Encuentro con un General [Augusto Aristides]

Han pasado un par de días desde que Grid ascendió a capitán del Reino de Espadas y no ha tenido mucho tiempo libre que digamos, tener este nuevo puesto subió de sobremanera su carga, labores y porque no, estrés, aunque esto no disminuía que él se mantuviera contento con todo lo que le está pasando. En fin, Grid terminó unos asuntos pendientes y le quedo el resto del día para el solo y por ningún motivo seguiría avanzando en más papeleos, era tiempo de distraerse y recrearse, sino se volvería loco tan solo empezar.

El capitán salió de su nueva oficina, quien lo imaginaria, lo lejos que una persona puede llegar sin ser de la nobleza o de la realeza. Caminó durante un buen rato, evitando a toda persona que se apareciese cerca de él, esto para tener un tiempo a solas consigo y digerir todo esto “este palacio es inmenso” pensó a medida que recorría su interior. Los pasillos parecían infinitos, con adornos que daban la ilusión de estar observándole. Grid pocas veces estuvo entro del Castillo, por lo general rondaba por los exteriores o iba a hacer guardia al calabozo y alrededores, pero deambular por diversión, jamás.

Al doblar una esquina del pasillo, grande fue su sorpresa, todas esas maniobras para evadir a soldados y sirvientes no surtieron efecto, pues en el lugar se encontraba el general del Reino de Espadas “quizás sea un buen momento para hablar con él” el hecho era de desconfiar, pero al tratarse del jefe directo de Grid optó por ir, ya si cae un rechazo, sencillamente se irá a deambular por otros pasillos, siendo más cauteloso que antes.

- Buenas tardes General  Aristides – le dijo, poniéndose al lado de él de manera firme – soy Gridoro Tristone el Capitán recién ascendido – decir eso estuvo demás, pero así la presentación no quedaría por el aire. Eso fue lo único que dijo, en ese momento Grid quedó esperando la respuesta y reacción del general.

Es tarde el General Augusto Aristides se encontraba en una misión secreta y personal. Todo había dado inicio en la mañana cuando estaba en una de las oficinas desayunando una taza de chocolate con leche y pan tostado con mermelada. Alguien llamó a la puerta un momento sólo para darle un aviso y cuando regresó vio con dolor como su pan tostado se había llenado de hormigas.

-¡NO! -exclamó horrorizado al ver un montón de bolitas negras temblando sobre la mermelada de piña. - ¡Hormigas! -gruñó enfadado.

Así es, un grupo de trabajadoras hormigas había invadido su plato. Y no solo eso, sino que también habían encontrado su cajón secreto de los dulces y bocadillos. Sin saberlo, esos pequeños insectos habían sacado lo peor del General de la Armada azul y ahora, con su sed de venganza él no se detendría hasta encontrar su guarida y destruirla.

"¿Hormigas en el castillo?" pensó indignado, mientras seguía por la orilla de una pared el ordenado "caminito" de hormigas. "¡Hormigas en el castillo! " Eso sí que no lo permitiría. Llevaba horas siguiendo el rastro, pero no importaba porque cuando lograra su objetivo sabría que todo había valido la pena.

Dio vuelta por una esquina del pasillo, totalmente concentrado en lo que hacía, y entonces escuchó a alguien tratando de interactuar con él. No se levantó totalmente, pero alzó la vista.

-Buenas tardes. -Saludó dudosamente. No le constaba que él fuese el capitán nuevo porque había firmado el papel sin revisarlo primero, pero ¿quién era él para juzgar? Se irguió y le sonrió.- Un gusto conocerte, Capitán. ¿Estás ocupado? Si no, debes unirte a mí ahora mismo, tenemos una misión. -Dijo decidido.

Tras quedar a la espera del general recibió un - Buenas tardes – luego le sonrió, lo que hizo que Grid se relajara un poco, pero no era todo lo que el general quería decir - Un gusto conocerte, Capitán. ¿Estás ocupado? Si no, debes unirte a mí ahora mismo, tenemos una misión – una misión ¿tan pronto?, su voz fue seria y el capitán no creía que él estuviera bromeando con algo así.

Se aventuró a responder – no estoy ocupado – claro que Grid estaba desocupado, de hecho hasta ahora solo se había dedicado a recrearse y evitar a las personas del castillo, pero ahora debería encargarse de una misión “quizás sea secreta” pensó comenzando a motivarse, imaginando que clase de petición seria - ¿de qué se trata General? – preguntó intrigado por saber las próximas palabras del alto rango, ya que se escuchaba algo urgente, sobre todo por el "... debes unirte a mi ahora mismo".