y tampoco incitaba a nada bélico, su pequeña molestia se centraba en la bestia que había robado sus dulces.
El sonido del silbido resonó mucho más de lo esperado en el silencio del bosque, pero algo había salido mal en ese gesto, algo que ninguno de ellos notaría hasta que unos arbustos más adelante empezaran a moverse a gran velocidad, no se pudo ver mucho más que una especie de... ramas negras movilizándose, valiéndose del follaje natural para esconder su cuerpo, apenas dejando una estela de humo oscuro que se disiparía rápidamente. Aquella cosa, fuera lo que fuese, iba en dirección a donde se encontraba el caballo del rubio, el cual probablemente al ser miedoso y encontrarse con la criatura volvería a relinchar.
La chica se quedó completamente muda, sin reaccionar, con la vista fija en el punto donde vio aquello por última vez, su rostro contrariado demostraba que no tenía ni la más mínima idea de qué había pasado, incluso tuvo que intercambiar miradas con el joven presente antes de reaccionar. - … ¿Q-qué? - Agitó la cabeza, lo que fuera que fuese, ahora estaba donde el caballo y, por ende, el alimento de su compañero, no quería que le robaran indirectamente dos veces así que empezó a correr en esa dirección, cubriéndose de vez en cuando con un brazo para evitar las ramas bajas de los árboles, aunque era bastante lenta por cargar el pesado martillo.
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Re: Devuélvemelo
por Colonello Dom Mar 02, 2014 6:43 pm
- off:
- Disculpa la tardanza! mi culpa ;A;
Lo ves? ya no estamos lejos, kora aclaró el general de verde al oír el caballo que contesto al acostumbrado sonido, mientras veía a la chica de rojo con su acostumbrada sonrisa. A punto de re-iniciar su camino estaba cuándo entre la maleza se oyó el movimiento de algo, su mirada trató de fijarse al lugar de dónde parecía provenir el ruido, encontrándose solo con la carrera de un animalesco que no distinguió a primeras, este corría en dirección a... No puede ser susurró apenas chocando miradas con la azabache "el maldito va a mi caballo" pensó mientras emprendía su correr detrás del animelejo que solo dejaba una estela de humo negro detrás esto no puede ser solo un animal dijo mientras corría, pues su apariencia y la inteligencia para juzgar con la que contaba eran anormales. Miró a la azabache que venía detrás de él, con alguna dificultad.
Y entonces, el caballo relincho de nueva cuenta, "lo alcanzó?". El rubio salto algunas raíces y a su paso, saco de su espalda el rifle y lo acomodó entre sus manos, apuntando a un punto ciego y disparo, el sonido resonó entre los árboles, de los cuáles el general de verde salió para llegar al claro dónde su caballo también se hallaba... agitado.
Tranquilo se acercó con rapidez al animal, que caminaba de un lado a otro, hasta donde la cuerda se lo permitía; tomó entre ambas manos la cabeza el caballo, no era fácil adivinar que estaba asustado, seguro ya había visto a la cosa extraña deambulando muy cerca. Cuando el caballo comenzaba a calmarse, Colonello comenzó a analizar a su alrededor, esperando ver movimiento, estaba dispuesto a disparar a cualquier cosa, se ladeó para mirar sus pertenencias que parecían intactas... aún. Hey! planeas robar de nuevo? lanzó al aire el comentario, avisando al ladrón Dudo mucho que seas solo un animal... kora.
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Re: Devuélvemelo
por Alice Lidell Dom Mar 02, 2014 9:54 pm
Si el martillo no fuera tan importante para ella, ni tan peligroso, lo hubiera dejado a medio camino para avanzar con mayor rapidez, pero conocía el poder del mismo y su alcance, por ende no se podía permitir bajo ninguna circunstancia abandonarlo, aun cuando esto significaría que le robaran indirectamente por segunda vez. Para su suerte, realmente no fue necesario, esta vez estaba acompañada y aquel chico fácilmente se adelantó para ser el primero en disparar, aunque al parecer no le dio a nada pues no hubo ruido alguno de un cuerpo caer, ni siquiera el crujir de una simple hoja, el silencio volvía a hacerse presente.
Cuando llegó al lugar, observó primero al caballo asustado y al general de trébol tratando de calmarlo, después busco en los alrededores algún rastro de esa estela extraña y oscura, pero daba la impresión de que fuera a volver a aparecer. - … ¿Será que lo asustó el ruido del arma? - Comentó, pero esto no la detuvo al agarrar el mazo con ambas manos, se estaba preparando para algo, no sabía exactamente para qué o quién, pero más valía prevenir que lamentar, si esa cosa sabía dónde estaban y era suficientemente inteligente podría tratar de volver.
