Disfrutando de un violento show (Priv.Iskandar)

Era de día, por primera vez en el año sentía una resaca enorme, acompañado de un mal humor, unas ganas de hacer maldades, de molestar a extraños y beber más, pensé dando vueltas en mi cama hasta que encontré la mejor solución, que con ir a un solo lugar, remediaría todo, molestar, beber y descargar mi mal humor, y la mejor solución era, ir a beber al reino rojo, el mejor lugar para causar estragos sin resentimiento alguno y con una facilidad única.

Me levante y me volví fantasmagórica, Salí de casa y fui rápidamente por el pueblo, al estar fantasmal nadie me podía ver pero si veían el camino de escarchas que dejaba por el suelo, algunos se asustaban y otros la ignoraban, no tome mucha atención a sus reacciones y me dirigí rápidamente al reino rojo, específicamente a la capital, donde podía causar mayores problemas y era poco probable ver al can, si me lo topaba quizá le llegaba con el cuento al semi demonio.

Luego de quizá un par de hora de viajes, quizás más o menos llegue a mi destino, encontré un bar de mala muerte donde no me dieron mayor problema para entrar, me senté en una mesa totalmente apartada y me sirvieron ron blanco, veía como unos soldados discutían acaloradamente, solo reía para mí al escuchar por las estupideces que peleaban, como estaba en un rincón apartado me entretuve congelando las paredes, mirando a la gente y riéndome sin motivo aparente, y susurrándole insultos a algunos idiotas que escuchaban tan a lo lejos que culpaban al primero que se cruzaba y empezaban a pelear; no tardo en empezar una pelea grande, donde se involucraron mucha gente y empezaron a lanzarse cosas, cada vez que algo parecía ir en mi camino me volvía incorpórea para que me traspasara y chocara contra la pared congelado; mientras tanto me reía viendo el show gratis, y seguía bebiendo.

De la nada todo el mundo enmudeció, fue como si se congelara cuando la puerta se abrió de golpe y alguien con una presencia imponente atravesó el umbral del bar, era un hombre altísimo, desde mi rincón lo quede mirando arqueando una ceja, pensando que todos exageraban con aquella reacción, y lo seguí mirando mientras veía, incluso cuando sentí que me miraba.

No despegue la mirada de aquel hombre, algo me parecía curioso, tenía ese “algo” que tenía todas las personas distintas con las que me relacionaba, porque claro... estar con personas comunes era muy aburrido.

Lo observe detenidamente, me recordaba a un imponente león, sin embargo parecía un león al que le cortaron la melena, si lo conocía, debía mencionarlo para fastidiar, sonreí ante la idea; mas parecía alguien importante, como todos se callaron al instante, luego de pensarlo un poco recordé eso que escuche en el castillo azul, un hombre asumiría próximamente el trono del reino rojo, seria aquel hombre? Lo mire aun más curiosa.

-He?- a pesar que su primera mirada parecía reprobatoria invito una siguiente ronda para todo el mundo, era un tipo algo contradictorio, seguí bebiendo mi trago mientras lo miraba, sin notarlo mi trago se acabo, excusa perfecta para acercarme.

Me coloque de pie y camine lentamente hasta la barra, dejando una escarcha en todo mi camino, cosa que hice a propósito para probar a los tan rudos soldados carmín, algunos se asustaron otros no lo tomaron en cuenta, y otros solo me miraron, yo los ignore, tenía mi vista fija en la barra, y cuando llegue me senté en la silla continua al hombre que todos habían vitoreado.

El cantinero me miro suspicaz, solo lo mire desinteresada –Un vaso de lo más fuerte que tenga- dije con firmeza y desinterés, apoye mi codo en la barra y pose mi mejilla en mi mano observando desinteresada la nada, esperando que sin mayor esfuerzo el pelirrojo se fijara en mi, eso seria mucho más casual a que yo le hablara.

El pelirrojo volvió a hablar, me sorprendió que adivinara o supiera de mi estado de muerta tan rápido, definitivamente era alguien distinto, baraje las posibilidades, podría ser un semi-humano, sin embargo no tenía ningún rasgo animal, así que deseche esa opción, podía ser un humano con poderes especiales, un mago quizá, lamentablemente aun no había reunido información sobre el sucesor del reino carmín como para saber algo con exactitud, debía empezar a informarme nuevamente.

Mire al mayor sin decir nada y tome mi vaso, instantes después de el lo levante. –Salud- y bebí lo que contenía, bebí la mitad del vaso y lo apoye sobre la barra, me gustaba demorarme en lo que tomaba, si no me aburría y armaba un revuelo solo por diversión, y era obvio que armar un lio acá sería demasiado fácil.

-Es agradable, pero prefiero algo más fuerte o más dulce- respondí a su comentario aunque no me lo haya dicho a mi directamente, lo mire mientras hablaba, siempre recordaba lo básico para que la gente confiara un poco en mi, claro hoy en día nadie es tan iluso como para confiar a la primera, pero algunos cosas aumentaban la confianza.

Di otro sorbo y mire como un par de soldados empezaban a pelear quien sabe por que motivo, solo me limitaba a observar y sonreír ante el espectáculo.

-Jum, veo que conoces de tragos ¡Eso sí que es extraño-

La risotada del futuro gobernante de rojo se escucha nuevamente en el lugar. En serio, le resulta extraño que una chiquilla -Solo en apariencia, claro- supiera respecto al tema, y bastante, a lo que las palabras de Elizabeth le decían.

Tendió su tarro al tabernero, quien se lo lleno nuevamente de cerveza oscura.

