~ Trébol de 4 hojas ~

El buen reino de Tréboles, tan pacifico, tan humanitario, tan… verde.. .

Así es, ese reino casi siempre se olvidaba que estaba en el mapa, no era violento, era modesto y todos vivían en una paz que sólo las noticias de las afueras  les recordaban que los otros reinos peleaban entre ellos.

Muchos rumoreaban que la cierta “inmunidad” que tenía Tréboles, no era precisamente por su noble faz, si no por la íntima amistad de su dulce reina y la intimidante reina roja. Nadie hablaba al respecto y eran pocos los que no le atribuían a su angelical reina la prosperidad del pueblo. Y no era para menos, ya que aunque no lo pareciera, la reina verde era muy inteligente, lo que le podía faltar muchas veces de presencia le sobraba de inteligencia.

Corett Amelie trabajaba arduamente en nuevas ideas y formas de traer la paz a todos los reinos y gracias a sus fieles  investigadores y cazadores de tesoros perdidos , es que llegó a ella un antiguo pergamino el cual anunciaba la existencia de un talismán tan poderoso que podría traer paz a todo Wonderland: A la dulce reina le había costado mucho trabajo descifrar el antiguo alfabeto en que todas estas maravillas eran relatadas, para la sorpresa de ella el raro  talismán ahí descrito se encontraba en lo más recóndito de su mismos dominios… No obstante era de esperarse que algo usado para tan noble causa estuviese refugiado en el casi inexplorado bosque del reino de Tréboles.

De esa manera Corett Amelie mandó llamar a su más valiente y leal  investigador , un caza recompensas  que se volvió al camino del servicio de Su Real Majestad .

- Mi leal Rachid, te encomendaré a ti una misión tan importante como peligrosa: En las afueras de Lillium, más allá del bosque de los tréboles gigantes, cuenta este pergamino que se alza entre las sombras un templo tan antiguo que resguarda la mismísima esencia  de la paz, un talismán llamado Rinaru, sobre el cual tu reina necesita saber. Anda , ve, porque yo deposito toda mi confianza en ti…  -Proclamó Su Majestad mientras el joven con el cuerpo tenso por la emoción y el deber  partió en cuanto la reina le dio su bendición.

El estaba sumamente agradecido que su majestad le  hubiera dado, ya hace años, la confianza de unirse a sus leales sirvientes y esta vez  como las anteriores no la defraudaría. Tras varios días pudo encontrar una puerta secreta que dirigía a parajes  abandonados por tiempos tan largos que no se podían contar. Y como bien se le había mencionado , encontró aquel lugar alzándose entre las sombras, un templo tan antiguo que parecía contar millones de historias en sus paredes .  

Pronto ante él y al final de una larga escalinata  pudo contemplar el talismán, era hermoso y su brillo era incomparable… Escalón tras escalón subió hasta estar frente al objeto  tan preciado para su reina.

- Sólo ve y averigua si la leyenda es cierta, pero por ningún motivo debemos perturbar lo que no sabemos de su poder. Tener el talismán sería muy especial , mas no sabemos los riesgos de poseer tanto poder en las manos y tiempo equivocados.

Las últimas palabras de advertencia de su reina  se  escucharon dentro de su cabeza , pero él quería demostrarle lo valiente y leal que podía ser... Quería hacer a aquella mujer la más feliz de todo Wonderland, y entonces, sin previo aviso y antes de que se diera cuenta sus manos ya cargaban aquel tesoro místico.

De pronto todo el lugar comenzó a temblar y  un grito estruendoso se escuchó en todas partes. El impertinente joven metió su tesoro  en un morral pequeño que llevaba consigo y comenzó a correr hacia la salida la cual para su sorpresa se estaba cerrando poco a poco.

-¡EL TALISMÁN DE RINARU NO DEBE SER TOCADO POR MANOS DE GENTE DE CORAZÓN IMPURO! ¡NADIE DEBE SACARLO DE SU LETARGO SIN TENER CONCIENCIA DE SU PODER! ¡TODO AQUÉL QUE SE ATREVA SERÁ CASTIGADO!  -Gruñó  una voz masculina por lo que pudo diferenciar el asustado caza recompensas.