Y así fue, varios arbustos se movieron al mismo tiempo, sin poder saberse cuál había sido el primero en agitarse, aquel ser era demasiado rápido pero también le delataba el humo que se empezaba a hacer espeso como si fuera niebla, siendo más denso a medida que pasaban los segundos hasta que las hojas dejaron de moverse. De entre una espesura, apareció una para oscura, el golpe contra el suelo no provocó ruido alguno, como si realmente no existiera, poco después se pudo ver la cornamenta antes de que unos ojos rojos y vacíos se fijaran en ambos presentes.
Aquello sí era un animal, pero no uno común y normal, se trataba de una especie de alce completamente oscuro del cual salían pequeñas estelas de humo como si su cuerpo estuviera deshaciéndose continuamente, aunque seguía perfectamente completo. Susodicho gas que emitía era la niebla que habían visto antes, niebla que ahora se volvía densa pero no lo suficiente como para que no pudieran ver la imponente figura saliendo de entre las hojas, sin una pizca de miedo, con la vista aún puesta en ambos como si esperara que ellos se movieran primero antes de reaccionar o hacer algo.
Su sola presencia le inquietó, observó al chico a su lado como si buscara una respuesta a lo que estaba mirando, una razón por la cual había una cosa así frente a ellos. Levantó un poco el mazo y separó las piernas para tener algo de estabilidad, flexionando las rodillas aunque no se movió más allá que aquello, tampoco estaba segura de atacar o de qué estaría hecha aquella cosa, aunque ya sabía que era lo suficientemente veloz como para movilizarse y desaparecer. - … No sé qué es, pero algo es seguro… dudo que sea un amigo. - Comentó con ironía.
Cuando llegó al lugar, observó primero al caballo asustado y al general de trébol tratando de calmarlo, después busco en los alrededores algún rastro de esa estela extraña y oscura, pero daba la impresión de que fuera a volver a aparecer. - … ¿Será que lo asustó el ruido del arma? - Comentó, pero esto no la detuvo al agarrar el mazo con ambas manos, se estaba preparando para algo, no sabía exactamente para qué o quién, pero más valía prevenir que lamentar, si esa cosa sabía dónde estaban y era suficientemente inteligente podría tratar de volver.
Y así fue, varios arbustos se movieron al mismo tiempo, sin poder saberse cuál había sido el primero en agitarse, aquel ser era demasiado rápido pero también le delataba el humo que se empezaba a hacer espeso como si fuera niebla, siendo más denso a medida que pasaban los segundos hasta que las hojas dejaron de moverse. De entre una espesura, apareció una para oscura, el golpe contra el suelo no provocó ruido alguno, como si realmente no existiera, poco después se pudo ver la cornamenta antes de que unos ojos rojos y vacíos se fijaran en ambos presentes.
Aquello sí era un animal, pero no uno común y normal, se trataba de una especie de alce completamente oscuro del cual salían pequeñas estelas de humo como si su cuerpo estuviera deshaciéndose continuamente, aunque seguía perfectamente completo. Susodicho gas que emitía era la niebla que habían visto antes, niebla que ahora se volvía densa pero no lo suficiente como para que no pudieran ver la imponente figura saliendo de entre las hojas, sin una pizca de miedo, con la vista aún puesta en ambos como si esperara que ellos se movieran primero antes de reaccionar o hacer algo.
- Spoiler:
Su sola presencia le inquietó, observó al chico a su lado como si buscara una respuesta a lo que estaba mirando, una razón por la cual había una cosa así frente a ellos. Levantó un poco el mazo y separó las piernas para tener algo de estabilidad, flexionando las rodillas aunque no se movió más allá que aquello, tampoco estaba segura de atacar o de qué estaría hecha aquella cosa, aunque ya sabía que era lo suficientemente veloz como para movilizarse y desaparecer. - … No sé qué es, pero algo es seguro… dudo que sea un amigo. - Comentó con ironía.
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Re: Devuélvemelo
por Colonello Vie Mar 07, 2014 10:10 pm
Con el rifle a su espalda, mantenía ambas manos sobre la cabeza de su caballo mientras este se calmaba "Vaya que es asustadizo"... y como no? esa estela negra del bosque no parecía ser cualquier cosa. Nada respondió a su comentario al azar, siendo que en ese momento apareció la general de rojo Esa fue mi intención respondió el general apartándose de su caballo, acercándose a un par de pasos de la azabache Así logré que se alejará de mi caballo, para que no le hiciera daño explicó a continuación. Observo a la chica acomodarse el arma en las manos, ¿preparándose para atacar? según el rubio, esa cosa debía ser demasiado hábil (o tonta) para regresar por la comida (si eso buscaba), siendo que ya ambos humanos estaban juntos, y para suerte ambos militares, y no cualesquiera.