-Entonces, el Vodka es de tu agrado a lo que escucho-

Sus gruesos labios esbozan una sonrisa amigable y despreocupada.

...Que no duro mucho...

Lleva la izquierda hasta la funda de su espada, para dejar ver un poco la hoja de su arma. Al momento de hacerlo, un trueno golpea al par de escandalosos soldados expulsándolos de la taberna de manera violenta, Alexander les daba la espalda en todo momento.

-Detesto a la gente que no sabe tomar moderadamente y sin causar estragos.-

...Si que tenía mucho que arreglar cuando subiera al trono...

-No es más extraño que todo este mundo junto- musite a lo primero que él dijo, sin mirarlo centrada en mi vaso del cual bebí un poco más.

Tena una risotada estridente, llegando a rayar en molesta, pero no ´quería decir nada era el futuro rey de rojo, y omitir algunos comentarios de momento no estaría demás. –Sí, l vodka me gusta, sin embargo prefiero el ron blanco de caña de azúcar.- agregué y acabe mi vaso, mire al cantinero quien entendió que quería más y con un gesto inseguro me sirvió, si, seguramente le daba miedo servirle tanto alcohol a una niña… y frente a su futuro rey.

Sin observar directamente, note todos los movimientos del pelirrojo, vaya que era un rey distinto a los habituales sádicos y ambiciosos que acostumbraban a gobernar el reino carmín; y además ya no me cabía duda, tenia poderes mágicos, definitivamente me cuidaría de él… magia… bien utilizada si me podía lastimar.

Escuche su último comentario y sonreí para mí, yo era exactamente eso que el detestaba, no bebía moderadamente, aunque nunca me emborrachaba… ya sea por estar muerta o por llevar años bebiendo en exceso el alcohol ya no me embriagaba, solo me controlaba lo violenta o lo exaltaba. Ya sabía que no debía hacer escándalos frente al grandulón, debía comportarme.

-Y que hace el futuro rey en una bar de mala muerte?- pregunte directa, pero discretamente mirando a los ojos al pelirrojo y con una ligera sonrisa en mis labios mientras bebía del nuevo vaso que me habían servido.

Realmente este rey era bastante distinto a los usuales reyes rojos, hice una nota mental, debía actualizar mi información, y saber que paso con el reino rojo que había cambiado tanto.... era extraño y aburrido.

-Si que quiere ser un buen rey- murmuré y me bebí de un trago todo lo que quedaba en mi vaso y lo quede mirando pensando en que responder. -yo, vengo a este lugar a hacer destrozos innecesarios, crear malos entendidos y divertirme viendo como los soldaditos carmín pelean hasta por la más mínima provocación.. es más sin provocación alguna pelean igual- dije sin más preámbulo, sin actuar a la niña buena ni nada, sabía que consecuencias podía traerme aquel comentario, pero si el pelirrojo se enojaba fácilmente podía desaparecer, huir y no aparecerme nunca más frente al grandulon.

-Y si, vengo a tomar por que en el reino azul ya no me admiten en ningún bar, bueno si, podría haber entrado de todas formas así como lo hice en este, aparecer al fondo y actuar como si llevara horas ahí es sumamente sencillo, pero quería divertirme, el reino azul aveces es muy aburrido, nunca pelean y por eso me descubren al tiro cuando hago travesuras.... acá es fácil que todo entre en caos, me divierto y no me meto en problemas- explicaba confiadamente, como si aquello fuera un comportamiento de lo más normal, moviendo exageradamente las manos y sin dejar de mirar al mayor y sonriendo confiada para ver su reacción, se enojaria? me hecharia? o se reiria? realmente no sabía que esperar de este nuevo "futuro Rey"

OFF: me acabo de dar cuenta que Eli ni siquiera trata de "usted" a iska, mucho menos de "majestad" D: xD! no se por que no me extraña de ella.

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OFF: Nah, ni te fijes, Iskandar se da a respetar, no exije el respeto, se lo gana.

-Una armada volátil?, discúlpeme pero su armada es una bomba, uno la roza y ellos, bang! atacan, se lo demuestro- indique a un par de ebrios soldados pasaos de copas y sople hacia ellos, lo que se produjo en una brisa helada que transportaba un ligero "idiota" con una voz notoriamente femenina e infantil, sin embargo ambos hombres se miraron y empezaron a pelear.

-Necesita una armada nueva, no controlar a la que tiene- dije confiadamente y al rato ya no eran 2 soldados peleando eran 4 yo los veía riéndome; -creo que alguien me echara- dije como si no fuera nada serio, -pero no lo tomes contra mi, yo solo te demuestro lo que todos saben- dije melodiosamente mientras movía mis piernas que colgaban, y acababa mi ultimo vaso -de todas formas, creo que ya debería irme antes que todo empeore~~- dije aun con tono melodioso mirando al grandulon.

OFF: perdón lo corto u_ù!

-A su salud- y bebí el ultimo sorbo que me quedaba, mire al pelirrojo y baje de mi asiento para colocarme de pie -Creo que vendré más seguido a este reino, quizá nos volvemos a topar y tomamos más juntos- dije sonriendo y note como el cantinero me miraba nervioso pero se hacia el tonto, se notaba que quería echarme ya sea por los problemas o por parecer una niña, pero se contenía por el grandulon.

-Suerte con su armada- murmure mientras me alejaba dejando un camino de escarcha brillante y reia mirando todas las peleas que ellos formaban, era un circo gratis, si solo supieran controlarse al tomar.

Finalmente salí dando saltitos y tarareando una canción infantil.

Importante (?):