Afortunadamente  por sus habilidades pudo escapar de quedar encerrado en el templo , pero al salir se dio cuenta de que su cuerpo ya no era el mismo de siempre, ahora corría en 4 patas y poseía pelaje y hocico. Así es, se había transformado en un pequeño zorro. Asustado hasta la médula, pero fiel a su deber,  siguió corriendo dejando atrás aquel espeluznante lugar.

La dulce reina verde, sin saber el dilema en que su imprudente sirviente la había metido, fue interrumpida  a la hora del té por un zorro que cayó rendido a los pies de Corett . Ella se asustó al ver el estado del pobre animalito, pero más fue su sorpresa al enterarse que era Rachid, ya que podía hablar a pesar de su forma animal.

Éste le entregó el talismán, mas la reina asustada y preocupada le dijo que solo quería saber de su existencia y que fue muy imprudente tomarlo así como así. El pequeño zorro se disculpó más de una vez, pues sólo quería ver una sonrisa en los labios de su reina y no sus ojos ahora llorosos donde ella estaba asustada de las consecuencias .

Sin previo aviso un fuerte viento comenzó a soplar y enfrente de la mujer y el zorro se hizo presente una figura al parecer masculina. Era un joven que se veía poseía mucho poder mágico y el cual vestía ropa jamás vista de ningún reino.

- Yo soy  Artyom,  el protector del talismán Rinaru , ahora veo que tú eres la que tuvo la osadía de mandar a ese bribón de corazón impuro, pero tú eres todo lo contrario. El talismán reacciona ante tu persona… Así que dime  ¿para que necesitas su poder?  -Dijo con una voz fuerte y profunda aquel místico ser.

- Sólo deseo usarlo para traer la paz a todo Wonderland… Los reinos y las personas deben coexistir en armonía y paz… Y yo quisiera ver eso con mis propios ojos…  –Dijo la albina teniendo que alzar la voz para poder llegar a los oídos del ser.

- Veo que tus intenciones son buenas , pero al haber despertado he visto a través de mis ojos la decadencia de Wonderland , bajo la tiranía de los más poderosos, sus impuros seres no merecen el perdón…  - rugió con enojo.

-Yo sé que ellos pueden ser buenas personas es sólo que sus vidas no han sido lo suficientemente benévolas como para poder dejar de lado todo lo que les aqueja. Yo tengo fe en cada una de las personas y al que llamas bribón se redimió. Sé que todos pueden tener el perdón y una segunda oportunidad...  -  objetó con firmeza y sinceridad.

Artyom se quedo pensativo unos segundos, de un movimiento con su mano atrajo el talismán de nuevo hacia él y lo deshizo en  fragmentos , entonces hizo aparecer un pergamino por reino. Artyom tomó una forma más humana y se acercó a la reina dándole 4 pergaminos.

- He decidido confiar en ti, pero el talismán ahora esta esparcido por todo Wonderland. Estos pergaminos deberán entregarlos a los reyes, ya que en ellos vienen las misiones o encomiendas que deben hacer para poder llegar a su pedazo de talismán. Todos deben contribuir, Corett Amelie, cada ser de Wonderland  disfrutaría de los beneficios del talismán así que cada uno debe hacer sacrificios que lo hagan merecedor de aquella paz y bondad de la cual tu posees viendo que no has tenido un pasado feliz y aún das y recibes mucho amor.  Pero a cambio de obtener aquél poder, Wonderland caerá bajo mi hechizo , así que aparte de luchar en conjunto por la paz común, tendrán que buscar por redimirse y regresar a su normalidad. Corett Amelie, en ti confío.

Y dicho estas palabras Artyom se retiró. Ahora la reina verde sentía un enorme peso en sus hombros ya que debía ir con cada rey a explicarles y tratar de que le ayuden a su cometido. Pero mientras ella pensaba en eso todo a su alrededor comenzó a cambiar y antes de que ella y los habitantes se pudieran dar cuenta de ello sus cuerpos comenzaron a tomar una forma animal…