Hubiese deseado fuera así, pero se equivoco. Los arbustos cercanos se mecieron violentamente al mismo tiempo todos; rebuscar con la mirada no daba vista, salvo que aquella niebla se presentaba; todo paro, quedando en silencio y entonces apareció la bestia, si eso realmente era solo una bestia. Cornamenta y ojos rojos, cuerpo grande en su totalidad de niebla, lo que hacía pensar era igual de ligero Ah?! acertó a decir el hombre ante aquella visión, era de las cosas más extrañas que veía en su vida, y vivía en Wonderland.
Cruzó mirada con la chica, notando que ni uno ni otro tenía idea de la cosa enfrente suyo, empeñada en mirarlos desafiante; la joven se posicionó en batalla, mientras el rubio permaneció relajado, limitándose a acomodarse el rifle en las manos Y no lo es sonrió apuntando al extraño animal quien roba tu comida no es amigo disparo en ese momento, pero solo pudo ver la bala atravesar el supuesto cuerpo de la bestia. No sería fácil alejarlo, pero estaba seguro de algo. Esa no era su presa de un principio.
Hubiese deseado fuera así, pero se equivoco. Los arbustos cercanos se mecieron violentamente al mismo tiempo todos; rebuscar con la mirada no daba vista, salvo que aquella niebla se presentaba; todo paro, quedando en silencio y entonces apareció la bestia, si eso realmente era solo una bestia. Cornamenta y ojos rojos, cuerpo grande en su totalidad de niebla, lo que hacía pensar era igual de ligero Ah?! acertó a decir el hombre ante aquella visión, era de las cosas más extrañas que veía en su vida, y vivía en Wonderland.
Cruzó mirada con la chica, notando que ni uno ni otro tenía idea de la cosa enfrente suyo, empeñada en mirarlos desafiante; la joven se posicionó en batalla, mientras el rubio permaneció relajado, limitándose a acomodarse el rifle en las manos Y no lo es sonrió apuntando al extraño animal quien roba tu comida no es amigo disparo en ese momento, pero solo pudo ver la bala atravesar el supuesto cuerpo de la bestia. No sería fácil alejarlo, pero estaba seguro de algo. Esa no era su presa de un principio.
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Re: Devuélvemelo
por Alice Lidell Lun Mar 17, 2014 8:48 am
El animal continuaría con su posición imponente, ni siquiera el ruido del arma melló en su altiva pose, la bala rasgaría el aire y golpearía su cuerpo, traspasándolo como si el mismo estuviera hecho de aire, o quizá de niebla, pues era oscuro como la noche. Tal cual cristal roto, el agujero que hizo la bala empezó a extenderse en líneas irregulares, dando la impresión de que explotaría en mil pedazos, más no llegó a hacerlo, la niebla de los alrededores se arremolinó bajo las patas de la bestia, elevándose como un pequeño torbellino donde las ondas se pegarían cubriendo las zonas carentes de oscuridad, arreglando el cuerpo para evitar que esta desapareciera… por el momento.
El alce elevó una pata y golpeó el suelo en señal de disgusto, inclinando la cabeza para apuntar la cornamenta en dirección al rubio antes de echar una carrera directamente hacia el mencionado, era rápido aunque extrañamente no lo suficiente. La pelinegra alzó sobre su cabeza el martillo, manteniendo esa posición hasta tener suficientemente cerca a la bestia para interceptar su camino hasta el otro general, en ese instante bajó con fuerza el arma en su intento de golpearle, aunque la misma acabó dando contra el suelo, produciendo un pequeño terremoto e incluso provocando varias fisuras en la tierra. - ¿Cómo? - No había alce bajo su arma, aquel enemigo era mucho más rápido de lo que esperaba, aunque no tenía sentido el por qué no atacó con esa velocidad desde un inicio.
Observó al chico casi tan sorprendida como al inicio, la extraña neblina había desaparecido por completo, así también volvía a escucharse el trinar de varias aves, como la calma después de la tormenta, el bosque regresaba a su habitual vida y lo ocurrido parecía un suceso extraño. Levantó el martillo y volvió a reposarlo contra su hombro, mirando alrededor antes de soltar un largo suspiro, rascándose la cabeza con la manito libre. - Creo que él tampoco nos considera exactamente su amigo… Él, ella, eso, lo que fuera. - No recordaba que existieran bestias así, pero luego tendría que preguntar sin duda.
El alce elevó una pata y golpeó el suelo en señal de disgusto, inclinando la cabeza para apuntar la cornamenta en dirección al rubio antes de echar una carrera directamente hacia el mencionado, era rápido aunque extrañamente no lo suficiente. La pelinegra alzó sobre su cabeza el martillo, manteniendo esa posición hasta tener suficientemente cerca a la bestia para interceptar su camino hasta el otro general, en ese instante bajó con fuerza el arma en su intento de golpearle, aunque la misma acabó dando contra el suelo, produciendo un pequeño terremoto e incluso provocando varias fisuras en la tierra. - ¿Cómo? - No había alce bajo su arma, aquel enemigo era mucho más rápido de lo que esperaba, aunque no tenía sentido el por qué no atacó con esa velocidad desde un inicio.
Observó al chico casi tan sorprendida como al inicio, la extraña neblina había desaparecido por completo, así también volvía a escucharse el trinar de varias aves, como la calma después de la tormenta, el bosque regresaba a su habitual vida y lo ocurrido parecía un suceso extraño. Levantó el martillo y volvió a reposarlo contra su hombro, mirando alrededor antes de soltar un largo suspiro, rascándose la cabeza con la manito libre. - Creo que él tampoco nos considera exactamente su amigo… Él, ella, eso, lo que fuera. - No recordaba que existieran bestias así, pero luego tendría que preguntar sin duda.
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Re: Devuélvemelo
por Colonello Vie Mar 21, 2014 11:31 pm
El general de verde se irritaba, al ver que su arma era inservible ante aquel extraño ser, salido seguro de pesadillas, más su irritación no se podía comparar a la de ese animal, que de inmediato lo fijo en vista, con pose agresiva, dispuesto a golpearlo con sus cuernos, el animal iba hacia él. Podría moverse y correr, pero notó a la joven que lo acompañaba dispuesta a interceptarlo, el rubio decidió confiar en ella y se mantuvo en lugar, tan solo dispuesto a saltar en el ultimo momento y eso, si su compañera fallaba.
Su orbes azules miraron en todo momento a los rojos del animal y e contacto solo se interrumpió cuándo el martillo cayó al suelo; sintió un temblor debido a la fuerza, que le hizo balancearse, ¿que fue de la bestia? ni el sabía, repentinamente sus ojos dejaron de ver los extraños, desapareció sin dejar rastro alguno. Y con "eso" se fue el silencio que hasta ese instante los acompaño, el bosque recobraba ambiente normal, ¿confundido? esa palabra no alcanzaba a describir lo que sentía el hombre, que estaba casi boquiabierto con todo lo que aconteció.
Despertó segundos después, omento en el que comenzó a reír, la calma regresaba, no había necesidad de seguir tomando las cosas tan seriamente hey! pero que extraño a sido todo eso comentó, como si de cualquier juego se hubiese tratado. Su caballo trotaba de lado a lado, aun nervioso con toda esa situación que presenció, el general colocó el rifle de vuelta a su espalda, sabiendo no lo necesitaría más; camino a su caballo y estando este menos tenso, lo libero de aquella rama que lo contuvo tanto tiempo y se montó, tomando las riendas de inmediato No se tú, pero no quiero seguir aquí y encontrarme con otra de esas cosas raras hizo trotar al animal cerca de la azabache y extendió su diestra a ella Tenemos comida y un caballo, busquemos un claro y comamos un poco, ¿que dices?.
Su orbes azules miraron en todo momento a los rojos del animal y e contacto solo se interrumpió cuándo el martillo cayó al suelo; sintió un temblor debido a la fuerza, que le hizo balancearse, ¿que fue de la bestia? ni el sabía, repentinamente sus ojos dejaron de ver los extraños, desapareció sin dejar rastro alguno. Y con "eso" se fue el silencio que hasta ese instante los acompaño, el bosque recobraba ambiente normal, ¿confundido? esa palabra no alcanzaba a describir lo que sentía el hombre, que estaba casi boquiabierto con todo lo que aconteció.
Despertó segundos después, omento en el que comenzó a reír, la calma regresaba, no había necesidad de seguir tomando las cosas tan seriamente hey! pero que extraño a sido todo eso comentó, como si de cualquier juego se hubiese tratado. Su caballo trotaba de lado a lado, aun nervioso con toda esa situación que presenció, el general colocó el rifle de vuelta a su espalda, sabiendo no lo necesitaría más; camino a su caballo y estando este menos tenso, lo libero de aquella rama que lo contuvo tanto tiempo y se montó, tomando las riendas de inmediato No se tú, pero no quiero seguir aquí y encontrarme con otra de esas cosas raras hizo trotar al animal cerca de la azabache y extendió su diestra a ella Tenemos comida y un caballo, busquemos un claro y comamos un poco, ¿que dices?.
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Re: Devuélvemelo
por Alice Lidell Jue Abr 03, 2014 7:51 am
Seguía completamente tensa, aún cuando su martillo descansaba sobre el hombro, la mano lo sujetaba fuerte, presionándolo, como si tuviera que volver a utilizarlo en cualquier instante, su mirada continuaba contemplando los alrededores en busca de cualquier signo fuera de lo común, casi paranoica, temiendo que esa niebla regresara y, con ella, el extraño animal… u otros animales igual de raros. Solo se relajó completamente al escuchar la risa del chico, quien a diferencia de ella, se había tranquilizado y dejado la seriedad de lado, recuperándose bastante mejor de la situación.
Suspiró de manera larga e intentó relajar el cuerpo, movió la cabeza hacia los lados y luego hacia atrás, arqueando apenas unos centímetros la cintura al mismo tiempo, como si fuera alguna anciana a la que le dolía la cadera e hiciera esos movimientos en busca de que los huesitos sonaran, aunque lo último no ocurrió. Recuperó la posición firme y asintió a las palabras del rubio, todo había sido extremadamente extraño, sin duda luego preguntaría acerca de aquella cosa, aunque en el fondo dudaba de que se la conocieran, el bosque albergaba criaturas fuera de lo común.
Alzó la mirada hasta el muchacho cuando este se acercó montado en el cabello, deslizando la vista después hacia el hombro masculino, seguido por el brazo y, por último, hacia la mano, cualquiera podría pensar que no era lo correcto, ambos eran generales de ejércitos de dos reinos contrarios, que ellos estén almorzando como buenos amigos a sabiendas de que podrían encontrarse en el campo de batalla no quedaba para nada bien, pero qué importaba. Allí no se consideraba la general carmín, allí, en ese momento, solo era Alice Lidell, nada ni nadie más, no tenía soldados y las responsabilidades se esfumaban mientras estuviera dentro, solo era una persona más en Wonderland.
Sonreiría antes te tomar la mano del chico, suponiendo que este hiciera fuerza para ayudarla a subir, se montaría en la parte de atrás del caballo, sujetando aún con la diestra el arma mientras con su mano contraria rodeaba el torso ajeno para no caerse durante el trote, no recordaba la última vez que alguien la había llevado de esa manera, siempre tenía su propio caballo, que por cierto, a saber dónde se encontraba el pobre animal… se olvidó completamente del mismo y no iba a poder regresar al reino rojo sin él, o no debía, si no deseaba que la ira del Señor de los Caballos recayera en ella… ya luego lo iba a buscar, luego-luego.
Suspiró de manera larga e intentó relajar el cuerpo, movió la cabeza hacia los lados y luego hacia atrás, arqueando apenas unos centímetros la cintura al mismo tiempo, como si fuera alguna anciana a la que le dolía la cadera e hiciera esos movimientos en busca de que los huesitos sonaran, aunque lo último no ocurrió. Recuperó la posición firme y asintió a las palabras del rubio, todo había sido extremadamente extraño, sin duda luego preguntaría acerca de aquella cosa, aunque en el fondo dudaba de que se la conocieran, el bosque albergaba criaturas fuera de lo común.
Alzó la mirada hasta el muchacho cuando este se acercó montado en el cabello, deslizando la vista después hacia el hombro masculino, seguido por el brazo y, por último, hacia la mano, cualquiera podría pensar que no era lo correcto, ambos eran generales de ejércitos de dos reinos contrarios, que ellos estén almorzando como buenos amigos a sabiendas de que podrían encontrarse en el campo de batalla no quedaba para nada bien, pero qué importaba. Allí no se consideraba la general carmín, allí, en ese momento, solo era Alice Lidell, nada ni nadie más, no tenía soldados y las responsabilidades se esfumaban mientras estuviera dentro, solo era una persona más en Wonderland.
Sonreiría antes te tomar la mano del chico, suponiendo que este hiciera fuerza para ayudarla a subir, se montaría en la parte de atrás del caballo, sujetando aún con la diestra el arma mientras con su mano contraria rodeaba el torso ajeno para no caerse durante el trote, no recordaba la última vez que alguien la había llevado de esa manera, siempre tenía su propio caballo, que por cierto, a saber dónde se encontraba el pobre animal… se olvidó completamente del mismo y no iba a poder regresar al reino rojo sin él, o no debía, si no deseaba que la ira del Señor de los Caballos recayera en ella… ya luego lo iba a buscar, luego-luego.
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Re: Devuélvemelo
por Colonello Lun Abr 14, 2014 3:51 pm
No hubo respuesta verbal de la azabache hacia él en cuánto a la proposición que hizo, más no hizo falta, sentir la mano ajena sobre la suya fue suficiente confirmación, en ese momento, haciendo gala de su fuerza, contrajo los músculos para ayudarla a subir al caballo, con todo y su arma. Afortunadamente los caballo del ejercito son razas fuertes, por lo que dos personas y esa arma no representaban tanto reto para su caballo, como mantenerse calmado, era un animal que se ponía nervioso con facilidad; el rubio hasta ahora no tenía problema con ello... bueno, ese animal aún no iba a un campo de batalla.
Una vez montada y asegurada la azabache, el hombre dio rienda al animal que comenzó su trote en busca de un camino por el bosque, que les condujera a un lugar más seguro. Colonello no lo demostraba pero realmente quería alejarse del lugar dónde presencio aquella aparición, normal o no, eso le puso los pelos de punta; en todas sus entradas a ese bosque, aun a sabiendas de lo peligroso que podía ser, fue primera vez que vio a uno de esos seres de leyenda... con suerte en su regreso al país de Tréboles podría averiguar un poco de eso para en algún otro día no muy lejano, regresar a por él preparado.
Lidell... pronunció firme, asegurándose de ser escuchado entre el ruido de los cascos en el trote y la hojarasca siendo pisada Debo suponer que usted también cuenta con un caballo, cierto? la miró de reojo por arriba de su hombro, no es que fuese pura suposición, pero creer que llego caminando hasta el lugar dónde la encontró, era casi tan creíble como el animal que los ataco... bueno, quizás no tanto; pero si ella gustaba podrían buscarlo antes de que pasara mucho más tiempo.
Para entonces la espesura disminuyó, el rubio jalo la rienda y el caballo detuvo el paso, moviéndose aun en linea recta pero con lentitud al verse en un lugar con espacio disponible; a pesar de ser un bosque con enorme cantidad de arboles que le proporcionaba incorregible espesura, allí no era difícil encontrar un claro de vez en vez, "particularidad de Wonderland" eso lo justificaba.
Una vez montada y asegurada la azabache, el hombre dio rienda al animal que comenzó su trote en busca de un camino por el bosque, que les condujera a un lugar más seguro. Colonello no lo demostraba pero realmente quería alejarse del lugar dónde presencio aquella aparición, normal o no, eso le puso los pelos de punta; en todas sus entradas a ese bosque, aun a sabiendas de lo peligroso que podía ser, fue primera vez que vio a uno de esos seres de leyenda... con suerte en su regreso al país de Tréboles podría averiguar un poco de eso para en algún otro día no muy lejano, regresar a por él preparado.
Lidell... pronunció firme, asegurándose de ser escuchado entre el ruido de los cascos en el trote y la hojarasca siendo pisada Debo suponer que usted también cuenta con un caballo, cierto? la miró de reojo por arriba de su hombro, no es que fuese pura suposición, pero creer que llego caminando hasta el lugar dónde la encontró, era casi tan creíble como el animal que los ataco... bueno, quizás no tanto; pero si ella gustaba podrían buscarlo antes de que pasara mucho más tiempo.
Para entonces la espesura disminuyó, el rubio jalo la rienda y el caballo detuvo el paso, moviéndose aun en linea recta pero con lentitud al verse en un lugar con espacio disponible; a pesar de ser un bosque con enorme cantidad de arboles que le proporcionaba incorregible espesura, allí no era difícil encontrar un claro de vez en vez, "particularidad de Wonderland" eso lo justificaba.
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Re: Devuélvemelo
por Alice Lidell Miér Abr 16, 2014 4:15 pm
Fijó la vista apenas el rubio pronunció su apellido, negando repentinamente. - Puedes llamarme Alice. - Esbozó una tenue sonrisa, ser llamada por su apellido sonaba demasiado propio, después de todo lo que había ocurrido consideraba al chico una especie de amigo temporal. - Creo que en este bosque, somos amigos, ya luego cuando salgamos y nos volvamos a ver con un panorama diferente, las cosas cambiarán, pero por ahora solo soy Alice. - Soltó una pequeña risa, ella era rara y lo que estaba diciendo podría sonar aún más extraño, pero estaba acostumbrada, sin duda lo estaba. - … Tornado debe estar por algún lado, es un caballo listo, demasiado para mi gusto. - Una de las razones por las cuales no tenía apuro era esa.
De entre todos los caballos, aquel era su preferido por mucho, no solo era fuerte para aguantarla y veloz en los caminos, sino que era bastante inteligente aún para ser un simple animal, a veces ese detalle le jugaba en contra también. - Una vez me robó manzanas porque no le invité, y siempre sabe exactamente lo que pienso hacer antes que yo misma mueva las riendas… - Una conexión al punto que eran camaradas, no solo un caballo con su jinete, es más, estaba segura de que tras exterminar el pasto de esa zona ya se habría soltado para buscar lugares mucho más verdes, ignorando por todas las que pasó la pelinegra.
Separó un poco el cuerpo mientras llevaba una mano a sus labios para silbar de manera estridente, el ruido resonaría fácilmente entre los árboles, estando segura de que el animal la escucharía y reconocería el llamado. Podría no ser completamente inteligente esa acción, pero realmente dudaba que aquella bestia oscura regresara al mismo lugar, no tras confirmar que aquellos dos generales no tenían miedo de su presencia, la siguiente vez no iba a titubear tanto y las cosas serían diferentes. - Regresará por sí mismo, dudo que quiera huir con lo bien que lo trata el Señor de los Caball… - Estaba hablando demasiado, volvió a reír como si le hubieran dicho la mejor de las bromas, esas que si volvías a repetirla ya no harían tanta gracia como la primera vez.
De entre todos los caballos, aquel era su preferido por mucho, no solo era fuerte para aguantarla y veloz en los caminos, sino que era bastante inteligente aún para ser un simple animal, a veces ese detalle le jugaba en contra también. - Una vez me robó manzanas porque no le invité, y siempre sabe exactamente lo que pienso hacer antes que yo misma mueva las riendas… - Una conexión al punto que eran camaradas, no solo un caballo con su jinete, es más, estaba segura de que tras exterminar el pasto de esa zona ya se habría soltado para buscar lugares mucho más verdes, ignorando por todas las que pasó la pelinegra.
Separó un poco el cuerpo mientras llevaba una mano a sus labios para silbar de manera estridente, el ruido resonaría fácilmente entre los árboles, estando segura de que el animal la escucharía y reconocería el llamado. Podría no ser completamente inteligente esa acción, pero realmente dudaba que aquella bestia oscura regresara al mismo lugar, no tras confirmar que aquellos dos generales no tenían miedo de su presencia, la siguiente vez no iba a titubear tanto y las cosas serían diferentes. - Regresará por sí mismo, dudo que quiera huir con lo bien que lo trata el Señor de los Caball… - Estaba hablando demasiado, volvió a reír como si le hubieran dicho la mejor de las bromas, esas que si volvías a repetirla ya no harían tanta gracia como la primera vez.
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Re: Devuélvemelo
por Colonello Vie Abr 18, 2014 10:07 pm
Escucho atentamente a todo lo que ella dijo; sonrió, aun cuándo la azabache no la vio, y asintió con la cabeza Hey! Esta bien, Alice. El era un hombre, con una mentalidad abierta. Ciertamente tenía un cargo que defender y realizar debidamente, cargo que involucraba a un reino entero de hecho; pero también tenia una vida que vivir a su manera, si eso no amenazaba la integridad de su reino, claro estaba. Quizás por esa razón concordaba con el punto de vista que Alice expuso anteriormente Espero tengamos más encuentros como amigos en el futuro, que en otro panorama, kora! añadió, sabiendo que se trataba de dos generales en armadas diferentes, y en tiempos como los que se viven actualmente, los enfrentamientos no son casos lejanos.
Tornado? por un momento arqueó una ceja, pero se dio cuenta rápidamente a quien se refería la azabache; su caballo era uno muy listo, según todo lo que ella decía, y él rubio, no podía decir lo mismo de su caballo, si bien este era fuerte y obediente, se ponía muy nervioso con facilidad. Hey! así que no es primera vez que un animal te roba la comida... bromeó, aunque; que tu caballo te robe manzanas es más normal, a que un montón de humo te robe la merienda.
Lidell se encargo de llamar a su caballo con un silbido, tal como él ubico su respectivo caballo anteriormente, pero esta vez sería el animal quien buscase a su dueño. Un nuevo tiro a la rienda hizo que el caballo sobre el que andaban se detuviese por completo, el rubio miró hacia arriba, topándose con los rayos de sol que iluminaban el lugar, al no haber copas de árboles que se lo impidieran. Supongo aquí estará bien para pasar el rato, que opinas? kora miró por sobre el hombro a la chica, justo a tiempo para verla reír, es necesario decir que su temple cambiaba mucho, (de verla atacándolo a observarla reír había mucha diferencia) una chica linda seguro, para ser general de un ejercito completo. ¿Quien es ese señor? pronunció dubitativo, siendo que el mencionarlo hizo reír tanto a la joven, con suerte a él le causaba la misma gracia.
Tornado? por un momento arqueó una ceja, pero se dio cuenta rápidamente a quien se refería la azabache; su caballo era uno muy listo, según todo lo que ella decía, y él rubio, no podía decir lo mismo de su caballo, si bien este era fuerte y obediente, se ponía muy nervioso con facilidad. Hey! así que no es primera vez que un animal te roba la comida... bromeó, aunque; que tu caballo te robe manzanas es más normal, a que un montón de humo te robe la merienda.
Lidell se encargo de llamar a su caballo con un silbido, tal como él ubico su respectivo caballo anteriormente, pero esta vez sería el animal quien buscase a su dueño. Un nuevo tiro a la rienda hizo que el caballo sobre el que andaban se detuviese por completo, el rubio miró hacia arriba, topándose con los rayos de sol que iluminaban el lugar, al no haber copas de árboles que se lo impidieran. Supongo aquí estará bien para pasar el rato, que opinas? kora miró por sobre el hombro a la chica, justo a tiempo para verla reír, es necesario decir que su temple cambiaba mucho, (de verla atacándolo a observarla reír había mucha diferencia) una chica linda seguro, para ser general de un ejercito completo. ¿Quien es ese señor? pronunció dubitativo, siendo que el mencionarlo hizo reír tanto a la joven, con suerte a él le causaba la misma gracia.
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Re: Devuélvemelo
por Alice Lidell Sáb Mayo 03, 2014 7:16 pm
Su ceño se frunciría con cierto enojo, pero con el gesto que realizaba sumado al leve rubor de sus mejillas denotaba que se sentía mucho más avergonzada que molesta por el comentario, ¡el caso de Tornado era distinto! ¡Total y completamente distinto! Ese caballo era demasiado listo y, aunque aparentaba estar amaestrado, siempre tenía sus momentos de rebeldía, pero aún con todo esos detalles en contra, era la mejor compañía que podía desear y el único que mantenía en secreto algunos de los descuidos de la pelinegra, como perderse en el bosque y dar con el general del reino enemigo…
No pasaría más de un segundo para que a lo lejos sonara un relincho con fuerza, así como el ruido de varios arbustos siendo aplastados acompañados por el galopar del animal. Su sonrisa se ampliaría, orgullosa de la rapidez con la que aparecía el caballo entre los árboles, aunque este tenía una mirada de pocos amigos, y quién no estaría así después de ser abandonado a su suerte y, para colmo, tener que buscar al dueño en vez de que fuera al revés. - ¡Tachá! Te presento a Tornado, el mejor, más inteligente, hermoso, precioso y simpático caballo de todos los tiempos… - Exageraba, pero el caballo parecía notar el tono alegre e incluso trotó con arrogancia hasta ellos, agitando la cabeza de arriba abajo casi como si comprendiera a la perfección lo que decía la chica.
- Oh… ¿El Señor de los Cabellos? - Dirigió la mirada hacia el animal que la había traído al bosque mientras buscaba las palabras adecuadas. - Es… un hombre que ama los animales y se encarga del establo, pero no es cualquier persona común y corriente, no, no, no. - Negó varias veces con la cabeza. - Él es… El SEÑOR de los CABALLOS. - Alzó la voz para hacer énfasis, mucho, en exceso, aunque cualquier seriedad acabó desapareciendo con una nueva risita mientras se dedicaba a acomodar mejor el mazo sobre su hombro, de modo que este no resultara una interferencia al momento de descender del caballo con una agilidad y facilidad que solo se adquiría luego de años de montar y caerse.
No pasaría más de un segundo para que a lo lejos sonara un relincho con fuerza, así como el ruido de varios arbustos siendo aplastados acompañados por el galopar del animal. Su sonrisa se ampliaría, orgullosa de la rapidez con la que aparecía el caballo entre los árboles, aunque este tenía una mirada de pocos amigos, y quién no estaría así después de ser abandonado a su suerte y, para colmo, tener que buscar al dueño en vez de que fuera al revés. - ¡Tachá! Te presento a Tornado, el mejor, más inteligente, hermoso, precioso y simpático caballo de todos los tiempos… - Exageraba, pero el caballo parecía notar el tono alegre e incluso trotó con arrogancia hasta ellos, agitando la cabeza de arriba abajo casi como si comprendiera a la perfección lo que decía la chica.
- Oh… ¿El Señor de los Cabellos? - Dirigió la mirada hacia el animal que la había traído al bosque mientras buscaba las palabras adecuadas. - Es… un hombre que ama los animales y se encarga del establo, pero no es cualquier persona común y corriente, no, no, no. - Negó varias veces con la cabeza. - Él es… El SEÑOR de los CABALLOS. - Alzó la voz para hacer énfasis, mucho, en exceso, aunque cualquier seriedad acabó desapareciendo con una nueva risita mientras se dedicaba a acomodar mejor el mazo sobre su hombro, de modo que este no resultara una interferencia al momento de descender del caballo con una agilidad y facilidad que solo se adquiría luego de años de montar y caerse.
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